Cap 24: Ten dulces sueños.
Pov Remi.
-¿¡Que!?- Preguntaron anonadados los tres chicos sin creer lo que había dicho.
- Que piensas sobre eso, John. ¿No te gustaría acompañarnos?- Pregunté de nuevo nuevo al estupefacto pelinegro en frente mío.
-¡Remi, no puedes hablar en serio!- Exclamó Isen con incredulidad.
-¿¡Te has vuelto loca!?¿¡como puedes creer que es buena idea llevarlo a "ÉL" - Blyke señaó de forma despectiva a John, ya sin molestarse en ocultar su enorma desagrado por él.
- Oh vamos, estoy segura de lo que hago, ¿que dices John?- Respondí a la vez que pedía la opinión del susodicho pelinegro.
-¡No!- Negó John de forma tajante - No, no, no. Remi, todos me odian en ese sitio, todo el lugar se convertirá en un campo de guerra apenas ponga un pie dentro - Explicó el pelinegro.
-¡Oh vamos!- eso fue en el pasado. Ya nadie te guarda rencor, ¿verdad chicos?- Le pregunté a mis fieles amigos.
-¡Por supuesto que no!¡lo odio!- Respondió Blyke de forma descarada mientras Isen sólo cruzó los bazos y movió la cabeza de un lado a otro en señal de negación.
- Ignora a esos dos - Me volví hacia John - Sobre todo a Blyke, esta tan enojado hoy por que esta mañana se golpeó el dedo chiquito del pie -
John sólo me miró a la cara con los brazos cruzados, sin tomarle importancia al arrebato de Blyke - Escucha Remi. Se que quieres que me llevé bien con todos. Pero simplemente no puedo juntarme con ellos, ¿como crees que reaccionarán cuando me vean cruzar por esa puerta?, ni yo ni tus amigos queremos afrontar lo tenso que se volverá el ambiente si eso llegará a pasar - Explicó con paciencia el pelinegro.
- Por mucho que me duela decirlo, estoy de acuerdo con John. Simplemente nada puede salir bien de juntar a todos en una misma habitación - Isen opinó tímidamente desde una distancia segura.
- Chicos, nunca se llevarán bien si no hacen el esfuerzo, venga John, vamos - Dije mientras tomaba a John del brazo y trataba de arrastrarlo.
- No - Negó el pelinegro sin inmutarse por mis tirones.
- Ven - Gruñí por el esfuerzo mientras usaba toda la fuerza que era podía ejercer sin usar mi habilidad para tratar de arrastrarlo en dirección de la casa segura.
- Irás con nosotros, participarás en juegos de mesa, beberás gaseosas y comerás comida chatarra, contarás chistes malos junto a todos y luego nos reiremos todos juntos, ¡y te va a gustar!-
- No - Respondió mirándome con desinterés y manteniendo su postura firme.
-¡Ven!- Exigí mientras mi cara se volvía roja por el esfuerzo.
- No - Volvió a repetir.
Al ver que no podía llevarlo a la fuerza decidí cambiar de enfoque. Lo solté y me planté firme ante él, lo miré directamente a la cara, cuando nuestro rostros estuvieron frente a frente y nuestras miradas se entrelazaron utilicé la técnica secreta que toda chica pequeñita y adorable debería conocer.
Inflé un poco mis mejillas e hicé un leve puchero, humedecí mis ojos a propósito y sin romper mi contacto visual con él emplé mi tecnica secreta.
- Por favor, ven - Supliqué mientras usaba la legendaría técnica secreta "ojitos de cachorro" que había perfeccionado atravéz del paso del tiempo por usarla innumerable veces en el pasado para hacer que Rei sucumbiera a mis peticiones. Nadie podía resistirse.
John pareció conmoverse un poco, su fría expresión de piedra se rompió por un momento para mostrar esos mismos ojos al borde de rendirse y aceptar mis peticiones como solía ver en mi hermano en el pasado. Sin embargo él sacudió la cabeza y volvió a negar con su típica expresión severa.
