Cap 21: Gracias por ser mi amiga.
Pov John.
- Hoy fue un día largo - Suspiré mientras caminaba por las afueras del edificio principal de Wellston en dirección al dormitorio famenino.
Las clases hace tiempo que habían finalizado. El sol se había ocultado y la chaqueta negra que traía resguardaba mi cuerpo del frío de la noche.
- Y que lo digas - Concordó Cripple.
Ahora mismo me dirigía a la habitación de Remi puesto que ella me había solicitado, seguramente para hablar sobre como estos nuevos acontecimientos cambiarían nuestro modus operandi.
Siertamente ya no podríamos actuar con tanta soltura como antes ahora que eramos el foco de atención de la mayoría del cuerpo estudiantil, ser el centro de las miradas de todos es molesto, espero que las cosas se calmen pronto y pueda volver a pasar lo más desapercibido que pueda.
Pero bueno, lamentable ya no ayudará en nada, lo mejor será...
-¿Vas a seguir monólogeando por el resto del día o vas a ir?- Cripple interrumpió mis pensamientos con una mirada aburrida.
- Tsk, estúpido idiota - Mascullé mientras seguía con mi camino.
Finalmente llegué al edificio de los dormitorios de las chicas, sin más dilación simplemente entré adentro y caminé por los pasillos en dirección al dormitorio de Remi. Las imágenes que alguien sacó de Remi caminando hacia mi habitación me había vuelto algo paranoico, con mi pasiva revisaba sin parar a mi alrededor para ver si notaba la presencia de alguien siguiendome. Pero nada, todos estaban en sus habitaciones y nadie estaba a fuera a parte de mi.
Deje esas preocupaciónes de lado cuando finalmente llegué a la habitación de Remi. Sin demora levanté mi brazo y golpeé la puerta con firmeza.
Tock, Tock, Tock.
-¡Un momento!- La dulce voz de Remi salió del otro lado de la puerta en respuesta.
Escuché el sonido de algunas cosas moviéndose apuradamente y después unos suaves pasos acercarse.
La puerta se abrió, mostrando a la conocida chica de cabello rosa con una radiante sonrisa y vistiendo un delantal de cocina encima de su ropa casual.
-¡Hola, Johny!- Me saludó Remi con una radiante sonrisa.
- Hola, Remi - Le devolví el saludo, en eso, el olor de una deliciosa comida llegó hasta mi nariz.
- ¿Estas cocinando algo? - Pregunte como forma de iniciar una conversación.
- ¡por supuesto! ven pasa - Remi me hizo una seña para que entrará, la seguí hasta la cocina mientras ella tararaba una cancion, parecía más optimista de lo normal ¿algo bueno le abrá pasado hoy?¿o esta feliz por algo?... da igual, quien sabe.
- Cociné un poco, no soy muy buena pero soliá ayudar a mi mamá en casa, ¿te gustan los macarrones con queso? - Ella pregunto mientras preparaba la mesa.
- Claro - Respondí simplemente mientras me quitaba la chaqueta y la dejaba en un sofa de la pequeña sala de estar.
después ayudé a Remi con lo que faltaba para preparar la cena, puse un par de platos, basos y cubiertos.
Ambos nos sentamos y nos degustamos con la rica comida que Remi había praparado.
.
.
.
Algunos minutos después terminamos, la comida había sido realmente buena, me soprendía un poco que ella fuera tan buena cocinera.
- La cena estaba deliciosa, Remi - La felicité mientras me limpiaba la boca con usa servilleta.
-¡Muchas gracias!- Respondió la pelirosa con su radiante sonrisa volviéndose más grande, aparentemente estaba muy feliz por el alago.
Remi se levantó de la mesa y comenzó a juntar los platos y utensilios usados, al ver sus intenciones yo la ayudé. Ambos fuimos hasta la cocina y comenzamos a lavar lo que utilizamos.
- Sabes, no era necesario que hicieras una cena - Dije mientras terminaba de limpiar un plato.
- Ya lo sé, pero tenía un poco de hambre. Además, está es mi forma de agradecimiento por... lo de la otra vez - Respondió Remi agachando la mirada y estremeciéndose un poco.
Yo la miré de reojo con una expresión neutra, aunque en el fondo sentía una opresión en el pecho que me era difícil de explicar, como si verla triste me hiciera sentir mal de alguna manera.
-¿Aún sigues pensando en eso?- Pregunté mientras empujaba esos pensamientos hacia el fondo de mi mente.
