Pov Remi. 

Me desperté de la pequeña siesta algún tiempo después. Me refregé los ojos aún estando un poco adormilada y miré la hora en mi celular, percatándome de que tan sólo habían pasado quince minutos.

Todos mis amigos y los estudiantes todavía estaban ocupados en sus propias cosas. Arlo y Seraphina eran los que mejor habían aceptado la presencia de John, actuaban con normalidad para este punto. Blyke, Isen y Elaine por otro lado todavía estaban algo dudosos y no estaban muy cómodos al igual que los estudiantes más temerosos y desconfiados. 

También note que alguien había barrido los cristales rotos de la ventana y los había amontonado en un pequeño bulto bastante serca de donde estábamos durmiendo. 

Después del pequeño vistazo a la habitación, tuve la repentina necesidad de ir al baño para hacer mis necesidades. Probablemente era la razón por la que me desperté en primer lugar.

Miré con duda a John, el cual todavia estaba sumergido en un sueño profundo. No sabia si sería buena idea dejarlo sólo, tenia miedo que algo malo pudiera pasar. Pero luego concluí que no era un riesgo tan grande, sólo serán unos segundos, además ¿que es lo peor que podría pasar? John ya no es el idiota irracional de antes y nadie aquí es tan estúpido como para tratar de provocarlo únicamente porque si. 

Y con esos últimos pensamientos en mente salí de la casa segura en dirección al baño de chicas. 

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Pov John. 

Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Ya no me encontraba en la casa segura. En lugar de un gran salón lleno de pupitres, sillas y armarios, todo fue remplezado por paredes carcomidas y destruidas de una casa en tan mal estado que no parecía ser habitada por nada ni nadie. Lamentablemente ese no era el caso. Esté era mi hogar, o mejor dicho mi espacio mental. 

Dí un corto suspiro antes de mirar con desdén a la casa en la cual ahora me encontraba.

Estaba en lo que se suponía era la entrada de la vivienda, aunque una mirada detrás de mi bastó para destruir esa idea. En el lugar donde se suponía debería de estar la puerta de entrada que conectaba el interior con el exterior. No había nada, la pared simplemente continuaba, no hay necesidad de salir fuera de esta casa. Tampoco había ventanas ni nada que diera al exterior. 

Delante de mí se encontraba una escalera con tablones de madera desgastada y podrida que deba al piso de arriba. Continuando el pasillo aún lado de las escaleras se encontraba una puerta sellada con muchas tablas, cadenas y candados. Ese era el "sótano", el lugar donde moraba el abismo. 

Si se prestaba atención a las agrietadas paredes se podría apresiar que estas estaban garabateadas con frases delirantes como "soy un monstruo"o "merezco pudrirme en el infierno" además de tener múltiples manchas de sangre seca que hacía algo difícil notar estos garabatos. 

Ha mi derecha se encontraba lo que se suponía debía ser la cocina, la cual estaba completamente despojada de muebles a excepción de una nevera, sellada con cadenas y candados al igual que el sótano, líquido rojo y negro con un olor nauseabundo se escurría por la parte de abajo del aparato, me traía malos recuerdos como a todos los demás fragmentos. 

Ignorando la escalofriante cocina caminé hasta donde los nos solíamos reunir, la sala de estar de esta surrealista casa, la cual usábamos como centro de reunión. 

Entré en una habitación tenuamente iluminada por una bombilla parpadeante que apenas colgaba de la habitación que parecía apunto de caerse en cualquier momento. En mitad de la sala de estar había una enorme pantalla que casi ocupaba toda la pared de la habitación. La pantalla no pertenecía a un televisor ni nada por el estilo. Era más como una grieta interdimensional con forma rectangular que flotaba a pocos centímetros de la pared de la habitación por arte de magia. Justo enfrente de la pantalla sobrenatural se encontraba un gran sofá para una persona. 

Además del gran sofá no había mucho más. Algunas sillas, sofás extra, una máquina de refescos y... ¿una almohada del tamaño de una persona, con el gravado de Remi en traje de conejita playboy?. 

- Pero que carajos...-

- Oh, hola Black, que tal - Saludó Joker mientras también entraba en la sala. 

- Hola Joker... ¿de donde salió eso?- Cuestioné mientras señalaba a la almohada. 

- No lo sé, apareció de la nada... aunque Cripple le agarró cariño y se lo quedó - 

- Hola chicos - Saludó Cripple a la vez que entraba a la habitación - Uh, con que aquí estaba - Cripple se dirigió a la almohada y la levantó. 

- Cripple, ¿puedes explicar que es eso?- Interrogué por la presencia de la almohada. 

