Cap 37: El ojo de la tormenta.
Nota del autor: Hola gente, perdón por la demora pero aquí esta el nuevo cap. También quiero decirles que este es el penúltimo capítulo antes de que termine la temporada. Después dejaré la historia en pausa para que la serie original avance y también para concentrarme en otros fics. Si todo va bien, Yo no soy un héroe volverá a finales del año 2022.
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Pov Remi.
- He... her... hermano - lloré viéndolo como si fuera sacado directamente de un sueño.
Quizé correr hacia él para abrazarlo, llorar en su pecho y decirle cuanto lo amaba y lo mucho que lo había extrañado. Y sin desear perder más tiempo me propuse a hacerlo. Sin embargo el volvió a hablar antes de que pudiera dar un solo paso al frente.
- Aunque veo que sigues siendo igual de inútil que siempre - Esas duras palabras escaparon de sus labios con total naturalidad, y el hecho de que mantuviera su sonrisa amistosa en todo momento sólo lo hacía más doloroso.
-¿Q- que?- Pregunté mientras limpiaba una de mis lágrimas. Completamente incrédula e impactada por lo que había salido de su boca.
- Vaya Remi, realmente me sorprendes. Después de tanto tiempo y de tantas experiencias sigues siendo la misma mocosa estúpida e incrédula - Él se burló en un tono despectivo y hostil, usando palabras que nunca antes había escuchado de mi querido hermano.
-¿R- Rei, que te pasa?¿por que me dices eso?- Cuestioné mientras mis lágrimas de alegría se convertían en un llanto bajo.
Nunca antes Rei me había hablado o llamado de esta forma. Por lo que estaba bastante confundida, pero a la ves también me dolía demasiado que una de las personas que más amaba en el mundo me hablará de esa forma.
- Ohhh, ¿que sucede?¿la mocosa va a llorar?- Cuestionó Rei en un tono exagerado y bromista mientras agudizaba su voz y hacia un gesto burlesco con ambas manos, fingiendo que se limpiaba unas lágrimas imaginarias.
- Sólo eres una perra inútil, infantil, y estúpida. Tienes una visión tan cursi del mundo que literalmente has visto bondad hasta en un puto asesino en serie del cual para el colmo te has enamorado - El rostro de mi hermano poco a poco comenzó a deformarse.
La piel de su rostro literalmente comenzó a pudrirse y a desprenderse de su rostro, callendo al suelo de a pedazos. Me quede totalmente congelada únicamente acertando a cubrirme la boca con las manos en señal de horror, perturbada por estar viendo la descomposición acelerada de mi hermano justo en frente de mi.
Sus mejillas, su nariz, sus orejas se desprendieron, entre ellas también la piel de sus labios y alrededor de su boca. Dejándo sus pulcros dientes blancos perfectamente a la vista.
Sus ojos literalmente se comenzaron a caer de sus cuencas. Los globos oculares se desprendieron con un "pop" audible para luego quedar colgando de los nervios por unos segundos para que luego uno se desprendiera y callera al suelo, el otro siguió su ejemplo justo después.
Y por si no fuera poco múltiples gusanos y todo tipo de insectos comenzaron a aparecer por todo su cuerpo, revolcándose y dándose un festín con la carne putrefacta.
- John debió dejar que Josef te violara para que por fin maduraras un poco - Los gusanos caían de su carne putrefacta cada vez que su mandíbula expuesta se movía y un puñado de cucarachas caía por entre sus dientes y por las cuencas vacías de sus ojos.
Pero el cadáver putrefacto de mi hermano repentinamente abrió la boca en una circunferencia mucho mayor de lo que debería ser posible, y entonces una larga y pálida mano con uñas largas salió disparada desde su interior.
Yo estaba completamente perturbada por lo que había estado viendo. Sin embargo mi cuerpo reaccionó por instinto y pude esquivar la mano que había tratado de arañarme la cara incluso en medio de mi confusión y crisis.
Y entonces todo se aclaró, la figura de pesadilla de mi hermano se volvió borrosa y simplemente desapareció. Dejándo ver que el brazo que me había atacado en realidad pertenecía a la criatura.
La criatura me miró gruñendo, pude percatarme que estaba frustrada por haber errado su movimiento.
Miré a mis alrededores completamente confundida, la niebla que antes había casi opacado mi visión se esclareció, mostrando que estaba en una serie de oscuros pasillos subterráneos.
Sentí como todo a mi alrededor se volvió claro y entonces comprendí que todo lo que había estado viendo en realidad no era verdad. Mi hermano no había aparecido a mi lado, no me había hablado, no se había descompuesto delante de mí y obviamente el nunca había revivido.
Entonces comprendí que todo había sido obra de la criatura. Una trampa que esta me había tendido para hacer que bajará la guardia. Probablemente lo que acabo de ver fue una ilusión por parte de alguna de sus habilidades.
Miré a la criatura, ahora con odio e ira sobreponiéndose al miedo. Las lágrimas se aglomeraron en mis ojos y mi respiración estaba extremadamente agitada. Si había algo que me hiciera enojar más que nada en el mundo, sin duda era que le faltarán el respeto a la memoria de mi hermano, y este monstruo la había pisoteado y humillado de la peor forma posible.
Rápidamente forme un chidori en mi mano mientras las lágrimas calientes se deslizaban por mis mejillas. Tomé todo el odio, tristeza y horror que había sentido al ver esa versión grotesca de mi hermano y los convertí en poder.
-¡¡Muere!!- Mascullé cegada por la rabia mientras corria hacia ella.
Salté y extendí mi brazo para golpearla con mi ataque. Sin embargo la criatura se adelantó y me dio una bofetada con la parte trasera de una de sus pálidas manos.
Salí disparada y mi chidori desapareció en el aire cuando la electricidad se disperso.
Atravesé una pared, callendo en lo que parecía ser una habitación con una tenue luz encendida dentro pero por estar tan enfocada en la pelea no me moleste en notar los detalles. La niebla que siempre seguía a la criatura se filtro por el agujero en la pared, sumiendo a toda la habitación en su manto.
- Eres patética, una linda e inocente niñita que todavía no entiende del todo la verdadera crueldad del mundo. Tan pura e inocente, me hubiera gustado poder haberte arrebatado esa pureza - una figura gigantesca comenzó a emerger de entre la espesa niebla mientras se escuchaba hablar a una voz que reconocí y me hizo tener escalofríos.
Me levanté del suelo con dolor sosteniendo mis costillas magulladas puesto que esa era la zona donde había sido golpeada, deje escapar un leve quejido antes de mirar hacia de donde había provenido esa voz.
Allí, imponiéndose sobre mi, con su cabeza casi llegando rosando el techo se encontraba una versión con rasgos distorsionados y monstruosos de Josef.
- sólo eres una mocosa que se ha metido en un mundo demasiado grande para ella - Él se burló, la saliba se escurría por su boca si fuera un perro rabioso, mirándo mi cuerpo semidesunudo como un delicioso filete. De entre la espesa niebla pude ver la silueta de algo largo y con forma fálica asomándose en donde debería estar la entrepierna de Josef.
Sentí miedo al ver al hombre que desde esta noche moraría en mis pesadillas. Sin embargo el recordar como Blue lo había asesinado me recordé que el ya estaba muerto, por lo que no está también era otra alucinación.
-¡¡Deja de meterte en mi mente!!- Grité, dirigiéndome a la criatura en lugar de a Josef.
Formé relámpagos en mis manos y se los lancé. Al igual que la ves anterior la ilusión se disipó, la criatura corrió por el techo como si fuera una araña, esquivando mis relámpagos.
El monstruo se impulsó en el techo y saltó hacia mi. Yo creé una vez más mi chidori, esta vez siento mucho más grande y potente que las anteriores veces, para después saltar hacia la criatura y extender mi brazo para impactar el golpe.
Sin embargo sucedió lo mismo que las veces anteriores. Mi ataque fue totalmente inútil. Incluso a pesar de que este chidori era más grande y la electricidad sumbaba con mayor intensidad no cambio el resultado.
