Cap 39 : Secuelas (inicio de la segunda temporada)
Pov John.
- Te amo, John -
Aquellas palabras retumbaron en mi cerebro con tanta fuerza que me quede aturdido. Como si alguién hubiera golpeado mi craneo con un martillo.
- Oh.. que.. ah... yo... uh - Traté de articular palabras, pero lo único que escapó de mi boca fue un montón de sonidos y palabras a medias sin sentido.
Mi mente se sentia confusa y el mundo giraba a mi alrededor. Pero la hermosa sonrisa delante de mi se mantuvo clara, brillando como un faro en medio de las tinieblas.
- Te amo... - Ella repitió antes de que una vez más sentiera los dulces labios de Remi pegados a los mios. Una sensación magica y calida me envolvió, casi desconectándome con la realidad.
Yo no podía reaccionar y la verdad estaba muy tentado a simplemente dejarme llevar y disfrutar de esto. Sin darme cuenta cerré mis ojos y mi manos las cuales habian estado sujetando los hombros de Remi con suavidad se relajaron, casi llendo para su cintura para poder pegarla más a mi.
Sin embargo todo se detuvo al momento en que sentí algo suave y humedo entrar en el interior de mi boca.
Esta distracción logró devolverme a mis casillas y por fin pude entrar en razón de lo que estaba pasando.
-¡Remi!¿¡pero que demonios!?- Exclamé mientras me separaba de ella con la respiración agitada y el rostro enrojecido.
Remi me miró con los ojos perdidos y nublados mientras un poco de saliva caía por la comisura de sus labios.
Ella cayó hacia adelante. Apoyando su cabeza en mi hombro y pude sentir su pesada respiración contra mi cuello.
- Te quiero... - Ella susurró mientras abrazaba mi torso.
- Oh dios, ¿desde cuando las cosas se nos fueron tanto de las manos?- Se cuestionó Joker a si mismo con horror.
-¡Oh chicos!, ah pasado tanto tiempo, no pueden creer lo solo que he estado por este año completo que el fic estuvo en pau...-
-¡Cripple este no es el momento!- Lo calló Joker.
- Remi y- yo también te quiero... pero como a una hermana - Le respondí apartando su pequeño cuerpo del mío.
-¡Mentiroso!- Dijo Cripple en voz alta.
- Pero... yo te deseo - Remi exclamó mientras seguía insistiendo en acercar su rostro al mío.
-¡Ya la oiste Black!¡ella lo esta pidiendo!- Exclamó emocionado Tyrant.
- Cállate baboso, ¿no ven que Remi no esta bien?¡si lo hicieramos con ella en ese estado mental no sería diferente a aprovecharnos de ella - Criticó Joker.
-¡No!¡Remi basta!- La aparté de forma más brusca de la que quizá debería. No me gustaba tratarla de manera tan ruda, pero estaba pasando mi limite y no quería que esto escalará a más.
- Te quiero... pero no siento que esto esté bien - Le dije con un tono suave.
Remi dejó de forcejear lentamente y en su lugar agachó la cabeza, luciendo avergonzada y desilusionada.
- Yo... esta bien, entiendo - Ella respondió agachado la cabeza.
- Tal parece ser que seremos princesos - Dijo un decaido Cripple mirando al suelo derrotado.
-¿Por... por lo menos puedes dormir conmigo esta noche?, por favor, no quiero estar sola - Suplicó Remi volviendo a verme y accedí a regañadientes.
Remi y yo nos acostamos en silenció sobre la cama, dándonos la espalda mutuamente y en un ambiente un tanto incomodo por lo que habia ocurrido.
Esto duró por lo que parecieron ser unos cuantos minutos mientras sentía como poco a poco el sueño y el cansancio de toda la noche me invadía.
Nuestra mente estaba inusualmente en silenció. Quizá al igual que yo, ninguno de los fragmentos necesitaba decir u opinar sobre algo.
- John... ¿puedo abrazarte?- La voz de Remi provocó que abriera los ojos que habia cerrado en algún momento sin que me diera cuenta, sintiéndolos demasiado pesados ahora como para mantenerlos abiertos por mucho tiempo.
Al principió temí que Remi quisiera volver a tratar de hacer cosas indebidas. Pero por suerte ella no intento nada más por lo que quedaba de la noche.
- Claró... - Murumuré mientras me volteaba. Toda la fatiga de esta noche me estaba golpeado justo ahora y con toda su fuerza, y solo en estos momentos me percaté de lo cansado que estaba en realidad.
