Cap 46: Nuevo punto de vista

Pov Seraphina

Después de la fiesta para Blyke comencé a volver a mi dormitorio. Hoy no había recibido ninguna misión de spectre por suerte por lo que podría relajarme un rato.

Creo que seria bueno ir de compras con John como antes. Extraño los viejos tiempos... aunque quizá Remi se podría dar una idea equivocada, ¿Remi será celosa? Hmmm.... quizá podría invitar a ambos, así me ahorro malentendidos.

Pero para mi sorpresa mientras pensaba el tono de llamada de mi celular comenzó a sonar. Por un momento creí que se trataría de Leilah llamando para informarme que los ejecutivos me habían dado otra misión. Pero para mi suerte me relaje al ver que solo es Roland.

-¿Hola?- Pregunté mientras pensaba sobre por qué me llamaba Roland, ¿quizás él y Evie saldrían y querían que los acompañará?

-¡Seraphina!- ... Su voz agitada y preocupada descarto esos pensamientos al instante.

- Roland, ¿que paso?- Pregunté con calma aunque con una creciente preocupación.

- Es Evie, Zeke nos atacó y nos mandaron a la enfermería... - Él dijo con un tono de voz decaído y avergonzado.

- Okay. Voy en camino... - Dije con firmeza para acto seguido comenzar a caminar hacia la enfermería.

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Pov Evie

... abrí poco a poco mis ojos mientras recuperaba la conciencia. Me dolía todo el cuerpo y veía borroso, pero pude distinguir una serie de figuras a mi alrededor con colores de cabello característicos que poco a poco identifique como Roland y Seraphina.

-¡Evie!- Roland se acercó a la cama. Cuando mi vista se aclaro note que el tenia varios moretones en la cara y traía un gran vendaje alrededor de su cabeza

- s- si...- Respondí débilmente -¿Que paso?-

- Roland me contó que fueron atacados por Zeke y sus lacayos - Seraphina explicó con calma. Su voz estaba tranquila aunque pude distinguir que estaba enojada debido a su seño levemente fruncido.

- Ah, si, fue Zeke... - Poco a poco comencé a recordar todo lo que había sucedido y como terminé en este estado por su culpa.

Mis puños apretaron las sabanas de la camilla en donde me encontraba acostada. Pensé que me habia vuelto un poco más fuerte, pensé que no tendría que pasar de nuevo por aquellas palizas incesantes antes de conocer a Seraphina y comenzar a entrenar con ella.

Sin embargo esta paliza me regreso a los recuerdos del pasado. Cuando mi única opción era aguantar las lágrimas y soportar ese infierno en vida.

Sentí como las lágrimas se acumulaban en el borde de mis ojos y por reflejo agache la cabeza para ocultarlas de todos y cerré con fuerza mis párpados para sofocar las ganas de llorar que tenia. Normalmente solía hacer esto cuando era golpeada por los matones, no les daría el gusto de provocar su llanto, ni siquiera aunque no estén presentes aquí.

De pronto sentí una mano apoyarse en mi hombro y acariciarlo levemente. Me limpié las lágrimas y miré hacia arriba solo para ver el rostro comprensivo y amigable de Seraphina y el cálido rostro de Roland parado al lado de ella.

- Tranquila Evie, esta bien. Puedes llorar, nosotros estamos aquí para ti -

Yo solo los abraze a ambos y comencé a llorar suavemente. Puede que no sea fuerte, pero si que tengo grandes amigos.

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Pov Remi

Después de la fiesta regrese a mi habitación.

Hoy fue un buen día aunque algo agotador.

Tuve que quedarme hasta tarde ayudando a limpiar y levantar las cosas después de la fiesta

Después de bañarme fui hasta mi habitación aún con el cabello húmedo y me senté en mi cama y solté un suave suspiro.

Una notificación en el chat grupal de la casa segura llamó mi atención.

Blyke: Chicos! Chicos, es hora de hablar del elefante en la habitación.... ¿John debería ir al viaje escolar del próximo fin de semana?-

Dylan: Sii!!!

Arlo: No veo problema

Roland: todavía no estoy del todo seguro

Elaine: nose, me da un poco de miedo

Dos mensajes fueron enviados casi simultaneamente.

Ventus: si meili esta de acuerdo

Meili: si ventus esta de acuerdo

Ventus: ay, tu primero Milie

Meili: no, tu primero Ventus

Ventus: nooo me da pena

Meili: Los dos al mismo tiempo

Ventus: bueno

Arlo: ya pónganse deacuerdo maldita sea!!

