15- Los Preparativos
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Narrador
Después de ese incómodo reencuentro con Penny, Gumball estaba hecho un desastre. Su mente no dejaba de reproducir en bucle
la fría mirada que ________ le había lanzado a él y a Penny. ¿Por qué cuando todo parecía ir tan bien entre ellos, algo tenía que aparecer para complicarlo todo?
Por otro lado, ________ sentía un torbellino de emociones difíciles de manejar. Celos,
Inseguridad... y una pizca de orgullo herido. Por más que intentara ignorarlo, una pequeña voz en su cabeza no dejaba de hacer comparaciones. Penny era elegante, radiante, perfectamente compuesta. Mientras tanto, ella se sentía como si hubiera sido atropellada por un camión... y luego retrocedido sobre ella por si acaso.
Ambos estaban atrapados en sus propios pensamientos, llenos de preguntas sin respuesta. Y como si el destino quisiera burlarse de ellos, San Valentín estaba a la vuelta de la esquina.
En la casa de ________...
________ estaba recostada en su cama, mirando el techo con una expresión perdida. El peso del día la aplastaba, y aunque intentaba convencerse de que no era un gran problema, su corazón decía lo contrario.
Con un suspiro pesado, tomó su teléfono y, sin pensarlo demasiado, marcó un número.
-"¿Qué quieres?"-, respondió Rob con su típico tono indiferente.
-"Solo quiero quejarme."
-"Oh, qué sorpresa. A ver, ¿quién te arruinó el día esta vez?"
________ hizo una mueca y apretó los labios antes de soltar la bomba.
-"Penny."
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea. Luego, Rob soltó una carcajada.
-"Ja, ja... ¡Espera, en serio? ¿¡La ex de Watterson!? Esto se pone bueno. Continúa, estoy escuchando."
________ se llevó una mano a la cara. Quizás Rob no era la mejor persona para desahogarse... pero ya había empezado.
-"Los vi charlando a la hora de salida..."-, comenzó ________, su voz sonando algo frustrada mientras se pasaba una mano por el cabello-. "Me había topado con ella antes, pero no la reconocí de inmediato... No sé cómo. Tal vez mi subconsciente estaba tratando de protegerme de ese incómodo momento."
Soltó un suspiro, tratando de ordenar sus pensamientos antes de continuar.
-"Y luego, como si nada, ella abrazó a Gumball y se fue en el auto de su padre."-, su ceño se frunció levemente al recordar la escena, mientras jugueteaba con la manta de su cama-. "¿Sabes lo incómodo que fue el silencio entre nosotros después de eso? Era como si el tiempo se hubiera congelado, como si estuviera atrapada en una de esas películas donde el protagonista se da cuenta de que acaba de perder una batalla importante."
Suspiró otra vez, esta vez con más resignación.
-"No tuve más opción que bajar la mirada e irme de ahí sin decir nada... Aún si él intentaba detenerme y explicarlo todo. Simplemente... no podía soportarlo."
Rob guardó silencio por unos instantes, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras. Podía sentir la frustración y la tristeza en la voz de ________, y aunque no era precisamente un experto en dar ánimos, sabía que tenía que intentarlo.
-"Oye... No te pongas así, ¿sí?"-, dijo finalmente, su tono más suave de lo habitual-. "Mira, sé que en este momento todo se siente raro y confuso, pero quiero que recuerdes algo: eres una chica increíble. No solo porque eres divertida, inteligente y tienes un gran corazón, sino porque siempre tratas de entender a los demás, incluso cuando no lo merecen. Créeme, eso es algo que muy pocas personas hacen."
Hizo una breve pausa, asegurándose de que ella estuviera escuchando.
-"Y si aún tienes dudas... He visto la forma en la que Gumball te mira."-, continuó con una leve risa-. "Ese tipo es todo un libro abierto, ¿sabes? No tiene ni idea de cómo ocultar sus emociones. Y cuando está contigo... Es diferente. No tienes que compararte con nadie, porque para él, tú eres suficiente. Te ama tal y como eres."
______ dejó escapar un suspiro tembloroso, abrazándose a sí misma como si eso pudiera protegerla de los pensamientos que la estaban consumiendo.
