Cap 36: La tormenta

Pov John.

Blue y yo chocamos contra la multitud de sanguinarios matones que trataban de matarnos.

Una violenta y encarnizada batalla estalló en ese momento.

Nos metimos en medio de la multitud y comenzamos a matar a diestra y siniestra. 

Blue hacia una increíble demostración de habilidad y maestría con sus espadas. Cortando y rebanando todo lo que se le cruzará en el camino. Ocasionalmente creaba pequeñas dagas que arrojaba hacia los enemigos con habilidades de proyectil que trataban de atacarlo desde la distancia antes de volver a invocar su dúo de espadas para seguir combatiendo con los que querían atacarlo cuerpo a cuerpo. Todo sin perder su gracia y profesionalidad.

El espadachín era muy bueno en la esgrima, mucho mejor que yo de hecho, daba la impresión de que la espada era otra parte más de su cuerpo con la que habría crecido desde pequeño. Casi parecía un artista, usando sus cuchillas como un pincel y el cuerpo de sus oponentes como lienzo.

Yo por otro lado no era tan agraciado y mis movimientos no eran tan bellos y exquisitos. Aunque tenía más opciones para atacar.

Muros, estacas, picos y armas de hielo; barreras, cuchillas o fuerzas telequiteticas invisibles e ilusiones que engañaban sus mentes y confunian sus sentidos..  o simplemente usando la fuerza bruta para destrozar sus cuerpos con mis propias manos.

Agarré la cabeza de uno de los hombres para luego destruirla contra el suelo. Su cabeza se destrozo, manchando aún más mis ya ensangrentadas manos.

Arrojé el cuerpo hacia un grupo de sujetos antes de formar una enorme masa de hielo y escarcha en mi mano que luego le tire a un grupo de usuarios de habilidad tipo proyectil que estaban disparándome desde una distancia segura, convirtiéndolos en bloques de hielo.

Sin embargo pronto me encontré rodeado y apunto de ser abrumado por los demás enemigos. Creé una onda expansiva con mi telequinesis para alejar a mis oponentes. Seguida de múltiples picos de hielo que emergieron del suelo y empalaron a varios de ellos.

Estuve por seguir peleando, si no fuera por que una increíble y poderosa fuerza invisible me levanto en el aire y me lanzó contra una pared.

La pared se agrieto y destrozo mientras mi espalda quedaba profundamente incrustada en ella.

- Vaya que eres agresivo cariño, serás una buena pareja para mi, sin embargo primero tendré que amansarte un poco - Dijo una melodiosa voz femenina mientras escuchaba el sonido de pisadas de tacón que se acercaban a mi, incluso con todo el estruendo de la batalla.

Levante mi cabeza, viendo a la misma bella y hermosa mujer de cabello azul que había estado al frente del grupo de hostiles y que de seguro era lo más sercano a un comandante entre ellos.

Comencé a salir lentamente de la pared mientras la mujer seguía hablando. Al momento de despegar mi espalda de la pared solté una pequeña mueca de dolor detrás de mi máscara. Puede que actualmente mi estadística de defensa fuera elevada, sin embargo ese golpe dolió como la mierda.

- Eres un poco joven pero no me importa, nos divertiremos tanto mi cariño - La mujer se relamió los labios con una expresión lujuriosa y un enorme sonrojó en su rostro, todo mientras sus ojos brillaban de un intenso y peligroso color fucsia que me recordaba al color de algunos venenos.

- Carajo, ¿de que mierda estas hablando?¿y quien demonios eres?- Cuestioné mirándola confundido por sus declaraciones anteriores.

La mujer sólo bufó, con una mano tiro uno de sus brillantes mechones azules como el océano detrás de su oreja para después poner una mano en su pecho con orgullo, justo en el centro de sus enormes y maduros pechos mientras me lanzaba una mirada de soberbia y confianza. 

- Mi nombre es Amanda: la persona más fuerte y de más alto rango en esta base... y también tu futura esposa y madre de tus hijos -

Ante semejante declaración me quede en silencio por unos segundos, pestañeaba varias veces mientras profesaba sus palabras. Hasta que cuando recobre el sentido pase a mirarla como una completa chiflada.

