Pov John

- Entonces viejo, oye esto: Un grupo de adolescentes extremadamente violentos, entrenados y adiestrados para matar, son enviados a una de las escuelas más prestigiosas del país con la misión de protegerla, debido a que esta constantemente siendo atacada por grupos de criminales y organizaciones malvadas, ¿que te parece la sinopsis?- Preguntó Cripple.

- Me parece media rara, digo, suena bastante forzado, el director de esa escuela tendría ya que estar bastante desesperado y sin ninguna otra opción. Además, ¿que no había ya una historia muy parecida?, creo que se llamaba Amber Forces o algo así - Respondió Tyrant. 

- Sí, pero creo que ese autor la dio en adopción, pero como sea, tengo pensado un poco de la trama y la personalidad de su protagonista será una fusión de la mente psicótica de Tyrant y la brutalidad de Black, ¿que les parece?- 

-¿Por que yo no tengo una representación?- Interrogó un ofendido Joker. 

- Tranquilo, crearte un personaje como tú en tu honor. Por otra parte ya lo tengo casi todo, aunque me falta el nombre - 

- Podrías llamarla Escuadron de la muerte - Me integré a la conversación de mis otros yo con una sugerencia mientras limpiaba uno de mis cuchillos y le echaba un poco de aceite para mantener su filo.

Me encontraba dándole mantenimiento a mi equipo en mi habitación con una botella de whisky al lado mío de la cual bebía ocasionalmente para entretenerme. Mi herida ya había sanado por completo, por lo que pronto volvería a salir a las calles, tendría que avisarle a Remi aunque se que a ella no le gustará la idea. 

*Tock*Tock*Tock* 

Estábamos a punto de seguir hablando, sin embargo unos golpes en la puerta de mi dormitorio interrumpieron nuestra actividad. 

Los fragmentos se callaron de inmediato. Deje lo que estaba haciendo de lado. Tomé un último trago de mi botella de whisky para luego comenzar a caminar con precaución hacia la puerta, sólo en caso de que hubiera una desagradable sorpresa del otro lado de la puerta. 

Con mi pasiva podía detectar dos auras del otro lado, una me parecía conocida aunque ya no podía detectarla con tanta fluidez. Supongo que no usarla en combate a hecho que se oxide un poco. 

Una vez al frente de la puerta entre abrí para ver de reojo a las personas que estaban del otro lado mientras apretaba con más fuerza mi cuchillo. 

-¡Holi John!- 

Sólo para ver la gran y radiante sonrisa de Remi cara a cara la cual podría jurar que incluso me cego por unos momentos al ser la primera vez que la veía en todo el día.

- Haaaa mis ojos, es demasiado dulce - Chilló Tyrant al ser el que menos acostumbrado estaba a tratar con el optimismo de la pelirosa. 

- Oh, hola Remi - Le devolví el saludo a la vez que inconscientemente relajaba el agarre sobre mi cuchillo, al ver que sólo era ella mi cuerpo se relajó y guarde el cuchillo en mi short, el cual pronto fue ocultado por mi la camisa olgada que traía. Sin embargo al abrir la puerta por completo, mi rostro se volvió de piedra al ver a la persona parada detrás de ella. 

- Remi, ¿que carajo hace él aquí?- Cuestioné mientras señalaba a cierto chico rubio. 

- Oh, él vino por que tiene algo que decirte - Respondió Remi haciéndose a un lado para no estorbar entre los dos. 

Arlo se aclaró la garganta antes de dar un paso al frente. 

El rubio batalló por unos segundos para reunir sus palabras mientras yo sólo esperaba a ver lo que tenia que decir - Yo... lo siento... lo siento por arrastrarte a la jerarquía y por emboscarte. Esto no es sólo una escusa o una disculpa vacía como tú debes pensar, yo de verdad lo siento - Arlo agachó la cabeza mientras decía aquellas palabras. 

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.

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Por unos segundos todo quedó en silencio ya que nadie decía o hacia algo más.

Remi me miraba con una expresión expectante y una sonrisa emocionada. Y Arlo aunqe seguía con la mirada agachada parecía inquieto y hasta extrañado. 

-¿Y?- Pregunté por si el rubio tenia algo más que decir. Sin embargo Remi me dió una rápida descarga eléctrica que aunqu no me dañó de forma grave me dio una sensación terriblemente desagradable. 

