—t-tu —dijo la castaña de cabello corto mirando a una joven de cabellos rubios —¡Diana!—al verla ahí frente de ella, seguía tan hermosa como lo era la última vez. Sin más me levante de aquella silla y la abrace, ella hizo lo mismo y permanecimos ahí abrazadas hasta que alguien aclaro la garganta.
Ambas volvimos a la realidad y nos alejamos sonrojadas. Ahí estaba Macarena.

—Perdón por interrumpir —dijo sonrojada la ojiverde.

—no Maca, no interrumpes nada al contrario—sonrio Catalina e hizo una seña para que las tres se sentaran —Maca ella es Diana—Catalina miro a la rubia de que estaba aun lado y luego a la castaña— y Diana ella es Maca

—Mucho gusto— dijeron ambas muchachas con una sonrisa

—Maca, Diana es mi novia ...—ella tomo la mano de la rubia y levantó la mirada con orgullo.

—¿¡qué!?—dijo sorprendida mirando a ambas chicas, ella solo se miraron confundidas — Maldita por qué nunca me dijiste que tenias pareja! No confías en mi—fingió sentirse decepcionada tocando su corazón —jajajaj me alegra mucho por ti Cata, al igual por ti Diana —las miro dulcemente y luego fruncio el ceño— más te vale que no la dañes he—dijo seria y todas rieron

—Jamás lo harías, no por eso me escape y tome el primer vuelo hasta acá —miro a la pelinegra y dio un fugaz beso en sus labios, solo escucharon un ligero “awww” por parte de Maca

—Me encantan, pero como es eso?—pregunto confundida — de qué te escapaste

—Ha, eso... Larga historia —contesto Diana

—Tengo tiempo

—es verdad Diana, por qué te escapaste ¿que paso?— ella volteo a ver a la rubia seriamente

—Larga historia— suspiro, Catalina se quedo mirándola —agh bien! —exclamo frustrada rubia.

—Bien te escuchó.

—Pues mi hermosa madre me envió a un tipo internado para señoritas en Alemania, resulta que todos los jueves llevaban los víveres por una puerta trasera, todos estos meses he ahorrado del poco dinero que me enviaba mi madre para mis cosas, en fin tenia todo listo y  en un descuido me fui. —suspiro al terminar y las miro a ambas —y aquí estoy. Y lo mas seguro es que mi madre ya este enterada de que me fui lo bueno acá es que ella ahora esta de viaje por el mundo y sera difícil que la contacten —tomo un sorbo del frape que le habían llevado. Las dos chicas estaban boquiabiertas escuchando

—y si ella te encuentra?—habló Catalina tomando su mano.

—Pues tendrá que hacerse a la idea de que te amo —sonrió y beso la mano de su novia.

—Te extrañe tanto —ambas unieron sus labios para fundirse en un suave beso

—Oigan no coman pan enfrente de los pobres —dijo divertida Macarena.

—Perdón —dijeron en coro para luego Catalina centrar la vista en ella—  y tú? ¿Qué paso en la cena? ¡Lo importante con Santiago!

—Oye tranquila —dio un trago de su café frío. —Bien ammm  —mostró su mano dejando ver aquel brillante anillo sobre su dedo

—¿¡QUÉ!? —dio un grito haciendo voltear a varias personas que se  encontraban en el lugar

—Shh!!

—Te vas a casar con Carlos? —volvió a decir en tono bajo la castaña solo sonrió de lado melancolía asintiendo con la cabeza

—Pero no estas feliz?—dijo ahora Diana mirándola confundida —Si a mi me hubiera pedido matrimonio Catalina estuviera saltando de alegría

—amor ella no ama a Carlos

—¿que? No lo entiendo, entonces por qué le pidió matrimonio—hablo aun más confundida la rubia mirando a la ojiverde.

—Pues es una larga historia, hace 3 semanas estaba tan ...enamorada de Carlos ...pero ahora no lo se —dijo en susurro

—y por qué ese cambio?

—Nosotros teníamos una relación a distancia, vivo en Francia y Carlos de vez en cuando viajaba a Francia, y ahora me tocó a mi venir pero—la interrumpió Catalina

—Pero se enamoro del mejor amigo de Carlos

—Wow...a ver si entendí, tenían la relación a distancia, tú nunca habías venido acá —asintió la castaña— y tu novio bueno prometido tiene un amigo y todo iba bien y te enamoraste del amigo —la castaña volvió asintió con la cabeza

—Sí, con el me siento tan bien ...es tan tierno no se pero es imposible...