-¡He dicho que no!¡no iré y se acabó!¡no hay forma de que acepte!- Él ladró - Tus trucos no sirven conmigo, nunca caeré -
Yo entrecerre mis ojos hacia él al ver que fue capaz de resistir el nivel uno. Bien, aceptaré el reto con gusto, veamos quien sucumbe al final.
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- Hola a todos - Saludé a todos los presentes cuando entré en la casa segura junto a Blyke y Isen... y John, el cual miraba al suelo en derrota y arrastraba los pies a la hora de entrar en la habitación - Maldigo mi debilidad - Murmuró en voz baja.
Cuando escuché sus susurro le dí una ligera palmada en la espalda, para demostrarle que no sería tan malo como él pensaba, a la vez que sonreía con suficiencia. Él dio una buena batalla y se ganó mi renovado respeto por durar tanto tiempo, Rei apenas podía aguantar unos segundos. Pero al final, por muy resistente que sea el corazón de piedra de John, no pudo resistir para siempre. Es justo como pensé, nadie puede resistirse a los ojitos de cachorro por mucho tiempo.
-¡Oh joder!¡es John!¡todos corran por sus vidas!- Gritó de miedo un estudiante apenas vio el característico cabello negro de John.
Deje de regodearme con mi victoria para ver la reacción de los miembros de la casa segura. Como es de suponer, la mayoría de los estudiantes estaban completamente asustados.
El desastrese presentó y varios estudiantes sucumbieron a la desesperación.
-¡Oh dios!-
-¡Vino a por nosotros!-
-¡Sálvece quien pueda!-
-¡No hay donde huir!¡él nos atrapará!-
-¡Este es el fin!-
-¡Todos aún lado!¡saltaré por la ventana!- Gritó uno de los estudiantes mientras tomaba impulso y corría a toda velocidad hacia una ventana.
Me quedé con una expresión en blanco por la icredulidad cuando vi a un estudiante literalmente saltar por una ventana. Sin embargo, Seraphina caminó al frente de la multitud de asustados estudiantes.
-¿Que haces aquí, John?- Ella preguntó manteniendo una ligera cautela.
Pude percatarme de como John tembló ligeramente cuando vio a Seraphina. Supuse que él todavía no se recuperaba del todo de sea lo que sea que le provocó el ataque de ansiedad que tuvo la última vez que ambos hablaron. Puse una mano en su espalda para tranquilizarlo y pasé a hablar para aclarar el asusto.
- Tranquilos todos, él no viene a causar problemas - Hablé con una sonrisa confiada.
-¿Es eso sierto?- Arlo interrogó cuando también dio un paso al frente, el poseía una mirada mucho más cautelosa y desconfiada que Seraphina. Claramente no creía que John estuviera aquí de buena voluntad y se notaba que estaba en guardia en caso de que se desatara una pelea.
- Tsk... si. Suena increíble pero Remi lo invitó a venir aquí y él aceptó - Blyke verificó los echos, aunque se veía disgustado por estar en la misma habitación que John -... aunque yo no me confiaría mucho, ¿quién sabe lo que...-
- Lo ven. Él está aquí con buenas intenciones - enfatizé mientras golpeaba despreocudamente a Byke en las costillas con el codo para que dejará de hablar. Interrumpiendo sus últimas palabras de forma abrupta.
John suspiró antes de dirigir su mirada hacia todos y hablar - Hoy no tengo ganas de pelear, así que pueden estar tranquilos -
- No cre... - Arlo se cruzó de brazos y estuvo por decir lo que opinaba, sin embargo Seraphina se le adelantó.
- Bien entonces - Toda la preocupación y cautela de Seraphina simplemente desapareció de un momento a otro, ella me dirigió una pequeña sonrisa extraña antes de volver a sus asuntos. Ella parecía bastante feliz y de buen humor cuando regresó a jugar un juego de mesa con Evie y Roland.
Todos poco a poco volvieron lentamente a sus asuntos al igual que Sera, algunos todavía no confiaban en John, por lo que se alejaron lo más posible de él y trataron de pasar desapercibidos. Blyke y Isen se alejaron instantáneamente apenas vieron una escusa para ya no estar serca de John. Los únicos que todavía estaban parado sin nada que hacer eran Arlo el cual miraba a John con sospecha y desconfianza. Y el propio John, que parecía no saber que hacer y estaba más perdido y fuera de lugar que un huérfano en una convención por el día del padre.