-¡Auch!¿y eso por que?- Cuestioné con dolor. 

-¡Y tienes el descaro de pregunta!- Ella exclamó - Arlo se esforzó mucho por dar su disculpa, ¿y tú sólo respondes "y"?- 

- Oh si eso. Arlo esta bien, disculpa aceptada... ¿o eso querías que diga?¡vete al carajo!- Mascullé con rabia. 

Después de mis palabras otro chispazo eléctrico más grande que el anterior voló hacia mi pero esta vez pude esquivarlo al hacerme a un lado a tiempo. 

-¡¡John!!- Gritó la pelirosa. 

-¿Puedes dejar de hacer eso?- Solicite fastidiando a una enojada Remi envuelta en relámpagos y con sus ojos brillantes. Ella lucía bastante molesta y furiosa. Aunque en lo personal su furia sólo la hacia ver muy tierna. 

- John, sé que no confías en mis palabras pero esta vez lo digo completamente en serio. Quiero poner un fin a este conflicto entre nosotros cuyo daño colateral le ha costado mucho a la escuela - Explicó Arlo - Así que te pido perdón, o aunque sea un alto al fuego.

-¿Estas de broma verdad?¡te odio!, cada vez que veo tu puta cara recuerdo la puta mueca asquerosa que tenias cuando me emboscaste con Ventus y Meili y tengo ganas de golpearte, todo este tiempo he tratado e ignorarte para no volver a perder el jodido control. Pero no lo mal pienses, ni de puta broma te perdonaré y seria tu amigito - Exclamé levantando la voz por momentos para luego recuperar la compostura - Y ni tú podrás cambiar eso - Interrumpí a Remi la cual estaba a punto de protestar mientras la señalaba. 

- Entiendo - Dijo Arlo con simpleza para luego darse la vuelta y prepararse para irse. Sin embargo yo lo detendría al poner una mano en su hombro. 

- Pero... - Arlo extrañado se dio la vuelta para quedar cara a cara - Yo también estoy harto de las peleas y los conflictos. Así que mejor hagamos esto, Arlo. Tú y yo nos ignoraremos mutuamente y no nos entrometeremos en la vida del otro, si estamos en la misma habitación haremos de cuenta que el otro no existe y sólo interactuaremos si es estrictamente necesario, ¿okay?- 

- Que no hemos estado haciendo eso mismo últimamente - él acuerdo. 

- Estoy bien con este trato, ¿pero de verdad simplemente resolveremos esto de esta forma?¿así sin más?- Él cuestionó extrañado.

-¿Que más quieres?¿un momento emotivo e intenso de evolución y desarrollo para los dos?, deja el maldito drama de lado y dame la puta mano para terminar con esto de una vez - 

Sin más ambos nos estrechamos las manos de una forma bastante robotica y tosca bajo la disconforme mirada de Remi. Ambos continuaremos con el gesto por unos segundos antes de que nos separáramos como si el otro tuviera la plaga. 

- Bien, ahora largate de mi habitación y no vuelvas nunca más - Dije una vez finalizado el acuerdo.

Arlo no dijo nada y sólo se dio la vuelta para marcharse, él miro una última vez a Remi para ver si ella lo seguia, sin embargo la pelirosa se quedo donde estaba. Al ver que Remi no tenia intención de acompañarlo él simplemente volvió su cabeza y se marchó cerrando la puerta después de su partida. 

Así que ahí estábamos sólo Remi y yo. Podía sentir como los agudos ojos de la pelirosa me perforaba la cabeza con la mirada, me giré para verla plantada con los brazos cruzados y un ceño fruncido en su rostro. 

-¿Que?- Interrogué al no comprender que había hecho mal.

- Eres un idiota - Ella masculló.

Yo sólo bufé ante sus palabras - Dime algo que no sepamos - 

Me di la vuelta y volví a mi habitación con la intención de seguir limpiando mi equipo. Remi me siguió hecha una furia mientras me reprochaba sin parar. 

-¡No podías actuar con indulgencia y dejar tu rencor de lado!¿¡verdad!?- Ella exclamó con rabia y probablemente frustración cuando sus planes no salieron como ella quería. 

