Plan B
Nota del escritor: Jamás me había costado tanto escoger el título de un capítulo. Normalmente pongo el nombre de un personaje, del lugar o de algún momento importante, pero no quería que se llamara "La charla". Tras releer varias veces el capítulo, elegí este título, que creo que es el mejor y el que más sentido tiene.
Aunque los golpes le sorprendieron, Victor no dudó en abrir la puerta. La chica que estaba tocando resultó ser Sonia.
Sonia: ¡Hola, chicos! ¿Os importa si entro? Solo será un momento.
Victor: Claro que no. Venga, pasa.
Paul: Hola, Sonia. ¿Cómo llevas lo de la investigación?
Sonia: Siendo sincera, estoy algo estancada, pero eso ahora no es importante.
Su expresión era muy seria, tanto como para provocar angustia en Paul y Victor. Tenía que ser realmente importante.
Sonia: Victor, Alistair me lo ha contado. No fue difícil, cuando vimos las estatuas de los pokémon de la leyenda, noté que le pasaba algo raro. Cuando os fuisteis, le insistí para que me lo contase, aunque no funcionó hasta que apareció Judith y lo convenció de hablar.
Paul: Victor, ¿de que está hablando?
Victor: Juro que no lo sé.
Sonia: No te hagas el tonto. Allister sabía lo de tu charla con esa chica rara en el Área Silvestre. Ya sabes, esa conversación sobre los planes del presidente Rose.
Victor: Oh...
Victor recordó al Gengar que casi le dio un paro cardíaco, seguro que estaba escondiendo a Allister. Por eso dijo que no se involucrara en asuntos ajenos. Estaba preocupado por lo de Rose.
Paul: ¡¿Puede alguien explicarme de que va todo esto?!
Sonia: - suspiro - Pensé que a ti te lo había contado. Básicamente, en Galar existe un problema energético que va creciendo exponencialmente y Rose quiere solucionarlo creando una segunda Negra Noche.
Paul: ... Vale, eso ha sido algo demasiado resumido. ¿Cómo piensa crear otra Negra Noche? ¿Es buena idea? ¿No se descontrolará?
Victor: Hasta donde yo tengo entendido, supera por completo las expectativas de Macrocosmos, por lo que controlarlo igual no es del todo viable. El plan que me sugirieron es hablar con Rose y convencerlo de que no es buena idea.
Sonia: Es sin duda la mejor opción, pero eso no quita que no deberías involucrarte.
Victor: ¿Qué sugieres? No voy a permitir que desaten una catástrofe sin siquiera hacer algo por evitarlo.
Sonia: - suspiro - Sabía que no podría convencerte. Paul, siento haberte dicho esto.
Paul: ¿Por qué?
Sonia: Porque ahora vas a hacer todo lo posible por ayudar a Victor, ¿me equivoco?
Paul: - riéndose un poco - No, no lo haces. Pero no creo que debamos preocuparnos tanto, estoy seguro de que si se lo contamos a mi hermano, él hablará con Rose. No son amigos como tal, pero sí que se conocen y se respetan mutuamente.
Sonia: Creo que no podemos recurrir a Lionel.
Victor: ¿Por qué no?
Sonia: Por muy apresurado e inconsciente que sea Rose, no es alguien estúpido. Estoy más que segura de que habrá tomado medidas por si la contención falla. En resumen, probablemente Lionel esté al tanto del asunto.
Victor: Aún así, hay que convencerlo de que no es buena idea.
Sonia: Aunque sea lo mejor, no estoy del todo segura de que funcione. Por lo que te contó en Ciudad Artejo, está más que convencido de que hay que arreglar el problema energético rápido. Lo más seguro es que no os escuche.
Paul: Vaya. ¿Qué podemos hacer entonces?
Sonia: Hay que aprovechar la información que tenemos. Uno o dos héroes, probablemente dos, detuvieron la negra noche usando una espada y un escudo legendarios. Pero, creo que esas armas legendarias son solo una metáfora de pokémon de gran poder. Teniendo en cuenta eso, lo único que podría frenar a la segunda Negra Noche son esos pokémon. Creo que afirmar que son pokémon legendarios no es ninguna estupidez, y probablemente sigan vivos en algún lugar de Galar. Espero que sepáis que no me voy a involucrar directamente en el asunto, pero teniendo en cuenta que el paradero de esos pokémon igual me sirve en mi investigación sobre el dinamax, no veo porque no ayudaros.
Victor: Muchas gracias, Sonia.
Sonia: No hay de que. Intentar no meteros en líos, ¿vale?
Paul: Vale.
Sonia se marchó y Victor vio como en la televisión estaba Roxy enfrentándose al Coalossal Gigamax de Morris. Por un momento la chica se quedó mirando a la maximuñequera que su amigo le había prestado, pero sacudió su cabeza como si intentase no pensar en usar el Dinamax. Se remangó todo lo que pudo con el uniforme de los aspirantes, ocultando la maximuñequera. Al final, Roxy logró ganar el combate, aunque estuvo a punto de quedarse fuera de la competición.
Poco rato después, Paul fue a su habitación del hotel y Victor bajó a recepción para preguntar por la habitación de Roxy. Le dieron el número y unas indicaciones para que le fuese fácil encontrarla, así que al poco tiempo ya estaba allí.
Al poner su mano sobre el pomo, se dio cuenta de que no estaba cerrada con llave. Lo más probable es que la dejase abierta sabiendo que Victor iría más tarde. Él abrió la puerta y vio a Roxy frente a Morpeko usando sus dedos para formar una sonrisa tierna. El ruido de la puerta alertó a la chica de la presencia de Victor. Ambos se miraron mientras Roxy apartó sus dedos de su cara. Todo el rostro de la chica se tiñó de rojo y se tapó la cara con sus manos.
Roxy: H-Hola...
Victor: Hola, Roxy. ¿Pasa algo?
Roxy: - aún tapándose la cara - ¡No, no, no es nada! - rápidamente se quitó la maximuñequera y se la dio a Victor - Ten, gracias por prestarmela.
Victor: No tienes que darme las gracias. Ni siquiera te ha ayudado mucho.
Roxy: De hecho, sí me ha ayudado a mantener la calma. El tenerla junto a mí, me relajaba.
Victor: Ah, claro. El saber que si estás en apuros puedes usar el Dinamax es muy relajante. Bueno, me marcho que ya se está haciendo tarde - dirigiéndose hacia la puerta -. Por cierto, la sonrisa te ha salido muy bien - dejando sola en la habitación a una Roxy sonrojada a más no poder por la vergüenza del momento.
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