Cap 34: Un simple trozo de carne.

(ADVERTENCIA: Es muy posible que este capítulo sea el más dificil de leer para muchos de ustedes. Así que, si el abuso es un tema demasiado fuerte para ustedes o son muy fans de Remi se recomienda que no lean esto. Si aún deciden seguir tengan discreción).

Una hora antes de que Remi despertara en la habitación:

Pov John.

*Woshh*Woshh*Woshh*

El sonido de algo cortando el aire resonaba por el callejón, seguidos de el desagradable sonido de carne y músculo siendo desgarrados.

La sangre salpicaban las paredes y marchaban el suelo. El cuerpo semi desnudo del sujeto al cual estaba torturando estaba cubierto de brutales cortes y rajaduras que llegaban hasta el hueso.

Su ropa se había convertido en algo incluso peor que arapos mientras la piel de su espalda había sido desollada hasta tal punto en el que eran visibles los huesos de las costillas y el omóplato.

El hombre se retorcía de dolor en el suelo como un gusano sumergido en sal, chillando y aullando como un cerdo al cual habían sumergido en agua hirviendo.

 Sin embargo debido a la pérdida de sangre o quizá por el dolor extremo que sacudían como nunca antes el hombre comenzó a perder la conciencia.

Cuando note que mi víctima estaba a punto de perder la conciencia deje de azotarlo con el flagelo y caminé hasta él.

Extendí mi mano en dirección a las desagradables heridas que cubrían toda su espalda y un tenue resplandor oscuro brotó de mi palma, curando sus heridas en cuestión de segundos como si nada hubiera pasado, sólo dejando manchas de sangre como única prueba de lo acontecido.

El hombre lentamente se recompuso un poco, su cara tomó una tes menos pálida y su respiración se volvió más rápida y normal, dejando de ser el jadeo entre cortado de un moribundo en busca de aire.

Sin embargo interrumpí sus grandes tomas de aire cuando le propine una brutal patada en toda la cara que mando a volar varios de sus dientes anteriormente agrietados.

El hombre se agarró su rostro con dolor, puede que lo ya hubiese dañado muchas veces, sin embargo las drogas que causaban que sus nervios fueran extremadamente sensibles y agudos al recibir dolor hacia que cada herida doliera como el infierno, por lo que en realidad sin importar cuantas veces le provocará dolor, nunca podría acostumbrarse.

Aunque el cuerpo del hombre había sido curado y recuperó gran parte de su energía y fuerza. Lejos de activar su habilidad y tratar de golpearme, sólo se acurrucó en una bola temblorosa mientras sollozaba por el pánico y miedo que sentía.

Al contrario de lo que se cabría esperar debido a mis acciones. No me gustaba lastimar a las personas ni provocar dolor, para mi el brutalizar a mis oponentes era un impulso irefrenable debido a mis problemas de ira. Sin embargo al ver que por fin había logrado romper al sujeto una pequeña sonrisa se formó en mi rostro detrás de mi máscara.

- Te lo preguntare de nuevo, ¿a donde se la han llevado?- Interrogué mientras azotaba el flagelo que traía en mi mano contra el suelo.

Las afiladisimas hojas de acero incrustadas a lo largo de las cinco colas de cuerpo del flagelo soltaron chispas al raspar contra el suelo.

El hombre tembló incontrolablemente como una hoja al viento, y entre sollozos de desesperación me dio la respuesta que quería.

- N- nuestra base pr- provisional se encuentra en una vieja fa- fábrica abandonada a las afueras de la ciudad, e- en la parte oeste. T- tu chica debió ser llevada ahí - Dijo el hombre entre taetamudeos.

- Bien - Exclamé con satisfacción después haber logrado sacar la presiada información.

- Entonces ya no me sirves para nada. Ya no te torturare más, ahora puedo asesinarte y que dejes de sufrir - Dije tranquilamente mientras hacia que mi espada levitara con mi telequinesis, la punta de la hoja de la Dragón sword apunto hacia el sujeto. Su filo carmesí brillo con malicia, casi como si deseara probar sangre. 

Los ojos del hombre se abrieron con terror y me dirigió una mirada desesperada y llena de pavor.

-¡P- pero t- tú dijiste que me perdonarías la vida si te lo decía!- El sujeto gritó presa del pánico, reclamandome acerca de una promesa que obviamente no era cierta.

- Dije "quizás", sin embargo me hiciste perder mucho tiempo al tener que torturarte por la información - Respondí con indiferencia - Así que por favor muere rápido - Dije con una voz monótona mientras le dirigía una mirada fría y le señalaba con mi mano, la espada flotante a mi costado tembló un poco, lista para salir disparada en cualquier momento. 

El sujeto, sumido en la desesperación y enojo más absoluto. Sus ojos repletos de rencor se clavaron en mi, fulminándome con rabia e impotencia.

-¡Tú maldito bastardo hijo de puta!- Masculló el sujeto -¡Esa puta a la que buscas debe estar siendo violada ahora mismo!¡desearía tanto oírla gritar tu nombre mientras se la follan por cada agujero de su... - Antes de que el hombre terminara de ladrar la afilada hoja de la Dragón sword le travesó la cabeza cómo a un melón maduro.

- bien, ya tenemos la información, vamos a por Remi - Dije mientras retiraba mi espada del cráneo del cadáver.

Me dirigí hacía Blue, el cual todo este tiempo había estado mirando la escena con impaciencia mientras se apoyaba en la pared con los brazos cruzados.

- bien, entonces no perdamos más tiempo - él respondió. Ahora que por fin teníamos la información de adonde habían llevado a Remi el espadachín no quería perder más tiempo, caminó hacia mi con un deseo ardiente por rescatarla brillando en sus ojos verdes ocultos por la máscara blanca que portaba.

Tomé mi bolso de cuero cubierto de manchas de sangre seca y guarde el flagelo en su interior.

- Yo tampoco puedo esperar a encontrarla. Pero recuerda que mi camioneta fue destruida por esos bastardos y la ciudad es tan grande que nos demoraremos varias horas en llegar hasta las afueras si corremos - Al hablar sobre el tiempo que tardaríamos en llegar hasta las afueras de la ciudad el miedo y preocupación que ya sentía se comenzaron a incrementar.

Oscurity City era algo grande y los bosques que la rodeaban y aislaban del resto del mundo era bastantes extremadamente espesos. Incluso si tuviéramos un auto tardaríamos casi una hora en llegar a donde se suponía que debía estar la fabrica. Y eso sólo me ponía cada vez más nervioso, cada segundo que Remi pasaba en manos de esos tipos era un segundo más en el que incrementaban las posibilidades de que algo le pasará. Necesitábamos rescatarla y ahora.

Ante mi creciente desesperación comencé a perder la compostura mientras más y más pensamientos horribles relacionados a lo que le podría estar pasando a Remi ahora mismo asaltaban mi mente.

