Café, mochis y abrirse con los demás
Era aun de noche. Izuku había caído dormido hace unos instantes, y definitivamente se despertaría en la tarde del día siguiente, por lo que tenían tiempo.
―Antes... ―Uraraka estaba cansada, por lo que no pudo ocultar la preocupación en sus ojos― ¿Cómo esta Deku?
Uraraka había llegado hace tan solo 5 minutos. Con una seña de Todoroki entendió la situación y pudo ayudar a Izuku a dormir por fin. Pero después eso...
―Quiere dejarlo todo. Lo veo en su mirada ―respondió Todoroki, serio. Apoyado al lado de la maquina expendedora de bebidas, la cual contaba en su interior con bastante dinero del N°2, y lo que le faltaba por conseguir―. ¿Quieres jugo de uva? ―preguntó, extendiendo una lata.
Uraraka estaba extrañada. ¿Y este chico bicolor de adonde había salido? ¡No era el Todoroki intimidante y poco competitivo que conoció! ―Uh... Gracias... ¿Cuantas vas bebiendo?
―17 latas ―respondió con simpleza―. Midoriya va unas 10 de café.
―Eso podría causarle una taquicardia.
Todoroki tenía un rostro neutro. Tan neutro que reflejaba su incredulidad. ―¿De verdad?
Uraraka agradeció haber podido llegar a tiempo. ―¿A qué te refieres con... "dejarlo todo"?
―No lo sé... ―respondió con simpleza, mirando a la pared frente suya―. Midoriya no me dijo nada. Solo lo que te comenté y pedí que investigaras por mí. No es tan expresivo como antes...
―... ―Uraraka bajó la mirada―. Nadie habla de lo que pasó.
Todoroki se sorprendió enormemente. ―Espera, ¿Cómo?
Ella le observó. ―Lady Nagant... All Might... Star and Stripe... y rumores. El nombre de Deku no aparece por ninguna parte, y solo pocos periodistas cubrieron el asesinato de un hombre en el interior de la ciudad, drogado, asesinado de un solo golpe cuando trató de atacar a los civiles en un ataque propio de paranoia.
―Midoriya... ―murmuró Todoroki. Un solo golpe... Él conocía bien la fuerza del peliverde, incluso capaz de igualarlo al 100%, aunque Izuku estuviera debilitado y lastimado.
Ahora entendía por qué él estaba tan consternado por lo que pasó. Abra sido traumático ese primer minuto luego de dar el golpe...
Uraraka bajó la mirada. Una amarga y preocupada mirada. «Deku...» pensó preocupada.
Pensó en su sonrisa. Pensó en su actitud tan optimista. Pensó en su aura tan genuina a "héroe." Perdido como una persona que perdió sus cabales, dejándose guiar por una simple petición para que duerma. Estaba mal. Estaba realmente mal...
―A juzgar por todo... ―continuó ella― parece que nadie habló. Los testigos no dijeron nada. No apareció ningún testimonio similar en páginas de héroes, entrevistas, noticieros... Solo dejaron pasar toda esta situación.
Todoroki alzó la mirada tras esto. ¿Valoraron lo que Izuku hizo por ellos? ¿Por eso nadie habló...?
Se vio serio. Era la primera vez que todos enfrentaban un caso similar. Esta respuesta a un asesinato era... impensable. Todoroki realmente se vio atraído por la naturaleza de todo esto. Más preguntas surgían en su cabeza.
Tantos héroes, tantos con un Quirk tan destructivo ideal para la batalla... ¿Y ninguno metió la pata alguna vez?
¿O tal vez si lo hicieron, pero las personas... lo dejan pasar?
Si es el caso... había mucha más esperanza en el futuro de lo que él podría imaginar.
Izuku podía salir de esta.
Se sorprendió al levantar la mirada, encontrándose con los castaños ojos de Uraraka. Ella reflejaba las mismas emociones en sus ojos que él sentía.
Pensaron igual. Tenían el mismo objetivo.
―Deku tiene que saber que lo apoyamos ―dijo Uraraka, sonriendo con nerviosismo.
Todoroki asintió. ―Tiene que saber que no lo juzgamos.
―Que somos sus amigos.
―Que su sueño no está destruido.
Ambos asintieron, decididos.
La vida era importante. Pensar que un héroe, defensor de tantos buenos ideales, asesinase a un villano era terrible. Sin embargo, y aunque no estaba bien matar... había matices. La situación, los riesgos, la inexperiencia, lo que Izuku podía o no podía hacer en el momento... Los propios errores que llevaron a ese villano a esa persecución.