Fuí mandada a volar otra vez por un manotazo, uno de los brazos de la criatura me había alcanzado antes de mi ataque, puesto que al ser muchos mas largos que mis propios brazos ella tenía sierta ventaja.
Coché contra otra pared, atravesándo esa también y entonces caí en otro pasillo.
-¡Bicho hijo de puta!- Mascullé con ira y rabia sumada a la frustración. No estaba acostumbrada a decir palabrotas, pero creo que pasar tanto tiempo con John ha agregado nuevas palabras a mi vocabulario.
Me levanté del suelo entre quejidos una vez más, sintiendo como todo mi cuerpo gritaba del dolor.
Me recompuse nuevamente me propuse a seguir peleando. Pero cuando levante la vista al frente para confrontar a la criatura tuve otra alucinación al igual que las otras sólo ayudó a alterarme aún más.
- Sólo eres una carga, tú me vuelves débil, tú y tu incompetencia harán que algún día me maten -
La imagen de un chico de cabello negro, extremadamente herido y magullado se comenzó a formar en frente de mi. Ahora John estaba parado en frente de mi, vestido con su desgarrado y destrozado traje de vigilante cubierto de sangre. Él me miró y trató de caminar hacia mi, teniendo que apoyarse en su espada como si fuera una muleta.
Sin embargo lo que más me afecto y dolió fue la mirada de absoluto odio y desprecio con la que me miraba. La habia visto muchas veces cuando él se enfrentaba a los criminales, sin embargo esta era la primera vez en mucho tiempo que en era dirigida hacía a mi, nunca me había visto de nuevo de esta forma desde que comenzó nuestra amistad. Por lo que verlo fulminarme con la mirada fue un duro golpe a mi corazón.
- Perra inútil. Ni siquiera quieres admitir que te has enamorado perdidamente del mismo psicópata que te brutalizó a ti y a tus amigos - Masculló John con furia y desprecio intoxicado su voz.
No pude evitar cerrar los ojos por el dolor que me provocaron sus hirientes palabras y tapar mis oídos para ya no escuchar más. Realmente me dolía escuchar esas palabras salir de su boca al igual que los insultos de mi hermano.
Sin embargo en el fondo sabía que este no era el verdadero John. Mi John, el John que yo conozco es cálido, cariñoso y protector aunque un poco frío. Este que tengo al frente es la abominación que quiere torturarme y usa la máscara de mi enamorado para que yo baje la guardia.
-¡¡BASTA!!- Grité habiendo alcanzado mi punto máximo de la ira que podía contener antes de que ebulliciera.
Pero a diferencia de las otras veces en lugar de moldearla en forma de esfera la condencé aún más y comencé a alargarla desde fuera de la palma de mi mano.
Sin embargo la criatura obviamente no iba a quedarse de brazos cruzados esperando a que yo terminará.
Una vez más, tomé con firmeza la muñeca de mi mano derecha con la izquierda y comencé a reunir electricidad.
La criatura apareció repentinamente en frente de mi gracias a un estallido de velocidad. Levantó su mano más grande para dar un zarpazo el cual esquivé agachándome.
Debido a su interrupción me vi obligada a detener mi recolección de electricidad y corrí evadiendo sus múltiples ataques, pero sin dispersar los rayos en mi mano.
Mantener mi ataque en pausa fue muy difícil. Pero no quería desperdiciar la energía que había recolectado y tener que comenzar de nuevo.
La abominación me siguió de serca, lanzando múltiples zarpazos y manotazos. Esquivé bastantes de ellos, sin embargo múltiples me rosaron, rasgando el uniforme de John que usaba como un vestido y dejando múltiples heridas sangrantes en mi cuerpo.
Sin embargo lo que no pude evitar fue un manotazo proveniente de una de sus múltiples manos que me dio en el costado.
Fui lanzada por los aires como muchas otras veces, entrando de nuevo dentro de la habitación de la cual había sido expulsada con anterioridad, a excepción de que esta vez atravesé la puerta a excepción de otra pared.
Okay. Realmente estoy harta de que esta cosa me use como pelota de ping pong. Me levanté sin quejarme esta vez, ya me había arrojado tantas veces contra una pared que ya casi me había acostumbrado, y aunque no me provocaba mucho daño si era doloroso y me fastidiaba bastante. Pero lo que en verdad me enojo fue que la electricidad por la que tanto me había esforzado por resguardar se había disuelto cuando atravesé la puerta.
Cuando me recompuse y me acomode el destruido chaleco que ahora era algo más parecido a arapos note algo que me llamó la atención. Una de las paredes que habían sido destruidas en mi pelea con la criatura tenía los cables de el circuito eléctrico completamente expuestos y destellando con chispas brillantes.
De repente una idea cruzó por mi cabeza en un instante. Seria arriesgada, nunca antes había intentado hacer esto antes. Pero no perdía nada por intentarlo.
Corrí rápidamente hacia la pared destruida y tomé los cables expuestos con mis manos desnudas. La electricidad corrió desde el cobre de los cables, pasando por mis manos y llegando a todo mi cuerpo.
Sentí una enorme y desagradable sensación recorrerme de pies a cabeza, erizando cada cabello de mi cuerpo, pero no deje que eso me desconcentrara de recolectar toda la energía eléctrica que pudiera almacenar.
La luz tenue que iluminaba la habitación gracias a unas lámparas de techo destelló incontrolablemente, prendiéndose y apagándose de forma frenética. Sumiéndola en la oscuridad para luego iluminarla.
La criatura entró dentro de la habitación poco después por medio de uno de los agujeros en la pared, volteando y rompiendo una serie de frascos los cuales tenían en su interior algún tipo de extraño líquido verdoso. Tal parece que esta habitación era un laboratorio de algún tipo, esto debido a los frascos y dispositivos que creo se usaban para medir el potencial de la habilidad de una persona. Sin embargo eso ahora no importa.
El monstruo me miró antes de gruñirme y mostrarme sus cientos de dientes afilados, preparándose para atacar. Sin embargo yo ya había reunido toda la electricidad que necesitaba.
Solté los cables, y una vez más repetí el proceso de intentar crear mi nueva variante del chidori.
Tomé mi muñeca derecha con mi mano izquierda y comencé a concentrar tanta energía eléctrica como pudiera a la vez que la alargaba y le daba forma de cuchilla. Las enormes cantidades de electricidad que había absorbido fueron de mucha ayuda para darme aún más poder y darme el impulso necesario.
La criatura de un momento a otro corrió hacia mi abriendo la boca en grande y babeando, demostrando que estaba sedienta de mi sangre. Sin embargo no me desespere ante esto y sigue con mi labor.
Una vez la abominación que antes había sido una mujer estuvo lo suficientemente serca saltó hacia mi con sus múltiples brazos extendidos para atraparme. Pero justo en ese momento había desarrollado mi movimiento a un nivel aceptable.
En un movimiento repentino me impulse hacia adelante. Me deslice por el suelo y mientras la criatura pasaba inofensivamente por arriba mío yo extendí mi brazo con la nueva variante prototipo del chidori lista para su primera prueba de campo.
La inestable y aún imperfecta hoja formada por electricidad pura corto la carne de la criatura como si fuera una espada láser, dejando una larga y profunda marca en el cuerpo de la criatura que cruzaba desde su cara a la parte inferior de su abdomen repugnantemente pálido.
*¡¡¡AAAAAAHHHHH!!!*
La criatura gritó de dolor detrás de mí mientras yo me levantaba. La cuchilla de electricidad funcionó mejor de lo que esperaba, salvó por el lamentable hecho de que se había destruido con un único uso. Aunque debo decir que ese golpe fue realmente fuerte.
Me giré y miré al monstruo. La abominación también se giro y por primera vez pude ver sus ojos puesto que mi espada había cortado una buena parte de los mechones que los tapaban.