- Remi - Arlo me llamó -¿podemos hablar?-
- Espera un segundo - Respondí mientras me giraba hacia John. Arlo en respuesta sólo salió de la habitación, haciendo una seña para que luego le siguiera.
- Y bien... ¿que se supone que haga ahora?- John preguntó.
- Sólo... actúa natural y normal - Dije tratando de enfatizar el "normal".
John me miró con una expresión compleja en su rostro. Aunque si tuviera que definirla con palabras sería "¿en serio me pides eso?".
- Bueno... actúa como una persona normal y estable. No hagas nada en lo que no estoy - Dije para después dejar a John solo e irme a ver que quería Arlo mientras deseaba que John no cometiera alguna locura. Casi podría verlo en medio de un charco de sangre, rodeado por docenas de cadáveres al abrir de nuevo la puerta.
Aparté esos pensamientos de mi mente y salí del salón, viendo a Arlo esperando del otro lado.
- Y bien, ¿que quieres?- Pregunté después de cerrar la puerta detrás de mi.
-¿Que demonios haces trayendolo aquí?- Interrogó Arlo de manera impaciente.
- Cual es el problema, tú dijiste que no veías nada de malo en que John y yo seamos amigos, ¿recuerdas?-
- Ya sé, es que esto es diferente, ¿por que lo traes aquí?¿acaso no recuerdas lo que sucedió la última vez que él puso un pie dentro de esta habitación -
- Hey, eso fue en el pasado. Ahora las cosas han cambiado, él ya no es el mismo. Este es el momento perfecto para poner un alto al fuego y terminar esta estúpida pelea entre ustedes - Exclamé, molesta y decepcionada al pensar en que Arlo no había aprendido nada - Además, no te consideres un santo, Arlo. Recuerda que le debes una disculpa a John - Remarqué justo después.
- Ya lo sé... es sólo... estoy muy estrezado últimamente... y la aparición de John sólo me puso más nervioso. Me disculparé con él... pero lo haré en otro momento... simplemente no estoy en condiciones ahora - Arlo juró mientras se acariciaba la cara en un intento de aliviar la tensión que tanto había sentido últimamente.
-¿Que sucede, Arlo?. Hoy has estado mucho más cascarrabias que de costumbre -
- Son asustos familiares. Hace algunos días... mi tía.. fue herida - Confesó con pesar el rubio alto en frente de mi.
- Oh... ¿que tipo de herida?- Pregunté interesada de forma genuina. Recordé mi más reciente encuentro con Volcan y una sospecha comenzó a formarse en mi cabeza.
- Algún bastardo le desfiguró la cara. Los médicos hicieron lo mejor que podían... pero ella ya no podrá volver a ver con el ojo izquierdo y tendrá una cicatriz que le cruzará la mitad del rostro por el resto de su vida - Mascullo Arlo con una mezcla entre dolor por la condición de su familiar y rabia e ira contra los responsables.
Me sentí algo mal por él. Con esta información practicamente ya habia confirmado que Valerie y Volcan eran la misma persona, lo cual significaría que Arlo ahora mismo estaba desahogándose con la responsable de desfigurar a su tia. Lo cual era algo irónico si lo veíamos con un poco de humor negro.
Puede que odiara a Volcan con todo mi ser y no me sintiera arrepentida o triste por ella en lo más mínimo, pero me sentía mal por ver a Arlo en este estado por mi culpa, él era casi un hermano para mi independientemente de lo que haya echo uno de sus familiares.
- Ella nos dijo que fueron un par de criminales y que la lastimaron mientras cumplía con su trabajo y defendía a la sociedad... yo no sé como actuar ahora que ella está en esa condición, toda mi familia pasa mal momento -
Puse una mano en su hombro para consolarlo mientras le dirigía una pequeña sonrisa - Ya no te mortifiques. No fue tú culpa, tampoco había nada que pudieras hacer. Ven, volvamos con el resto -
- Tienes razón, volvamos - Arlo me correspondió la sonrisa, él se veía mucho más calmado ahora, como si un peso se hubiera levantado de sus hombros. Ambos volvimos a entrar al salón, no sin antes compartir un gran y fuerte abrazo.