- Lo mejor que podemos hacer es robar un vehículo y... - Sin embargo antes de que pudiera seguir divagando en voz alta blue me interrumpió

- Ya lo tuve en cuenta, usaremos mi auto, ¿que acaso crees que vine caminando hasta está ciudad de mierda?- él cuestionó mientras sacaba un par de llaves de uno de los estuches de su traje y las hizo tintinear en el aire.

- Entonces vamos ahora mismo - Respondí casi pareciendo más que nada una orden.

- Tranquila princesa, pronto te salváremos y te confesáremos nuestro amor - Exclamó cripple en todo lo alto.

- Cierra la boca - Lo callé mientras mis mejillas se sonrojaban un poco debajo de mi máscara para mi sorpresa y descontento. Para ser sincero el pensamiento por alguna razón había pasado en mi cabeza, sin embargo lo deseche al fondo de mi mente rápidamente.

-¡Vámos a salvar a la chica!- exclamó tyrant con fervor.

- Oh, que alivio. Al parecer nuestro mocoso pervertido y violento ha madurado - Dijo Joker complacido por el aparente cambio en el otro fragmento. Sin embargo estaba lejos de saber que tyrant todavía no había acabado de hablar.

- Y de paso le cortaremos el pene y luego se lo pegaremos en la frente a cualquiera que se entrometa en nuestro camino, ¡los convertiremos en putos unicornios!- Exclamó el más  trastornado de nosotros con euforia y emoción apenas contenida mientras una enorme sonrisa sádica se formaba en su rostro.

- Que rápido volviste a ser el mismo psicópata de siempre - Comentó joker con decepción mientras suspiraba.

- Basta de charla - Ordené silenciando a mis demás contrapartes.

- No tenemos tiempo para sus payasadas - Mascullé con enojo dentro de mi mente mientras que en el mundo real había comenzado a seguir a Blue en dirección a donde seguramente escondía su auto.

- Es hora de rescatar a nuestra chica -

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Time skip: quince minutos después de que Remi despertara.

Entre los oscuros follajes, malezas, arbustos y árboles del inmenso bosque que separaba a la ciudad sin ley del resto del mundo se encontraba una enorme, vieja y destartalada fábrica que había sido abandonada desde hace ya mucho tiempo.

Sin embargo, aunque la empresa que la controlaba la había dejado tirada aquí para pudrirse y oxidarse en medio de este bosque la fabrica estaba lejos de estar deshabitada. Este era el lugar que esta célula de Imperius Blood había escogido como base para mantener un control moderado en la ciudad y los recursos que se podían obtener de ella.

Algunas camionetas y demás vehículos estaban estacionados en el aparcamiento carcomido y lúgubre de la fábrica.

Luz y sonido escapaba desde el gigantesco edificio por medio de los enormes ventanales cuyos cristales estaban agrietados y destrozados por el nulo mantenimiento que habían recibido.

Claramente se podía apreciar que al contrario de lo que se podía esperar, la fabrica estaba muy habitada. Al parecer de alguna manera los nuevos inquilinos habían podido encender el generador del edificio o bien hicieron toda una instalación eléctrica desde cero. El sonido de risas y carcajadas por parte de hombres y algunos leves y suaves llantos agudos y femeninos se podían escuchar resonar por las paredes.

En el suelo, a los alrededores de la fábrica múltiples soldados enmascarados y equipados trajes tácticos merodeaban alrededor. Al contrario de lo que se cabría esperar estos no llevaban ningún tipo de arma.

Imperius Blood veía con malos ojos a cualquiera que usará un arma para pelear, para ellos toda su fuerza y poder utilizado deben ser únicamente por parte de su propias habilidades.

Dos soldados vigilaban el camino que conectaba a la fabrica con la ciudad y las carreteras aledañas y muchos otros vigilaban los alrededores de la fábrica para prevenir de la presencia de algún intruso.

Particularmente, uno de estos soldados estaba patrullando demasiado serca de los arbustos y árboles oscuros del bosque. El hombre parecía calmado y tranquilo, al parecer esta no era la primera vez que le tocaba vigilar por lo que sólo continuó con su lenta caminata en silencio mientras vigilaba sus alrededores de forma profesional y ocasionalmente se reportaba con el comunicador que tenía en su oreja. Sin embargo se detuvo en seco al escuchar unos extraños sonidos proveniente desde un arbusto particularmente grande.

-¡Hey!¿quién está ahí?¡sal ahora mismo!- El hombre activo su habilidad, sus ojos brillaron de un intenso color amarillo. Con su mano derecha apunto hacia la dirección de donde provenía el sonido mientras que dirigió la otra hacia el comunicador en su oreja para dar una alerta.

El sonido proveniente del arbusto se volvió más intenso y al ver esto El hombre comenzó a juntar energía en su mano la cual comenzó a brillar de un resplandeciente color amarillo. Sin embargo la tensión que se había formado rápidamente fue destruida cuando un simple y regordete mapache salió de entre los arbustos. 

El mapache miró fijamente al hombre por unos segundos antes de correr rápidamente hacia otro arbusto y huir hacia lo profundo del bosque. 

El hombre miró con sorpresa lo que acababa de pasar, antes de desactivar su habilidad y bajar sus manos mientras gemía de frustración.

- Aghh puto animal de mierda, si hubiera dado una alerta por tu culpa quedaría en ridícu... -

Sin embargo antes de que el soldado pudiera terminar de hablar una daga de hielo le atravesó la carganta mientras un aura negra envolvía su cuerpo antes de que fuera bruscamente jalado hacia los arbustos por una fuerza invisible.

Una vez dentro de las sombras del bosque y sus follajes lo remate al atravesar su corazón con la dragón sword.

El hombre murió entre gorgoteos y jadeos poco después. Salí de entre las sombras mientras sacudía mi espada para limpiarla de la sangre fresca.

- Por lo menos podrías revisar que no aiga otro guardia antes de salir del escondite, ¿no crees?- Me regañó Blue mientras también salía del bosque mirando apresuradamente hacia todos lados para ver si nadie nos había visto.

- No hace falta, mi pasiva me advierte de todos a mi alrededor - Respondí con simpleza mientras me concentraba en sentir cualquier presencia sercana.

- A todo esto nunca entendí como funciona tu habilidad - preguntó Blue ahora más tranquilo por mi respuesta.

- Puedo manipular mi propia aura para mimetizarla con la de uno o más contrincantes y así copiar, convinar, potenciar y evolucionar sus poderes -Expliqué mientras escaneaba a la fabrica con mi pasiva, intentando descubrir todas las auras posibles y sobre todo detectar el aura de Remi.

-¿Ahhh?- la atontada voz de Blue llegó a mis oidos como respuesta.

- En resumen, puedo hacer todo lo que tú hagas pero mejor -

- Ah, Okay - Exclamó Blue con algo de sorpresa en su voz.

Mientras analizaba el edifico pude encontrar múltiples auras, algunas bastante poderosas, sin embargo algo que me llamó enormemente la atención fue sentir una especie de aura extraña.

Era como una mezcla antinatural y perversa de múltiples auras de distintas personas pegadas entre sí. Una aura trastornada y deformada. Una abominación que ya había tenido la desgracia de conocer.