-¿Que? simplemente apareció, me gustó y me la quede, ¿acaso puedes culparme? mírala, es una almohada de Remi con un traje de conejita, ¿quién en su sano juicio no se lo quedaría?- Explicó Cripple como si fuera algo de sentido común que cualquiera haría. 

- Aaahhh, ¿que mierda sucede?- Preguntó Tyrant también entrando dentro de la sala y uniéndose a la conversación - 

- Estamos hablando de por qué Cripple tiene una almohada de Remi - Le dí una breve explicación. 

- Es nuestra waifu. Debíamos tener algo referente a ella en nuestro espacio mental - Explicó Cripple. 

- Pinche otaku enamorado de un objeto inanimado... oye Cripple, después me prestas esa almohada un rato - Pidió Tyrant. 

-¡Por supuesto que no!¡es mía!- Exclamó Cripple abrazando a la almohada de forma posesiva. 

-¡Ohh vamos!- Tyrant protestó - No hay ni una sola figura femenina aquí dentro, es un puro campo de nabos - 

- Sabes que todos somos la misma persona, ¿verdad?- Le recordó Joker. 

- Tienes razón, oye, si apareciera un fragmento versión mujer de nosotros y me la follo, ¿contaría como incesto o masturbación?- Tyrant preguntó con una seriedad que contrastaba con la estupidez de su pregunta. 

- Sería imposible que apareciera un fragmento mujer. Nuestra identidad sexual y generó ya esta bien definido, si tuviéramos orientaciones transexuales o una definición de la identidad demasiado pobre algo así podría suceder, pero en nuestro caso es imposible - Explicó Joker tomándose de forma sería la semejante pendejada que Tyrant le preguntó. 

- Oigan, ¿no creén que nos estamos alejando del tema?¿por que Cripple creo una almohada de Remi en primer lugar - Señale el punto principal. 

-¡Ya les dije que apareció de la nada!, el echo de que ella nos empieze a gustar en el fondo y ninguno de ustedes lo acepte no es mi culpa - Se defendió Cripple. 

- Nosotros no... - De repente un temblor sacudió el espacio mental, nuestra mente se tambaleó, significando que algo o alguien del mundo exterior quería interactuar con nosotros. 

- Eh, ¿que mierda fue eso?- Tyrant cuestionó. 

-¿Ese es Blyke - Joker preguntó. 

- Oye, John, despierta - Una conocida voz nos llamaba desde afuera, retumbando en el espacio mental. 

-¿Que?¿el subnormal pelirrojo?- Tyrant le continuó. 

- Si, es él - Les aseguré.

- Hey, idiota despierta. No quiero que te vuelvas a acarcar a Remi - La voz de Blyke sonó más agresiva que antes, y como la otra vez el espacio mental retumbó. 

-¿Que demonios quiere esta vez?- Cuestionó Cripple enojado por la siempre actitud agresiva del pelirrojo con nosotros. 

- Deberíamos romperle las piernas para que deje de molestar - Sugirió Tyrant con una sonrisa sedienta de sangre. 

- Despierta idiota - La voz de Blyke volvió a retumbar en el espacio mental. Las grietas de las paredes se volvieron aún más grandes y constantes mientras toda la estructura se tambaleaba. 

- Black, vuelve a tomar el mando antes de que ese imbécil siga complicando las cosas aquí - Dijo Joker.

- Esperen, ¿por que un estímulo externo daña el espacio mental? eso no tiene mucho sen... - Cripple estaba por cuestionar las razones de como funcionaba esto, pero Joker lo interrumpió.

- Tú calla, así funciona está mierda - 

Sin perder más tiempome senté en el gran sofá que estaba en frente de la pantalla. 

Desperté de golpe, mis sentidos se conectaron para manejar mi cuerpo en el mundo real  justo en el momento en el que Blyke me tomó del cuello de la camisa con brusquedad. 

- Escucha bien idiota, no confió en ti en lo más mínimo, no quiero que te vuelvas a acercar a R... - 

Una neblina opacó mi mente, mis sentidos e instintos tomaron el control por reflejo. Mi cuerpo actuó por cuenta propia y antes de siquiera procesar por completo la situación ya había pateado la pierna de Blyke para desestabilizarlo. Usando su propio brazo como palanca lo tiré al suelo y me subí encima de él, por costumbre quizé clavarle uno de mis cuchillos en la garganta, pero me quede con las manos vacías al comprobar que no poseía nada. 

El pelirrojo formó un rayó en su mano y trató de dispararme, sin embargo yo simplemente lo esquive moviendo el cuerpo aún lado sin dejar de sujetarlo y le di un golpe para desorientarlo. 

Improvisando rápidamente y tomé un fragmento de cristal puntiagudo de un montículo sercano. Actuando puramente por instinto y costumbre quizé apuñalarlo en el ojo del pelirrojo, sin embargo una presenia que apareció repentinamente a mi lado me interrumpió. 