Remi tomó mi brazo y lo estiró para usarlo como almohada. Puede que mañana desperatara con el brazo entumecido, pero no me importaba. Unos delgados y delicados brazos envolvieron mi pecho con un suave toque.
Ella acomodó su cabeza unas cuantas veces antes de encontrar una posición cómoda.
Y en esa pose nos quedamos dormidos. Sabiendo que las cosas no iban a volver a ser las mismas desde este día y muchos más peligros vendrían tras nosotros.
Se podría decir que esta es... una nueva temporada... en nuestras vidas.
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Pov Remi.
Mis ojos se abrieron a la mañana siguiente, la dura pero calida almohada que habia estado usando hasta ahora habia desaparecido. Me levanté y miré desorientada a mi alrededor.
Viendo que me encontraba completamente sola y sin ni un solo rastro de John en toda mi habitación.
De repente, sentí como mi corazón se comenzó a acelerar. Un extraño e incomprensible miedo comenzó a llenar mi mente. Me sentí sola, vulnerable e indefensa.
Mi respiración comenzó a acelerarse y mi corazón latía más rápido que cuando estaba en una batalla. Me levanté de la cama casi a los tropezones, sintiendo que en cualquier momento algo o alguien saldría y me atacaría.
Crucé la puerta de mi habitación tan rápido como una bala, moviendo desenfranadamente mis ojos hacia todos lados, deseando encontrar a aquel chico pelinegro que tanta importancia había tomado en mi vida.
Mi respiración era desenfrenada y agitada, cada vez sentía que aquella amenaza invisible se acercaba cada vez a mi. Pero por suerte al fin lo vi. Vi a la persona que tanto había buscado cuando recién desperte y de repente todo mi temor desapareció con la misma velocidad con la que había desaparecido.
- Hola Remi, buenos días - John me saludó mientras terminaba nuestro desayuno y lo dejaba sobre la mesa de la cocina.
Mi cuerpo se movió en cuestión de un segundo y en un instante mis brazos se aferraron alrededor de su pecho. Todo fue tan rápido que ni siquiera yo me di cuenta de cuando lo había abrazado ni era capaz de entender del todo por que yo había echo eso en primer lugar.
Y mucho menos era capaz de comprender por qué mis ojos se llenaron de lágrimas que comenzarón a caer sin control. O por que ahora que podía sentir el calor de su cuerpo contra el mío todo el miedo y temor que me había inundado era remplazado por un cálido sentimiento de seguridad y protección.
- Wow, oye, ¿que pasa?¿estas bien?- John se sorprendió por mi comportamiento tan inusual y comprensiblemente se quedó bastante desorientado.
- No... no es nada, es solo... olvidalo - Respondí mientras agachaba la cabeza, avergonzada por mi comportamiento y confundida por no saber de donde venía.
Después de aquel momento extraño para los dos nos sentamos a desayunar y comimos con tranquilidad. Ninguno habló durante todo ese tiempo, quizá por que ninguno de los dos encontraba algo digno de mencionar o un tema de conversación que no esté relacionado con los acontecimiento de anoche.
Después de desallunar John tuvo que volver rápidamente a su dormitorio, aprovechando que todavia la mayoría de los estudiantes recién estaban comenzando a despertar y todavia no estaban inundando los pasillos.
Por lo que después de despedirnos él se marchó. Cuando cerré la puerta detrás de él por un momento sentí como aquel miedo regresaba, sin embargo aparté esos pensamientos.
Podía sentir aquellas emociones de vulnerabilidad y de debilidad arrastrarse en el fondo de mi mente. Pero evité pensar en ellas como también evitaba pensar en los acontecimientos que pasaron ayer en la fábrica
Y en su lugar traté de enfocarme en las clases que hoy tendría. Me bañe y me vestí sin demora antes de salir de mi habitación hacia los pasillos de la escuela.
Normalmente me reuniría con mis amigos y pasaríamos algunos minutos juntos antes de que comenzarán las clases. Sin embargo mis pies se movían solos sin dirección aparente.
Todo a mi alrededor daba vueltas. No lo había notado antes, pero desde esta mañana todo parecía... diferente. Juraría recordar que antes los días eran más brillantes, lo cual era extraño, la escuela se veía exactamente igual que siempre... pero a pesar de eso todo me parecía más... gris.