Nuevamente, ni Todoroki y Uraraka apoyaban el matar. Nadie lo hacía. Ni lo harían jamás.
Pero por un error como este la vida de alguien no debía de ser condenada para siempre. Mucho menos sus sueños idealistas de ser un héroe.
El propio corazón heroico de Izuku le estaba condenando... y más que nunca necesitaba de sus amigos héroes.
Como primer instinto Todoroki sacó su celular, nuevamente navegando en sus contactos. Sin embargo, Uraraka le detuvo. ―Espera.
―¿Qué pasa?
―No podemos contar a nadie más de esto, por ahora.
Él no lo entendió. ―Nos necesita a todos, ¿O no?
―Deku... Creo que él se sentiría abrumado si viera a muchos de nosotros.
Todoroki abrió sus ojos cuento pudo, cayendo en cuenta. «Despertaría y nos vería a todos. Se sentiría ahogado, ¿No es así?»
Uraraka supo que él lo entendió.
Aunque el hecho era que ella hizo algo de trampa.
Antes de venir, estaba tan desorientada como Izuku. No estaba preparada para nada de esto, más aún sabiendo que la necesitaba un amigo.
Y para fortuna, Gunhead estuvo allí. Allí estuvo el héroe que entrenó físicamente a Uraraka... y también la entrenó como heroína. Como persona y amiga.
Después de todo, Uraraka de algún lado sacaría su pensamiento que la formaría como heroína. Cuando un héroe necesite a alguien que le salve, ¿Quién le ayudará? La respuesta era obvia para ella. Otros héroes.
Si. Un pensamiento muy bonito para alguien que quería llenarse los bolsillos con esta profesión, ¡¡Pero así es la vida!!
Todoroki tenía un rostro un poco de sufrimiento. ―Necesito ir al baño.
―¿No acabas de ir?
―... ―Todoroki palpó su estómago, sintiéndose realmente mal―. Creo que tengo piedras.
Uraraka lo miraba con algo de gracia. ―Las piedras tardan mucho en generarse... Tendrás gases por tanto gas.
Todoroki inmediatamente se tapó la boca. Casi eructaba. Menos mal que lo controló, porque ellos hubiera sido una falta de respeto para él.
Si. Todoroki era un amor.
Uraraka asintió. ―Ve a comer algo. Yo me quedaré con Deku. Ahora somos dos en esto.
Todoroki asintió con simpleza, sintiéndose mal por tanto refresco. ―¿Que les gusta a ti y a Midoriya...?
La castaña se sobresaltó. ―¡N-No necesitas comprarme nada! Y a Deku no sé muy bien ―confesó con algo de vergüenza. Fueron amigos por muy poco tiempo como para saber eso.
Todoroki levantó su pulgar, seguro de sí mismo. ―No te preocupes. El viejo paga.
Uraraka solo pudo ver esto con una gracia. ―¿Le sacaste dinero a Endeavor...?
En cualquier caso, los preparativos para mañana estaban hechos. ¡Harían que Izuku se sienta mejor consigo mismo!
[...]
La mañana comenzó hace unas pocas horas. Las enfermeras y enfermeros comenzaron a llegar a sus turnos más tempranos, uniformados y listos para otro día de trabajo.
Una enfermera japonesa con rasgos morenos caminaba con tranquilidad por el pasillo. En sus brazos llevaba varias bolsas de solución, lista para cambiar las bolsas que de seguro que ya estaban cerca de acabarse.
Habitación por habitación. La mayoría estaba ocupada por parientes o amigos de pacientes, pasando la noche con ellos. La gente de esta zona realmente es responsable con sus enfermos, pensó con gusto.
Claro, hasta que...
Miró por la puerta, clavando por costumbre su vista en porta sueros de este paciente. No tenía ningún suero, por lo que pasaría de lar...
Con gracia reflejada en su sonrisa abrió la puerta corrediza. ―Disculpen ―llamó―. La habitación de los pacientes debe de estar limpia en lo posible.
Un chico bicolor estaba destartalado en su silla, durmiendo increíblemente bien pese a que despertaría con un dolor de cuello indescriptible. A su lado una montaña de latas estaba perfectamente apiladas como si fueran de una colección.
