—Hola— hablo una joven pelirroja

—¿Daniela?—dijo sorprendido Santiago levantándose

Daniela era una joven alta, delgada, piel blanca, cabello pelirrojo intenso y algunas pecas adornaban sus mejillas y punta de la nariz.  Ella era Daniela Achaga Vega.

—La que viste y calza—ambos sonrieron

—Maca, ella es Daniela es mi prima

—Hola Maca—sonrió y extendió su mano en saludo la castaña saludo de vuelta

—Hola —hablo la castaña —Mucho gusto

—El gusto es mío —miro a Santiago — es muy linda tú novia Santi

—O-h no no no—negaron ambos y ella sonrió

—Como no, hacen una hermosa pareja —la interrumpió Santiago

—Dani, lo que pasa es que Maca es novia bueno la prometida de Carlos lo recuerdas ?—ella miro confundida a ambos y asintió con la cabeza

—Oh si ya recuerdo, es una lastima hacen una pareja preciosa ambos

Los dos chicos se miraron sonrojados, con un brillo en sus ojos y agradecieron

—Bueno, Santi nos vemos luego es tarde y tengo que volver a la implenta hay mucho trabajo hoy; podemos salir los cuatro después

—Los cuatro?—dijo confundido Santiago

—Mi prometido —el abrió la boca y ella se apresuro a hablar —no digas nada a la familia boludo, es sorpresa. Además sirve y lo conoces te caerá bien

—Muy bien, quedamos luego .

—Adiós chicos, repito se ven radiantes juntos, si algún día quieres terminar con Carlos, mi primito es un buen partido —ella guiñó el ojo haciendo reír a los dos muchachos.

Los dos se despidieron y la pelirroja se marcho, ahí se quedaron ambos.

—Es muy linda tu prima—hablo la castaña

—es una loca, pero de gran corazón

—me imaginó que si, son familia obviamente lo es

—y que ibas a decirme —recordó Santiago mirando a la castaña.

—sera luego —sonrió y le miro— nos vamos? Ya son las 6

—cierto. Vamos.

Ambos caminaban a dirección de la camioneta de Santiago, estaba anocheciendo poco a poco, había una brisa tranquila y fría, era un día perfecto para la feria. Santiago conducía tranquilamente hasta llegar aquella feria, las luces brillaban con intensidad se escuchaban los gritos de emoción, miedo, las risas y demás. Bajaron de la camioneta y caminaron a la entrada de aquella feria.
Estuvieron un rato mirando aquel lugar, los juegos mecánicos, niños jalaban las manos de sus padres mientras corrían aun lado a otro

—¿cual quieres subir primero?—pregunto la castaña

—Te parece a la montaña rusa?

—¿¡qué!? Estas loco Santi, moriría allá arriba —señalo arriba en dirección del juego

—Vamos no pasara nada

—No Santiago, por favor no.

—Anda Maca no pasara nada—hizo una cara linda y puso sus manos tipo en oración

—No y punto .

. . .

No se como lo había echo pero ya estaba ahí montada a lado de Santiago, sentía una presión en mi estómago; sentía los nervios a flote, nos colocaron aquel tubo mecánico de seguridad en nuestros estómagos, Santiago tomaba mi mano con delicadeza diciéndome “todo esta bien”. Solo le dedique una sonrisa fingida

—No pasara nada verdad?—pregunto preocupada la castaña

—No, tranquila pero ya sabes que dicen siempre hay una primera vez —dijo riendo y coloco su brazo libre alrededor de ella. Macarena solo lo fulminó con la mirada y el río —No pasará nada —ella solo trago saliva y asintió.

el carrito se empezó a mover en aquella vías, quería salir corriendo, pero Santiago coloco su mano sobre mi cintura tomando me fuerte y delicadamente. Mi cabello empezaba a moverse con la brisa que pegaba y el movimiento fuerte del carrito, no había sido tan difícil ni tan mal pero en el momento de subir a lo alto comenzaba a ponerme tensa se apreciaba todo el lugar desde arriba. El carrito se paro un momento en lo más alto baje la mirada y ahí estaban de nuevo loa nervios y el temor, sentía mi corazón latir tan fuerte y rápido. Sentía que moriría tenia que decirle a Santiago mis sentimientos ya.

—Santiago, quiero decirte algo —ambos nos mirábamos y cuando iba volver hablar el carrito volvió a moverse en dirección abajo, cerré mis ojos y mi boca, escuchaba los gritos de las demás personas. Santiago seguía abrazando me mientras disfrutaba de aquella sensación. Sentía como caíamos a una gran velocidad, seguía con mis ojos cerrados y mi quijada dura mientras me abrazaba de Santiago. Cuando deje de sentir el movimiento abrí mis ojos y ya estábamos en la salida del juego

—Vamos otra vez?—dijo divertido Santiago tomando mi mano para ayudarme a bajar.

—¡Estas loco Santiago! Casi muero.

—Pero seguía viva

—Vamos a sentarnos si no muchos de aquí verán lo que desayunamos —ambos reímos y nos sentamos en la próxima banca

—y que me querías decir?

—Ha eso —dijo recordando lo que iba a decir realmente —Que jamas me volvería subir ahí

—Vale —dijo desilusionado — tranquila, ya estas mejor? —ella asintió con la cabeza — Bueno hay mas juegos vamos

—Pero que no sean tan extremos por favor —suplico

—Lo prometo.

Caminábamos a todos los juegos no tan peligrosos o extremos juntos, el de vez en cuando tomaba mi mano, la pasábamos riendo y disfrutando del momento,era mágico estar a su lado. Corríamos a otros juegos como pequeños niños.
Me sentía tan bien, libre , feliz jamas me había sentido como lo estaba ahora; el mundo había desaparecido para ambos . luego de haber subido a varios juegos tomamos un descanso. Santiago compro un par de algodones de azúcar y nos sentamos a ver la luna sobre el pequeño lago del lugar

—Sabes me divierto mucho contigo —dije mirando sus hermosos ojos azules mientras comía de su algodón — No eres como Carlos, es divertido pero nunca hubiera echo algo como esto...Gracias Santiago —el me miro dulcemente nuestros ojos se encontraban perdiéndose en cada uno de ellos, nos fuimos acercando poco a poco, nuestras respiraciones se hacían una sola, ahí estábamos tan cerca... Cuando por fin nuestros labios se rozaron ahí estaba esta corriente, sus labios encajaban perfectamente en los mios, era un beso esperado dulce y tranquilo, ambos estábamos disfrutando de aquello, se mezclaban nuestros olores menta y chocolate ...era tan mágico aquel momento que jamas lo olvidaría