La criatura, en lugar de tener un solo par de ojos como sería constumbre tenia una multitud de varios ojos de distintos colores y tamaños distribuidos aletoriamente por la parte superior de su cara de su frente, algunos habían sido cortados o dañados por mi ataque, mientras que el resto estaban fijos en mi, sin siquera pestañar.
Mis propios ojos se abrieron con miedo y hasta retrocedí un paso por la sorpresa, completamente trastornada por esa imagen.
El rostro con bagos rasgos femeninos de la criatura se desfiguró en una mueca de rabia, dejando ver sus monstruosos dientes mientras la enormes herida que dividía su cara al medio no paraba de sangrar y de ensancharse cuando sus músculos faciales se contraían.
*¡¡Graaaahhh!!*
El monstruo gritó una vez más y levantó sus múltiples brazos hacia el cielo.
En ese instante decenas y decenas de brazos fantasmales comenzaron a brotar de todos lados.
Vaya. Casi había olvidado que el monstruo tenía esta habilidad.
Rapidamente comence a evitarlas como podía. Mi visión se lleno por completo de manos espectrales, a donde quiera que viera había alguna mano lista para atraparme y lo pequeña que era la habitación no hizo nada por mejorar mi situación.
Comencé a desesperarme y miré hacia la abertura donde antes debería estar la destruida puerta y hacia los dos enormes agujeros en la pared en busca de una vía de escape. Pero me desilucioné a ver que esos lugares habían sido prácticamente bloqueados por un muro de extremidades fantasmales.
Las manos pronto comenzaron a arrinconarme, muchas de ellas me rozaron el cuerpo y hasta se engancharon de mi vestido.
El toque de las manos con mi piel me lleno de desagradables escalofríos. Una parte muy oscura de mi mente me llevo a recordar el como Josef había manoseado mi cuerpo con intenciones lascivas. Lo cual me provocó un desesperante deseo de alejarme de ellas.
Mis ojos bagaron por la habitación buscando una salida. No podía encontrar absolutamente nada, nada salvo una especie de escotilla en la pared que parecía ser una de esas aberturas para desechar la ropa de los enfermos y hacer que bajen directamente a otro sitio.
No contemplé mucho la idea, esa era la única opción fiable que tenia por lo que sin dudarlo dos veces y sin perder un segundo más corrí hacia la escotilla, evitando a las múltiples manos safándome rápidamente de su agarre cuando me alcanzaban.
Cuando estuve lo bastante serca me propulsé a mi misma y volé por el aire como una bala de cañón. La puerta de la escotilla fue arrancada de la pared de una forma violenta cuando la abrí con la cabeza. El golpe me dolió bastante pero este no era el momento para quejarme.
Use la gravedad a mi favor y comencé a descender por el conducto que de seguro debería llevar a una lavandería, descendiendo por la oxidada estructura de metal cubierta de enormes manchas de un color rojo oscuro.
Sin embargo cuando mi cuerpo había comenzado a caer una larga mano esquelética entró dentro del conducto y me atrapó por el tobillo de mi pie izquierdo. Los delgados pero sorpresivamente fuentes dedos de la criatura agarraron mi pie con una increíble fuerza, haciendo crujir mis huesos y mandando chispasos de dolor que adormecieron mi pantorrilla.
La criatura comenzó a sacarme del conducto a la fuerza. Había quedado patas arriba, por lo que tuve que doblarme para poder alcanzar mis piernas con mis brazos y librarme de su agarre, cosa que no fue nada fácil debido a lo estrecho del pasadizo.
Reuní los relámpagos en mi mano lo más rápido que pude y con un gruñido debido al esfuerzo que estaba generando forme la cuchilla y apunté a su muñeca.
*¡¡¡¡GRAAAAAAHHHHH!!!!*
La criatura volvió a rugir de dolor cuando la cuchilla atravesó su brazo. ahora que nada me sujetaba volví a seguir callendo, aunque esta vez con uno de los brazos sercenados del monstruo aferrado a mi pierna.
Descendí por el conducto a gran velocidad durante unos pocos segundos, hasta que el sentido del tacto de mi espalda rozando contra el metal repentinamente desapareció, y en su lugar me sentí pérdida y sin nada en que apoyarme.
Tarde un instante en comprender que había salido del conducto y ahora estaba en el aire, antes de que callera dentro de un tanque lleno de un extraño y maloliente líquido rojo.
Mi visión se nubló de puro rojo e incluso algo de aquel desagradable líquido entró dentro de mi boca, puesto que no la había cerrado al caer y la traía abierta sin darme cuenta.
Rápidamente seguí mis instintos de salir a la superficie al ser sumergida. Sea lo que sea el contenedor en el que hubiera caído no era muy profundo, aunque si podía sentir objetos blandos tocar mis brazos, piedras y cuerpo. Nadé hacia arriba para poder volver a respirar. Salí a la superficie y como pude sali del contenedor apurada y sin mirar atrás.
Caí al suelo con un chapoteo húmedo y cerré mis ojos para por fin descansar un poco, no escuchaba ningún sonido de arrastre através del conducto ni nada que sugiera que la criatura me había seguido. Por lo que por fin podía tomar un respiro de aquel tenso momento.
Sin embargo era bastante incómodo estar cubierta de esta agua roja... espera... ¿desde cuando el agua es roja?.
Abrí repentinamente mis ojos ante ese hecho y alce la vista, viendo que todo, desde el suelo a mis pies hasta mis manos y piernas estaban salpicadas por completo en sangre.
Me levanté lentamente, con miedo de ver lo que había dentro del tanque, aunque mi curiosidad la superaba.
Y me arrepentí al instante al ver lo que había dentro. El tanque estaba completamente llena de sangre y...
Rápidamente me giré y vomite en el suelo. Liberando todo el contenido de mi estomago sin reparo producto de lo que había además de la sangre.
Y esas extrañas cosas blandas que había sentido rozar mi cuerpo no eran nada menos que cuerpos mutilados de bebés muertos.
Brazos, manos, piernas, pies, torsos, cabezas, ojos, cordones umbilicales. Todo eso y demás diminutas partes del cuerpo de infantes muy pequeños estaban regadas en ese tanque.
Mi respiración se aceleró al máximo y mi corazón latió con tanta fuerza que el sonido de mis latidos retumbó por mis oídos y hasta pensé que mi pecho explotaría.
Perdí las fuerzas en mis rodillas y caí sentada de culo hacia atrás. Me sentía terrible, y tener que ver un pequeñito brazo de bebé con regorditos dedos fríos y gélidos tirado en el suelo a un metro y medio de mi no me ayudó para nada.
No podía creer la crueldad y el horror de lo que había presenciado, y como ya no quería estar más aquí me levante, tropezando con la sangre y partes del cuerpo que habían caído del tanque para luego comenzar a correr desesperada fuera de la habitación.
Pasé al lado de las camillas y las cámaras de incineración a toda velocidad.
Cuando salí por la dura puerta de madera de esta especie de morgue la cerré de un portazo y casi al instante siguiente caí apoyada en la pared de al lado mientras descendía hasta el suelo, aún con mis nervios a mil.
*jadeo*
Respiré hondo para tratar de calmarme y recobrar la compostura.
Anteriormente. Había escuchado por parte de la conversación entre Ivor y Edgar cuando me llevaban hacia el quirofano de Josef que se deshacían de los bebés cuyas habilidades eran malas o que tenían un nivel demasiado bajo... creo que ahora sé como lo hacen.
Me levanté lentamente del suelo, ya había recobrado un poco la postura después de ver aquella espantosa escena, aunque seguro esos recuerdos recientes se quedarían merodeando en mi mente por algún tiempo. Así que para distraer mi mente decidí dejar este lugar y volver a buscar una forma de reunirme con Anni y Rein.
Caminé un poco por este lugar que parecía ser el sótano de la fábrica buscando una salida. Además de esa horrorosa habitación en la cual no volví a entrar no encontré mucho más.
La gran mayoría de las otras habitaciones estaban llenas de cajas y bolsas con herramientas, ropa y algo de comida, este lugar al parecer era usado más que nada como un almacén.