-"Quiero creer eso, de verdad que sí..."-, murmuró, su voz apenas un hilo de sonido-. "Pero no puedo evitar pensarlo, Rob. Cuando llegué a Elmore, conocí a Gumball en uno de sus peores momentos. Él había terminado con Penny hace poco, y se veía... roto. No era el mismo Gumball que todos conocen, ese chico con energía inagotable y una imaginación absurda. No... Era alguien completamente distinto. Perdido. Triste."
Hizo una pausa, como si recordarlo le hiciera un nudo en la garganta.
-"Yo estuve ahí, lo vi con mis propios ojos. Lo escuché hablar de ella, de lo mucho que la quería, de lo difícil que era seguir adelante. Y ahora que ella ha vuelto... ¿Cómo no voy a pensar que todo lo que construimos juntos simplemente se desmoronará? ¿Cómo no voy a sentir que, por mucho que lo intente, nunca seré tan importante para él como lo fue ella?"
Se dejó caer sobre la cama, mirando el techo con desesperanza. No quería sentirse así, pero la inseguridad era como un peso sobre sus hombros, empujándola hacia abajo.
Rob, del otro lado de la línea, se quedó en silencio por un momento. No porque no tuviera qué decir, sino porque sabía que las palabras equivocadas solo empeorarían la situación. Al final, suspiró y habló con un tono firme pero comprensivo.
-"Escucha, ________..."-, comenzó, su voz menos burlona de lo habitual-. "Sé que todo esto es un caos para ti. Y aunque no lo creas, entiendo cómo te sientes. Sentir que eres reemplazable, que alguien más siempre va a ser más importante... Créeme, es una sensación horrible."
Hubo un breve silencio, como si estuviera eligiendo sus palabras con cuidado.
-"Pero si hay algo que he aprendido en todo este tiempo, es que Gumball no es de los que miran hacia atrás cuando tienen algo valioso frente a ellos. Y tú... eres valiosa para él. ¿Crees que después de todo lo que han vivido juntos, simplemente te dejaría de lado? No eres un parche para su corazón roto, ________, eres alguien que realmente le importa. Y si sigues comparándote con Penny, solo te harás daño. No se trata de quién fue más importante... Se trata de quién es importante ahora."
______ parpadeó, sorprendida por las palabras de Rob. No era común escucharlo hablar así, con tanta seriedad y sinceridad.
-"Rob..."-, murmuró, sin saber qué decir.
-"No pongas esa voz sentimental conmigo, que me hace sentir incómodo."-, bromeó él, intentando aligerar el ambiente-. "Mira, si te sientes así, háblalo con Gumball. No saques conclusiones antes de tiempo. Y si después de eso sigues con dudas... Bueno, siempre puedes fingir que eres un fantasma vengativo y asustar a Penny hasta que se vaya corriendo."
______ soltó una risa, aunque todavía sentía el peso de la duda en su pecho.
-"Gracias, Rob..."
-"Sí, sí, lo que sea, que no quiero sonar como un terapeuta de autoayuda por más tiempo."
-"¡Espera!"-, exclamó ________, sentándose de golpe en la cama antes de que Rob pudiera colgar-. "Antes de que te vayas, hay algo que quiero preguntarte..."
Rob soltó un suspiro dramático del otro lado de la línea.
-"¿Qué ahora? ¿Quieres que también te lea tu horóscopo o qué?"
-"No, tonto."-, replicó ella, rodando los ojos-. "Es sobre el libreto que encontramos la otra vez. ¿Has logrado conseguir algo de información sobre él?"
El otro lado de la llamada quedó en silencio por un momento, lo que solo aumentó su curiosidad.
-"Rob... ¿Sigues ahí?"
-"Sí, sí, sigo aquí."-, respondió finalmente, pero su tono había cambiado. Ya no sonaba tan relajado ni sarcástico. Ahora su voz tenía un matiz más serio, incluso cauteloso-. "Mira, no es que haya conseguido mucha información, pero... hay algo raro en ese libreto. Algo que no me cuadra."
______ frunció el ceño, su interés creciendo-. "¿A qué te refieres?"
-"Bueno..."-, Rob hizo una breve pausa, como si estuviera eligiendo bien sus palabras-. "Intenté buscar referencias, compararlo con otras cosas que han pasado en Elmore, pero no encontré nada. Nada en la escuela, nada en la biblioteca, nada en las búsquedas en internet. Nada."
-"Rob."
-"Lo que sea, el punto es que este libreto no debería existir. Pero lo más inquietante..."-, su voz bajó un poco, como si alguien pudiera escucharlo-, "es que algunas páginas... cambiaron."
______ sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
-"¿Qué? ¿Cómo que cambiaron?"
-"Sí. No sé si es mi imaginación o qué, pero lo que decía antes ya no está igual. Algunas frases son distintas, y otras parecen haberse... completado. Como si alguien lo estuviera escribiendo en tiempo real."
______ tragó saliva, sintiendo que su corazón latía un poco más rápido.
-"Eso no tiene sentido..."-, murmuró, pero la sensación de inquietud ya se había instalado en su pecho.
-"Lo sé."-, respondió Rob en un tono más bajo-. "Por eso voy a seguir investigando. Pero tú mantente alerta, ¿sí? No sabemos qué es realmente este libreto, ni quién lo escribió."
______ asintió, aunque sabía que él no podía verla.
-"Está bien... Ten cuidado, ¿sí?"
Rob chasqueó la lengua-. "Por favor, soy el rey de la supervivencia. Tendría que caerme en un vórtice interdimensional para que algo me pase."
______ no pudo evitar sonreír levemente ante su tono confiado, pero la inquietud seguía ahí.
Ese libreto... ¿Qué clase de secreto escondía?
-"Bueno, avísame si encuentras algo nuevo sobre el libreto, ¿sí?"-, dijo _______, acomodándose mejor en la cama.
Rob soltó un resoplido-. "Sí, sí, no te preocupes. Serás la primera en saberlo. No quiero que te dé un ataque de ansiedad por la intriga."
______ rodó los ojos, pero una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
-"Oh, y otra cosa."-, añadió con un tono más cálido-. "No solo llames si descubres algo. Si alguna vez quieres juntarte, salir a dar una vuelta o simplemente hablar de tonterías, mis puertas siempre estarán abiertas."
Hubo un breve silencio en la línea, y por un segundo, _______ pensó que Rob la iba a ignorar o hacer algún comentario sarcástico, pero en lugar de eso, escuchó su voz con un tono sorprendentemente genuino.
-"Heh... Gracias, _______. Lo tendré en cuenta."
Su respuesta fue simple, pero de alguna forma, se sintió sincera.
-"Bien, me alegra saberlo."-, respondió ella con suavidad.
Rob carraspeó, como si quisiera volver a su actitud despreocupada de siempre-. "Bueno, ya que aclaramos eso, me voy a dormir. No quiero que mañana me veas con una ojera y me digas que parezco un villano de película barata."
______ soltó una risa ligera-. "Demasiado tarde, Rob. Ya pareces uno."
-"¡Oye!"
Con una última carcajada, _______ le colgó la llamada, dejando su teléfono a un lado para volver a mirar al techo.
_______ se quedó mirando el techo, su mente todavía dando vueltas en todo lo que había pasado ese día. Sus emociones eran un torbellino: confusión, inseguridad, celos... pero también un toque de esperanza.
Respiró hondo y cerró los ojos por un momento, intentando tranquilizarse.
-"Mm... No debería preocuparme por cosas que todavía no han pasado."-, murmuró para sí misma-. "No tiene sentido torturarme con el pasado de Gumball... Él está aquí ahora, conmigo."
Abrió los ojos de golpe cuando un nuevo pensamiento cruzó su mente.
-"Además... ¡falta poco para San Valentín!"-, exclamó, sentándose de golpe en la cama.
La idea hizo que su corazón latiera un poco más rápido. Tal vez esta era su oportunidad para demostrarle a Gumball lo mucho que lo apreciaba.
-"Debería regalarle algo... ¿Una tarjeta? ¿Chocolate? ¿O ambas cosas?"-, se preguntó en voz alta, llevándose un dedo a los labios.
Su mente comenzó a divagar, imaginando diferentes escenarios en los que le entregaba su regalo a Gumball. ¿Cómo reaccionaría él? ¿Le gustaría? ¿O acaso lo vería como algo demasiado simple?
Sacudió la cabeza, tratando de calmar sus propios nervios-. "Tranquila, _______. Solo es un detalle. No hay razón para ponerse tan dramática."
Pero, en el fondo, sabía que no era solo un detalle. Era algo mucho más importante para ella de lo que quería admitir.
★
POV Gumball:
Entré a casa como un zombie, arrastrando los pies y con la mirada perdida. Me desplomé en el sofá con un suspiro dramático, mirando al techo como si esperara que una respuesta divina cayera del cielo
Darwin, que estaba en la cocina comiendo cereales directamente de la caja, se asomó con curiosidad.