Copié la habilidad de aquel nuevo oponente y me hize aún lado para esquivar su patada, por un segundo ví como todo el mundo a mi alrededor se volvía gris mientras mi velocidad aumentaba exponencialmente. 

Pateé a la chica en el costado, mandandola a volar de una patada hacia un muro. 

También por costumbre intente llevar mi mano a mi cintura para desenvainar mi espada, pero al igual que con mis cuchillos mi mano sólo tocó el aire. 

Antes que pudiera pensar en mi siguiente movimiento, una barrera de color amarillo apareció a mi alrededor, encerrándome, o al menos eso parecía. Sin dudar detuve el tiempo y destrocé la barrera de un golpe. La barrera me transmitió el daño que le había ocasionado, mi brazo se fracturó en múltiples lugares, pero simplemente ignoré el dolor y curé mis heridas al instante. 

El rubio escupió sangre y se dobló mientras se agarraba el pecho con dolor. Estaba por dispararle con la habilidad de rayos de energía que había copiado, sin embargo aquella chica pelimagenta apareció a mi lado e intento golpearme de nuevo. 

Usando un movimiento de barrido usé su fuerza en su contra y tiré a la chica pelimagenta al suelo. Puede que estuvíeramos muy parejos en poder crudo, podría decir que hasta ella me superaba en ese aspecto. Pero la brecha que generaba mi experiencia y técnica pulida por innumerables peleas de vida o muerte me dio la ventaja en este encuentro. 

La chica trató de levantarse, sin embargo en un segundo yo ya había puesto la punta del fragmento puntiagudo de vidrio en su yugular. 

- Mueve un músculo y te rajaré la garganta - Los ojos de la chica se abrieron ante mi amenaza con una multitud de emociones, aunque la más prominente fue... miedo. 

-¡¡John!!- Escuché cómo la puerta se abría y una voz enojada y molesta me llamó. 

- Oh mierda - Fue lo único que dije cuando la neblina que nublaba mi juicio se apartó y por fin me daba cuenta de contra quienes estaba peleando. 

-¿¡Que demonios está sucediendo aquí!?- Remi entró a la habitación completamente molesta y marchó directamente hacia mi echa una furia. 

Pov Seraphina 

Lentamente me levante del suelo y me quede parada en mi posición sobandome el cuello en shock. 

- Mueve un músculo y te rajaré la garganta - 

Esas palabras aún retumbaban vividamente en mi cabeza, la imagen de esos ojos fríos y sin vida ni alma se quedaron gravados a fuego en mi mente. John me miraba como si estuviera listo para matarme en cualquier momento, el no se parecía en nada al mejor amigo que tuve una vez, parecía una persona completamente distinta, una persona despiadada y con una inmensa ser de sangre, parecía un, un... un monstruo. 

-¡Ughh!¡¿por que siempre causas problemas!?- La discución entre Remi y John me sacó de mis pensamientos y me devolvió a la realidad. 

- En mi defensa, ellos comenzarón - John se escusó. 

-¿Es eso cierto?- Remi se giró hacia nosotros he interrogó a todos en la habitación. 

- Yo sólo quería hablar con él, pero el maldito loco me atacó cuando lo desperte - Dijo Blyke mientras se acariciaba una hinchazón rojiza en su mejilla. 

- Blyke se pusó celoso por qué hablas mucho con John, por lo qué no tuvo mejor idea que ir y amenazarlo - Aclaró Arlo mientras Elaine lo curaba por las heridas recividas cuando su barrera se rompió. 

-¡Blyke!- Remi reprochó. 

-¡Hey!¡yo no soy el malo aquí!¡ese psicópata quizó apuñalarme la cara con un pedazo de vidrio!¡casí me saca un ojo!- 

Remi miró a John con enojo una vez más, el pelinegro en respuesta sólo agachó la cabeza con vergüenza. 

-¡¿Por que siempre tienes que actuar de antisocial!?¡esto es por qué no te relacionas con nadie!- Exclamó Remi mientras golpeaba a John en la cabeza con su palma, el cabello desordenado y salvaje de John revoloteo al recibir el pequeño golpe.

Mi corazón casi se detuvo cuando ví a Remi golpear a John tan despreocupadamente. El golpe, si siquiera se podría llamar así, fue demasiado suave y juguetón, era más como un acto físico de reprimenda y no como un ataque en si. Pero de todas formas me altere al contemplarlo, ¿acaso Remi había enloquecido?¿desde cuando ella es tan inconciente como para hacer este tipo de broma con John de todas las personas?. Me preparé al instante, esperando el inevitable momento donde John perdería la corduara y atacaría a Remi al considerar su acto como una ofensa por mínima que sea... pero en cambio nada paso. 