Al ver mucha de la ropa sucia y vieja de mujer que tenían tirada por aquí decidí limpiarme un poco de la sangre que me cubría de pies a cabeza y vestirme con algo más que un chaleco destrozado.
Al parecer esta era la ropa que traían las chicas al momento que eran secuestradas y traídas aquí, los hombres al parecer simple las habían amontonado en este lugar oscuro. Me sentía un poco mal por urgar en las pertenencias de otras personas, pero yo las necesitaba ahora.
Me saque el chaleco y limpié mi cuerpo con algunas prendas que no iba a usar o que estaban demasiado rotas. Luego me vestí con unas bragas rojas y un sostén morado, no eran a juego ni seguían el mismo diseño, pero eran de mi talla y tampoco encontré sus otros pares complementarios.
Después me puse un pantalón de gimnasia gris oscuro, seguida de una camisa rosa claro. Decidí seguir usando las botas de combate al igual que los guantes sin dedos, aunque primero los seque un poco y me cambie los calcetines para mayor comodidad.
Por otro lado decidí dejar atrás el chaleco que John me había dado. El pobre uniforme protector se había dañado demasiado, muchos de los bolsillos que tenia se habían roto durante toda la pelea que tuve anteriormente con la criatura, desperdigando su contenido por todos lados sin que yo me diera cuenta, eso o se habían arruinado con la sangre. Así ya prácticamente era inútil y seguirlo llevando sería peso muerto.
Lo único que me preocupa es que John se enfade cuando se entere que lo deje tirado por hay. Espero que a él no le moleste mucho.
Ya vestida decidí seguir bagando por estas instalaciones en busca de una salida. Mucho más cómoda ahora que no tenia que ir semidesnuda y bañada de pies a cabeza en sangre.
Recorrí los pocos pasillos y habitaciones, los cuales en su gran mayoría eran otros almacenes, y sin encontrar nada útil o que sea interesante. Eso fue hasta que entre a un habitación que parecía ser una morgue.
El indistinguible olor maloliente de un cadáver en descomposición asalto mis pobres fosas nasales. Varias moscas salieron escaparon desde dentro de la habitación inmediatamente después de que abrí la puerta.
Dentro había una pila de cadáveres, principalmente de chicas maltratadas y desnutridas, apilados en pequeñas montañas de cadáveres a la espera de ser cremados en los incineradores que se encontraban a pocos metros.
- Uhh... mejor no - Susurré para mi misma mientras cerraba la puerta con una mano y con la otra me tapaba la nariz.
No podía decir que me había acostumbrado a ver este tipo de escenas, siempre eran duras de presenciar. Pero a diferencia del recipiente con los restos de bebés que realmente me afecto esto fue relativamente fácil de tragar.
Proseguí con mi camino, recollí el lugar por unos cuantos minutos más hasta que por fin encontré unas escaleras que parecían llevar a otro piso por encima. Sonreí al ver esto, la mejor forma de salir de esta fabrica era subiendo a diferencia de como lo estaba haciendo hasta ahora, que sólo lograba adentrarme aún más en esta inmensa estructura de hormigón y acero.
Sin pensarlo mucho subí por las escaleras, llegando a otra serie de laberínticos pasillos y corredizos.
Me desoriente bastante y no supe ubicarme en donde estaba. Así fue por unos cortos minutos en los cuales bage sin rumbo intentando encontrar la salida, hasta que reconocí los agujeros en las paredes y el rastro de destrucción que mi pelea con la criatura había provocado.
Me alegre un poco al ver esto. Ahora lo único que tenía que hacer era seguir el camino que había recorrido y volver a donde me había separado con Anni y Rein para asegurarme de que estaban a salvo y después buscar reagruparme con John.
Y eso hice, me dispuse a seguir el camino de regreso y volver al agujero por donde había caído. Sin embargo algo llamó mi atención.
Serca se mi, en el final del pasillo había una habitación particularmente extraña que con una puerta doble y un letrero grande que decía: "cuarto de incubadoras".
En todo mi tiempo atrapada en esta fábrica ya había escuchado como muchos hombres y personas aquí se referían a unas tales incubadoras. Aunque todavía no había llegado a ver de que se trataba, aunque como todo en esta maldita fabrica de seguro sería algo turbio. Pero también cabía la posibilidad de que hubiera más personas atrapadas, por lo que valía la pena el riesgo.
Así que con esos pensamientos en mente me dirigí a ella y entre mientras pensaba en que podía encontrarme una de dos cosas: Personas o algo horrible.
Y tal como pensé en las dos posibilidades que se podrían encontrar tras la puerta acerté... con las dos.
Al apenas entreabrir la puerta, como si de un preámbulo para el horror se tratase, mi olfato captó un horroroso y agrio olor. Mi rostro se arrugó en una expresión de disgusto al apenas captarlo, sin embargo antes de comprender de que se trataba mis manos siguieron con su trabajo y terminaron de abrir la pesada puerta de chapa.
Pero lo peor fue descubrir de donde venía el olor. Una enorme y larga habitación que se extendía varios metros y con cada sentimiento cuadrado cubierto totalmente de mugre, suciedad, excremento o rastros de fluidos corporales.
A cada lado de una de las paredes de los costados se encontraban un montón de mujeres en terribles condiciones con collares anuladores de habilidades y sujetadas con cadenas oxidadas a camas de metal color café recostadas en unos manchados y maltrechos colchones amarillentos.
Al lado de cada cama había una cubeta plástica que cumplía la función de recoger el excremento y orina de estas pobres chicas. Aunque la mayoría de estas cubetas desde hace mucho que se habían rebalsado y su contenido se escurría por todo el suelo circundante formando asquerosos charcos.
Rápidamente me acerqué a la chica más cercana para tratar de ayudarla y liberarla.
- Hey, ¿estas bien?- Le pregunte a la chica mientras rompía sus cadenas.
Sin embargo la chica no me respondió. De hecho no sus ojos no mostraban brillo ni emoción en lo más mínimo, su mirada estaba desenfocada sin fijarse en ningún lado.
Su cabello estaba completamente enmarañado y varios mechones se habían pegado entre ellos debido a la suciedad y su piel estaba oscurecida, pero no por ser su pigmentación natural, sino por la espesa capa de suciedad que la cubría.
Trate de hacerla entrar en razón al tocar su hombro, sin embargo esto tampoco funcionó.
Al ver que ella no respondía me acerqué a otras chicas para intentar conseguir plantear un diálogo. Sólo para obtener el mismo resultado con cada una.
Mirándolas más de cerca note, además de que obviamente todas estaban desnudas, también cada una estaba en diferentes etapas de embarazo. Sus geniales estaban extrañamente un poco mas limpios que el resto de su cuerpo y la parte del colchón que se encontraba justo debajo estaba repleto de grandes manchas producto de secreciones que podía decir eran sus propios jugos, orina, y de seguro semen de los hombres de aquí.
Todas estaban encadenadas de muñecas y tobillos, y todas poseían profundas heridas y cicatrices debido al roce del metal con la carne. Incluso a las que parecían estar aquí por más tiempo les había comenzado a crecer la piel por encima de las cadenas.
Me sentí asqueada y con ganas de vomitar y sentí un fuerte escalofrío al ver de primera mano lo que me hubiera pasado después de que fuera violada por Josef y me amputara los brazos y piernas.
Retrocedí unos pasos mientras contenía las náuseas, pero esta vez a diferencia de la anterior logra contenerme y no regar el contenido de mi estomago por todos lados.
Quería ayudar a estas personas, pero incluso cuando había liberado a una esta ao habia hecho el más mínimo intento por reaccionar. Por lo que por ahora me retiraré y luego de encontrarme con John volveré para sacarlas de aquí con ayuda.
*¡¡¡BOOOOM!!!*
Justo cuando me di la vuelta para marcharme una fuerte explosión ocurrió a mis espaldas.