-"¿Qué te pasó? Parece que te atropelló un camión de problemas emocionales."
-"No es un camión... ¡Es un tren entero!"-, exclamé, cubriéndome la cara con las manos-. "¡Penny volvió! ¡_______ me odia! ¡Y encima, San Valentín está a la vuelta de la esquina! ¡Estoy acabado!"
Darwin parpadeó, tragó su cereal y se sentó a mi lado-. "Ok, una cosa a la vez. Primero, ¿por qué Penny está de vuelta?"
-"¡No lo sé! Apareció de la nada y dijo que quería hablar conmigo, y luego me abrazó frente a _______."
Darwin hizo una mueca-. "Oooof. ¿Y _______?"
-"Me fulminó con la mirada. Fue como si su alma saliera de su cuerpo solo para patearme en la cara. No dijo nada, solo se fue. ¡Se fue, Darwin! ¡Esa es la peor reacción posible!"
-"Bueno, técnicamente, podría haber sido peor. ¿Te lanzó algo?"
-"No..."
-"¿Gritó?"
-"No..."
-"¿Te bloqueó en todas las redes sociales?"
Saqué mi teléfono de inmediato y revisé. "No... ¡pero eso solo significa que está planeando algo peor!"
Darwin se encogió de hombros-. "O simplemente estaba molesta y necesitaba espacio."
-"No, no, no, tú no lo entiendes. Esto es grave. Porque además de todo esto, quiero invitarla a salir en San Valentín."
Darwin escupió su cereal de inmediato-. "¡¿QUÉ?!"
-"¡Lo que oyes! ¡Pero ahora todo se arruinó porque parece que sigo colgado de Penny, cuando en realidad lo único de lo que estoy colgado es de _______! ¡Estoy perdido, Darwin, perdido!"
-"Wow, wow, wow... Espera, ¿en serio quieres invitar a _______ a una cita?"
-"¡SÍ! ¿Es que no has visto cómo brilla cuando se ríe? ¿O cómo me mira con esos ojos que parecen dos hermosos océanos donde quiero ahogarme?"
Darwin me miró con una mezcla de asombro y ligera preocupación-. "Hermano... eso fue muy poético y un poco preocupante. ¿Quieres que llame a un salvavidas emocional o algo?"
-"¡No necesito un salvavidas, necesito un plan!"-, exclamé, agarrándolo de los hombros-. "¡Un plan para hacer que _______ me perdone y acepte salir conmigo en San Valentín!"
Darwin puso cara de estratega, cruzando los brazos-. "Bueno... podrías simplemente hablar con ella y explicarle el malentendido."
-"Pff, claro, como si fuera tan fácil. ¿Qué sigue? ¿Pedirle disculpas como un adulto responsable? Por favor."
-"Exactamente eso."
-"..."
-"..."
-"Plan B, Darwin. Necesito un Plan B."
Darwin suspiró-. "Está bien... entonces impresiona a _______. Haz algo especial por ella. Algo que le demuestre que te importa y que no hay nadie más en tu cabeza más que ella."
-"¡Sí! ¡Eso es! Haré algo tan increíblemente romántico que no tendrá más remedio que perdonarme!"
-"Exacto. Pero sin exagerar. No hagas una locura, por favor."
-"No te preocupes, Darwin."-, dije con una sonrisa confiada.
-"Gumball... cada vez que dices eso, algo explota."
Me encogí de hombros-. "Detalles, detalles. Ahora, a planear la cita más épica de San Valentín en la historia de Elmore."
Darwin suspiró y me miró con esos ojitos de pez que gritaban "sé que esto va a terminar mal, pero igual te apoyaré porque soy un buen hermano".
-"Está bien... ¿Qué tienes en mente?"
Me crucé de brazos, adoptando mi mejor pose de genio malvado.
-"Primero, necesito un regalo que la deje sin palabras. Algo tan romántico que haga que cualquier otra persona en la escuela sienta envidia de nuestra química. Tal vez... una serenata bajo la luz de la luna."
-"Hmmm... no está mal. Aunque suenas como si fueras a contratar mariachis."
-"¡No es mala idea!"-, exclamé con emoción.
-"Era sarcasmo, Gumball."