Ventus y millie al mismo tiempo: perdón

Evie: este... ¿Y como lo decidiremos?

Cierto. En la sociedad normalmente los más fuertes siempre tomaban las decisiones por todos sin necesidad de tomar en cuenta la opinión de los de menor rango... que estupidez.

Isen: quizá... podríamos llevar a cabo una... votación

Roland: votación? Y eso que es?

Evie: y eso que es?

Arlo: mi tía dijo una vez que era un modelo que usaban grupos pequeños donde todos tenían un nivel muy similar. Dijo que era bastante impractico y primitivo

Isen: pues, básicamente todos tomamos una decisión al respecto sobre si John ira o no en este caso al viaje, al final la decisión tomará en base a lo que diga la mayoría

Ventus: suena bastante raro

Elaine: y poco natural también... no lo sé

Blyke: me parece correcto, digo, tiene algo de sentido si se lo ponen a pensar, ¿que dicen?

Arlo: me da igual

Elaine: si Arlo no ve nada de malo en ello.. okay

Evie: me parece fantástico!

Roland: suena increíble!

Blyke: hecho, será una votación entonces. Manden sus respuestas por el grupo entonces, las contaremos y ganará la mayoría.

Poco después de ese mensaje de Blyke. Todos en el chat comenzaron a mandar sus respuestas con su elección. Yo mande mi voto a favor y salí del chat.

Ya era algo tarde así que me recosté en mi cama y cerré los ojos para dormir.

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.

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Ya habían pasado casi 2 horas y aun no podía conciliar el sueño. Simplemente no me sentía cómoda sin importar de cuántas formas me retorciera en la cama para tratar de encontrar una posición que me permitiera dormir al fin.

Mi cabeza daba vueltas en un sin fin de pensamientos dispersos y desconcentrados que ni siquiera sabria por donde comenzar a describirlos. Mi respiración era irregular y pesada, la piel alrededor de mis nudillos me picaba y casi podría jurar sentir como pequeños chispazos eléctricos se acumulaban en el interior de mi cuerpo.

Casi como si estuviera en piloto automático, me levante de la cama y comencé a caminar hacia el otro lado de la habitación, hacia mi armario.

John me lo prohibió. Pero no puedo quedarme de brazos cruzados, lo necesito, necesito hacer algo... necesito golpear algo...

Abrí el armario y desde detrás de cajas para zapatos, bolsas con ropa para invierno y demás cosas sin importancia guardadas ahí saque una caja negra la cual había estado oculta por las demás.

Aun de rodillas deje la caja frente a mi y la abrí. Un chaleco con una enorme X en el pecho fue lo primero que apareció ante mis ojos.

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Unas dos horas después me encontraba saltando entre los tejados de los edificios mientras una estela de rayos me cubría.

La noche era hermosa, el aire fresco golpeaba mi cara con una suave brisa mientras me movía con absoluta libertad entre los tejados y la tenue luz de la luna abrazaba mi figura lejos de las traicioneras y siempre observantes calles de este distrito de nivel bajo al cual me dirigí para mi patrullaje de esta noche.

Honestamente no tengo ningún plan en mente, solo buscar a algún idiota que quiera pasarse de listo esta noche y romperle la cara.

Por un segundo la tristeza me invadió. ¿Golpear gente?¿violencia tan descarada? Eso no es algo que mi madre o Rei me hayan enseñado.

Sin embargo, cada sombra que se cruza en mi camino me recuerda a las de esa maldita fábrica, cada ruido me exalta y me pone alerta, cada vez que cierro los ojos recuerdo todo lo sucedido en ese infierno en la tierra. Y cada que lo hace siento la sangre hirviendo en mis venas, la piel se me eriza y leves espasmos llegan a mis músculos. Quería golpear algo, lo que sea.

De pronto, un ruido repentino en un callejón cerca de mi llamó mi atención.

Me asome desde el borde del tejado y miré en dirección al oscuro callejón, viendo lo que estaba sucediendo

Al lado de una puerta abierta que daba al interior de la cocina de un local un hombre de aspecto desagradable se encontraba pateando a una mujer tirada en el suelo.

-¡Estúpida perra!¡Ya van 3 meses que te atrasas con la cuota de protección!¿¡quieres que destruya este basurero al que llamas tienda!?¿¡eso quieres, puta!?- Gritó un hombre de cabello verde corto, con un cigarrillo en la boca y con el rostro y los brazos cubiertos de tatuajes.