- Tienes que estar bromeando perra, eso sólo pasará en tus sueños - Después de decir esas palabras alcé mis brazos y múltiples jabalinas de hielo se formaron en el aire antes de ser dispara a gran velocidad hacia la mujer loca que ahora sabía se llamaba Amanda.

Sin embargo esta simplemente alzó flojamente su mano, el aura azul que emanaba de su cuerpo destello con fuerza y al instante siguiente las jabalinas se destruyeron en mil pedazos justo cuando estaban por impactar, daba la impresión de como si un sólido muro de acero invisible hubiera aparecido en frente de la nada.

- Jeje, tan maleducado, hablándole haci a tu media naranja - Amanda rió con una expresión soñadora para luego continuar - Sin embargo me gusta, eres fuerte, poderoso, agresivo y con carácter... además de un muy buen cuerpo... - Ella recorrió mi torso desnudo con una mirada hambrienta mientras se mordía el labio.

Acto seguido la peliazul levantó su pie y acento un fuerte pisotón en el suelo con la punta de su tacón. El suelo se agrieto y múltiples secciones se levantaron formando una serie de picos de piedra conforme avanzaban en mi dirección.

Yo rápidamente salte hacia arriba, elevándome varios metros para luego quedarme flotando en el aire al usar mi telequinesis sobre mi mismo. Sin embargo los que no corrieron con tanta suerte fueron un grupo de sus subordinados los cuales se me habían estado acercando cautelosamente para atacarme por sorpresa. Ellos fueron empalados y atravesados por las estacas. Ella sabía que estaba ahí y que saldrían heridos pero eso no pareció importarle en lo más mínimo.

- Oh, no puedo esperar a ponerte dentro de mi para que luego viertas tu semilla en mi útero y engendre al ser más fuerte de la tierra. No puedo imaginar el orgullo que sentiré al cargar y dar a luz al elegido que volverá a este mundo a la normalidad... un mundo donde los más fuertes tomen el derecho que les corresponde y poder hacer lo que quieran con los más débiles sin concecuencias algunas... como siempre debió ser, la verdadera jerarquía en todo su esplendor - La mujer sonrió de una forma espeluznante mientras su rostro estaba totalmente sonrojado, una horrible mueca que distorciono su casi perfecto rostro.

Miré con absoluto desconcierto como ella se agarraba uno de sus esponjosos senos por arriba del vestido que traía mientras que con la otra mano se acariciaba su entre pierna con descaro, incluso podría jurar ver como se empezaba a notar una mancha húmeda en esa zona.

- Está perra esta loca - silvó Cripple viendo a la atractiva mujer - Si bien la idea suena tentadora, yo le soy leal a Remi - Él dijo mientras abrazaba cariñosamente una almohada de la mencionada pelirosa, una diferente que tenia una imagen de ella disfrazada de dominatrix y con una correa entre sus manos.

- Está mujer está incluso más enferma que nosotros - Exclamó Joker.

- Meh, yo le doy - Dijo Tyrant con una expresión aburrida y desinteresada.

- Carajo le gusto a la loca...- Mascullé mientras regresaba al suelo con mi telekinesis.

- Vaya, veo que los rumores eran ciertos - Comenzó Amanda sin despegar sus ojos de mi - Hubo muchas teorías e hipótesis acerca de tu habilidad. Muchos pensaban que tenías múltiples poderes, sin embargo ahora me doy cuenta que probablemente puedes copiar habilidades, ese hielo, superfuerza y telekinesis son los poderes del grupo que fue enviado a capturarte -

Miré a la mujer seriamente. Sin embargo por dentro estaba maldiciendo por todo lo alto. Mi habilidad había sido un completo enigma para los criminales y quería que fuera así por el mayor tiempo posible. Sin embargo ahora que está zorra había acertado lo único que podía esperar hacer era matarla para que la información no se filtrara. 