Me giré rápidamente por la sorpresa. Viendo a nada más que a la criatura la cual había entrado destruyendo una pared.
Pero lo más impactante fue el hecho de que justo de donde la criatura había emergido se encontraba una chica. Los escombros le cayeron encima, destruyendo su cama y de seguro varios de sus huesos y para rematarla una de las manos armada con afiladas garras del monstruo le había rasgado el vientre cuando irrumpió en la habitación.
Su estómago hinchado se abrió de lado a lado, desparramando por el suelo sus entrañas y un pequeño feto en las ultimas etapas de desarrollo con el cordón umbilical aún uniéndolo a su madre.
Al contrario de lo que se esperaría de estar en tal horrorosa situación .La mujer lejos de gritar de dolor o mostrar alguna emoción negativa sólo suspiro y, aunque su rostro neutro seguía casi idéntico, me parecía ver un pequeño resto de... felicidad en el.
- Por fin... - Fue el leve susurro de alivio que dejó escapar la chica antes de que cerrará los ojos mientras formaba una pequeña sonrisa en sus labios y su cuerpo se relajara.
La criatura por otro lado no pareció prestarle mucha atención a lo que estaba sucediendo a sus pies y en su lugar clavo sus ojos en mi y dio unos leves pasos, sacudiendo la mano que había usado para destripar a la mujer por accidente para limpiarla de la sangre.
El monstruo me miró con sus multiples ojos relejando rencor puro y no podía decir que no entendía del por qué. El enorme corte en todo su rostro y cuerpo aún seguía fresco y su brazo cercenado estaba apoyado contra su pecho para dae un pobre intento por mitigar el probable dolor que sentía.
Yo rápidamente entendí que la abominación únicamente me buscaba a mi, tantas heridas y molestias que le cause en la pelea seguro que le dieron motivos para tenerme un odio profundo. Uno que yo pienso usar a mi favor.
Rápidamente le disparé un relámpago al monstruo antes de darme la vuelta y señalarle con el dedo medio seguido de un insulto.
- Sígueme estúpido intento de monstruo de silent hill -
Quize provocarla para que me siguiera. Y tuve bastante éxito al hacerla enojar. Ver a John insultar a diestra y siniestra sirvió para algo.
Corrí a toda velocidad mientras el monstruo me seguía de serca. Incluso habiendo perdido un brazo todavía era bastante rápida usando sus otros siete restantes.
Fue bastante estresante correr con una araña humanoide pisándote los talones. Para tratar de formar distancia y prepararme para atacarla por sorpresa o incluso de perderlo me metí en una habitación por medio de una puerta entre abierta con la esperanza de obtener algún tipo de ventaja y tenderle una emboscada.
Una enorme habitación llena de estantes llenos de todo tipo de piezas de máquinas de repuesto.
Lentamente me detuve en medio de todas las estanterias y me di la vuelta. La criatura entró a la habitación poco después y al apenas verme corrió hacia mi hecha un furia. Pero eso era lo que quería.
Levanté mi mano formando una pistola con mi dedo índice mientras los rayos se aglomeraban a su alrededor.
Y una vez tuve reunida la suficiente electricidad disparé. Pero no a la criatura. Sino a las patas de un estante lleno de pesadas y grandes piezas de máquina que se encontraba justo a un lado del camino de la criatura.
La estantería cedio y calló encima del monstruo, las piezas de metal le bañaron chocando contra su cuerpo y presionandolo contra el suelo.
-¡Bien!- festejé momentáneamente por el éxito de mi idea antes de comenzar a reunirá electricidad a mi alrededor para cargar otro ataque.
Sin embargo algo curioso paso, un aura oliva cubrió a la criatura y lentamente los objetos que estaban sobre ella comenzaron a deteriorarse y convertirse en polvo. Prácticamente desintegrandose lentamente.
Bien, esta es otra habilidad de la criatura... pero... hay algo que me inquieta. Espera, ¿por que me suena conocer a alguien con una habilidad que le permite desintegrar las cosas? inanimadas.
Lo pensé por unos cuantos segundos mientras aún miraba con la guardia alta como la abominación lentamente se liberaba. Quería recordarme a mi misma este no era momento para pensar y que debía concentrarme en la pelea. Sin embargo había algo en esta habilidad que no dejaba de resultarme familiar.
Y así fue por unos segundos hasta que recordé a la persona que había escrito aquella nota que encontré en la habitación en la cual me desperté cuando fui traída aquí.
Incapacidad para mover las piernas, habilidad para deteriorar las cosas... puede... ¿Puede que está chica sea Carla?. La chica con la pelvis rota que había escrito la carta con la información sobre el túnel.
Lentamente llegue a esa conclusión y comencé a mirar al monstruo con otros ojos más comprensivos y con cierta lástima. Pero mis nuevas dudas fueron aplazadas cuando la criatura que ahora podría ser Carla se libero de su montaña de chatarra.
El monstruo apenas fue libre volvió a intentar atacarme y saltó hacia mi con la intención de destrozarme.
Mientras que yo por instinto me preparé para pelear...
-¡Deténganse!- Una fuerte y autoritaria voz femenina ordenó y acto seguido tanto yo como la criatura quedamos congeladas e inmóviles cuando un aura azul nos envolvió. Carla incluso quedó flotando en el aire al ser detenida en mitad de su arremetida.
No tener el control de mi cuerpo me volvió bastante inquieta y nerviosa. Sólo podía esperar que esta persona tuviera buenas intenciones... lastimosamente para mi ese no sería el caso.
- vaya vaya, ustedes dos chicas me volvieron loca teniendo que seguir los rastros de su destrucción sin rumbo fijo, pero ahora finalmente los alcance -
Habló una hermosa mujer peliazul con sus pechos bastantes grandes y con un increíble y elegante vestido que asentaba sus curvas de infarto y se adería perfectamente a su cuerpo.
*¡¡¡GRAAAAAAHHH!!!*
La criatura se agitó en el aire, tratando de escapar de sus cadenas invisibles. Ella pareció identificar a la mujer y al parecer también la odiaba, puesto que se olvido por completo de mi para luego agitarse salvajemente para tratar de liberarse y atacarla.
Ante su intento de escape, la misteriosa mujer sólo bufó y puso los ojos en blanco antes de insultarla.
- Estúpida bestia, ¿aún me recuerdas?, te convertí en eso hace mucho tiempo, ya superalo y acepta la realidad -
La mujer entró en la habitación dando una marca elegante, valanceando sus caderas con cada movimiento. Detrás de ellas por lo menos una treintena de hombres la siguieron. Sin embargo mis ojos se abrieron con sorpresa al ver a alguien muy conocida por mi flotando detrás de ña mujer, a un metro y medio del suelo.
-¡Remi!- Gritó alarmada Anni con lagrimas en los ojos, siendo controlada por la misma aura azul que nos mantenían presas a mi y a la criatura.
-¡Anni!- Exclamé sorprendida y aterrada por verla aquí.
- Un pequeño encuentro entre las dos, que linda sorpresa, ¿no?- Preguntó la peliazul con una enorme sonrisa burlona en sus exquisitos labios.
No, no no. ¿Que demonios hace Anni aquí?, ella debe huir, ella no debería estar aquí. Corre gran peligro ahora mismo.
-¡Remi, ayúdame!- Suplicó Anni con lágrimas corriendo por sus ojos producto del miedo.
- Tranquila Anni, voy a rescatarte, sólo espera - Dije mientras trataba de liberarme de esta extraña fuerza invisible. Aunque no tuve éxito.
- Je je je. Es malo mentir, ¿no lo sabes?- Bromeó la mujer.
-¿¡Quien demonios eres!?- Cuestioné mascullando las palabras y fulminandola con la mirada.
Ante mi confrontación la mujer puso una falsa expresión de sorpresa y vergüenza.
- oh, ¿donde están mis modales?. Me llamó Amanda. Yo soy una de las más fuentes de aquí y la que dirige esta célula, y también soy la esposa de Black Death ... aunque él todavía no lo sabe -
Mi cerebro se quedo en blanco por unos segundos hasta que termine de procesar sus palabras.