Uraraka por su parte, algo más normal, estaba sentada en una silla y recostada en la cama del paciente. Sería un ejemplo, de no ser por la docena de envolturas de mochi que cubrían los pies de Izuku.
Todoroki despertó como todo un señor, estirándose. ―Lo... Lo lamento mucho. Limpiaremos ahora mismo. Gracias por su trabajo.
La enfermera asintió, marchándose. Tenso como el solo por su mal dormir, Todoroki observó a Uraraka. ―Despierta, Uraraka. Ya es de día.
La chica estaba babeando, durmiendo felizmente como un perrito luego de comer hasta el hartazgo.
―...
Todoroki miró hacia el paciente, encontrándose con sus ojos verdes observándolo directamente.
Ambos se quedaron mirando un pequeño rato. Izuku, rojo como una lechuga, levantó la mirada hacia el techo. ¡¡Esta era una situación muy de manga!!
―Buenos días ―saludó Todoroki con neutralidad―. Lo lamento. Debo ir al baño.
Simplemente se fue, dejando al peliverde con sus problemas adolescentes.
―Trata de dormir... Por favor.
Rápidamente Izuku cayó en cuenta, abriendo sus ojos cuanto pudo por la sorpresa. «¡Ella llegó ayer! ¿Por qué? ¿Todoroki la llamó...? ¿Por qué a ella...?»
Uraraka despertó de golpe, alarmada. ―¡La basura!
El peliverde observó incrédulo como la castaña se levantaba de golpe, desaliñada, creyendo que la enfermera aun no había pasado para ver el desastre que estos adolescentes llevaban entre manos.
Observó el desastre de Todoroki y el suyo, sacando todos los papeles de la cama y llevándoselos fuera de la habitación.
Izuku bajó la cabeza. Poco tiempo, ya que volvió a la habitación con una bolsa grande, comenzando a meter latas dentro.
Izuku sonrió levemente. Era cierto. Ella vivía sola. Suponía que esa era reacción natural cuando sus padres venían a visitarla.
Uraraka de repente levantó la cabeza. Espera.
Observó a Izuku, quien aun sonreía con cierta gracia. ―¡Deku! ―dijo ella, sonriente―. ¡Venden mochis artesanales en frente de este lugar! Lo siento por no guardarte ninguno. Gunhead es estricto con la dieta ―comento, avergonzada por lo último.
Izuku estaba cuanto menos... perdido. Tanta positividad era chocante. ―E-Eso es bueno ―contestó por impulso.
La chica asintió con gusto. ―Me alegro mucho que estés bien. Espero que tengas apetito.
Izuku tenía un tic en el ojo. No por algún nerviosismo o punto limite. Aun no había digerido el café. ¿Su metabolismo estaba muy lento?
La chica se vio decaída. Bueno. Tan bien no estaba...
―U-Uraraka... ¿Cuándo viniste aquí? ¿No tienes pasantías que disfrutar? ―preguntó el peliverde con genuina duda.
Uraraka se vio emocionada. ―¡¿Conoces al héroe Gunhead?! ¡Él nos entrena! No peleamos contra villanos ni patrullamos, pero el entrenamiento de combate no se queda atrás.
Una gota de sudor bajó de la frente de Izuku, viendo como Uraraka, rodeada de un aura algo intimidante y obsesiva, golpeando el aire en un movimiento simple y monótono de karate.
No pudo evitar sonreír. Se veía que ella estaba feliz.
―... ―Izuku tenía la mirada baja. Esa sonrisa no le pareció correcta. ¿Cuantos días pasó desde que mató a ese hombre...? Es más...
¿Por qué Gran Torino no estaba aquí? Ni él ni All Might... ¿Qué pasa allá fuera? ¿U.A. estará pasándola mal, tal como pensó...?
―... ―Izuku se dio cuenta que estaba haciendo oídos sordos a Uraraka. Estaba hablando de su pasantía.
Todoroki entró a la habitación. ―Traje café.
Uraraka observó exaltada a bicolor. ―¡Deku no puede tomar más café!
―¿Por qué? Se ve feliz.
Izuku alzó la vista. Su tic en el ojo se notaba, y mucho.
Observando esto, chico y chica se observaron nuevamente. ―Necesita más café ―opinó Todoroki.
―Solo si traes más mochi artesanal.
―Sale mucho dinero.
―¿No que era el dinero de Endeavor?
―Tienes toda la razón. Ya regreso.
Izuku no podía evitarlo. Se sentía mal, pero la sonrisa simplemente brotaba sola. Sus amigos realmente...