- dios, que sexy te ves con esos ojos, esa mirada llena con la intención de matar me excita de una forma que ni te imaginas - La peliazul acarició su vagina por encima de la ropa, ahora con una muy notable mancha húmeda entre sus piernas y con un extraño líquido escurriéndose por sus muslos.

 - Será tan divertido romperte y convertirte en mi fiel y obediente esclavo sexual -

Okay, oficialmente esta mujer me está comenzando a inquietar.

Corrí hacia ella con la intención de matarla de una buena vez, sin embargo una ráfaga de energía de color naranja me golpeó en las costillas, mandándome a volar.

Me recompuse agarrando mis magulladas costillas con dolor. El ataque no llego a romperme ninguna.. creo, pero ya siento como se forma el moreton.

No tuve tiempo para curarme, ya que un siguiente oponente se acercó hacia mi con la punta de sus dedos convertidas en cuchillas.

No pude evitar el zarpaso completamente, por lo que sus garras rasgaron mi piel con un chireante sonido metálico y cuatro sangrantes y desagradables tajos quedaron marcados en mi hombro.

Como represalia forme una daga rápidamente y se la clave al tipo en el ojo. El tipo dejo escapar un grito y se sacudió sin control, sin embargo clave la daga aún más profundo hasta el punto de llegar a su cerebro. Se detuvo en seco y calló al suelo sin fuerzas después de eso.

No tuve mucho tiempo para respirar, puesto que volví a sentir ese desagradable sentimiento que se experimentaba al perder el control de mi cuerpo. Fuí levantado en el aire al igual que la otra vez.

Trate de contrarrestar los poderes de Amanda con mi propia telekinesis. Puede que la mujer fuera bastante fuerte, más que Arlo de hecho a juzgar por el poder de su aura. Sin embargo yo sigo siendo más poderoso.

Pero lo que no tenia en cuenta era que los sujetos aprovecharían para atacarme con todo lo que tenían.

Al menos dos docenas de sujetos lanzaron sus ataques a toda potencia contra mi. Abandoné todo intento de contrarrestar el poder que me sujetaba y en su lugar creé la barrera psíquica más densa y fuerte que pudiera crear acompañada de una armadura de hielo instantes antes de que los ataques impactaran.

La barrera logró amortiguar la mayor parte del daño y armadura se agrieto bastante. Sin embargo todavía recibí daño, el dolor me hizo hacer una mueca y no pude curarme a mi mismo puesto que otra estampida de ataques impacto contra mi.

Y luego otra.

Y luego otra. 

Y luego otra.

Amanda me dejo caer al suelo después de recibir de lleno cinco estampidas conformadas por todo tipo de ataques que habían destruido por completo mi escudo y mi armadura además de dejarme extremadamente dañado.

- Oh chicos, les dije que lo golpearan un poco, no que lo dejarán al borde de la muerte. Más les vale que no tenga ningún daño permanente o sicatriz que lo haga menos guapo por que si es así los mataré a todos - Comentó casualmente Amanda en un tono amistoso e informal.

Me levanté lentamente y con dificultad, con cada pequeño movimiento que hacía mis nervios enviaban incesantes señales de dolor por las heridas abiertas, los huesos rotos y las quemaduras.

Con mis manos temblorosas tomé del suelo a la abandonada Dragón sword la cual se había caído de mi cinturón en algún momento debido a todos los impactos.

Me puse torpemente en una posición de pelea, casi tropezando con mis propios pies. Me plante desafiante a multitud mientras la sangre caía libremente por una herida en mi frente que manchaba de rojo mi rostro descubierto, puesto que mi máscara se había roto y caído a pedazos cuando la peliazul por fin me dejo caer al suelo.

- Ho vaya, falsa alarma chicos, no tienen de que preocuparse. El todavía tiene espíritu de pelea en su interior, no esperaba nada menos del futuro padre de mis hijos - Amanda dijo con una expresión de admiración y una voz complaciente.

Ignorando los delirios de la loca me fije en como le iba a mi compañero. Miré a Blue, notando que él si bien todavía seguía peleando a capa y espada se podía notar desde lejos que estaba serca de su límite.