- Nop - Respondí mientras seguía caminando sin siquiera mirarla. 

-¿¡Por que simplemente no lo olvidas y le perdonas!?¿por que estas tan comprometido a no querer tener nada que ver con él?- 

- Por qué lo odio y mucho, y sé que él también me odia a mi sólo que no lo dice en voz alta -

- Si le dieras una oportunidad, verias que Arlo de verdad ha cambiado. Puedo decirte con total seguridad de que ya no es el mismo que conociste al principio -

- Pues adivina que, no me importa, yo soy como soy - Respondí mientras entraba a mi habitación sin importarme sus palabras para gran desagrado de la pelirosa.

- Tú no... - Remi me siguió hasta dentro de mi habitación mientras seguía protestando, sin embargo se detuvo abruptamente al ver mi equipo de vigilante regado por todo el cuarto. 

- Tú... ¿vas a volver a las calles?- Ella preguntó con un tono de voz extrañamente decaído y reacio. Como pense, la idea no le gustaba para nada. 

- Por supuesto, la herida ya ha sanado por completo hace mucho tiempo y ya llevo demasiado tiempo de descanso. Debo ponerle un ojo a Imperius Blood cuanto antes para evitar que sigan desapareciendo más estudiantes - Dije mientras sacaba el cuchillo que había ocultado en mi short y lo dejaba en mi escritorio con mis otras cosas.

- P.... pero aún no - Remi estuvo por protestar sin embargo yo la interrumpí al ya estar harto de que ella siempre tratara de retenerme el mayor tiempo posible. 

- No, escucha, sé que tú no quieres que vuelva, pero lo haré te guste o no, así que si no quieres tener nada que ver con esa vida te sugiero que no me acompañes -

-¿Y como planeas hacer eso exactamente?- Pregunté esperando acorralarla y dejarla sin respuesta. Sin embargo ella respondió algo que nunca me esperaría. 

Mirándome a los ojos sin vacilación ni duda y con una confianza inquebrantable en sus ojos ella respondió a mis palabras - Si vas entonces te delatare - 

Mis ojos se abrieron con sorpresa y shock, de verdad no me abría esperado que ella dijera eso, sentí una presión dolorosa en el pecho al escuchar sus palabras seguída de una diminuta chispa de rabia que se agrandaba con cada instante, mientras que también una pequeña vocecilla en mi interior me recordó a la traiciónde Claire y Seraphina. Encontrando inquietantes similitudes entre los momentos con ellas dos y ahora con Remi. 

- Ya se calentó esta mierda - Exclamó Cripple el cual prestaba mucha atención a nuestra discusión mientras comía palomitas de maíz. Pero yo estaba demasiado concentrado en la pelirosa en frente de mi como para prestarles mayor intención. 

- No, no lo harías, no podrías - Declaré más como un pobre intento de convencerme a mi mismo de que ella no sería capaz de traicionarme que como un desafío. 

-¿Como estás tan seguro?- Ella respondió con una sonrisa confiada. En ese momento la pequeña chispa de rabia que tenia en mi interior se convirtió en un intenso fuego furioso. 

-¡No!¡nadie se interpondrá!.... ni siquiera tú - Exclamé mientras levantaba mi voz. 

-¿Entonces que harás?- Desafió Remi sin quitar esa pequeña sonrisa confiada de su rostro. 

-¡Entonces te mataré!- Sentencié con una voz fría como el hielo mientras mis agudos ojos se clavaban en ell como dagas.

- Entonces hazlo - Remi respondió a mi amenaza con una declaración simple. 

-¿Que?- La duda me invadió superando en gran margen mi rabia. Sin embargo para mi sorpresa Remi tomó el cuchillo que había dejado sobre el escritorio para luego ponerlo en mi mano y giarla hasta su cuello. La punta afilada y aguda del cuchillo quedó a escasos sentimetros de su llugular. Hasta el más suave movimiento con la muñeca podría degollarla. 

- Entonces adelante John, matame. Matame por que no dejaré que salgas y arruines cada vez más tu mente - Ella desafió aún manteniendo su pequeña sonrisa mientras que sus ojos estaban clavados en mi sin reflejar el más mínimo indicio de miedo, ella ni siquiera activo su habilidad como forma de defensa para salvar su vida en caso de que yo realmente trate de matarla. 