-¡Perdón perdón!¡Juro que tendré todo listo la semana que viene!¡Por favor, solo dame más tiempo!-suplicó la mujer mientras se hacia bolita en el suelo y se protegía la cabeza con las manos.

El hombre hizo una mueca de desprecio, se sacó el cigarrillo de la boca y tiro la colilla directamente en la cara de la chica.

- Estúpida perra... - Él hombre la miró con más detenimiento y después de un momento sonrió y comenzó a desabrocharse el pantalón -Aunque, si tanto quieres que te perdone por que no usas esa boca para... -

El hombre nunca llegó a terminar de hablar puesto que salte directo hacia él desde el tejado en el que me encontraba y le propine una poderosa patada en la cabeza que lo mando a volar varios metros.

La mujer me miró sobresaltada y boquiabierta, con un poco de miedo reflejado en sus ojos.

- Largo - fue lo único que le dije para acto seguido comenzar a caminar hacia el bastardo.

No preste más atención a la mujer. Pero por el sonido de pasos alejándose rápidamente supuse que decidió marcharse.

En su lugar concentre toda mi atención en ese matón asqueroso. Mi ira se arremolinaba cada vez mas en mi interior a cada segundo que pasaba, este malnacido es como aquellos bastardos de la fabrica: crueles, sádicos, Cobardes, y oportunistas que buscan cualquier escusa para aprovecharse de los débiles y satisfacer sus horrendas fantasías.

- Oye... no es.. - El maleante quiso hablar al recomponerse un poco. Sin embargo la suela de mi bota impactando contra su mandíbula lo silenció.

-¡Silencio!- Mascullé con desprecio.

El hombre se sujeto su boca sangrante de la que incluso ya se le salieron varios dientes solo por ese golpe con toda mi fuerza. Él extendió su mano hacia mí dirección con sus ojos brillando y comenzó a juntar energía en la palma de su mano en un desesperado intento por defenderse.

Sin embargo yo rápidamente sujete su muñeca y deje que la electricidad fluyera libre por su cuerpo, el sujeto se estremeció y el ataque que recién comenzó a cargar se disipó al perder la concentración.

-¡Maldita basura!- Apreté su muñeca con fuerza y sentí como esta cedió ante mi fuerza brutal de nivel alto.

El hombre soltó un grito gutural cuando su muñeca se doblo de forma antinatural. El hombre me maldijo, suplicó y amenazó con lágrimas en los bordes de sus ojos.

Yo en cambio me deje caer sobre su abdomen y comencé a golpearlo sin parar dejándome consumir por la furia que me a estado carcomiendo desde los últimos días. Mis nudillos se cubrieron con sangre a medida en que la nariz, mandibula y rostro del hombre se fracturaba.

En algún momento el hombre quedó inconsciente y yo lentamente me detuve cuando me comencé a quedarme sin aire.

Me levanté lentamente y con las piernas temblorosas mientras usaba la pared a mi lado como apoyo. El pecho me ardía y mi respiración era un desastre, sin embargo pronto recobre el aliento tras unos segundos de inhalar y exalar.

Ahora ya calmada, miré a aquel sujeto, solo para ver su fea cara cubierta de sangre, inflamada, amorotada y tan magullada que, hora que lo pienso, creo que su habilidad debe tener una estadistica de defensa muy buena, sino estaría en un estado mucho más grave, quizá hasta con el cráneo fracturado o algo asi.

Lentamente comencé a alejarme, de nuevo hacia las sombras y en busca del siguiente infeliz, imperturbable ante el exceso de violencia que use y con mi ira satisfecha por ahora.

Antes, nunca hubiera sido capaz de propinar tanta brutalidad sin morir de arrepentimiento por haber tratado así a otra persona, sin importar quien sea o que haya hecho. Sin embargo, ya no opino lo mismo.

Tantos horrores y actos de crueldad que presencié me dejaron en claro una cosa, no todas las personas merecen mi compasión ni misericordia. Esos bastardos solo merecer pudrirse en el infierno y en medio de mucho dolor.

Así que, con este nuevo punto de vista en mente me aleje de aquel tipo, no sin antes mirarlo por una última vez, y al verlo ahí medio muerto y tan apaleado solo pude pensar en una cosa.

Basura. Todos son asquerosas basuras.

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