Su traje estaba roto y cubiertos de sangre tanto de la de sus enemigos como la suya propia debido a las diversas heridas que tenia. Su cabello atado en su característica cola de caballo se había liberado, callendo libremente por sus hombros, ensuciado por sangre y tierra. Y por último su máscara tenía una ligera grieta que la recorria a la mitad verticalmente pasando atravez de su ojo izquierdo.

En resumen el espadachín lucia terrible, cansado, herido y agotado. Pero Incluso con todo aquello seguía peleando con una ferocidad y resolución admirables.

Nuestras miradas se cruzaron por un momento. Y entonces ambos compartimos una pequeña e irónica sonrisa.

Ambos sabíamos que hacer esto era peligroso y que de seguir este camino tarde o temprano algún día no la contaríamos. Bueno... creo que ese día llego. Ni de broma dejaré que me secuestren, prefiero suicidarme antes de caer en las manos de esta chiflada... Pero por mientras mataré a todo lo que se mueva o respire antes de caer.

 ... Sólo espero que Remi pueda escapar con las demás... me hubiera gustado confesarle lo que sentía por ella...

-¡Joder!¡hasta que por fin lo admites!-  Bufó Cripple.

Ignoré sus palabras y volvía centrarme en mis enemigos que a pesar de mis claras heridas todavía eran cautelosos conmigo.

Sonreí mostrando mis dientes manchados de sangre mientras rebuscaba algo en el bolsillo de mi pantalón de combate.

- Saben... - Dije mientras sacaba una pequeña petaca metálica - He escuchado que hay un lugar especial en el infierno para los que rechazan un buen escocés... - Abrí la tapa de la petaca sin dejar de hablar - Y teniendo en cuenta que estaré ante esa puerta en breve... salud - Finalicé mientras daba un profundo trago, bebiendo todo el contenido de aquel objeto de una sola vez antes de tirarla a un lado y volver a prepararme para luchar.

- Atrapenlo - Ordenó Amanda. Y acto seguido todos se abalanzaron contra mi.

- Creo que este es el final caballeros - Dijo Joker.

Esquivé a duras penas un golpe de palma de uno de los sujetos antes de dar un tajo en su pecho. Sin embargo recibí un duro golpe en la espalda que me hizo encorvarme.

-¡Morirémos peleando!¡Black llévate a tantos como puedas!- Gritó Tyrant por todo lo alto. 

Clave una daga de hielo en el hombro de un hombre. Solo para que otro aprovechará y me diera un fuerte puñetazo en la cara.

- Si caeremos lo haremos con honor, no como el grupo de Jemi lovers - Dijo Cripple con su puño en su corazón.

Creé una honda expansiva telequitetica mandando a volar a todos los enemigos sercanos. Sin embargo fue inútil, los enemigos volvieron a rodearme y esta vez yo ya había agotado todas las fuerzas que me quedaban.

Caí al suelo de rodillas, tan cansado y agotado por sobre exigirme demasiado como para seguir peleando, no podía ponerme de pie y apenas tenía las fuerzas suficientes como para seguir consiente. Mis ojos se cerraban y abrían por momentos, la sangre y el sudor escurrían por mi cara y torno hasta caer al suelo.

Amanda camino hasta el frente de la multitud y pararse en frente de mi a escasos metros.

- Dulces sueños, cariño - ella sonrió dulcemente preparándose para noquearme.

Sonreí flojamente mientras cerraba mis ojos y me preparaba para usar las últimas fuerzas que me quedaban para clavarme mi espada en el corazón lo más rápido posible y en un único movimiento.

Ante mis momentos finales recordé toda mi vida. A Claire, Adrion, a Seraphina y a mi padre junto con todos mis errores y las cosas malas que hice.

Adiós Remi, espero que puedas escapar de aquí... me hubiera gustado decirte cuando te amo.

*¡BOOOM!*

Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo una fuerte explosión ocurrió. Todo se sacudió e incluso yo que estaba de rodillas caí al suelo.