- Sabes que, retiro todo lo que alguna vez dije de esta chica, ella ciertamente tiene agallas - Expresó Tyrant mientras soltaba una gran carcagada por la valentía de Remi. 

Ignoré por completo la exclamación de mi alterego. Demasiado asustado y conmocionado por lo que Remi estaba haciendo como para prestarle atención. Mis manos no paraban de temblar y si tuviera un espejo en frente podría decir que tenia la cara pálida y sudor frío corría por mi nuca.

Mi cuerpo había quedado completamente paralizado y rígido como una piedra. Yo no podía, incluso si ella me delataba y pasaba el resto de mi vida en la cárcel, yo no quería y simplemente no podía matar a Remi. 

- No... no puedo... simplemente no puedo - Dije en voz baja mientras apartaba mi mano y soltaba el cuchillo el cual cayó al suelo con un ruido sordo sin causar ningún daño. 

Remi me contemplo en silencio mientras que yo me sentaba en mi cama sintiendo como el cuerpo me pesaba al tratar de recomponerme de lo que seguramente era la peor derrota de mi vida. Remi me siguió y se sentó a mi lado, ella extendió sus brazos y tomó mi cabeza para tirarla hasta ella con suavidad. Yo no di ninguna resistencia y me deje giar para que ella posara mi cabeza en su regazo con un movimiento suave. 

- No sé como lo logras, pero tú siempre ganas - Dije mientras sentía como sus manos acariciaban mi cabeza. 

- Perdón por llevarme a esa situación - Oí su suave voz resonar en la ahora silenciosa habitación - Pero no me gusta que salgas, siento que sólo te causaras más daño a ti mismo con tanta violencia, y no  me gusta verte herdio ni cuando pareces perder la esperanza, siempre recuerdo la mirada vacía y sin vida que tenias antes y me duele imaginar que volverás a ella - Me quede en silencio mientras la escuchaba soltar sus temores, pero veo que realmente es importante para ti, así que no te detendré, incluso te acompañare para asegurarme de que no te derrumbes. Y por si te lo preguntas, de verdad no iba a delatarte, nunca lo haría -

Giré mi cabeza para verla a la cara con las cejas fruncidas, molesto por el hecho de que ella jugará con mi mente de esa forma. Remi sólo rió en voz baja al ver mi cara. Yo por mi parte decidí cambiar el tema en dirección a nuestra próxima misión mientras superaba mi molestia. 

- Imperius Blood es un grupo dedicado al secuestro de personas para dios sabe que, pero es un hecho de que esta metido en asuntos muy turbios, ¿de verdad estas segura de ir? podría ser la peor misión que tendremos, será casi como un viaje al infierno - Advertí por el miedo que tenia de que Remi viera algo que fuera demasiado para ella. 

Ante mi declaración Remi sonrió mientras seguía acariciando mi cabello - Si vas al infierno, entonces te acompañare, al menos de esa forma no estarás solo - 

Mis ojos se abrieron con sorpresa, aunque de un momento a otro una sonrisa a juego con la de Rmi se formó en mi cara mientras sentía un extraño calor en el pecho. 

-¿Vamos al cento comercial a divertirnos una vez más te parece? para terminar de disfrutar estos días pacíficos que hemos tenido - Ella preguntó mientras continuaba dando suaves caricias en mi cabello. 

Rompí el contacto visual ininterrumpido que habíamos tenido desde hace quien sabe cuanto tiempo mientras me levantaba de su regazo - Si claro, sólo dame un segundo para que me cambie - Dije señalando el hecho de que estaba vestido con unos short cortos, una camisa olgada y que mis pies estaban descalzos. 

- Oh, esta bien, te esperaré a fuera, no tardes - Ella finalizó mientras se levantaba de la cama con un pequeño brinco para luego salir de la habitación. 

Me quedé contemplandola marchar en silencio, apreciando cada segundo en el que podía ver esa hermosa sonrisa. 

Y mientras buscaba unos pantalones y alguna chaqueta en mi armario, recordaba el curioso calor en el pecho que sentía al verla dirigirme esas sonrisas que podían iluminar hasta el lugar más oscuro. 

Espero que esa sonrisa nunca desaparezca.