Sin embargo esos pensamientos fueron al fondo de mi mente cuando note la familiar y hermosa aura de Remi.

Sin embargo también note otra aura, una aura muy serca de Remi... demasiado serca. Tuve una horrenda sensación, era como si el aura de Remi irradiara todo tipo de emociones, miedo, pánico y terror, todas ellas daban formaban una espesa capa que cubría su belleza. Remi estaba asustada, estaba completamente aterrorizada, su estado emocional era un desastre.

Ella necesitaba ayuda lo más rápido posible y ser salvada de lo que fuera que fuera que le estuviera pasando. Y en ese momento eso fue lo único que me importó.

- Muy bien, podríamos crear una distracción y luego quizá. .. oye, espera, por ahí no, te verán - Blue miró con desconcierto e incredulidad mi próximo movimiento.

Comencé a avanzar en dirección a la fabrica directamente sin molestarme en ocultarme.

-¡hey espera!¿¡que demonios crees que haces!?- Escuché la voz de Blue llamarme. Sin embargo no me detuve y continúe caminando cada vez más rápido.

- A la mierda el sigilo - mascullé con iras apenas contenida mientras comenzaba a caminar a paso rápido.

Remi estaba en peligro y no podía esperar ni un segundo más. De ser necesario arrasaré con toda esta maldita fábrica hasta encontrarla.

Dos soldados en la distancia me notaron y me gritaron que parará mientras activaban sus habilidades.

Active mi habilidad y apreté con fuerza el mango de mi espada. Hoy iba a derramar mucha sangre pero no me importaba. Derramare toda la que haga falta.

Si debo ser un monstruo para protegerla... entonces lo seré.

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Pov Remi.

- Oye, chica nueva, es hora de tu debut -

Al oír esas palabras junto a la descarada lujuria y obscenidad que se podía apreciar en su rostro sentí la necesidad de alejarme inmediatamente de este pervertido.

-¿Qué?, ¡no!, no iré a ningún lado - Exclamé completamente reacia a obedecer a este desagradable sujeto.

El hombre lejos de enojarse sólo sonrió y se encogió de hombros mientras me dirigía una sonrisa sádica mostrando sus dientes amarillentos.

- Okay, muy bien... si no vas entonces irá la niña - comentó naturalmente como si no fuera nada importante.

Enmudeci y me quede congelada al ser puesta contra la espada y la pared. Anni al ser nombrada se asomo por mi espalda mirando al sujeto con miedo.

John me había contado sobre los casos de pedófilos, sabía sobre ellos por las noticias y por las alertas que mis padres me daban de niña sobre no acercarme a personas extrañas, incluso pude y enfrentarme a algunos en las misiones. Aunque John nunca había dejado que me involucrar mucho o viera lo más turbio que habían hecho. Sin embargo al final del día sabía que los pedófilos existían y estaban allí fuera junto a muchos monstruos más.

Pero Incluso así me costaba comprender como alguien podría querer o estar dispuesto a hacerle algo tan horrible a una inocente niña.

- Y bueno muñeca, ¿que eliges?¿vendrás con nosotros en calma y sin montar un show o quieres que llevemos a la niña en tu lugar - El sujeto de la sicatriz me sacó de mis pensamientos con una pregunta.

Prácticamente estaba amenazando con hacer que violen a Anni si yo me rehusaba a acompañarlos. Yo he visto a muchas personas malas, pero nunca creí que... nadie podría ser tan cruel... ¿verdad?.

-E- ella es sólo una niña, tú.. tú de verdad no puedes hacer eso, ¿no?- Cuestioné deseando que este sujeto tuviera aunque sea un poco de bondad en su corazón.

- Claro que puedo, de hecho es muy raro que todavía no le haya tocado el turno a esa mocosa. Sin embargo el tipo al que tenemos que complacer tiene gustos... "especiales", le gustan las chicas pequeñitas y bonitas. Si no fuera por que es muy fuerte y queremos que te embarace le hubiéramos entregado a la niña para que por fin sirva para algo -

Mis esperanzas murieron cruelmente al entender que este hombre no tenía corazón. Para él nosotras sólo éramos trozos de carne para satisfacer a una clientela.

- ....Esta bien,  yo... yo iré - Dije con dificultad después de dudarlo unos segundos. 

Una enorme y asquerosa sonrisa de satisfacción y realización adorno el rostro del hombre parado.

- Bien, entonces ven aquí rápido y sin causar problemas si no quieres que la niña te acompañe - amenazó el sujeto mientras me hacía señas con la mano.

Mi cuerpo se paralizó, sin embargo al recobrar el control y al saber que es lo que le harían a Anni si me negaba. Comencé a avanzar lentamente dando pequeños pasos, sin embargo me detuve al sentir como alguien me jalaba suavemente desde atrás.

- Por favor, por favor no vayas - Me giré para ver a Anni rogarme desesperada mientras pequeñas lágrimas comenzaban a caer de sus ojos - Lo he visto muchas veces, no volverás a ser la misma si vas, por favor... no quiero quedarme sola de nuevo -

Al verla llorar y sollozar me agache para consolarla y abrazarla. Por extraño que parezca el hombre no intentó separarme ni obligarme a ir inmediatamente, simplemente bufó y me dijo que me apurara.

Volví a centrarme en la niña destrozada entre mis brazos - tranquila, estaré bien, volveré muy pronto - Dije mientras disimuladamente le pasaba la nota con la información sobre el túnel a Anni.

Anni me miró con curiosidad e intriga, sin embargo yo sólo le giré un ojo antes de levantarme y caminar hasta la puerta de la habitación donde esperaba el hombre.

Sabía que es lo que estos degenerados querían hacer conmigo, pero no debo desesperarme y perder la calma. Tal vez encuentre una forma de escapar, romper el collar en mi cuello, reagruparme con John y volver a rescatar a Anni, Rein y cualquier otra persona que se encuentre encerrada aquí también

Pero incluso si todo termina mal, si.... no importa lo que pase, por proteger a Anni... soportare cualquier cosa.

Llegue hasta la puerta con una actitud derrotada que quería aparentar para hacer que ellos bajarán la guardia. Puede que estuviera dispuesta a soportar cualquier cosa, pero solo como ultimo recurso, ni loca dejaré que estos tipos me hagan lo que quieran sin antes intentar todo lo que está en mi alcance.

El hombre que me esperaba sólo bufó mientras su sonrisa de superioridad de se volvía más grande - Buena chica, ojala todas fueran tan obedientes como tú cuando llegan aquí por primera vez -

Él me tomo del hombro. Mi cuerpo se encogió contra mi voluntad al sentir su mano callosa entrar en contacto con mi piel. También puede que estuviera dispuesta a hacer todo lo posible para escapar, sin embargo eso no quitaba el hecho de que en el fondo estaba completamente aterrada.

El hombre me gió fuera de la habitación. Al salir me percaté de que había otros dos hombres esperando fuera de la habitación.

