Nos pusimos en marcha. Era una travesía difícil. Ya que el camino era más peligrosa, físicamente como si nos robaran. Y en efecto pasó eso.

-Andreas no me gusta este sitio.- le dije.

-Ni  a mi, pero es el mas rápido, no quiero perder mas tiempo, quiero dejarte en tu reino y desaparecer, tengo muchos planes en mente.

-¿Podemos saber qué planes?- era un bandido, en un momento nos habían rodeado seis gigantes bandidos.

-Podemos hacerlo por las buenas, o por las malas.

-¿Que queréis?Solo sois unos muertos de hambre.- Javier no era muy inteligente digamos.

-Este es el más tonto. Bueno, pues será por las malas.

Andreas y yo nos bajamos del caballo, envainé la espada y me preparé.

-Juguemos a un juego- Dijo Andreas,- el que pierda se queda sin nada.-¿Lista?- me miró

-Lista.

-Os vais a arrepentir-dijo otro de ellos.

Tres fueron contra mi y tres con Andreas, se me hacía muy raro luchar ya que, había perdido un poco de práctica pero enseguida me puse al día. Luchaba espalda con espalda con Andreas, cuando él había herido a tres de ellos, yo seguía con otros tres. El jefe se quedó conmigo, me tiró la espada y caí al suelo, pensaba que me iba a hacer daño, pero Andreas apareció por detrás y lo mató, delante de mi, me cayeron gotas de sangre encima de mi.

Estaba en shock, no podía creerme que Andreas hubiese hecho eso, me salvó la vida, pero mató a un hombre y encima me sangró , nunca me había preparado para eso.

-¡¡¡¡Dianaaa!!!!- me gritó Javier-¿estas bien?

-Si. - vi que venía Andreas y me daba la mano para cogerme.

-Espero que estés bien, siento lo de ese tipo, siento si te ha afectado claro, su muerte me da igual. Prosigamos,está anocheciendo y quiero tener un techo donde protegernos de la lluvia- lo dijo sin sentimiento, sin preocupación, sin expresividad.

-Vale- simplemente contesté, necesitaba una ducha y descansar.

Mi padre no me había preparado para ver muertes, sino para defenderme, Andreas para eso ya era inmune, o eso me hacía ver. Cuando llegamos a la posada, dió las instrucciones para dormir, y como no, yo debía dormir con Javier.

-Vale, pues me voy a la ducha, no puedo ir así.- y me fui al baño, antes de llegar a la puerta, Andreas me cogió del brazo.

-Se que has visto como me he comportado, lo siento si te he asustado.

-No me hables de eso, quiero estar tranquila. No quiero pensar en nada, esa mirada del bandido, ese sentimiento, es imposible de explicar.¿Cómo eres capaz de hacer eso?De mirar a alguien con desprecio, o incluso de matarlo- me salió una lágrima y me metí dentro. Necesitaba reflexionar.

- Se llama supervivencia, si no eres capaz de hacer eso, no se que tipo de espadachina creó tu padre.- me dijo con descaro.

- Te prohíbo que hables así de mi padre. No eres quién para hablar así de él, puede que le hubieses conocido pero no como yo.

- Empiezo a ver como eres. Ciñete a lo que eres y ni me hables.

-¿A lo que soy?- dijo un poco ofendida.

- Una princesita de papá y mamá que prefiere ver una muerte antes que haber sobrevivido. Eres una egoísta, igualita que tu querido Javier.

- Vete al cuerno , eres un mentiroso y un asesino, y un caradura.

- Si soy todo eso,¿por qué sigues viniendo a mi cama?

-Si tanto te molesta eso, lo dejaré de hacer. Y ahora quitame tus manos de encima, que me quiero bañar y limpiar la sangre.

VERSIÓN DE ANDREAS

No era justo que me tratase de esa manera, le acababa de salvar la vida y eso es en lo único que se fijaba, ella y su querido Javier, no soportaba verles juntos, quemaba en la garganta como él quería aprovecharse de ella, y ella le correspondía. Nadie le había dicho ni obligado a que se casaran, pero yo ahí no debía intervenir.

Aquella noche esperé que Diana tocase a la puerta , pero no lo hizo, si demostraba ser tan orgullosa yo sería igual, nadie me echaba pulsitos y menos, una cría como ella.

VERSIÓN DE DIANA

Aquella noche me negué a que Andreas se saliese con la suya, tuve que dormir con Javier que por cierto no dejó de restregarse contra mi,no veía claro mi futuro, ya no. Una traición, un viaje sin entender el porqué y un chico que no dejaba de estar en mi cabeza.

Pasaron dos días hasta que volví a hablarme con Andreas, exactamente fue por la noche, decidimos quedarnos en el mismo pueblo ya que el bosque no era seguro y debíamos prepararnos, pero al no hablarnos él optó por quedarnos.

-¿Puedo pasar?- le toqué a la puerta y me abrió al momento.

-Si,- y me besó.-No aguantaba más sin hablarte, sin poder tocarte mientras Javier no te dejaba en paz. Lo siento Diana.

-Y yo- le abracé- no podemos seguir así Andreas, las cosas pueden complicarse.

-¿Más?No lo creo, mandemos a Javier a casa, podremos con esto nosotros solos.

-¿Contra qué?Apenas se que hacemos aquí. Necesito saber cosas, mañana vamos a entrar en ese bosque y no se nada.

- Entonces sientate porque si lo que quieres son respuestas, las tendrás- me dijo seriamente. Se me erizó el vello de la piel,no me iba a gustar esta historia, no sabía el porqué, pero no me daba buena espina.

-Veras.... Todo empieza si eres descendiente de dragones.- empezó.