Cuando entramos Arlo fue a sentarse en un escritorio, se relajó y luego tomó un libro y comenzó a leerlo con calma. Yo por otro lado me sentía mal. Odiaba a Volcan con cada parte de mi ser, pero no podía evitar sentirme un poco culpable por dañar indirectamente a Arlo por mi venganza.
Volví a sentrar mi atención en mis propios asustos, concluí que sentir pena no serviría de nada. Con la mirada busqué una característica cabellera negra.
Encontré a John sentado en una esquina alejado de todos, el pobre parecía no saber que hacer, parecía un animal arrinconado en una esquina, listo para saltar en cualquier momento. Estaba tan fuera de su zona de confort que era ridículo.
También lanzaba miradas nerviosas hacia Seraphina de vez en cuando que eran correspondidas por la pelimagenta que también hacia lo mismo. Un aura de incomodidad y tensión se formaba al rededor de ambos cuando sus miradas se cruzaban.
-¿Estas bien?- Le pregunté cuando llegue hasta donde él estaba.
- un poco... - Respondió john mientras lanzaba otra mirada complicada y no tan disimulada hacia Seraphina.
- Deberías hablar con ella - Aconsejé mientras me sentaba a su lado.
- Yo... no lo sé... lo he arruinado a lo grande con ella... la verdad preferiría estar peleando a muerte contra un grupo de criminales peligrosos que tener una conversación con Seraphina -
- No le tienes miedo a enfrentarte a criminales extremadamente peligrosos... ¿pero te aterra la idea de hablar con una chica?- Cuestioné con una comica incredulidad.
- Nunca dije que tuviera miedo. Es sólo que me sentiré incómodo -
- Escusas, escusas - Bromeé mientras soltaba una pequeña risa.
- Oye... tomaré una pequeña siesta - Dijo John para después soltar un pequeño bostezo.
-¿En el suelo? por lo menos deberías usar algo como un cojin, ¿no creés?-
- No te molestes, así está bien - Respondió mientras se acomoodaba, recargaba su cabeza contra la pared y cerreba sus ojos.
-¿En serio vas a dormir aquí de todos los lugares?, si sabes quienes son las personas que te rodean, ¿cierto?- Pregunté. Sabía perfectamente que a muchas personas no les gustaba la presencia de John en esta habitación. Pero me sorprendía saber que el propio John estaba dispuesto a dormir en un momento como esté, me esperaría que estuviera todo el rato con la guardia alta y viera a todos cómo posibles enemigos, estando alerta a cada segundo... ¿que es lo que le hace actuar de esta manera?.
- Ya lo sé... pero confío en ti - Fue la suave respuesta que salió de los labios de John antes de finalmente dormir.
Guardé silencio por unos momentos al recibir una respuesta para mi pregunta. Mi humor se levantó de golpe al saber que John confiaba en mi y simplemente saqué mi cecular y comencé a jugar un juego mientras dejaba que John tomará su siesta en paz, la necesitaba, aún poseía pequeñas ojeras pero ya no eran tan notorias como antes.
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Después de unos minutos de juegos me fije en la figura inconsciente de John, su pecho subía y bajaba con cada respiración y su rostro mantenía una expresión relajada. Ahora que lo veía bien... él es algo lindo cuando duerme.
Me le quede viendo durante unos segundos con algunas emociones confusas dando vueltas dentro de mi, sin embargo mis ojos se posaron en su despeinado y salvaje cabello.
Con un poco de indecisión levante una de mis manos, la mantuve unos segundos en el aire con vecilación antes de posarla suavemente sobre su cabeza para acariciar su cabello. Mis dedos se entrelazaron con sus oscuros mechones, su cabello es sorprendentemente suave ¿que tipo de champú usa?¿el todavía tendrá aquel gel para el cabello? es bueno que se deshiciera de él, le quedaba horrible. Ahora que lo pienso, el color de cabello de John es realmente peculiar, casi todas las personas tienen cabellos de colores chillones y llamativos. John era la primera persona que conozco en tener el cabello completamente negro.