- Siempre, ¿como no iba a hacerlo?- Contestó Remi - Siempre que cierro los ojos te veo ahí, en ese callejón, en frente de mi y con una garra saliendo de tu estómago mientras tu sangre no para de caer al suelo -
La pelirosa dejo lo que estaba haciendo de lado y agachó aún más su mirada, pareció encojerse sobre si misma, temblando levemente cuando de seguro recordó siertas cosas.
Al verla en ese estado el mismo sentimiento que había tratado de sofocar volvió con toda su fuerza, por alguna razón me sentí culpable y tuve la necesidad de abrazar y consolar a la chica en frente de mi. Pero en su lugar sólo puse mi mano en su hombro como una pobre señal de apoyo.
- Oye... se que eso te afectó. Pero descuida, ahora estoy bien - Aseguré a la vez que apartaba mi mirada de ella, no quería verla decaída y que ese extraño sentimiento volviera a asaltarme.
- Si, ahora estas bien, ¡de milagro!- Remi apareció enojarse un poco por mis palabras, cosa que realmente no entendí del por qué.
-¿¡que pasa si sucede de nuevo y no tienes tanta suerte como está vez!?- Preguntó ella inquisitivamente.
- Tendré más cuidado - Respondí mientras me encogía de hombros con indiferencia.
Remi no pareció complacida en los más mínimo por esa respuesta. Ella me miró a los ojos con una expresión preocupada - John... creo que deberías dejar de ser un vigilante por un tiempo.
-¿¡que!?¡no!- negé su opinión firmemente.
Me sorprendí un poco por esas palabras, realmente no me las esperaba, aunque creo que estaba más sorprendido por su actitud severamente procupada que por su petición.
- John realmente terminaste muy herido, sino fuera por esa habilidad que copiaste estarías muerto. Deberías tomarte un descanso de algunas semanas aunque sea, eso no es bueno para tu vida - Ella dijo con genuina preocupación por mi bienestar.
-¿¡Pues que crees Remi!?¡esta es mi vida ahora!- Exclamé estando algo molesto. Estaba irritado, pero no por Remi, suno por el malestar que me producía verla afectada por mi.
¿por que demonios se preocupa tanto por una basura como yo?¿acaso no recuerda todas las cosas que yo les he echo a ella y a sus amigos?...¿como puede olvidar y seguir adelante?
- Tú no tienes por qué soportar esto, es horrible, todas las cosas que tenemos que ver - Remi tuvo pequeños escalofríos al recordar algunos de los actos de violencia que presenció, pero aún continuó mirándome con esa molesta mirada de preocupación y pena que me hacía sentir extraño.
- Mira, si tú quieres renunciar esta bien, te lo dije, no estas echa para esto, yo puedo seguir saliendo solo - Dije mientras apartaba mi mirada de la de ella, ya no podía soportar sus ojos llenos de lástima, como si viera algun pobre perro cellejero que nunca ha recibido un poco de afecto en su vida.
- No. Yo soy tú apoyo, asegurarme de que no te pase nada es mi trabajo. No te dejaré ir solo, ¿que pasaría si algo como lo de la otra vez sucede y no estoy ahí para ayudarte?- Cuestionó Remi con su preocupación aún más clara que antes.
- Entonces moriré, tan simple como eso. Pero por lo menos me gustaría llevarme a todos los que pueda conmigo - Dije ahora muy fastidiado por su actitud y por la culpa que me hacía sentir ¿simplemente debería dejarme de lado y no perder el tiempo conmigo?,es lo mejor para ella.
-¡John!- Ha Remi no le gustaron mis palabras y me reprendió al instente. No me digas que en serio piensas así. En todo este tiempo que eres un vigilante ¿nunca has vivido una situación que te marcará?.
En eso. La imagen de una oscura y mugrosa cocina, iluminada únicamente por la tenue luz de una sucia nevera en el centro de la habitación apareció en mi mente.
-... No... pero ese no es el punto. Ya te lo dije, estoy bien - Dije mientras extendía mis brazos para enfatizar mi punto, sólo para que Remi rápidamente pinchará mi abdomen, junto en el lugar de mi herida. No me lo esperaba y ante el repentino dolor me encorbe un poco y deje escapar un pequeño quejido entre dientes.
-¡Vez!, no has sanado por completo, como mínimo deberías esperar a que esa herida cicatricé y... - Remi dejo de hablar de repente y miró hacia mi abdomen los ojos bien abiertos.
-¿Que sucede?¿por que te callaste?- Pregunté.
- John...- Remi señaló hacia mi abdomen. Yo seguí su mirada para ver a mi camisa un poco húmeda y con un líquido rojo manchandola.