Estos estaban vestidos con trajes de combate y sus rostros estaban cubiertos por pasamontañas. Por lo rígidos y bien posicionados que estaban parecía que ellos eran guardias y este hombre era su superior. Al parecer estaban aquí para ayudar a extreme en caso de que me resistiera, sin embargo como habia venido de buena gana no tuvieron por que entrar en la habitación. 

Uno de los guardias se apresuró a cerrar la puerta mientras el otro me amarraba las manos a la espalda con unas esposas. Después ellos comenzaron a alejarme de la habitación por un estrecho y húmedo pasillo.

El pasillo era oscuro y sucio como todo en este sitio al parecer. A los costados del pasillos había múltiples puertas que de seguro daban a otras habitaciones iguales como en la que había estado encerrada.

Al pasar por su lado pude escuchar leves sollozos y llantos que me confirmaron que había más chicas encerradas aquí.

- Fue muy ingenioso de su parte usar a la niña como señuelo para que ella aceptará, señor - Alagó uno de los soldados que nos acompañaba.

- Que esperas, todo es gracias al instinto maternal de las mujeres. Ellas siempre protegerán a las crías más pequeñas. Esta en sus genes. En el fondo todas son putas esperando ser preñadas por un macho fuerte para continuar con una descendencia apta para este mundo - Río el hombre se la sicatriz con un tono despectivo.

Sentí asco al escuchar la enorme cantidad de misoginia expulsada en la voz de este horrible hombre. Sin embargo pronto salimos de la sala de las habitaciones donde mantenían encerradas a las chicas. Pasamos por demás pasillos llenos de guardias y hombres asquerosos que me dirigieron miradas lujuriosas y todo tipo de comentarios obscenos.

Los hombres me miraron prácticamente desnudandome con la mirada, ellos babeaban como perros rabiosos e incluso estaba segura que intentarían saltar hacia mi y hacerme algo de no ser por que los guardias los alejaban diciendo que yo era especial y una "primiun" que sería entrega a alguien de alto rango aquí al parecer.

Intente encontrar alguna forma de escapar. Sin embargo no importaba por donde mirara no encontraba ninguna posible vía de escape. 

Y antes de que me diera cuenta habíamos llegado hasta lo que parecía ser una habitación con una enorme abertura en la pared que funcionaba como una especie de recepción.

Ahora que estaba prestando más atención, también pude oír un suave sonido similar al de unos aplausos húmedos.

Al llegar al frente de esa improvisada oficina pude ver con espanto y vergüenza como un hombre gordo, peludo, sudoroso y con una barba descuidada que aparentaba estar a mediados de los cuarenta follaba a una chica desnutrida y sucia con una mirada perdida sobre el escritorio.

La chica parecía realmente joven, no parecía tener mas de quince años. Su cuerpo estába lleno de moretones y desagradables marcas de golpes, sus ojos no mostraban vida alguna y su cara estaba completamente inexpresiva sin reflejar ninguna emoción. Un collar similar al de un perro o una mascota estaba envuelto alrededor de su garganta, el collar poseía una larga cadena cuyo otro extremo estaba agarrado firmemente por la regordeta mano del hombre que se la follaba.

- Hey Edgar, parece que te estas divirtiendo - Saludó el hombre de la sicatriz que me escoltada al otro hombre que tenia los pantalones abajo.

- Oh, Hola hombre, parece... uff... que me encontraste en un mal momento... ughh - Respondió el hombre identificado como Edgar mientras seguía follando a la chica en el escritorio sin mostrar ni el más mínimo indicio de vergüenza o pudor.

- Uff, oh joder... dame, dame un momento... aahh... ya- ya casi termino... oh mierda... - El hombre gordo aumento el ritmo y la intensidad de sus estocadas.

La mesa de madera en la cual estaba apoyada la chica y recibía toda la fuerza de las estocadas chirreaba y rechineaba con cada golpe.

Aunque la intensidad del acto había aumentado la niña siguió sin mostrar ninguna expresión en su rostro, la unía reacción que tuvo fue derramar unas tres pequeñas lágrimas de sus ojos muertos.

-¡Oh joder si!¡toma esto perra, toma esto!¡¡¡Ghgggg!!- El gordo hizo chillar sus dientes mientras se corría, vaciando toda su carga dentro de la pobre niña de quince años.

- Uff.. uff... muy bien, disculpen por eso, es que no puedo terminar una vez empiezo - Exclamó saliendo de dentro de la niña mientras se limpiaba el sudor que se había acumulado en su grasienta frente. 

El hombre de la sicatriz no parecía perturbado ni molesto en lo más mínimo y hasta parecía agrarle lo que veía.

Sin embargo yo tenía la cara pálida y la boca bien abierta por lo que acababa de ver. Shock, asco, desagrado, vergüenza, conmoción y muchas más emociones se arremolinaban alrededor de mi cabeza ante la descarada muestra de obsenidad que acababa de presenciar.

- Esta bien, yo tampoco puedo dejar de follarme el dulce coño de una niña cuando empiezo - Se rió el sujeto de la sicatriz.

- Y bueno Ivor - El gordo se refirió al hombre de la sicatriz, revelando su nombre - Por qué traes aquí a esta linda chica, no me digas que planeas entregarmela como regalo sorpresa - Edgar cuestionó con una asquerosa emoción, su barbuda papada teblo cuando su rostro se iluminó.

- No, lo siento amigo, esta es una primiun y se la vengo a entregar a Josef - respondió Ivor con una suave carcajada mientras negaba con su mano.

-¿Así que josef he?¡joder!¿por que demonios él siempre se queda con las mejores?- famfulló Edgar. La niña cuyo cuerpo todavía estába tirado encima del escritorio trato de levantarse. Sin embargo al entrometerse en el campo de visión del gordo este la abofeteó, tirandola al suelo por la fuerza del golpe.

-¡No me tapes sucia puta!¿¡que no ves que estoy teniendo una maldita conversación aquí!?- Edgar inundado en rabia pateó el estómago de la ñina haciéndola soltar un leve quejido de dolor.

Me sentí demasiado frustrada e impotente. Quería ayudar a esta pobre chica. Sin embargo sabía que cualquiera de mis intentos sería en vano. No sólo estaba esposada y privada de mi habilidad, sino que también uno de los dos guardias que acompañaban al hombre de la sicatriz estaba parado justo detrás de mi, listo para inmovilizarme si intentaba algo.

Sin embargo mientras yo me horrorizaba cada vez más por el trato inhumano que una persona estaba recibiendo justo ante mis ojos los dos hombres continuaron con su charla con la mayor normalidad.

- Él es el más fuerte aquí a excepción de Amanda. Y ya sabes como nos regimos: sólo él más fuerte tiene derecho a decidir, los débiles no tienen voz ni voto en este mundo - respondió Ivor ignorando la escena que su compañero acababa de montar.

- Ademas. Está linda chica y su jugoso trasero harán maravillas para contentarnos a todos después de que Josef termine con ella y la entrene - río el sujeto de la sicatriz antes de bajar repentinamente su mano y agarrar mi trasero.