Estaba bastante pensativa, mi mente daba vueltas por un torbellino de pensamientos, todos esos con John como centro, sin embargo la sensación de ser observada hizo que volviera a prestarle atención a mi alrededor.
-¿Que sucede?- Cuestioné al notar que la atención de todos estaba en nosotros.
Algunos estudiantes chismeaban y murmuraban entre ellos, cada uno con diferentes emociones en sus ojos.
Mis amigos por otro lado fueron en los que más me fije.
Arlo poseía una mirada algo sería; pero simplemente volvió a sus asuntos sin darle mucha importancia.
Elaine y Isen tenían reacciones bastantes similares. Ambos con los ojos bien abiertos y miradas de sorpresa.
El más expresivo era Blyke que miraba con rabia y apretaba la mandíbula con fuerza.
- Nada, nada. Tú sigue - Respondió Seraphina con una sonrisa de complicidad.
Sólo me encogí de hombros ante sus reaciones o las opiniones e ideas equivocadas que podrían tener por como nos miraban y mejor decidí seguir jugando con el cabello de John.
Sin embargo, él comenzó a moverse de una forma incómoda mientras dormía, sus párpados se apretaron con fuerza y su rostro antes neutro tomó una expresión de dolor y su respiración se volvió rápida e irregular - Cla- Claire.. - Murmuró John en medio de lo que parecía ser una pesadilla.
Estaba un poco preocupada por él. Pero al instante en el que escuché ese nombre desconocido mi mente comenzó a dar vueltas, ¿Claire?¿quien es Claire?...¿otra vigilante?... no, yo soy su compañera... pero por poco tiempo... así que John ya a salido con otras chicas antes... una extraña opresión se formó en mi pecho ante esa conclusión... espera, ¿por que debería importarme? no es nada del otro mundo, John sólo se veía con otra chica, nada más, ¿que importa si hubo alguna antes que yo?.... ¿pero entonces por qué me molesta pensar en eso?.
Mi mente daba vueltas sobre quien podría ser esa tal Claire o por qué me importaba saber que tipo de relación tenía con John. Pero volví a concentrarme en su estado al ver que su cuerpo no paraba de estremecerse.
Al ver que él seguía atrapado en su pesadilla decidí darle unas suaves caricias en la cabeza para ver si surtían efecto, fue lo único que se me ocurrió hacer para ayudarlo y sorprendentemente si lo hicieron, lentamente su cuerpo se relajó, su rostro retomó su expresión anterior y su respiración volvió a la normalidad.
Me sentí aliviada al verlo volver a la normalida, pero mis ojos rápidamente se volvieron a abrir con sorpresa cuando el volvió a murmurar algo.
- Remi... - Me sorprendí cuando mi nombre escapó de los labios de John ¿él acaso se despertó y vió lo que hacía?, no, en ese caso abría abierto los ojos.
Estaba pensando en la razón del por qué él me nombro, pero mis pensamientos fueron cortados cuando un último susurro salió de él.
- Proteger... sonrisa... de Remi... es hermosa - murmuró incoscientemente John mientras se movia un poco antes de volver a su sueño profundo.
Mi cara quedó en blanco por unos segundos en lo que comprendía sus palabras, un pequeño rubor se extendió por mi cara y por alguna razón sentí un sentimiento cálido en mi pecho, ¿se refiere a que yo soy hermosa?¿o que mi sonrisa es hermosa?... puede que no comprendiera del todo a que se refería John con proteger mi sonrisa... pero sea lo que sea me hacía feliz por alguna razón.
Al verlo dormir de forma tan pacífica yo también decidí acompañarlo en su pequeña siesta.
Con algo de duda apoyé mi cabeza en su hombro mientras el sueño me invadía, me acurruqué un poco para sentirme más cómoda y escuchando levemente su suave respiración yo también me dormí no sin antes murmurar unas casi inaudibles palabras.
- ten dulces sueños, John -
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