Abrí los ojos para ver que estaba pasando, todo se sacudió y se escucharon rastros de destrucción en la distancia, seguidos de sonidos de coches que se acercaban y ...¿disparos?.

Esto no tiene sentido. Imperius Blood no usa armas de fuego, es más, las repudian completamente. Entonces... la única explicación posible es que esto sea obra de alguien más...

Esa extraña idea se cruzó por mi cabeza. Y por cada segundo que pasaba esta agarraba más fuerza. Los disparos y el escándalo comenzaron a acercarse. Los hombres de Imperius Blood que estaban hasta el fondo de los pasillos pronto comenzaron a mostrarse inquietos y en ultimas instancias muchos de ellos comenzaron a pelear contra algo o a caer muertos al suelo.

Entonces comprendidos que sea lo que sea que hubiera entrado a la fabrica había llegado hasta nosotros.

*¡Ratatatatata!*

El sonido de disparos de armas automáticas comenzó a resonar con cada vez más fuerza, rebotando por los pasillos hasta llegar a los oídos de todos.

Y entonces pudimos ver quien era o mejor dicho quienes eran la misteriosa tercera facción que se había único a todo este conflicto.

Un grupo de sujetos fuertemente armados, uniformados con trajes de batalla completamente negros y con un extraño símbolo cosido en el hombro entraron a la refriega dado tiros y asesinando a todos los que se le pudieran en frente.

-¿Pero que carajos?¿y estos quienes diablos son?- Cuestionó Cripple confundido y sorprendido.

- Este giro de los acontecimientos fue inesperado, aunque lo verdaderamente importante es saber si estos sujetos están de nuestro lado o también son hostiles - Exclamó Joker

- Jeje sus juguetes se ven increíbles. No creo que les importe si robamos uno, ¿Verdad?- Dijo Tyrant mirando un fusil de asalto con un lanzagranadas incorporado con ojos codiciosos.

Los subordinados de Amanda pronto se vieron superados y comenzaron a retroceder para no seguir siendo masacrados por las armas de los nuevos atacantes.

La multitud que nos tenía rodeados comenzó a disiparse. Entonces los enmascarados se fijaron en nosotros, y entonces me percaté de como uno de ellos tuvo una reacción un poco extraña al verme. Su rostro estaba cubierto por un máscara de gas negra por lo que no pude ver la expresión de su rostro. Sin embargo sabía que él se había fijado en mi.

- Tsk... tal parece ser que unas pequeñas plagas se han colado en nuetra primera cita - Amanda chasquió la lengua mientras alzaba su brazo, deteniendo en el aire una ráfaga de balas provenientes de un metralleta de alto calibre para luego devolverlas a su atacante.

Las balas destrozaron el cuerpo del sujeto enmascarado que le había disparando, regando sus extremidades y entrañas por todo el suelo.

- Bien, no importa, no te impacientes.

simplemente mataré a todos y luego podremos estar juntos y... -

Sin embargo la loca se detuvo en seco, dejando de delirar y saliendo de su mundo de fantasías.  Al principio no entendí del por que. Pero al ver como una luz roja parpadeaba en un pequeño dispositivo en su oreja del cual recien ahora me había percatado supe que alguien la estaba llamando.

Amanda se llevó un dedo a la oreja y presionó algún botón en el comunicador.

-¿Si?- Ella preguntó - Aja.... si... ¿¡que!?- De repente su rostro reflejo una expresión exaltada y sorprendida antes de convertirse en furia.

-¡No voy a huir!¡Estoy tan serca de... - Ella se detuvo en seco por alguna razón, su expresión se congeló y ella se quedó en silencio de repente, casi podría jurar ver, ¿miedo?.

- Si... lo siento señor... no volveré a alzarle la voz - Ella se disculpó en un tono manso y diminuto digno de un conejito asustado.

Amanda bajo su dedo del dispositivo después de terminar de hablar con alguien que de seguro era sus superior, para después simplemente quedarse callada y en silencio mirando al suelo mientras las balas no paraban de rebotar en su barrera telequitetica que había estado teniendo todo este tiempo.