-¿¡Que!?- Exclamé en shock.
- Si, aunque no lo creas estamos profundamente enamorados... aunque él todavía no lo acepte, pero unos cuantos meses encerrado en un sótano lo harán cambiar de opinión - Ella comentó con una actitud feliz y alegre que contrarrestaba con lo siniestras de sus palabras.
- Pero ahí un problema... y ese problema eres tú - La ahora conocida como Amanda me señaló con el dedo.
- Tengo algo preparado para ti. Pero antes tengo que asegurar al prototipo o de lo contrario mis jefes me colgarán - Ella chasquió los dedos y un grupo de hombres cargando una enorme caja de un denso metal se acercaron.
- Muy bien Carla. Es hora de volver a la caja, no sé como hiciste para escaparte pero no lo volverás a hacer, nunca lo harás, todavía deben seguir experimentando contigo -
*¡¡¡AAAAAHHHH!!!*
En respuesta a las palabras de amanda la criatura sólo rugió en dirección a la peliazul. Algo de baba salió de disparada de su boca, callando sobre el cabello y cara de Amanda. Esto al parecer la hizo enfurecer.
De un momento a otro la criatura se estrelló contra el suelo con fuerza, ante de volver a lentarla sólo para hacerla estrellarse contra el suelo de nuevo. Y luego de nuevo, y de nuevo. Después de impactar el cuerpo de la criatura contra el suelo la fuerza de un camión como por nueve veces por fin la dejo.
Hizo un gesto con la palma hacia arriba y la criatura se despegó del cráter de varios sentimientos que había formado en el aura destruido suelo de concreto.
Yo me mantuve en silencio durante toda la escena tratando de recabar todo la información posible sobre la habilidad de esta mujer. ¿quizá su habilidad sea telequinesis?.
- Estas jodidamente deforme y fea. Sé que aún en el fondo conservas algo de tus recuerdos, así que vete grabando esto bien en la cabeza estúpido monstruo, ahora nos perteneces y harás lo que nosotros digamos - Masculló amanda con ira y asco mientras plantaba al monstruo en frente de él.
Ella hizo una seña con su otra mano en dirección a un espejo cercano, el espejo levitó en el aire y voló hasta estar al frente del rostro del monstruo.
-¡Mírate!¡ve tu puto rostro deforme y deja de joder de una vez!-
La criatura. No, Carla vio su rostro deforme y monstruoso en el reflejo. Y para mi sorpresa ella cesó sus intentos de tratar de moverse y sus ojos dejaron de reflejar una ira y rabia ciega para.... comenzar a soltar lágrimas.
Lágrimas comenzaron a caer de los múltiples ojos de la criatura lentamente, aumentando su velocidad gradualmente hasta que comenzó a llorar en silencio al ver su rostro.
Ella trato de cubrirse, moviendo sus manos con cierta dificultad pero lográndolo al final, todo para evitar tener que ver el como había quedado su cara.
Y en ese momento al verla llorar desconsoladamente no pude evitar sentir lástima por Carla, hasta me sentí muy mal por ella.
Carla dejo de resistirse y fue metida sin problemas dentro de la enorme caja metálica gracias a los poderes de Amanda
- Eso es, se una buena chica y obedece - Dijo la mujer mientras cellaba a su experimento en aquel frío sarcófago. La cual estaba muy ocupada dejando escapar sollozos guturales y lamentos como para plantar alguna oposición.
Los secuaces rápidamente sellaron la caja con gruesas cadenas antes de levantarla y llevársela usando el incremento de fuerza de sus habilidades.
- Muy bien, ahora sin interrupciones podemos continuar - Dijo Amanda al ver a los hombres marcharse con el objetivo de su misión.
- Verás, todo el lugar esta repleto de cámaras. En ellas pude ver como estabas muy apegada en esta mocosa inútil en particular. Así interrumpí en su escape, el resto de chicas pudo escapar y no me importa. Lo único que me interesaba era capturar a este desperdicio de oxígeno -
Amanda hizo una seña con su otro dedo y Anni levitó hacia adelante para enfatizar las palabras sus palabras.
- Bueno, yo no la llamaría un desperdicio. Ciertamente tiene sus usos - Un hombre acarició los pequeños y delgados muslos de Anni de forma lasciva. Aquel sujeto no era nada más y nada menos que Ivor, el cual no había notado hasta ahora.
Los ojos de Anni se cerraron con miedo, completamente confundida pero también aterrada por lo que Ivor hacia.
-¡Sueltala!¡si le tocas un solo pelo juro que te mataré!- Ordené tratando de liberarme de la habilidad de Amanda. Sin embargo tanto mis intentos como mis amenazas fueron completamente en vano.
Ivor lentamente le comenzó a quitar el andrajoso y mugroso vestido a Anni, revelando su desnutrido y frágil cuerpo.
Quizé volver a safarme. Pero en su lugar mi cuerpo sólo se estrelló contra el suelo con fuerza, sacándome todo el aire de los pulmones antes de ponerme obligarme a ponerme de rodillas. Ante la desesperación de no poder liberarme me giré para suplicarle a Amanda.
- No puedes permitir que le hagan eso, por favor, es solo una niña - Rogué mientras sentía un sudor frío resfalar por mi frente por los nervios.
- Puedo permitirlo, no me importa en los más mínimo si es una niña pequeña, si verla siendo violada te hace sufrir entonces lo hare - Ella respondió con una asquerosa sonrisa sádica y burlesca.
-¿¡por que!?- Cuestioné presa del pánico. Todavía era incapaz de entender por qué está mujer, una completa desconocida que nunca antes había visto o con la que había interactuado hasta está noche, guardaba tanto rencor contra mi.
La sonrisa de Amanda sólo sonrió, disfrutando y hasta saboreando de mi expresión aterrada y en lugar de responderme en voz alta se agachó hasta mi altura pasa susurrarme al oído.
-Por que te odio. He visto como mi futuro esposo te abrazaba en las cámaras. Conozco esa mirada en los hombres, de deseo, de pasión, de amor... tú eres una amenaza para mi futuro matrimonio, te odio con cada pisca de mi ser. Por eso quiero que veas esto -
Ella sonrió ante mi mirada de desesperación antes de dirirse a los hombres lujuriosos que rodeaban a Anni con miradas deseosas y perversas. Anni por otro lado parecía más aterrorizada ahora que en ningún otro momento. En su pequeña mano derecha se encontraba uno de mis moños celestes que usaba para atarme el pelo, el mismo que le había dado para hacerla sentir objeto, el pequeño trozo de tela se encontraba torcido y arrugado debido a la increíble fuerza con las que Anni lo agarraba.
- A- ayúdame Remi, s- salvame por favor - Ella suplicó entre tartamudeos debido al terror, con lágrimas y mocos escurriéndose por su cara.
Yo quería decirle que la ayudaría, que la salvaría. Y de verdad quería cumplir con esas palabras, quería liberarme de estas ataduras invisibles y derrotar a todos estas malvadas personas para que ambos escapamos y busquemos a su madre. Sin embargo en el mundo real sólo me quede en silencio mirando los ojos aterrorizados y suplicantes de Anni con una inmensa impotencia que me destruía.
- Disfruta del espectáculo, Remi - Dijo finalmente Amanda, para luego simplemente soltar a Anni en medio de todos esos depravados.
Todos saltaron sobre ella como lobos hambrientos, con Ivor encabezando al grupo. Todos ellos ya se habían bajado los pantalones en algún momento y cuando alcanzaron a Anni... ellos... oh dios.
Yo... yo quise cerrar los ojos para no ver lo que sucedía, pero Amanda me obligó a mantener los párpados abiertos con su habilidad por lo que yo tuve que mirar todo. Absolutamente todo. Fue horrible, ni siquiera... ni siquiera tengo palabras para describir semejante barbaridad.