Lo siento, estaba durmiendo y odio que me toquen cuando estoy desprevenido... me trae malos recuerdos - Respondió John, inperturbado por el aparente golpe de Remi. 

-¡Eso no es escusa para querer apuñalar a nadie!- Exclamó la pelirrosa. 

- Lo siento, me perdí por un segundo, yo... ya no estoy acostubrado a este tipo de peleas - John respondió en un tono de voz más bajo, aunque yo pude escucharlo con algo de dificultad. 

No entendí a que se refería John con esas palabras, ¿que tipo de peleas se refiere?. Puede que yo no entendiera a que se refería, pero Remi si pareció captarlo, ella asintio levemente y luego volvió a hablarle a todos en la habitación.

- Muy bien, todo ya se acabo. Dense las manos y hagan las paces - Dijo la pelirosa mientras señalaba al pelinegro y al pelirrojo. 

-¿¡es una broma!?¿¡ese maldito loco casí me saca un ojo y ahora quieres que le de la mano!?¡ni de chiste!- Protestó Blyke. 

- Ya, pero te hirió de gravedad, ¿o no? - Preguntó Remi con seriedad. 

-¿Que?, bueno no pero... - 

Blyke estuvo por continuar, sin embargo Remi pasó directamente a la siguiente persona que había participado en la pequeña pelea. 

- y tu Arlo, ¿estas herido de gravedad?- 

- No - Simplemente respondió Arlo con Elaine ya habiéndolo curado por completo.

- Y tu, Seraphina - Remi me miró y me preguntó. 

- Yo he... bueno... no, estoy bien - Respondí todavia un poco desorientada por la mirada fria que mi ex-mejor amigo me habia dirigido cuando me amenazaba con cortarme el cuello. 

- Bien entonces - Remi aplaudió con satisfación - Ya no tienen motivos para guardarse rencor - 

-¡Remi, esto es una estúpidez!- Protestó Blyke. 

Remi lo miró enojada y molesta por un momento antes de hablar - Blyke, no he querido decirte nada, pero has estado actuando como un completo idiota malumorado durante estos últimos días. Calmaté un poco quieres, sé que no te agrada John, pero dale una oportunidad, por fin detuvimos esa estúpida batalla campal que ocurria entre nosotros, ¿y ahora tú quieres seguir peleando? - 

Blyke apretó sus puños con rabia, pero no hizo nada por responder. 

- Bien, si todos estan calmados ahora densé las manos y terminen oficialmente con esté conflicto - Dijo Remi. 

John y Blyke se dieron las manos como un acuerdo forzado, Blyke parecía disgustado por tener que estrechar la mano del pelinegro, mientas que John sólo estaba indiferente y no parecía prestarle mucha importancia al asunto. Cuando ambos finalmente terminaron el apreton de manos, un ambiente tenso que ni siquera me había dado que cuenta que estaba se rompió. 

- Muy bien ahora que ya todos somos amigos de nuevo, que tal si... - Remi estaba por sugerir algo, sin embargo sierto pelirrojo la interrumpió. 

- Yo me largo - Masculló Blyke para luego irse directamente de la habitación sin ceremonias - 

- Bueno, tendremos que trajar un poco con él.... Venga John, vámos a buscar unas bebidas y a planear nuestra salida al cine del sabado - Remi tomó a John de la mano y comenzó a llevarlo hasta la puerta, con la intención de salir de la habitación. 

Después del incidente tan resiente con el fragmento de vidrio, había estado mucho más atenta y cautelosa con John. Recién ahora había notado el aparente instinto asesino que John emanaba constantemente, un aura peligrosa que provocaba a mis instintos para que no pararan de mandar señales de alerta a mi sistema nervioso, mi subconciente no dejaba de decirme que alejarme de él sería lo más seguro. 

Sin embargo contemple a Remi con los ojos bien abiertos, mirando con incredulidad como ella parecía totalmente ajena a la pesada y sofocante aura oscura que John parecía emanar, juraría que era tan densa que se podría cortar con un cuchillo. Sin embargo Remi actuaba como si esta no existiera en lo absoluto. 

- Acaso... ¿ella no lo nota?- Murmuré mientras veía a la pelirosa con una enorme y alegre sonrisa adornado su rostro. 

No... eso no podría ser, ella debía notarlo, simplemente no podría ser ajena a ella, ¿entonces que sucede?¿acaso ella está acostumbrada?¿cuanto tiempo lleva Remi serca de John como para tener este nivel de confianza con él?, no pudieron ser amigos por tanto tiempo, entonces ¿por que cosas pasaron juntos como para tener unos lazos tan fuertes?, y más importante...

¿En que tipo de cosas andan ellos exactamente?.