Ella respiro hondo, probablemente para despejar su mente y ego herido para después volver a volver a verme ahora con su actitud de siempre recuperada.

- Lo siento cariño, pero tengo asuntos que atender, una criatura que capturar y unos esclavos que matar; así que debo irme, lamento mucho dejar nuestra cita a medias. ¡Pero no te preocupes!, la próxima vez que nos veamos te haré mío y sólo mío -

 Y después de decir esas últimas palabras ella se elevó en el aire y se retiró de la escena impulsándose como una bala y destruyendo el techo.

Una vez que la chiflada se había marchado traté de reincorporarme para salir de en medio de la lluvia de balas. Sin embargo al momento de tratar de levantarme mis heridas ardieron y caí  al suelo de rodillas de nuevo.

Estaba tan cansado que tan sólo había curaro mis heridas vagamente, no quería gastar más de mis fuerzas en una de mis habilidades.

- Déjame ayudarte - Levante mi cabeza ante esa voz, viendo a Blue el cual se había escabullido hacia mi en mitad del caos de la batalla.

Blue envolvió uno de mis brazos alrededor de sus hombros y me ayudó a levantarme usándolo a él como apoyo.

Ambos nos preparamos para alejarnos. Sin embargo cuando volvimos a centrarnos en nuestro alrededor nos percatamos de que los disparos habían cesado.

Actualmente todos los miembros de Imperius Blood estaban tendidos en el suelo, llenos de agujeros sangrantes productos de las balas mientras que todos los extraños enmascarados nos rodeaban y nos miraban fijamente.

Blue me soltó para activar su habilidad y crear sus espadas, mientras que yo me sostuve de pie por puro milagro usando mi espada como muleta. Quizé levantarla para desafiarolos, sin embargo cssi me caí en el proceso y sólo pude quedarme aún lado y dejar que Blue se encargara de todo mientras yo me sentía como un inútil.

Los sujetos apuntaron sus armas contra nosotros al vernos mostrar una postura ofensiva. Sin embargo uno de ellos se adelantó al resto y levantó su mano para señalarle al resto que no dispararán

El sujeto, un hombre mucho más grande y voluminoso un los demás camino hasta pararse en frente de nosotros.

-¿Eres John Doe?- Él preguntó en un fuerte tono de voz que denotaba poderío y autoridad. Aunque su máscara ocultaba su rostro estaba claro que sus ojos estaban fijos en mi.

Asentí suavemente con la cabeza, sintiéndome algo mareado debido al insignificante movimiento.

El hombre hizo una seña más y una considerable parte de sus hombres se disiparon por los pasillos sercanos para recorrer el resto de la fábrica para cumplir con lo que sea que se trate su misión.

El sujeto enmascarado en frente de nosotros, el cual ahora reconocía como el líder, se comenzó a sacar la máscara de gas mientras daba unos cuantos pasos más para estar más cerca.

Un rostro envejecido con rasgos afilados, feroces perteneciente a un hombre en sus cincuenta quedó revelado.

Otro rasgo distintivo era la enorme sicatriz en forma de garra que recorría la mitad de su rostro, comenzando por la cima de su cabeza semicalva, bajando por su frente arrugada y cruzando por medio de su ojo derecho cuya pupila estaba enblanquecida demostrando que era ciego de ese ojo, y finalmente desapareciendo en su frondosa barba plateada.

El hombre nos miró a Blue y a mi de pies a cabeza antes de volver a mirarme seriamente.

- Mocoso. No creas que no le contaré a tú padre sobre esto -

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Pov Remi

La criatura y yo nos quedamos mirándonos fijamente. Como dos oponentes evaluándose mutuamente a tratando de buscar las debilidades del otro... o como un depredador acechando a un pequeño y tierno conejito pelirosa.

... Espero que sea lo primero.