Ignoré su negatividad y seguí con mi plan-. "Segundo, debo encontrar el lugar perfecto. Algo elegante, pero no demasiado. Sofisticado, pero relajado. Romántico, pero sin que parezca que lo saqué de una película cursi de los ochenta."
Darwin alzó una ceja-. "O sea... una hamburguesería?"
-"No, Darwin. Necesito algo especial. Algo que le haga sentir que estoy pensando en ella y solo en ella."
Mi hermano pareció pensarlo un momento y luego chasqueó los dedos-. "¿Qué tal el parque de la ciudad? Tiene luces bonitas por la noche, y podrían sentarse en el puente a ver las estrellas."
-"¡Sí! Eso es perfecto. Es simple pero con clase, justo como yo."
-"No sé si 'con clase' sea la forma correcta de describirte, pero bueno..."
Me froté las manos con emoción-. "¡Bien! Ahora solo falta la parte más difícil... pedirle la cita."
Darwin sonrió-. "Oh, eso es fácil. Solo ve con _______ y dile 'Hey, quieres salir conmigo en San Valentín?', y listo."
-"¿Ah sí? Pues dime, oh sabio maestro del romance, ¿cómo se lo pido sin tartamudear, sudar, decir algo estúpido o hacer un desastre?"
Darwin parpadeó.
-"Ah... buena suerte con eso."
Me dejé caer de espaldas en el suelo-. "Estoy condenado."
Darwin se inclinó sobre mí con una sonrisa tranquilizadora-. "Vamos, hermano, no puede ser tan difícil. ¿Qué es lo peor que podría pasar?"
Me incorporé de golpe, con los ojos desorbitados-. "¡QUÉ ES LO PEOR QUE PODRÍA PASAR?! Darwin, esto no es solo cualquier invitación. Esto es San Valentín. Es un evento de alto riesgo, con probabilidades del 90% de humillación pública, sudoración excesiva y colapso emocional si algo sale mal."
Darwin puso una expresión pensativa-. "Bueno, cuando lo pones así..."
Me cubrí la cara con las manos-. "Ohh, no puedo hacerlo. No puedo hacerlo. Voy a abrir la boca y decir algo tan ridículamente vergonzoso que ella se va a reír de mí hasta el fin de los tiempos."
-"Nah, no creo que se ría de ti..."-, dijo Darwin con seguridad.
Lo miré con esperanza-. "¿De verdad crees eso?"
-"Claro. Probablemente solo te mire con confusión y se quede en silencio hasta que huyas corriendo."
-"¡ESO ES PEOR!"
Me levanté de un salto y comencé a caminar en círculos-. "¡Tiene que haber una forma! ¡Una manera cool y sin esfuerzo de invitarla, sin que parezca que me estoy muriendo por dentro!"
Darwin se encogió de hombros-. "Podrías hacerlo por mensaje de texto."
-"¡No! ¡Eso es de cobardes!"
-"Entonces podrías escribirle una nota y dársela en la escuela."
-"¡Eso es peor! ¿Y si la lee en voz alta? ¿Y si alguien más la encuentra? ¿Y si la profesora Simian la intercepta y la usa como prueba de que las emociones humanas son debilidades?"
Darwin puso cara de 'bueno, ahora estás exagerando'.
-"Gumball, solo hazlo. Ve con ella y dilo. Sin trucos, sin planes locos. Solo dilo."
Me quedé quieto, mordiéndome el labio.
-"¿Y si dice que no?"
Darwin sonrió y puso una mano en mi hombro-. "Hermano, eres Gumball Watterson. Un maestro del drama, el caos y la comedia. Si dice que no, al menos harás que sea un momento inolvidable."
Lo miré fijamente.
-"Eso no me hace sentir mejor."
-"Pero es la verdad."
Solté un largo suspiro y miré el techo. Está bien. Solo tengo que hacerlo. Solo tengo que... encontrar el momento perfecto... reunir mi valentía... y no entrar en pánico.
...
...
...
-"Darwin, ¿y si contrato un avión con un mensaje en el cielo?
El cambio de plan de "confesión simple y directa" a "gran espectáculo aéreo" fue rápidamente descartado después de que Darwin me recordara que no tenía dinero, ni acceso a un avión, ni la capacidad de pilotar uno sin causar un desastre nacional.
Así que, en lugar de eso, terminamos en La hamburguesa feliz, sentados en nuestra mesa habitual, mientras yo aplastaba una papa frita contra la bandeja con frustración.