Todos ellos se lanzaron y simplemente... ellos sólo... Lo- lo hicieron por cada agujero. Ellos eran demasiado grandes y bruscos con Anni, y esta lloró y gritó tan desconsoladamente que pude jurar que sentí como destruían mi alma y mi corazón.
Anni sufrió, Anni sangró, Anni lloró, Anni pasó por un infierno y yo sólo pude quedarme en silencio mientras veía todo pasar y lágrimas caían sin parar por mis ojos.
Gritos, llantos, bromas entre los hombres, comentarios obscenos y risas sádicas fueron todo lo que se pudo escuchar por toda la habitación. Sin embargo yo no respondí. Mi mente se puso en blanco y me desconecte del mundo por completo. Resguardándome en mi subconsciente... pero ni eso fue suficiente.
Todavía escuche los gritos de Anni vividamente en mis oídos, pero ahora era como si yo estuviera debajo del agua puesto que su voz era lejana y poco clara. No supe si eran de verdad o solo una prueba de que había caído en la locura. Pero aún eran increíblemente dolorosos.
-¡Tú prometiste que me protegerias!-
-¡Eres una inútil!-
-¡Mentirosa!-
La voz de Anni retumbó por mi cabeza sin parar. Todo daba vueltas, mi mente daba vueltas y las imágenes de docenas de hombres violando salvajemente a una pequeña niña no paraban de destellar junto con voces e insultos.
Y mientras todo giraba y mi mundo colapsaba yo sentí como si hubiera alcanzado el punto máximo de algo. Había tenido que soportar y ver muchas cosas esta noche. Había estado a punto de ser violada, caí y me bañe sin querer en una tina llena de sangre y partes de bebés mutilados, y también vi a un montón de mujeres violadas y encandenas para parir bebés sin parar. Pero esto por mucho había superado aquellas experiencias.
Y entonces como si de el punto de fuga, como si de la última gota que rebalsó el vaso se tratara, yo simplemente sentí como algo dentro de mi... se rompía.
-¡Hey!, Hey chica, sal de una buena vez de las nubes y vuelve a la realidad - Amanda a mi lado me sacó de mis pensamientos con sus palabras y con una bofetada.
Al parecer me había encerrado en mi mente al no poder soportar ver lo que sucedía. Y esos cortos segundos para mi en realidad fueron varios minutos en el mundo real.
- Bien, en fin. Ellos ya terminaron, miralos - La mujer peliazul señaló al frente.
Volvi mi atención al frente y efectivamente, ellos ya habían terminado.
Estaban desnudos y cubiertos de sudor, pero todos y cada uno de ellos estaban bromeando y riendo entre jadeos cansados además de mantener una expresión complacida y con grandes sonrisas en sus asquerosos rostros.
Pero la que peor estaba sin duda era Anni...
Ella estaba tirada en el suelo mientras escurría semen de todos sus orificios del cual también había alrededor de su pelo, boca, muslos y de sus pequeños pechos aún en formación. Su cuerpo estaba sucio y lleno de moretones en donde la habían sujetado para violarla y de golpes que le habían dado. Su rosto estaba cubierto de lágrimas, mocos, marcas moradas y baba además de los fluidos ajenos.
Sus ojos estaban desenfocados, inconscientes y vacíos. También una gran cantidad de sangre salía de su pequeño y desgarrado año y vagina junto con orina y excremento. Esto hizo que perdiera la atención de varios de los sujetos por el asco. Sin embargo no de todos...
Unos hombres que al parecer todavía no habían tenido suficiente decidieron ponerla en posición de sexo anal para luego introducirle una gran y gruesa barra de metal oxidado mientras ellos se regodeaban entre risas.
Anni ni siquiera se inmutó, de hecho ya ni siquiera respiraba, sus ojos seguían tan sin vida sin cambiar en ningún momento... esto era de hecho por que literalmente carecía de visa. Tarde algunos segundos en procesar que había muerto. ¿Quizá por los golpes, la perdida de sangre debido a los desgarros, las marcas de asfixia en su cuello?. Eso no importa, lo que importa es que Anni se fue, se fue y ya nunca volverá
Ya nunca podré cumplir mi promesa por que no pude protegerla, no pude salvarla.
Yo ya ni siquiera lloraba, ya no poseía más lágrimas. Yo sólo, miraba a la nada en silencio mientras los desgarradores gritos de Anni no paraban de repetirse en mi cabeza.
- Jejeje, ¡Eso fue muy divertido!- Rió uno de los hombres.
- Joder si, como amo los coños apretados de las niñas pequeñas - Exclamó el otro.
- Okay, si ustedes ya terminaron de jugar con el cadáver de la niña vamos a por otra ronda. Esta vez tengo ganas de follarme a la pelirosa - La voz de Ivor interrumpió al grupo antes de dirigirse a Amanda.
- Señora, ¿ya podemos divertirnos con la chica o no cree todavía que hemos brutalizado a la niña lo suficiente?-
Amanda se llevó un dedo al mentón mientras parecía pensarlo por unos segundos.
- Bueno, creo que ya la han atormentado lo suficiente - Ella dijo antes de agacharse y obligarme a verla a los ojos.
- Espero que hayas disfrutado del espectáculo Remi, pero tranquila. Te dejare sola con todos estos hombres para que te hagan sentir bien - Ella dijo con su típica sonrisa sádica con la que ya la estaba familiarizando.
Yo le devolví la mirada. Viendo fijamente sus ojos fucsia mientras me aseguraba de grabar cada rasgo, cada facción, cada mueca y me las grababa a fuego en la cabeza para recordar por siempre... Y compararlas con la cara que pondrá día en el que le quité la vida.
- Juro que te mataré... - Dije en un susurro sin romper el contacto visual.
Ella en lugar de responder sólo se alejo mientras hacia un gesto condescendiente antes de comenzar a dirigirse a la salida.
- Muy bien chicos, los dejo solos para que se diviertan - Ella se despidió e hizo una floja seña con la mano antes de marcharse y cerrar la puerta detrás de ella para dejarnos solos.
- Jeje, ¡hora de la diversión!-
-¿¡Quien esta listo para el segundo round!?-
-¡Está noche será la mejor de mi vida!¡siempre quise meter mi polla en la boca de una pelirosa!-
Risas y victores emocionados resonaron una vez más por toda la habitación. Pero entre ellas hubo una que se destacó... la mía.
- Jejeje... jeje... jejejejeje - Reí por lo bajo. Los hombres al darse cuenta lentamente se callaron y me miraron confusos sobre del por qué yo comencé a reírme junto con ellos.
-¿Que le pasa?-
-¿esta perra se volvió loca?-
- Eso no importa, ¿que importa si perdió la cabeza?, vamos muchachos, vamos a divertirnos - Ivor interrumpió los murmullos de sus hombres antes de comenzar a caminar hacia mi liderando el grupo mientras mantenía una sonrisa perversa.
Y al ver a como todos estos hombres acercarse a mi con malas intenciones sólo reí más fuerte mientras decía, no, prometía algo...
- Jejeje... voy- voy a matarlos a todos... jejejejeje -
Y si bien por fuera estaba riendo. Yo sólo reía por que simplemente ya no podía llorar más. Pero en realidad por dentro estaba ardiendo de ira, mucha más ira y rencor de lo que alguna vez había sentido en toda mi vida entera.
Con toda esta situación. Con todas los actos abominables que hicieron únicamente en esta noche ellos... ellos ... ¿Se ríen?, después de arruinar la vida de tantas chicas, ¿se ríen?, después de hacer la vida de tantas personas un infierno, ¿se ríen?, después de matar bebés únicamente por no ser "aptos", ¿se ríen?, después de violar a una niña hasta la muerte, ¿se ríen?.
Después de todas las atrocidades que han hecho... ¡¡¡TIENEN EL PUTO DESCARO DE REÍRSE Y SER FELICES!!!
¡¡De ver el sufrimiento de tantas personas como algo divertido!!¡¡de reírse de las cosas que hicieron y bromear con ellas con orgullo!!