Mis ojos nerviosos y ciertamente asustados estaban clavados en los de la criatura. O mejor dicho en donde deberían estar. Puesto que su largo y enmarañado cabello los ocultaba junto a una gran parte de su cara y rasgos faciales, lo único que se podía apreciar claramente era su boca llena de filas y filas de dientes parecidos a los de un pez abisal, con baba escurriéndose entre ellos y deslizándose por su barbilla hasta caer al suelo debido a que su inmenso tamaño le imposibilitaba a la criatura cerrar la boca por completo.

Finalmente después de lo que pareció una eternidad de aquel conflicto de miradas la criatura decidió romperlo al dar un leve paso hacia adelante.

Sus largos y demacrados dedos se deslizaron por el suelo, sus amarillentas y afiladas uñas rasgaron el suelo mientras avanzaba.

Y de un momento a otro la criatura corrió hacia mi en un estallido repentino de velocidad.

Me sorprende bastante, incluso cuando todo este tiempo había estado en guardia la criatura era tan rápida que me  tomó por sorpresa. Moví mi cabeza a un lado en el último momento  para evitar las afiladas garras que casi se clavan en mis ojos.

Las afiladas navajas que esa cosa tenía por garras rosaron mi rostro, dejando un pequeño rasguño en mi mejilla.

Salté hacia atrás para formar distancia y evitar la posibilidad de ser atacada por sus múltiples brazos. Para después señalarla con mis dos manos y arrojarle una serie de relámpagos.

*¡Grrrkk!*

Cuando mi ataque conectó con la criatura esta soltó un agudo chillido debido al dolor. Su piel extremadamente pálida se chamusco un poco, sin embargo no había logrado hacer todo el daño que quería.

*¡¡Graahhh!!*

La criatura rugió con furia, mi ataque al parecer más que dañarla sólo la hizo enojar. Incluso juraría que la niebla se había vuelto más espesa e incluso había comenzado a emanar un aura completamente oscura y siniestra.

Entonces ella hizo un extraño gesto con sus múltiples brazos. No comprendí que trataba hacer. Pero cuando frío suelo gris de concreto debajo de mis pies brillo de un intenso color verde lo comprendí.

Rápidamente salte hacia arriba cuando múltiples brazos fantasmales brotaron del suelo tratando de agarrarme por los tobillos.

Logre caer el un lugar alejado de las manos y sin perder más tiempo corrí hacia el monstruo evitando las múltiples brazos que trataban de sujetarme. En un momento incluso salté hacia la pared y comencé a correr por ella a máxima velocidad en forma horizontal.

Pero Incluso de esta forma no pude evitar por completo los obstáculos. Puesto que incluso emergieron brazos en la pared.

Corrí en sic sac evitando las escalofriantes extremidades que me querían atrapar hasta que por fin pude pasar por el lado de la criatura.

La abominación salto hacia mi con la intención de atraparme con sus múltiples manos, sin embargo puede esquivarla por los pelos y seguir corriendo.

Las puertas de las distintas habitaciones pasaban a mis costados como borrones mientras recorria los casi infinitos pasillos de esta gigantesca fábrica, mientras una serie de arañazos y chillidos me seguían por la espalda. Demostrando que la criatura me estaba persiguiendo.

Y era lo que yo quería, puesto que estabamos corriendo en la dirección opuesta de a donde Anni y las demás habían escapado.

Algunos molestos brazos emergieron delante de mí para entorpécerme. Los esquive como pude sin dejar de correr, lo cual no era nada fácil. Puesto que esa molesta niebla que parecía seguir a la criatura en todo momento no me dejaba ver más allá de unos pocos metros delante de mí. Y tener que cambiar el rumbo bruscamente para esquivar brazos fantasmales que emergían del suelo y trataban de agarrarme mientras un monstruo arácnido me perseguía sumado a una visión limitada no era una experiencia para nada agradable.

Y para el colmo de los colmos estaba comenzando a sentir algo de dolor de cabeza seguido de una visión levemente borrosa, incluso juraría ver siluetas en la bruma y susurros escapar desde dentro de ella.

Sin embargo no pude concentrarme mucho en ella puesto que la criatura bramo detrás de mi, y seguido de una fuerte vibración en el suelo supe que el monstruo había saltado para atraparme.