-"Es un desastre, Darwin..."-, murmuré.
-"Gumball, ni siquiera lo has intentado todavía."
-"¡Exacto! ¡Ya es un desastre antes de intentarlo! ¿Te imaginas lo que pasará cuando lo haga?"
Darwin suspiró, revolviendo su malteada con la pajilla-. "Tal vez si te relajaras un poco..."
Lo miré con incredulidad-. "¿Relajarme? Darwin, no puedo relajarme. Estoy atrapado en el peor triángulo amoroso de la historia. ¡Y ni siquiera es un triángulo! ¡Es un lío enredado de emociones y malentendidos!"
-"Bueno... técnicamente, sí es un triángulo. Penny, ________ y tú. Tres lados."
Me llevé las manos a la cabeza-. "¡No me des una lección de geometría en este momento, Darwin!"
Él alzó las manos en señal de rendición y tomó un sorbo de su malteada.
-"Mira, no puedes controlar lo que Penny haga o lo que _______ piense. Pero sí puedes controlar lo que tú hagas. Y si realmente quieres invitar a _______ en San Valentín, solo... hazlo."
-"¿Así de fácil?"
-"Así de fácil."
Suspiré y recargué la cabeza en la mesa.
-"Ugh... Me pregunto si en otro universo hay un Gumball que sí sabe manejar este tipo de cosas."
-"Tal vez. O tal vez hay uno que ya fue rechazado y ahora vive en una cueva."
-"Increíble. Me siento mejor y peor al mismo tiempo."
Darwin se rió y me dió una palmadita en la espalda.
-"Vamos, come tu hamburguesa antes de que empieces a llorar en ella otra vez."
Rodé los ojos, pero tomé mi hamburguesa de mala gana.
Está bien. Solo tengo que encontrar el momento adecuado...
A pesar de todos los intentos de Darwin por hacerme ver lo simple que era, seguía dándole vueltas en la cabeza a la mejor forma de invitar a _______ a salir. Pero antes de que mi cerebro colapsara de tanto sobrepensar, Darwin tuvo la brillante idea de arrastrarme fuera de casa para despejarme.
Así que ahora estábamos en el Centro Comercial de Elmore, rodeados de tiendas con decoraciones temáticas de San Valentín, ositos de peluche cursis y globos en forma de corazón flotando por todas partes. Básicamente, un campo minado para alguien que está tratando de NO entrar en pánico por su vida amorosa.
-"Dime otra vez, ¿cómo se supone que esto me va a ayudar?"-, pregunté, mirando a mi alrededor con expresión de sufrimiento.
Darwin, con una bebida de burbujas en la mano, me miró con paciencia-. "Porque necesitas relajarte antes de hablar con ella. Si sigues actuando como un chihuahua en café expreso, solo vas a asustarla."
Fruncí el ceño-. "No actúo como un chihuahua en café expreso."
-"Hermano, temblabas tanto en la casa que pensé que había un terremoto."
Ignoré su comentario y me crucé de brazos-. "Entonces, ¿qué se supone que haga?"
Darwin se encogió de hombros-. "Tal vez podrías comprarle algo. Algo bonito que le guste. Así podrías dárselo y aprovechar el momento para invitarla."
-"Mmm... No es una mala idea."-, dije, llevándome la mano al mentón.
Entonces mi mirada recorrió el lugar hasta detenerse en una tienda con un enorme cartel que decía "REGALOS PARA ENAMORADOS" en luces de neón rosa.
Darwin y yo nos miramos.
-"No."
-"Sí."
-"No."
-"¡Sí!"
-"Darwin, ¡esa tienda es un cliché andante! Seguro que venden esas cosas ridículamente cursis que harían que me derritiera de vergüenza si las entrego."
-"Entonces solo miramos. Tal vez encuentres algo que no sea ridículamente cursi."
Resoplé, pero sabía que Darwin no iba a soltar el tema hasta que al menos entrara, así que lo seguí dentro de la tienda.
...
Y fue un error.
En cuanto entramos, una ola de color rojo, rosa y blanco nos golpeó en la cara. Estanterías llenas de ositos de peluche gigantes con mensajes como "Te amo más que a los videojuegos" o "Eres la pieza que le falta a mi rompecabezas", tazas con corazones, cartas de amor preescritas con frases tan empalagosas que me dieron un leve dolor de cabeza, y una sección de joyería barata con anillos de promesa que, sinceramente, me dieron miedo.