Ellos han arruinado y acabado con la vida de tantas personas...¿¡¡¡POR QUE DEMONIOS DEBERÍAN TENER DERECHO A CONSERVAR LAS SUYAS!!!?
Me levanté lentamente, sintiendo como las correas invisibles que me retenian se soltaban a la par que el aura eléctrica que me envolvía por completo y creará dos cuchillas eléctricas. Una en cada mano.
Cada sonrisa, cada chiste, cada burla, cada risa, ¡Cada maldito respiro que estas personas hacen es un insulto al dolor y al sufrimiento por el que tuvieron que pasar sus víctimas antes de perder la vida.
Y entonces esos fueron los últimos pensamientos en mi mente antes de perder el juicio y que mi visión se volviera completamente roja por la rabia e ira.
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Pov John.
-¡Uff!- suspiré pesadamente mientras me relajaba un poco y tomaba un sorbo de una cantimplora llena de agua, cortesía de uno de los enmascarados armados que me la había prestado.
- Muy bien. Debo buscar a Remi - Dije inmediatamente después de terminar el sorbo. Le devolví la cantimplora al soldado y me levanté del pedazo de escombro en el cual estaba descansando, dispuesto a partir a buscar a mi compañera.
- Hey, espera un momento chico, no tan rápido, por lo menos descansa - la gran y callosa mano del corpulento hombre viejo que parecía liderar a estos sujetos me detuvo y me obligó a volver a sentarme.
- Mis hombres ahora mismo están registrando todo el lugar y liberando a las personas que estos bastardos tienen encerrados. Esa persona que buscas probablemente este a salvo ahora. Ademas en tu estado es probable que no puedas hacer mucho si las cosas se complican -
Chasquié la lengua con molestia. El gigantesco hombre tenía razón. Ahora mismo estaba debilitado. Y lo peor era que tenia tan pocas energías que ni siquiera podía usar mi pasiva correctamente, por lo que no podía ubiar con exactitud donde se encontraba Remi. Apenas podía sentir el aura de este hombre y de Blue los cuales estaban a mi lado.
-¿Quienes son ustedes a todo esto?- Preguntó Blue curioso. El espadachín al igual que yo estaba descansando por ahora y se había sentado en un escombro sercano al mío.
- Mi nombre es Reinhold y estos son mis hombres y... digamos que soy el lider de un grupo de mercenarios y un viejo amigo de su padre el cual le debía un favor - Fue la respuesta del hombre barbudo. La cual sólo me género más dudas que respuestas.
- H- He... di- disculpen - Repentinamente una nueva voz nos interrumpió. Los tres nos giramos para ver de quien se trataba.
Una chica se acercó a nosotros. Ella temblaba como una hoja al viento y claramente estaba asustada por nosotros aunque aún así siguió caminando en nuestra dirección. La reconocí al instante. Era Rein, la Queen de Agwin, la misma chica con la que esperaba comenzar a buscar pistas sobre Imperius.
- a- aún falta alguien, e- es una niña, se llama Anni deben buscarla por favor - Rein suplicó entre tartamudeos
Reinhold la miró seriamente antes de responder.
- Mis hombres están barriendo todo el lugar ahora mismo. Por favor vuelve a donde están atendiendo a los demás rescatados, sea quien sea esta niña vendrá con ustedes pronto - Él lanzó sus peticiones y simplemente le hizo un gesto para que se marchara. Pero Rein de todas formas no decistió.
- N- no lo entienden, por favor. Una mujer peliazul la s- secuestró cuando estábamos empacando. Dijo algo sobre que la usaría para torturar a una tal Remi y... -
-¿¡Que dijiste!?- Casi al instante en el que escuche el nombre de Remi me había levantado de mi roca y prácticamente salté sobre la chica para pedir las más información.
Rein se puso bastante nerviosa y hasta puder ver miedo en sus ojos. Pero de todas formas trato de mantenerse firme para responder a mi pregunta.
- E- ella, e- esa mujer, pla- planeaba hacerle algo a Remi, algo sobre un castigo -
Escuche atentamente su respuesta y no se necesito mucho para que me diera cuenta que esa mujer peliazul claramente era Amanda. Esa loca chiflada planea hacerle algo a Remi, debo detenerla.
Acto seguido. Sobre pasando mis límites una vez más me sobreesforcé y usando la máxima capacidad de mi pasiva la force para intentar buscar el aura de Remi.
Fue una tarea titanica. Mi visión se volvió borrosa y sentí como si estuviera a punto de desmallarme. Pero al final por pura fuerza de voluntad logre mantenerme de pie y encontrar su rastro entre el de todos los demás.
- He, supongo que dices que el amor todo lo puede - Escuche la irónica voz de Cripple en la lejanía de mi mente. Peor no deje que me desconcentrará.
Cuando pude determinar de una forma segura donde se encontraba Remi sin perder tiempo corrí en su dirección. Dejando todo y a todos atrás.
-¡Hey chico!¿¡a donde crees que vas!?- Escuché la voz de Reinhold a mis espaldas, pero no me detuve.
Seguí su rastro lo mejor que pude mientras mis contrapartes miraban ansiosas.
Sentía mi cabeza palpitar y juraría que me explotaría, también sentí mis pies tropezar y el cansancio golpeándome sin piedad. Pero lo inestable y las fluctuaciones que daba el aura de Remi sólo me hizo preocuparme más y por consiguiente sólo aumente mi ritmo con la esperanza de llegar a tiempo.
Salté por un gran agujero en el suelo y caí en un pasillo en un piso de abajo.
Cuando mis pies chocaron contra el suelo y mis rodillas absorbieron todo el impacto casi me caigo rendido al suelo. Pero logre recomponerme y seguir corriendo.
Recorrí los pasillos a toda velocidad, notando claros rastros de batalla.
Finalmente llegue hasta una habitación en la cual sentía el aura de Remi, con la puerta como única barrera que se interponía entre nosotros.
Así que sin dudar un segundo fuí hasta el frente con la intención de entrar... sin embargo me detuve en seco instaneamente al abrir la puerta.
Y al ver lo que había dentro, tanto como yo, Cripple, Joker y Tyrant que miraban todo lo que pasaba sólo pudimos decir una cosa al mismo tiempo con los ojos totalmente abiertos y con una expresión de puro horror en el rostro.
- oh mierda...-
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Pov Remi
Todo era rojo, todo estaba pintado de rojo a donde quiera que viera, las paredes, el suelo, incluso el techo. Todo estaba cubierto de una espesa y densa capa roja.
Mis recuerdos eran densos y nublosos. Pero podía recordar algunas imágenes... imágenes de como si fragmentos dispersos de una película se tratarán.
Una espada de electricidad que partió la cabeza de Ivor al medio.
Brazos, piernas, cabezas y entrañas que volaron por el aire.
Gritos de dolor y terror, súplicas y gemidos ahogados proveniente de esos monstruosos hombres.
Recuerdo como los ojos de un hombre salieron disparas de las cuencas oculares cuando agarre la cabeza y le di una descarga directa de miles de voltios.
Recuerdo el olor a carné carbonizada y chamuscada.
Recuerdo el olor metálico de la sangre fresca que John me había contado.
Y Recuerdo la sensación de sangre fresca manchar mis manos mientras los mataba a todos.
Y al final... después de que todas esas imágenes se repitieran con una lejanía digna de un sueño. Sólo quedó el silencio.
.
.
.
Escuché pasos acercarse y como la puerta de metal rechinaba al abrirse. Lentamente giré mi cabeza, mientras algo de la mucha, mucha sangre que había manchado mi cuerpo de pies a cabeza de nuevo caía de mi cabello por el movimiento, junto con pedazos de carne que se me quedaron enrollados en el pelo.
Miré a nada menos que a John. La persona que más quería ver en el mundo en este instante. Y mientras estaba parada en medio de un montón de cadáveres brutalmente mutilados y completamente bañada en sangre miré fijamente a los ojos del hombre que amaba y le di una petición.
- John... quiero ir a casa -
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