Sentí perfectamente la callosa mano del hombre que debería tener alrededor de la misma edad de mi padre apretar con fuerza mi nalga derecha por encima del short deportivo que traía sin permiso. El asco, las náuseas, la indignación y la ira brotaron de mi cuerpo al sentir su nauseabunda mano entrar en contacto con una de mis partes íntimas.

-¡¡¡NO ME TOQUES PERVERTIDO!!!- Por reflejo me aparte de él mientas le escupía un poco de lo que cruzaba por mi mente.

-¡¡¡LA PRÓXIMA VEZ QUE ME TOQUES BASTARDO DE MIERDA TE ARRANCARÉ LA...!!!-

*¡Bofetada!*

Antes de que pudiera terminar de hablar recibí una fuerte cachetada por parte de Ivor.

- Respondiéndole de una forma tan bulgar a uno de tus dueños, que perra más indisciplinada... aunque pronto arreglaremos eso - el hombre de la sicatriz famfulló mientras me miraba con la misma mirada de superioridad que había visto en todos los hombres desde que llegue aquí.

-¡pudrete!- Mascullé, sin embargo uno de los soldados me golpeó en las piernas obligándome a caer al suelo y ponerme de rodillas.

- vaya, ¿tan rápido quieres comenzar a mamarmela?, tranquila, eventualmente llegaras a eso por lo que no hay por qué desesperarse - Ivor bromeó con una sonrisa de mierda disfrutando claramente de la humillación que me estaba dando.

Todos los hombres rieron por la broma que él acababa de hacer, desde los dos guardias hasta el gordo Edgar.

- Jajajajajaja, a esta perra si que le hace falta un poco de disciplina. Quizá dejarla unas cuantas horas con Josef no sea tan malo, eso le enseñará modales - Rió Edgar a la vez que pisoteaba a la chica todavía tirada en el suelo mientras sonreía obteniendo una especie de satisfacción sádica. 

- Hey Edgar, tranquilo, si bien tengo entendido esa niña ya ha tenido tres abortos por culpa de tus golpes, trata de dejar que tenga su siguiente embarazo. Quien sabe, a lo mejor el bebé nace con alguna habilidad fuerte - Sugirió Ivor.

- Tsk... nah, las mascotas sólo sirven para darnos placer, los bebés que ellas das siempre suelen ser demasiado débiles por lo que tienen que ser desechados. Aunque lo pensaré, quizá me lleve una sorpresa - Rió Edgar mientras miraba a la pobre niña en el suelo que todavía se agarraba el abdomen con dolor, mirando más detenidamente me percaté de que un poco de sangre había comenzado a salir de sus partes íntimas y a manchar sus piernas amoreteadas.

- Ustedes están enfermos - Mascullé con asco mientras trataba de ponerme de pie de nuevo -

- Vez, por eso siempre odio a las nuevas, van tan orgullosas de si misma, pensando que pueden negarse o tener opciones - Masculló Edgar haciendo que su enorme barriga temblará y se sacudiera.

- En fin, iré a entregarle a esta puta desobediente a Josef, ya me he atrasado lo suficiente - Dijo Ivor mientras me tomaba del brazo.

Por su acción anterior tuve la necesidad de alejarme por reflejo, sin embargo su agarre se apretó, haciéndome sentir mucho dolor y dejando de intentar resistirme.

- Esta bien, adiós viejo - Se despidió Edgar para luego agarrar a la chica del cabello y obligarla a levantarse.

- Ahora bien puta, continúemos donde lo dejamos - Dijo antes de forzar su pene dentro de la boca de la chica.

Mientras los demás hombres me alejaban miré con asco como la pobre niña era violada oralmente, ella ni siquiera tenía la fuerza de voluntad como para resistirse o morder a su abusador, simplemente se resignaba a dejar que ellos le hicieran la que quisiera, tal como una muñeca sin vida.

Continúamos caminando por un pasillo distinto, el suelo estaba lleno de manchas de sangre que formaban un rastro en dirección a una gran puerta de metal a la cual nos dirigíamos.

Una vez al frente de la puerta Ivor se apresuró al frente y golpeó la puerta para llamar la atención de quien sea que estuviera detrás.

- Hey Josef, llego la hora aportar a la organización esparciendo tu semilla -

Sonidos de cosas moviéndose y el sonido de metal golpeando algo provinieron desde el otro lado de la habitación para que después fueran remplazados por el sonido de pasos proviniendo hacia la puerta.

La gran y oxidada puerta de metal se abrió y un hombre alto, delgado, con un corto cabello verde, un mentón puntiagudo, y ojos rubi ocultos detrás de unos lentes redondos salió de la habitación.

- Oh, Hola Ivor, ¿me has traído a una nueva chica para mis esculturas?- El rostro inexpresivo del hombre que había tenido a la hora de salir por la puerta se deformó en una grotesca sonrisa que me provocó escalofríos que subieron por mi columna.

- No, tienes que preñarla, órdenes de los altos mandos - explicó Ivor.

Un enorme escalofrío recorrió todo mi cuerpo acompañado de un inmenso deseo de alejarme de estos degenerados y huir, sobre todo cuando los fríos ojos de ese tal Josef se fijaron en mi.

Josef se limpió la sangre de sus guantes de látex con la una bata de laboratorio con manchas de sangre seca que traía puesta.

- Hmm... - El hombre alto con toda la pinta de ser un médico loco extendió su brazo, su agarre de hierro apretó con fuerza mi mandíbula mientras acercaba su rostro al mio para inspeccionarme - Hubiera preferido que sea una niña menor a diez años pero igual servirá -

- Es bonita, pequeñita, tiene un bello cabello y un bonito rostro. Es una verdadera pena que no pueda convertirla en una muñeca -

Ivor suspiró ante las palabras de Josef el cual seguía inspeccionandome de pies a cabeza.

- Josef, trata de no matar a golpes a esta como a las otras, no es un simple "juguete" como las que normalmente tenemos en las celdas. Es una nivel alto y pronto la pondremos a parir bebés junto a las demás incubadoras. Así que trata de no dejarla tan hecha mierda cuando acabes con ella -

- Está bien - Suspiró Josef con leve decepción escapando de su voz mientras por fin soltaba mi rostro - Iré al grano. La preñaré y la entrenaré un poco. Puedes venir a buscarla en unos diez o quince minutos -

Y con esas palabras Josef me tomó con fuerza del hombro. Intente resistirme, sin embargo el hombre era demasiado fuerte y me arrastró hacia dentro de la habitación.

Por reflejo o por desesperación me volví para ver a los tres hombres que me habían traído aquí, intentando buscar algún rastro de ayuda al apelar a su empatia. Aunque en el fondo sabía que seria inútil. Y así fue.

Ivor y los dos guardias no esperaron más y simplemente se dieron la vuelta para marcharse.

Fuí arrojada dentro de la habitación, tropecé con mis propios pies y caí al suelo de rodillas mientras escuchaba como Josef cerraba la pesada puerta de metal detrás de mi con un chirriante y tosco sonido.

Me levanté con dificultad puesto que me sentía incómoda por las esposas en mis muñecas. Sin embargo cuando levante la cabeza me encontré en vivo con la habitación de los horrores.