-"Oh, vaya."-, murmuré, mirando el desastre ante mí.
Darwin sonrió-. "Ven, demás que encontraremos algo para ella antes que el día termine!"
Narrador
Mientras tanto, con _______...
Su habitación parecía un campo de batalla entre una papelería y una pastelería. Sobre su escritorio había montañas de papel de colores, pegamento, brillantina y trozos de cinta adhesiva pegados en cada rincón posible. A su lado, la cama estaba cubierta con diferentes tarjetas a medio terminar, cada una con frases distintas que variaban desde "Feliz San Valentín" hasta "Eres el desastre más adorable que conozco", y algunas más que había descartado por sonar demasiado cursis.
Pero eso no era todo. En la mesita de noche tenía un cuenco lleno de masa para galletas, mientras que en su escritorio se amontonaban chocolates derretidos a medias y mangas pasteleras chorreando glaseado. Todo esto mientras ella iba de un lado a otro, intentando hacer tres cosas al mismo tiempo.
-"Ok, enfoque, enfoque..."-, murmuró para sí misma, tomando una cartulina y escribiendo con letra delicada. Pero justo cuando iba a terminar la frase, el aroma de algo quemándose llegó a su nariz.
Sus ojos se abrieron de golpe-. "¡NO, NO, NO!"
Corrió hacia la cocina, donde el horno soltaba un humillo sospechoso. Al abrirlo, un ejército de galletas carbonizadas la saludó.
-"¡Ugh, maldición!"-, se quejó, sacando la bandeja con resignación. -"¿Por qué no puedo hacer esto como una persona normal?"
Suspiró, dejando las galletas arruinadas en la mesa. Se cruzó de brazos y miró su desastre de manualidades y postres.
-"Tal vez me estoy esforzando demasiado..."-, murmuró, antes de sacudir la cabeza. -"No, no, quiero que sea especial."
Después de todo, Gumball se lo merecía.
Pronto, su abuela Nancy apareció en la puerta de la habitación, cruzándose de brazos con una ceja levantada y una expresión entre sorpresa y desaprobación. Sus ojos recorrieron lentamente el desastre frente a ella: recortes de papel desperdigados por el suelo, brillantina pegada en las paredes, una almohada con manchas de chocolate, y lo que parecía ser una galleta medio quemada descansando tristemente sobre el escritorio.
-"Mi niña..."-, comenzó con un tono paciente pero severo, respirando hondo antes de señalar todo con un gesto dramático-. "¿Me podrías explicar por qué tu habitación parece haber sido víctima de un huracán, un incendio y un ataque de confeti... TODO AL MISMO TIEMPO!?"
El tono de su voz retumbó en la habitación, mientras _______ se congelaba en su lugar, sosteniendo una manga pastelera que aún chorreaba glaseado sobre sus dedos. Se mordió el labio, tratando de encontrar una respuesta convincente mientras su abuela seguía examinando el desastre, deteniéndose con horror cuando notó que hasta el techo tenía algunas manchas de pegamento.
-"Ehh... ¿proyecto de arte?"-, intentó decir con una sonrisa nerviosa.
Nancy chasqueó la lengua, claramente no convencida. Entrecerró los ojos, claramente no creyéndose ni una palabra. Se adentró en la habitación, esquivando una pila de papeles con dibujos de corazones y una bandeja con lo que parecían ser galletas deformes.
-"¿Proyecto de arte, eh?"-, murmuró, levantando un papel donde se leía con letras cursivas Para Gumball. Levantó una ceja y miró a su nieta con una sonrisa astuta-. "Ajá... Entonces dime, ¿por qué todas estas cosas tienen el nombre de ese chico azul escrito por todas partes?"
_______ sintió cómo el calor subía a sus mejillas al ver que su abuela tenía en las manos la evidencia de su no tan secreto objetivo. Rápidamente se levantó y le arrebató el papel, escondiéndolo tras su espalda.
-"¡No es lo que parece!"-, exclamó con nerviosismo.
Nancy cruzó los brazos y la miró con diversión-. "¿No? Porque lo que parece es que alguien está preparando algo muy especial para su amado."
-"¡Abuela!"-, protestó _______ con una mezcla de vergüenza y desesperación-. "¡No digas eso tan fuerte!"