Más apagado, más desololado, más hostil. Cuando vi a John no me había percatado, pero cuando él tuvo que irse me di cuenta de que ahora es como si todo lo que me rodeará fuera más peligroso de lo que recordaba, como si no lo conociera tan bien como creía y había algo acechando por el rabillo del ojo... esperando el momento para actuar.
Caminaba por los pasillos de wellston de forma robotica y automática. Los rostros sonrientes y entusiasmados de los estudiantes que pasaban a mi lado me parecían algo completamente ajeno, como si fueran alienigenas de un mundo totalmente distinto.
Varias personas murieron ayer mismo y muchas chicas pudieron escapar de seguir sufriendo una vida horrible, y sin embargo... nada a cambiado.
Todos a mi alrededor están inmersos en sus propios asuntos, en sus propios mundos. Completamente ignorantes del horror que habia acontecido hace menos de un día.
Como si las muchas vidas inocentes que habían visto su final en aquella fábrica no hubieran tenido ninguna importancia para el resto del mundo.
Pero no puedo culparlos. Por que al fin y al cabo yo estoy haciendo lo mismo. Estoy fingiendo que nada había pasado, tratando de ignorar que lo mejor posible lo mejor que pudiera la muerte de Anni y todo lo que sucedió en aquel lugar del infierno.
Por un momento pensé si no debería ir a clases hoy, sobre si debería encerrarme en mi habitación y llorar. Quizá eso de alguna manera pudiera honrar la memoria de Anni de alguna manera.
¿Pero que sentido tendría?, ella está muerta junto a su madre y muchas chicas más, pude salvarlas pero fracase, ¿acaso desmoronarme las traeria de regreso?.
-¡Hey Remi!- De repente unas voces me sacaron de mis pensamientos. Me giré para ver a mis mejores amigos venir hacia mi.
- Buenos días Remi, que tal amaneciste - Me saludó Isen mientras él junto a Blyke llegaban hasta donde estaba.
Ambos sonreian al verme. Normalmente una pequeña sonrisa se formaría en mis labios de manera subconsciente, pero en esta ocasión mi estado de ánimo no era el mejor y tuve que forzar mi rostro para crear una pobre y mísera sonrisa forzada.
- Hola... chicos - Dije en un tono apagado.
Comenzamos a caminar juntos, o mejor dicho ellos me seguian mientras yo seguía caminando sin rumbo. Ellos comenzarón a hablar poco después, pero sus conversación cayó en oídos sordos para mí.
La verdad es que no quería hablar con nadie hoy, apenas tenía ganas de ir a clases, solo quiero ir y tumbarme en mi cama o estar con John, por alguna razón tengo el anhelo de verlo ahora mismo.
-¿Tú que dices Remi?- Preguntó Isen de repente, y yo sin saber de qué habían estado hablando no entendí a que se refería.
- He... ¿sobre que?- Cuestioné sin ánimo.
- Estábamos hablando sobre la excursión de la casa segura. Recuerda que dentro de poco iremos con el director a hablarle sobre la idea - Me lo recordó Blyke. Su voz denotaba cierta irritación, seguramente no le gustaba que yo no prestará atención a lo que decían. .
- Llevamos varias semanas planeádolo y ya tenemos casi todo listo, solo nos falta la autorización del director - Exclamó Isen justo después.
- Oh claro, si, no lo olvide - Mentí, la verdad es que habia olvidado por completo todo aquello.
Sin embargo di mi mejor esfuerzo por aparentar que seguía siendo la Remi hiperactiva y con la mente en las nubes de siempre.
- Bueno en fin, que les parece si después de clases... - Él continuó, desviando el tema de conversación hacia asuntos mundanos.
Yo me limite a mirarlos, asentirles con la cabeza y dirigiéndoles una sonrisa amable. Aunque por dentro tenía ganas de llorar.
Todo se sentia tan... antinatural.
Vi a mis amigos, a la escuela, a sus estudiantes. Todos y todo era distinto a mis ojos.
Vi a los dos chicos que caminaban a mi lado. Y por un momento me pareció ver un gigantesco barranco imaginarió que nos separaba por kilómetros.
Aunque no necesite pensar demasiado en profundidad para darme cuenta de que en realidad ellos no eran los que habían cambiado, de hecho seguían siendo los mismos tontos de siempre.
Lo que ha cambiado soy yo.
Cuando desciendes al infierno, una parte de ti nunca podrá volver a subir.
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