Instrumentos puntiagudos y afilados, plástico, manchas de sangre pero sobre todo muñecas fueron lo que lleno mi visión.

La habitación entera parecía una bizarra fusión entre una sala de operación y un taller de muñecas.

Habían múltiples mesas llenas todo tipo de instrumentos tanto quirúrgicos como de carpintería, sobre ellas además habían varias partes de muñecas que parecían a medio desmontar además de manchas de sangre.

En las esquinas de la habitación habían alrededor de una docena y media de extrañas muñecas similares a niñas jóvenes posando de forma sugerente a modo de adorno. Las muñecas eran realmente realistas, incluso tenían el tamaño que tendría una niña pequeña de verdad, si estuviera más oscuro incluso podría confundirlas con niñas reales.

Aunque lo que en verdad llamó mi atención fue lo que había en el centro de la habitación.

Hay, claramente iluminada por el enorme foco en medio del techo justo encima de ella, se encontraba una mesa de acero inoxidable cuyos bordes goteaban sangre la cual se filtraba por unas pequeñas rendijas en el suelo

Y sobre ella, había un cadáver brutalmente mutilado. El cuerpo le debió pertenecer a una niña muy joven, quizá tan joven como Anni, sin embargo su pobre cuerpo estaba tan mutilado y destrozado que apenas era reconocible como algo más que un montón de carne sanguinolenta y deforme.

Le habían amputado los brazos y las piernas y se los habían remplazado por las extremidades de una muñeca, sus ojos habían sido remplazados por ojos de vidrio. Su cabello natural había sido completamente arrancado y le habían comenzado a coser una peluca rubia en su lugar. También múltiples partes de su cara y cuerpo habían comenzado a ser recubiertos de lo que parecía una capa plástica.

- Bienvenida a mi humilde morada - La voz de Josef llegó a mis oidos desde atrás. 

-¿Que...que demonios es esto?-

- Este es mi buen taller, el lugar donde hago y almaceno mis muñecas - respondió el depravado con una sonrisa de orgullo.

- Esto, esto es a- asqueroso - sentí náuseas al contemplar la macabra escena. Supongo que no hacia falta explicar de donde surgieron las extrañas muñecas en posiciones eróticas.

- Ellas son perfectas, no envejecen, no cambian, no crecen, son y serán hermosas para siempre - Exclamó Josef mientras miraba a sus diversas obras con morbosa adoración - Para tú  desgracia ya eres muy mayor para ser una muñeca. Pero los altos mandos me han ordenado embarazarte, así que vamos al punto y no perdamos más tiempo -

Al oír sus palabras salí de mi shock. Sólo para darme cuenta de que el hombre estaba parado delante de mí.

Y en un rápido movimiento, sus manos agarraron mi chaleco y con el bufó de fuerza que obtenía al activar su habilidad lo arrancó. Dejándo expuesto el sostén deportivo rosa que tenía debajo.

-¡¡M- maldito cerdo!!¡¡no te me acerques!!- Me aleje rápidamente de él, casi resbalando y callendo al suelo por la sangre que manchaba el suelo. Por reflejo quería envolver mi cuerpo con mis brazos para cubrirme de los ojos de este degenerado, sin embargo las esposas en mis muñecas me lo impidieron y de paso me recordaron que tan indefensa y en desventaja me encontraba.

Unos especies de hilos de energía de color verde brotaron desde la punta de los dedos de la mano derecha de Josef. Estos hilos se enrollaron alrededor de mi cuello, cortando mi oxígeno y asfixiandome.

Josef tiró de su mano bruscamente en su dirección. Las cuerdas en mi cuello se apretaron más y fui jalada violentamente hacia él.

Él tomó mi mentón con su mano derecha en un fuerte agarre aún con los hilos emergiendo de la punta de sus dedos mientras que con la otra se aferró a mi cadera. Los hilos se aflorajon un poco, dejándome respirar de nuevo.

Sin embargo el alivio duro muy poco, puesto que con su mano izquierda comenzó a delinear las curvas de mi cuerpo antes de acariciar mis muslos.

- S- Sueltame - Rogué mientras mi voz se fracturaba por el miedo que tenía. Sentía mucho miedo y desagrado, me asqueaba su toque y no quería nada más que él se alejara de mi y esto terminará. Sin embargo para mi mala suerte esto tan sólo acababa de comenzar.

- Tú no estás en posición de exigir nada, muchachita - Él susurró en mi oído a modo de respuesta antes de lamer mi mejilla y después el lóbulo de mi oreja.

Su mano derecha dejo de sujetar mi mentón con fuerza y en su lugar apretó uno de mis senos.

Solté un fuerte chillido que al parecer sólo lo emocionó aún más. Una desagradable sonrisa se formó en su rostro y siguió manoseado mi cuerpo en contra de mi voluntad con fervor.

Me retorcía bajo su agarre todo el tiempo tratando de safarme de sus sucias manos, sin embargo él era demasiado fuerte. Pequeñas lágrimas comenzaron a aglomerarse en las esquinas de mis ojos.

- Esta prenda esta molestandos demasiado, mejor quitemosla del camino - Josef agarró mi sostén y en un fuerte y doloroso tirón lo arrancó. 

Mis pechos quedaron expuestos y libres ante un hombre por primera vez. Un hombre que quería abusar de mi y no se detendría por nada hasta hacerme mucho daño.

Ya incapaz de aguantar las ganas de llorar las lágrimas comenzaron a caer libremente por mis mejillas sonrojadas.

- Oh, me gustan cuando lloran, son tan dulces. Aunque tranquila, guarda algunas para más tarde, todavía no llegamos a la mejor parte - Josef dijo mientras lamía una de las lágrimas que caía por mi mejilla.

En contra de mi voluntad y para mi vergüenza, mi cuerpo comenzó a reaccionar ante los diversos estímulos que estaba recibiendo. Mis pezones se endurecieron y un extraño calor comenzó a formarse entre mis piernas acompañados de una calida humedad.

- Jeje, ¿ya te estas poniendo cachonda?, estas chicas de ahora son todas unas putas calientes hambrientas de una verga - Bufó Josef para luego mover la mano que tenia en mi muslo y comenzando a acariciar mi entre pierna, aumento las horribles sensaciones que recorrían mi cuerpo mientras ahora pellizcaba mis pezones.

Me sentía sucia y como una puta al ser traicionada por mi cuerpo de esta forma, no quería esto, quería alejarme de este monstruo lo más lejos posible, sin embargo, ante los estímulos, mi organismo no distingia entre el amor de mi vida y un sucio abusador

- Por favor, por favor no me toques más *Sniff*.. por favor sueltame *Sniff* - Rogué completamente inundada de terror y pavor mientras las lágrimas, baba y mocos se escurrían por mi cara y se acumulaban en mi mentón.

Me sentía estúpida por haber pensado que yo podría lidiar con una situación como está. Soy una ingenua por pensar que podría encargarme de todo yo sola. ¿Donde estas John?, por favor, por favor ven rápido.