-Oh, vaya.. parece que la herida se abrió un poco - Comenté con indiferencia, ahora prestando un poco más de atención al dolor de mi estomago que había sentido desde que la pelirosa lo presionó.
-lo- lo siento - Remi agachó su cabeza luciendo arrepentida.
- No te preocupes - Le dije mientras me levantaba un poco la camisa, viendo los vendajes manchados de sangre debajo.
- Ven, sígueme - Exclamó Remi haciendo una pequeña seña con la mano - Tengo un botiquín y algunas cosas para limpiar esa herida -
La seguí sin cuestionar mientras ella me llavaba hacia su habitación - Siéntate - Ella ordenó con actitud sería mientras me señalaba la cama y se iba a buscar algo en los cajones de su dormitorio.
Ella volvió con una pequeña cajita blanca, yo me quité mi camisa manchada directamente cuando la vi volver. Remi reaccionó de una forma extraña al verme desprenderme de mi prenda, se quedó congelada en mitad de su caminata, con los ojos bien abiertos y las mejillas coloradas.
-¿Que sucede?- Pregunté al ver su repentino cambio de actitud.
Remi sacudió su cabeza de lado a lado después de un momento, como si tratará de quitar algunos pensamientos de su mente - Nada, nada - ella respondió algo avergonzada.
- Sabes, si vas a manosearme cada vez que me lastimó esto se convertirá en una tradición - Comenté en broma al recordar que esta era la tercera vez que ella atendía una de mis heridas.
- C- cállate - Contestó Remi. Después de esa pequeña broma su sonrojó se suaviso y seguió con su trabajo.
Ella retiró las vendas manchadas que se habían pegado un poco a mi piel por la sangre. Tomó un poco de algodón y lo remojó con alcohol para limpiar mi herida.
- Por favor, piensa en lo que te dije - Dijo Remi mientras limpiaba mis suturas y ajustaba mis suturas - Perdí a mi hermano de esa forma y también casi pierdo a Blyke y Isen también por ayudarme. No quiero perder a un amigo - Ella exclamó con tristeza.
- Pfff... quien dijo que fuéramos amigos - Bufé mientras ignoraba el ardor.
- Yo, lo acabó de decir - Ella respondió a la vez que tiraba el algodón manchado en una papelera y tomaba otro par de vendas.
- Tú y yo no somos amigos, sólo compañeros - Exclamé mientras corregía sus anteriores palabras - No tenemos relación fuera de nuestras salidas - Ella volvió a envolver mi abdomen con las nuevas vendas mientras seguía con nuestra discusión.
-¿Y que ahí de la vez que pasamos la tarde juntos?- Cuestionó Remi.
-Eso fue algo del momento, no significó nada - Respondí a la vez que apartaba un poco a Remi cuando ella terminó de tratarme.
-¿¡No significó nada!?. John, no sé lo que creas tú, pero yo te consideró un amigo - Ella exclamó con seguridad.
- Pues no deberías - Respondí de forma seca mientras me volvía a poner mi camisa.
- Lo haré y no cambiaré de opinión, tú eres mi amigo te guste o no, y no quiero ver a ninguno de mis amigos lastimados - Ella reafirmó de forma tajante.
Algo en mi se estrujo un poco por sus palabras. Por primera vez, sentí como la dura y fría pared que había formado en mi corazón se agrietó y me sentí conmovido. ¿Como podía esta chica considerarme un amigo después de todo nuestro pasado?¿en serio me había perdonado después de todas las brutales golpizas que le di a ella y a sus amigos?¿después de que insultara a su hermano muerto?¿acaso ella no recordaba todas esas cosas al ver mi cara?¿como podía?...¿como...?.
Me obligé a apartar esos pensamientos cuando la pelirosa siguió hablando - ¡Así que no volverás a salir!¡te lo prohíbo!- Remi hizo un puchero y se cruzó de brazos.
-¿¡Que!?¡no puedes prohibirme hacer algo!¡no eres mi madre!- Reproché, aunque nada pudo hacer cambiar de opinión a Remi.
- Puede que no sea tu madre, pero no dejaré que te hagas daño, desde ahora ya no saldrás, ¿¡me oíste jovencito!?- Exclamó Remi mirándome con fervor.
-¡Por supuesto que no!, no te haré caso, no dejaré mis salidas y no puedes hacer nada al respecto - Protesté, decidido a no seder tan fácil.
Remi me miró como si fuera un caso perdido por unos momento, antes de que una pequeña sonrisa maliciosa apareciera en su rostro -¿En serio te arriesgarías a ser descubierto?- Preguntó ella con falsa sorpresa.