Me deje caer al y aprovechando la velocidad que había obtenido comencé a derrapar mientras el monstruo pasaba por encima de mi.

Mientras aún me deslizaba por el suelo estiré mi brazo derecho sujete mi muñeca con mi mano izquierda para comenzar a reunir la electricidad.

Me levanté justo cuando la esfera inestable y volátil de relámpagos se había condensado, la criatura y yo quedamos cara a cara y aprovechado el impulso de velocidad que aún tenía tiré de mi brazo hacia atrás y solté un grito de batalla antes de lanzar mi ataque. 

Quería impactar mi chidori contra su pecho, sin embargo la criatura se cubrió con sus múltiples brazos. Formando una especie de escudo de carne conformado por sus extremidades.

Cuando mi chidori impactó la piel de sus múltiples antebrazos chisporroteo y se quemo. Sin embargo además de moverse hacia atrás unos cuantos centímetros no pude hacer mucho más.

-¿Ah?- Miré estupefacta como mi nuevo y más poderoso ataque había sido prácticamente inútil e inservible contra aquella criatura.

Pero tuve que salir repentinamente de mi sorpresa y volver a prestar atención a la pelea cuando el monstruo levantó una de sus más grandes y largas manos hacia el cielo. Antes de azotarla  contra mi.

Trate de cubrirme con mis brazos, puesto que estaba demasiado serca del monstruo como para tratar de esquivar, sin embargo sólo pude amortiguar un poco el golpe, el resto del impacto me dio de lleno y fue tan fuerte que incluso el suelo bajo mis pies se agrieto y colapsó.

Mi cabello se elevó en el aire cuando la gravedad hizo su trabajo y me arrastró hacia abajo. Caí de culo en el pasillo o habitación que se encontraba justo debajo, lo cual fue bastante doloroso por que mi trasero literalmente estaba desnudo y mis nalgas recibieron todo el castigo.

- Hugg, mi trasero - Me quejé de dolor en voz alta mientras me levantaba lentamente y con cuidado, sobandome el trasero para apaciguar mi dolencia.

Pero este no es momento para quejarse. Mi nuevo movimiento fue completamente inútil. Si quiero vencer a esta cosa necesitaré un ataque aún más poderoso.

Cuando me puse de pie instantáneamente me puse en guardia y miré a mis alrededores. Esperaba que la criatura me siguiera y bajara por el agujero para seguir con la pelea. En cambio nada paso y todo siguió igual. Sin rastro del monstruo.

Trate de dar un salto para volver arriba. Pero al intentarlo tropecé con mis propios pies, perdiendo el equilibrio por un momento. Y entonces un fuerte dolor de cabeza azotó mi mente y mi visión se volvió borrosa por un momento.

- Que, carajos - Murmuré mientras tomé mi frente con una mano, notando que estaba muy caliente demostrando que tenia fiebre.

- Otra vez no por favor - Dije en voz alta recordando el como había quedado inconciente debido a una habilidad de uno de los enmascarados que fue como me secuestraron.

- Vaya, si que tienes mala suerte, hermanita - Entonces, repentinamente escuché una voz muy familiar pero que no había escuchado en mucho tiempo.

Me congele en mi lugar. Mi mente se había trabado tratando de comprender como era posible volver a escuchar esa voz. Sin embargo aquí estaba, escuchado una dulce voz y en un tono tan cariñoso que siempre me había hecho sentir reconfortada y protegida desde que era pequeña.

Una voz que había deseado volver a escuchar desde hace varios meses.

Me giré lentamente, viendo con lágrimas en los ojos a una de las personas que más amaba en todo el mundo. Una persona que creía haber perdido y que nunca volvería a ver.

Allí, vestido con su elegante traje con el que lo habíamos vestido para su funeral, con sus heridas cosidas y limpiadas para ser presentable y con su brillante cabello color esmeralda sin la sangre y suciedad con la que le habían encontrado en aquel callejón. Allí, se encontraba mi difunto hermano, ahora más vivo y sonriente que nunca.

- Es un gusto verte de nuevo, Remi - 

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