- Tú sólo eres un simple trozo de carne hecho para dar placer, así que deja de resistirte y conviértete en la muñequita que naciste para ser - Esa fue la única respuesta por parte de este demonio que disfrutaba y gozaba visiblemente de mi dolor y sufrimiento.

Las lágrimas ahora caían sin control mientras la desesperación me inundaba. Pero para mi alivio Josef retiró la mano que pellizcaba y manoseaba mis pechos y pezones, sólo para desabrocharse el pantalón y sacar su nauseabunda polla semierecta.

Aunque, gracias a que una de sus manos había dejado de sujetarme pude moverme y acomodarme. Y en un movimiento desesperado por escapar hize la primera cosa que se me ocurrió al poder contar con mis piernas libres a diferencia de mis brazos. Darle un rodillazo en sus partes íntimas.

El líquido preseminal que había empezado a acumularse en la punta de polla manchó mi rodilla cuando esta impacto con su verga y con sus testículos. Sin embargo fue efectivo ya que el degenerado se encogió de dolor, soltandome par agarras sus genitales con dolor

-¡¡¡Aggghh!!!... tú, ¡maldita perra!- Él masculló.

Sin embargo yo no lo escuche y simplemente corrí. Corrí hacia ningún lugar y sin ninguna ruta de escape, simplemente quería alejarme de este pervertido y plantar la mayor distancia entre este tipo y yo.

Pero para mi defortunio mi carrera no duro mucho. Puesto que mientras corría con los ojos cegados por las lágrimas de terror y miedo sentí como algo agarraba con fuerza mis tobillos. Haciendo que callera y golpeara mi frente contra el suelo.

Acto seguido fui arrastrada varios metros antes de ser levantada en el aire y ser arrojada con brusquedad sobre algo.

Mi espalda cochó contra algo que se sentía blando y semi sólido al mismo tiempo a la vez que sentía como algo húmedo manchaba mi espalda.

Me levanté lo más rápido que pude. No me importaba saber donde había caído, simplemente quería seguir corriendo. Sin embargo una fuerte mano enguantada se cerró alrededor de mi garganta y me apoyo con fuerza contra la que ahora suponía era una mesa de la que acababa de levantarme.

-¡¡Tú maldita perra!!- Josef rugió de rabia - Esperaba no tener que disciplinarte, pero veo que no tengo otra opción -

Él levantó su gran puño en el aire, las  venas de su brazo se hincharon con fuerza debajo de su bata de laboratorio ensangrentada mientras sus nudillos crujian a la vez que eran alumbrados por el foco de luz que se encontraba justo arriba de nosotros 

Había estado en muchas peleas a lo largo de mi corta vida y había recibido muchos golpes. Sin embargo cuando los nudillos de aquel hombre impactaron contra mi mejilla machucando mi carne y tirándome al suelo por la fuerza detrás del impacto  nunca antes me había sentido tan débil y vulnerable.

-¡Sucia puta!¡ponte de pie!- Largas cuerdas de energía se enrollaron al rededor de mi cuello una vez más y me levantaron con brusquedad, quemando mi garganta por el violento roce.

Sólo para volver a recibir otro golpe en la cara por parte de Josef, sin embargo esta vez no caí al suelo a poner todo mi peso contra la mesa de metal en la cual se encontraba presionada mi espalda.

Aunque eso no hizo nada para amortiguar los continúos y brutales puñetazos que Josef me dio en la cara.

Varios de mis dientes salieron volando y otros cuantos directamente se partieron dentro de mi boca. Después de una cantidad de tiempo que no pude determinar Josef por fin detuvo sus incesantes golpes.

Mi rostro se había hinchado debido a los moretones, mis labios se habían ido flamado y partido y mis ojos estaban completamente morados debido a los golpes, a duras penas podía abrir uno para ver mientras que el otro estaba tan inflamado que parecería que me estaba creciendo un tumor cancerígeno.

Sin embargo cuando lo abrí bien y cuando la espesa capa de lágrimas se aclaró note que Josef no había terminado su asalto, simplemente había estado cargando otro golpe aún más devastador que el resto.

*¡Crack!*

Cuando su puño se estrelló en medio de mi cara esta vez, mi nariz soltó un desagradable crujido que resonó por toda la habitación mientras el tabique se rompía y se aplanaba contra mi cara dejando mi nariz como la de un cerdo.

Una enorme cantidad de sangre comenzó a gotear de mi destrozada nariz, los espesos coágulos de sangre se juntaron con las muchas lágrimas y mocos que habían embarrado mi cara.

Después de esto ya no me quedaban fuerzas para resistirme en absolutamente nada. Por lo que cerré el único ojo que aún me sentía e intente desesperadamente sumergirme en mis recuerdos más felices para escapar de este infierno.

Recordé las clases de cocina que había tendido con mi madre, mis entrenamientos con Rei, mis salidas de diversión con mis amigos y la noche de cine que había tenido con John donde casi lo beso, y entonces genuinamente desee volver a esos momentos, volver a los seguros brazos de John que podrían sujetar todo el peso del mundo en ellos.

Sin embargo toda esa fantasía fue brutalmente destruida cuando Josef me tomó de cabello y me obligó a mirarlo.

- Serás una esclava reproductora, estarás todo el tiempo acostada en una cama siendo follada a diario para dar a luz a tantos bebés como puedas, por lo que ya no te harán falta tus brazos ni tus piernas. Te los apuntaré antes de devolverte a Ivor - Él sádico hombre rió, probablemente al ver la expresión de absoluto terror y desesperación en mi deformado rostro, sin embargo él todavía estaba lejos de terminar.

- Pero primero terminaré la tarea que me encomendaron - Dijo bajando su mirada hacia mis partes privadas.

Sin embargo tanto mi abusador como yo nos percatamos de que un líquido extraño se escurría por mis piernas, manchando mi short y formando un pequeño charco amarillento en el suelo.

Al parecer en algún momento en el que ni siquiera me había dado cuenta, me había orinado encima.

Sin embargo eso lejos de arquearle a Josef sólo provocó que su sonrisa se ensanchara aún más.

- Jeje, ese truco no te servirá conmigo, niña - Múltiples hilos de energía esmeralda salieron de sus dedos y en una serie de rápidos movimientos los hilos cortaron mi short con tal precisión que no dañaron mi piel.

Mi destrozada prenda calló al suelo hecha pedazos, tanto el short como mi ropa interior fueron destrozados. Por lo que mi vagina quedó expuesta al frío aire de la clínica del horror, a completa merced del monstruoso hombre que me daría pesadillas de ahora en adelante.

- Jeje, que lindo... - Él me levantó y me obligó a recostarme de espaldas   contra la fría mesa de metal levantando mis piernas y dejando mi feminidad expuesta para él. Sólo ahora me percataba de que todo este tiempo había estado recostada sobre la mesa con el cadáver mutilado de la niña.

Josef pasó su repulsiva mano por mi cara, ensuciandola con mi sangre y mocos para luego pasarla por su polla y usar mis fluidos como lubricante la cual estaba totalmente erecta e hinchada. Seguramente es de esos que se excitan al provocarle dolor a otra persona.