-¿A que te refieres?- interrogé al no poder ver su truco.
- Yo sólo digo... no se...con toda la atención que estamos recibiendo por esa estúpida noticia. Las personas nos pondrán mucha más atención, alguien podría descubrirnos - Comentó Remi con una sonrisa traviesa al ponerme en jaque.
Yo guarde silencio por unos momentos. La verdad era que Remi tenía un punto, las personas ahora estarían mucho más atentas a nosotros, además de que quizá alguien podrá estar espiandonos y llegar a descubrir nuestos secretos. Pausar nuestras salidas hasta que las cosas se calmarán era realmente la mejor opción.
- Tsk, ¡maldición!, okey... no me expondré, me tomaré un pequeño descanso - Masculle, rindiéndome ante su insistencia mientras ella sonreía victoriosa. Aunque sus ojos cambiaron cuando posó su mirada en la zona de mi herida ahora vendada.
-¿Te duele?- Ella preguntó con un extraño tono en su voz..
- Un poco - Comenté sencillamente. En eso vagé por la habitación con mis ojos, hasta que vi al enorme osito de peluche que yo le había regalado acostado en la cama junto a las almohadas.
-¿Que acaso duermes con él?- Cuestioné a la vez que señalaba al peluche.
- Por supuesto, también lo abrazó por las noches o lo usó como una esponjosa almohada, es muy cómodo y calentito - Remi sonrió por sus palabra, aunque pude notar que era una sonrisa forzada y que en ningun momento dejó de mirar mi abdomen de reojo con una expresión de culpa.
En eso, vi una oportunidad de molestar a Remi y vengarme por ponerme contra las cuerdas antes -¿También lo abrazas cuando sueñas conmigo?- Pregunté en tono de broma. Pero su respuesta no me la podría haber esperado.
- En especial cuando sueño contigo - Respondió ella en voz baja y sin apartar su mirada de mi herida. Antes de que sus ojos se agrandaran al darse cuenta de lo que dijo.
.
.
.
Un incómodo silencio se formó a nuestro alrededor, Remi miraba al suelo, sin atreverse a verme a los ojos.
- Creo que ella se acaba de confesar - intervinó Cripple. Diciendo algo por primera vez en todo este tiempo.
- No lo creo. Parecía culpable y melancólica - Le corrigió Joker, también entrando en la conversación.
yo volví a sentrar mi atención en la pelirosa avergonzada en frente de mi.
- Yo... yo no... no es lo que piensas... - Remi tartamudeo tratando de arreglar el malentendido.
- Tranquila, sé que no es lo que parece... ¿tú tienes pesadillas?- Cuestioné al recordar aquella vez en la que ella se estremecía en sueños cuando la cargaba.
Remi movió su cabeza de arriba a abajo en asentimiento mientras sus mejillas aún estaban un poco rojas por la vergüenza.
- A veces recuerdo ese momento. Tú... la sangre... n- no paraba de caer y yo - Remi se veía claramente afectada por esos recuerdos, ella temblaba levemente y su voz estaba serca de romperse.
Aún no podía entender como Remi podría preocuparse por mi. Pero decidí no quedarme de brazos cruzados y verla en este estado, algo en mi me dolía al verla sufrir.
Suavemente tomé a Remi con una mano en su cabeza y la otra en su espalda para llevarla a un abrazo.
- Tranquila, estoy bien, no me pasará nada, estoy aquí - Dije de forma suave mientras palmeaba su cabeza para tranquilizarla.
- Sé que te parecerá un poco estúpido, pero me encariñe un poco contigo, realmente te veo como un amigo ahora John, no quiero que te pasé nada - Remi hundió su cara en mi pecho mientras decía esas palabras. Me sentía algo incómodo por lo cerca y cariñosa que ella era, pero en el fondo, de cierta manera, disfrutaba de recibir cariño, de sentirme apreciado por alguien.
Ambos nos quedamos en silencio por lo que parecieron verios minutos, hasta que unas palabras se escaparon de mis labios sin que yo siquiera las pensará.
- Gracias, Remi. Gracias por ser mi amiga - Agradecí en voz baja y con una pequeña sonrisa en mis labios.
- No hay de que - Respondió Remi con su propia gran sonrisa mientras se acomodaba contra mi pecho y me abrazaba con cariño.
Todavía no podía entender como ella podía tratarme de esta forma o como llegamos a esta situación. Pero no me importaba, ahora lo único que quiero es disfrutar de este momento.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top