Amigos...
Izuku alzó nuevamente la mirada. Uraraka estaba aquí porque era su amiga. Todoroki se quedó aquí porque era su amigo...
Esto nuevamente le hizo sonreír. Puede que... Si. Puede que pruebe esos Mochis si el doctor le dejaba...
Todoroki se fue tan rápido como volvió, en busca de golosinas. Uraraka solo suspiró con cansancio con una bolsa de café en lata en su mano. ―No me gusta el café ―y observó a Deku―. A puesto que Endeavor toma demasiado. De alguna parte sacó el gusto ―comentó con gracia.
El peliverde rio levemente. Todoroki se molestaría al escuchar eso. Relajado, se puso más cómodo en su camilla. ―No imagino a Endeavor tomando jugo hasta quedarse dormido.
Uraraka rio. ―Tampoco lo imagino comiendo mochi. Espero que le guste a Todoroki, al menos.
Con todo esto, y tras el regreso de Todoroki con dulces... Izuku se preguntó por qué no trataban de hablar sobre ese tema. Todoroki desistió de hacerle contar lo que pasó, de desahogarse...
Pero, con el pasar de la conversación, lo entendió.
Ellos sabían lo que había pasado. Sabían que Izuku había metido la pata más a fondo que nadie. Pero también sabían que él era su amigo.
Hablando normalmente le decían con claridad que no le juzgarían ni se sentirían incomodos por lo que hizo. Para ellos, él era el Izuku de siempre, y lo cierto era que tenían razón.
Pero... pese a que Izuku lo entendió... la falta de gente en este lugar le hacía sentir un poco lo contrario. Seguía sintiendo la ausencia de Torino, y sin poder comunicarse, ni poder mencionar el tema sin que su voz se quiebre... solo le quedaba esperar.
Pero, hablando de ausencias...
Izuku se preguntó dónde estaba Iida. La última vez que lo vio, había pasado algo malo con su hermano.
Izuku recordó que le dijo las mismas palabras que Todoroki le dijo a él. "Sea lo que sea, cuéntanos." El mismo mensaje, y ahora...
Ahora se daba cuenta como se sentía Iida. No por lo que sucedió, ya que las situaciones no tenían nada que ver. No.
Sabia como se sentía querer hacer algo que sabes que te lastimara aún más. En su caso, aceptar que no es un héroe, que se decepcionó a sí mismo. Por el lado de Iida... vengarse por Tensei.
¿Podía hacer algo para ayudarlo?
Todoroki y Uraraka estaban discutiendo sobre los dulces. ¡¿A Todoroki no le gusta el mochi?! ¡¿Qué clase de herejía era esa?! ¡¿Qué es eso de comer fideos en vez de algo dulce?!
―... ―Izuku mantuvo su leve sonrisa―. Chicos...
Todoroki alzo una ceja, ignorando a Uraraka quien recitaba un poema sobre el mochi que escribió en secundaria. ―¿Midoriya? ¿Quieres café?
―N-No, gracias. Yo solo perdí mi celular... ¿Saben cómo esta Iida? ¿Pueden llamarlo?
Uraraka cayó en cuenta. ―¿Iida? Ahora que lo dices, él se enojaría si no le avisáramos que estamos aquí.
Todoroki asintió, de acuerdo. ―Es el delegado. Debe saberlo.
Izuku asintió. ―Gracias.
El peliverde solo se hacía una pregunta.
Incluso con todo lo que pasó. Incluso al haber dado un paso en falso tan grande como el que dio... ¿Podía ayudar a un amigo a no cerrarse a sus emociones negativas?
Bajó la mirada.
Aunque... Se sentía algo hipócrita pensando en eso. Después de todo, él no puede ni quiere abrirse con los demás....
Pero tal vez tenga que hacerlo para poder ayudar a un amigo.
«Fin del Capítulo»
Café, dulces y jugo de uva. Es que Todoroki besto personaje para escribir 🗿 Menos mal que inventaron el concepto de "dureza" y "🗿", como anillo al dedo XD
Oh. Y no saben lo difícil que fue escribir esto sin shippear. Definitivamente necesito escribir un romance en otra historia. Dios.
Y menos mal que ahora entra Iida al juego, porque esto se vendrá pero bien >:D Torino, Stain, Iida y este Izuku con problemas. JOJOJO. Me encantará escribir esto.
Gracias por leer :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top