Acto seguido abrió mis piernas para tener libre acceso a mi vagina mientras alineaba su polla contra mi entrada. Listo para tomar mi virginidad encontra de mi voluntad.

Todo terminó. Cerré los ojos con fuerza mientras me resignaba a mi horrible destino. Había perdido por completo toda esperanza de que John llegará y me salvará. Yo sería violada, seria violada por este horrible hombre y nada podría evitarlo.

.

.

.

*¡¡BOOOOOM!!*

O al menos eso es lo que había pensado...

El estruendoso sonido de una explosión sacudió la fabrica entera.

-¿¡Que carajos fue eso...!?- Cuestionó en voz alta Josef, soltándome y mirando a su alrededor con confusión. Para mi alivio, la explosión había ocurrido justo antes de que ese degenerado pudiera si quiera comenzar a meterla.

Los sonidos de explosiones y gritos se escucharon sin parar. Y cada vez se acercaban más y más, parecía que veían exactamente en nuestra dirección.

Una leve esperanza se encendió en mi corazón y una pequeña sonrisa se formó en mi destrozado rostro al comprender de quien se trataba todo ese escándalo, al fin y al cabo él era la persona más estruendosa que conocía.

La dura y enorme pared de hormigón reforzado de la habitación explotó en mil pedazos. Los escombros volaron por el aire mientras un destello negro de muerte y destrucción los cruzó a toda velocidad llendo directamente en nuestra dirección.

Entre el medio del polvo y los fragmentos de escombros pude distinguir dos ojos dorados ardientes de furia y cólera en aquella figura envuelta en una oscura y espesa aura asesina tan densa que casi podía ser cortada por un cuchillo.

-¡¡¡¡QUE CARAJOS CREES QUE LE HACES A NUESTRA CHICA!!!-

Un colérico e imponente rugido resonó por toda la habitación mientras la figura chocaba contra Josef.

El degenerado logró cubrirse con una barrera hecha a partir de sus hilos. Sin embargo eso no evitó que saliera volando hasta chocar contra la otra pared en el lado opuesto de la habitación.

Y ahí. Brillando al ser iluminado por la luz del techo y parado en toda su máxima gloria se encontraba mi salvador.

Una máscara de cráneo, un salvaje caballero ébano y un chaleco sin mangas completamente cubierto de sangre y polvo se encontraba el chico al que había llegado a apreciar y por el que creo comenzaba a sentir algo demasiado fuerte.

- John... - Susurré, toda mi cara dolió a la cuando tuve que mover mis labios, pero incluso así valió la pena.

Cuando escuchó mi susurró, los ardientes ojos de John dejaron de reflejar odio y rabia y se fijaron en mi, ahora demostrando preocupacio y cariño.

-¡¡Remi!!- Él gritó y al instante siguiente me encontraba cargada entre sus brazos al estilo nupcial.

-¿¡Estas bien!?, tranquila, te curaré ahora mismo - Él se agachó y me recostó con suavidad en el suelo mientras comenzaba a curar mi rostro, seguramente con alguna habilidad que había copiado.

Sin embargo yo todavía no respondía, lo miraba como si fuera un sueño hecho realidad, como si el cielo hubiera escuchado mis plegarías, una fantasía, algo demasiado bueno para ser verdad. Pero al sentir sus fuertes brazos envolverme me percaté de que todo era real. Mi caballero me había rescatado de las sucias garras de ese degenerado.. mi héroe había llegado.

Y mientras mi rostro sanaba lentamente, me levanté bruscamente con todas las fuerzas que me quedaban para abrazarlo con fuerza, con miedo de que fuera a desaparecer y me quedará sola de nuevo.

Ni siquiera me importó que él estuviera cubierto de sangre y yo completamente desnuda, lo único que me interesaba era él y estuve tan ocupada abrazandolo y llorando en su hombro que casi no me percató del familiar hombre de cabello azul atado en un cola de caballo que lo acompañaba.

Estaba a punto de decir algo. Sin embargo una desagradable voz interrumpió nuestro momento.

-¿U- ustedes bastardos creen que pueden interrumpir en mi taller sin recibir un castigo?... - Cuestionó Josef con ira mientras levantaba ambos brazos e hilos salían de cada uno de los dedos, moviéndose a gran velocidad y cortando todo lo que estuviera a su alrededor como muestra de su poder - Voy a torturarlos tanto que van a desear... -

Sin embargo antes de que tuviera oportunidad de completar sus amenazas un destello azul pasó por su lado. Acto seguido sus dos manos calleron al suelo mientras que Blue estaba parado a su lado con una de sus espadas de energía entre sus manos.

- Yo me encargaré de él, tú consuela a tu novia - Dijo Blue en dirección a John para luego mirar al impactado y shoqueado Josef que miraba sus manos recién amputadas en silencio y con una mueva de conmoción e incredulidad plasmados en su rostro.

- Y tú, ni creas que morirás rápido... después de lo que le hiciste me asegúrate de que sufras hasta el último segundo - Dijo Blue mientras sus ojos brillaban de un venenoso y tóxico color verde que no auguraba nada bueno antes de lanzarse en dirección a Josef.

Sin embargo no continúe mirando la escena y si me centré completamente en mi salvador que todavía seguía abrazandome y curando mi rosto y demás heridas al mismo tiempo.

- Yo... *Sniff*... él quizó... *Sniff*... si no llegabas tan rápido él hubiera... - lloré en su hombro ahora con la mayoría de mi cara completamente curado. Mis dientes se habían reparado y los que había perdido me habían vuelto a crecer a gran velocidad, los moretones e inflamaciones en mi cara casi habían desaparecido, mis ojos ya no estaban tan morados como antes y ahora podía abrir los dos e incluso mi nariz había sido reparada.

- Tranquila Remi, estoy aquí, estoy aquí contigo a tu lado y no me iré jamás - John me consoló mientras aumentaba la fuerza de su abrazo. Todo con los desgarradores gritos de dolor y sufrimiento de Josef provenientes desde el otro lado de la habitación.

- Yo... *Sniff*... he visto cosas terribles... h- hay más chicas encerradas aquí, tenemos que rescatarlas - Dije mientras por fin recuperaba la compostura al comprender que lo peor había pasado.

No hay tiempo para llorar, Anni, Rein y todas esas otras chicas aún siguen encerrada.

Eso fue lo que pensé mientras un objeto de carne y bañado en sangre caía serca de nosotros. Con sólo una pequeña mirada de reojo me percaté de que se trataba del pene amputado de Josef.

- Tranquila, también las rescataremos, y mataremos a todos estos bastardos... - Dijo John para luego sacarse el chaleco que traía puesto y dándomelo para que me cubriera, dejando su músculoso torso expuesto.

Él me miró a los ojos, aquellos hermosos y profundos soles de oro fundido brillando con pura furia detrás de ellos. Al verlos y conociendo la actitud de John un sólo pensamiento cruzó mi cabeza.

Está noche abra una masacre. 

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