-"¿Por qué no? Si hasta el vecino debe haberse dado cuenta con todo este escándalo"-, bromeó ella, riéndose. Luego, su expresión se suavizó y le dio una palmadita en la cabeza-. "Pero dime, cariño, ¿qué planeas hacer con todo esto?"
_______ suspiró y bajó la mirada hacia la mesa llena de cartas y postres-. "Solo... quería hacer algo especial por San Valentín. Pero no sé si debería dárselo..."
Nancy ladeó la cabeza, notando la inseguridad en su voz.
-"¿Y eso por qué?"
-"Bueno..."-, mordió su labio, jugando con una cinta roja entre sus dedos-. "Gumball es un chico increíble... y quiero que este regalo sea perfecto. Pero con todo lo que ha pasado últimamente, no sé si es el mejor momento..."
Su abuela sonrió con ternura y tomó las manos de su nieta-. "Mi corazón de melón, si algo he aprendido con los años, es que no hay un 'momento perfecto'. A veces solo tienes que arriesgarte y hacer lo que sientas. Y conociéndote, sé que pondrás tu corazón en esto, así que él lo valorará, pase lo que pase."
_______ la miró en silencio por unos segundos antes de sonreír con más confianza-. "Gracias, abuela... Tienes razón. ¡Voy a hacer esto bien!"
-"Esa es mi niña"-, dijo ella con orgullo, antes de mirar nuevamente la habitación-. "Pero antes de eso... deberías hacer algo con este desastre."
_______ miró alrededor y soltó una risa nerviosa-. "Sí... quizás debería empezar por eso."
POV _______:
Tan pronto como mi abuela cerró la puerta, me quedé mirando el desastre que había causado. Papeles arrugados, cintas enredadas, pegamento derramado y una docena de intentos fallidos de tarjetas de San Valentín esparcidos por toda la habitación. Suspiré, colocando las manos en mi cintura.
-"Bien... Hora de empezar de nuevo."
Con determinación, comencé a recoger los desechos de mis intentos fallidos, organizando los materiales con más cuidado esta vez. No tenía que ser el regalo más elaborado o perfecto del mundo. No se trataba de hacerlo impresionante, sino de hacerlo sincero. Algo que reflejara lo mucho que me importaba Gumball.
A medida que ordenaba, me puse a pensar en él. En todas las veces que me había hecho reír con sus tonterías, en cómo siempre encontraba la manera de sorprenderme, incluso cuando no lo intentaba. En cómo, sin darme cuenta, se había convertido en alguien muy especial para mí.
Sonreí para mí misma, sintiendo mi corazón latir con calidez.
-"No necesito que sea perfecto..."-, murmuré, tomando un nuevo papel y comenzando a escribir con más confianza-. "Solo necesito que sea real."
Narrador
A lo largo de la tarde y la noche, los dos gatos habían estado ocupados, cada uno en su propio mundo, preparando con mucho cuidado los regalos para el otro.
Por un lado, ______ había estado en su habitación rodeada de materiales, con su mente enfocada en algo especial para Gumball. Había preparado una caja decorada con esmero, llena de galletas caseras y chocolates de todos los sabores imaginables, porque sabía que a Gumball le encantaban. Además, para darle un toque aún más personal, había incluido algunos dibujos de su personaje favorito, el Capitán Punch, con quien se había identificado tanto desde pequeña. Había puesto todo su empeño en hacer que cada detalle fuera perfecto, como si quisiera transmitirle a través de esos pequeños gestos cuánto significaba para ella.
Pero no solo eso. ______ también había hecho una carta de San Valentín, llena de palabras sinceras, y una figurita de arcilla, un intento de recrear a su personaje favorito, "Corazón láser". La figurita no era exactamente perfecta, pero ella sentía que lo había logrado capturar bien, y sabía que Gumball apreciaría la dedicación detrás de ella. Para asegurarse de que todo estuviera bien, incluso le pidió ayuda a Sarah para entender mejor quién era ese personaje, después de haberse disculpado de una manera algo torpe, como era habitual en ella.
Era un regalo sencillo, pero cargado de todo su cariño. Y, al mirar todo lo que había preparado, ______ no pudo evitar sonreír. Sabía que Gumball iba a amarlo.
El regalo de Gumball, sin embargo, se quedará en el misterio hasta el siguiente capítulo... (. ❛ ᴗ ❛.)
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