—y por qué imposible ?—preguntó Diana

—por qué es casi como el hermano de Carlos, a demás no le puedo hacer eso a él y aparte ni siquiera se si Santiago siente algo por mi—hablo con algo de tristeza

—Pues yo opinó que Santiago se muere por ti —hablo la pelinegra tomando de su late.

—no lo se chicas...hoy en la madrugada llego súper ebrio y me dijo que no me casara...

—¡Vez! —exclamo emocionada la pelinegra— Él te ama Macarena, al diablo Carlos uno no tiene la culpa de lo que manda el corazón

—No puedo hacerle esto

—Perdón por meterme pero Maca... No crees que seras muy infeliz con Carlos amando a alguien más? Además piensa en lo desdichado qué sera este chico, Santiago.—hizo una mueca y le miro

—estoy muy confundida.—suspiro melancólica tomando de su café frío

—Maca piensa lo bien , ¿cuando sera la boda?

—En un mes...

—¿¡Un mes!?—exclamaron ambas novias sorprendidas —no es muy rápido.

—Sí pero tengo que volver a Francia arreglar cosas y ya no se lo demás

—Pues Maca, piensa bien en todo.

No muy lejos de ahí, se encontraba un castaño ojiverde rodeado de papeles importantes de su trabajo cuando el timbre sonó.

—¡Voy!—se levanto del sofá dejando aun lado aquellos papeles, abrió la puerta encontrándose con una pelinegra de puntas azules.—Hola Ale—sonrio y ella correspondió aquel saludo

—Hola Carlos —se quedaron unos segundos ahí parados cuando cierto castaño reaccionó

—Qué mal educado soy, pasa—se hizo aun lado y ella entro

—Buscaba a Santiago —pregunto tímida

—Oh ahora le hablo, pasa sientante. Deja le habló — él hizo un gesto indicaba el sofá. Aquel ojiverde camino hasta el pequeño pasillo para tocar la puerta del ojiazul.

Ahí se encontraba Alejandro mirando todo al su alrededor, miro los papeles que estaban sobre la mesita de centro, tomo algunos y los leía detenidamente

—ya viene recién esta despertando —dijo divertido para colocarse aún lado de ella —ayer llego pedisimo

—jajaja nunca he visto a Santiago en ese estado

—lo mismo digo jajaja quien sabe que le ocurrió—volvieron a reír.

—si ayer de echo estaba con él pero hoy daba clases y me fui temprano.

—tu lo son sacaste —se burló

Ahí estaban dos jóvenes riendo como si fueran algo mas que conocidos, hasta algo más que amigos. Estuvieron así un tiempo charlando cuando salio Santiago de ka habitación ya vestido y mejorado, sonrió al verlos así y aun mas al ver a su mejor amiga feliz ...desde siempre ella había estado enamorada de Carlos pero él simplemente no le pasaba...o eso se hacia creer.

—Hola chicos, Hola Ale.

—Hola —contestaron los dos

—Santiago, vamos?

— a donde van?—preguntó curioso el ojiverde

—Vamos a ir a caminar un rato —hablo ahora Santiago de lo más normal

—Si, nos vemos luego Carlos —ahora habló Alejandra acercándose y depositando un ligero beso en su mejilla. Se despidieron y ambos chicos salieron del departamento 

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—¿Por qué tan callado?—preguntó Alejandra mientras se sentaban en una pequeña banca

—Se van a casar

—Sí lo se —suspiro melancólica y volvió su mirada en él

— En un mes...—La pelinegra se quedo un rato en silencio, aclaro su garganta y hablo.

—Y-y no le dirás nada a Macarena de tus sentimientos?

—No lo se Ale —Santiago se toco el cabello colocando sus manos en la nuca.— es tan estresante verlos siempre tan...enamorados.

—Entiendo, Santi. Tienes un mes para luchar por ella. No es justo los dos se mueren el uno para el otro y sabes que Macarena sera infeliz a lado de Carlos —lo miro seria

—Veré que pasa en estos días. Hablara con ella. Carlos saldrá de viaje y estaremos solos, estará bien para aclarar nuestros sentimientos. —sonrió de lado y soltó un bufido.

—Eso espero Santiago...

—veras que sí

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