//Alternativo//

·NOTA DE LA AUTORA·: Cabe mencionar que esto está fuera del mundo en el que se desarrolla YNME, a diferencia del extra de Cameron que es un antecedente a la historia de nuestra diosa nórdica y nuestro gamer de ojos locos, esté fue creado con el único fin de complacer a cierta(s) personita(s)  que venían pidiéndome algo en lo que yo no tocara a el bienestar físico/mental/social de los personajes de la historia.
Siendo franca, si la historia no culminara de la manera en que lo hizo, PNSME no tendría sentido, no hubiera nacido absolutamente nada de lo que se viene luego de todo este rollo. Yo sólo quiero dejar en claro, que si lastime sentimientos :D me perdonen jaja prometo que compensaré todo aquello <3. Les diría: “Confíen en mí”, pero Sarita me regañaría si les pidiera eso luego de lo que hice jaja.
La extensión del extra no va ser semejante a la de los capítulos de la historia, porque bien, es un extra y hay tantas cosa que he tenido que cuidar para no confundirme con lo que estoy trabajando para este proyecto, evitar posibles spoilers, no dejar huellas de lo que podría venirse, etc. Así que, sólo espero que lo disfruten, no olviden a Idunn, en serio, se los suplico de todo corazón, mi novata tiene tanto amor para ustedes y tantas cosas que recordarles <3. Y para quienes comiencen a leer PNSME, no detesten a Edrick, sé cosas que o.0, sólo traten de entenderlo. Nuestros gamers lxs aman, no lo olviden <3 y yo igual, aunque no me crean JAJAJAJ. Besitos :*
Con este extra, deben tener en cuenta que muchas de las cosas pasadas no tienen muchos sentido.


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Perfect de Ed Sheeran sonaba de fondo y el telón que dividía las obras de arte de los presentes comenzó a descender. Los ojos de muchas personas brillaban, otros con la boca abierta buscaban una explicación y algunos, que tenían el recuerdo de haber visto rastro alguno de lo que se encontraba plasmado en el arte que admiraban, buscaban a la musa que había inspirado todo aquello.

El área estaba dedicada a una única persona. Idunn Holden. Cuadros donde ella era la protagonista, una escultura en el centro del espacio, era ella con vestimenta de valkiria. Los tonos en las pinturas iban desde los colores que tanto caracterizaban a la novata,  desde el ámbar en su mirada, hasta los rastros café de las pecas que bañaban su rostro. Algunos tonos morado, azul y ámbar sobresalían entre las paredes blancas y la multitud,  sin embargo, en el fondo de la habitación había un lugar que estaba cubierto por una tela blanca, impidiendo que se pudiera observar la obra.

Idunn admiraba todo lo que había a su alrededor, en su rostro se dibujaba una sonrisa plena. A pesar de saber que en aquel lugar había una cantidad de obras que la homenajeaban a ella, sus ojos sólo buscaban aquellos ojos locos que cambiaban de color. Edrick no se había movido de su puesto, pero la veía sonriente, ella caminó en su dirección, pero él le hizo una seña para que se detuviera.

–Cuando te conocí, Idunn Holden, no sabía qué tan grande sería el impacto que ocasionarías en mi mundo de tonos grises. Llegas te con un tono ámbar reviviste toda la paleta de colores que alguna vez yo había perdido. Hoy, ambos sabemos que nuestra relación se basó en secretos, juegos, retos y mentiras –Las personas que estaban en el lugar se voltearon a ver entre sí–, tal vez nuestra relación no nació de la forma más común, pero vamos ¿quién ha dicho que tú y yo somos personas comunes? Sólo mira el perfecto novio que tienes y vean –Hizo una pausa y la señaló–, ella es toda una diosa nórdica.

Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos amarillentos de Idunn, Elliot la abrazaba por detrás, y sonreía viendo el acto romántico que Edrick le estaba regalando a su amiga.

–Y aunque no imaginé nunca, que tú y yo podríamos estar juntos, hoy me tienes aquí, convertido en el chico cliché de toda historia de amor, un romántico empedernido y tonto por una bella valkiria de ojos hechizantes. No creas que dejaré de ser el idiota engreído que he sido siempre, porque es parte de mí, pero sí tendrás a la versión más romántica y mejorada de un Meyer, del peor de los Meyer.

Dick soltó una carcajada en aquel momento y Cameron gritó:

–¡Se los dije! Sabía que estabas sacando la mejor versión de Edrick.

El resto de las personas rieron y Edrick agregó:

–Tu secreto y el mío están guardados, tu reto con tus padres te llevó a mí –Malcom y Melisa se voltearon a ver– y mi juego con Dick, me llevó a ti –el resto no entendía de qué hablaban.

Cameron le susurró a Max ‘¿De qué habla’ y el chico sólo supo alzar los brazos y regalarle una sonrisa de medio lado. Ella se enteraría, pero no sería por su boca.

–Hoy, ese jodido reto se acaba, hoy puedo decir abiertamente, frente a mi padre, Max y tus padres que… Perdí Novata, sí me enamoré de ti, perdida y alocadamente enamorado.

Idunn dejó de lado a su amigo y llegó hasta donde el castaño se encontraba, frente a todo aquel público mostraron un poco de aquel amor que había nacido. Después de acabar el beso, Edrick se aclaró la garganta y tomó la palabra nuevamente:

–Finalmente, quiero enseñar al mundo la mejor de las obras que mi bella musa inspiró.

Pidió de favor que descubrieran aquel cuadro que estaba detrás de la tela blanca, realmente era grande y los ojos de la castaña no pudieron evitar que las lágrimas salieran de sí. El público aplaudía y silbaba celebrando todo lo que veían.

Muchas de las obras que se habían presentado en la exposición se vendieron en subasta, sin embargo, otras no, aquellas que Edrick consideraban más personales y especiales, consideraba que él o la novata debían conservar algo de todo lo que ella inspiró.

–¿Por qué ese cuadro? –preguntó ella a su lado.

–Alguna vez pensé que tus besos podrían ser el mejor de los vicios, ese que podría suplir cualquier otro. Pero no para mí, ese cuadro tiene mi droga favorita, mi vicio incurable.

Los padres de Idunn se acercaron a ellos y dijo la mujer:

–¿Cómo que Edrick sabía sobre el reto? –inquirió en el momento en que Dick llegaba hasta donde ellos estaban.

–Desearía decir lo mismo, pero –pensó lo que diría y decidió callar.

–¿Tú sabías, Dick? –cuestionó nuevamente ella.

–Ambos sabíamos sobre el reto y el juego que nos impusieron.

–¿Cómo? –habló Malcom–. ¿Mi hija era un juego para ti?

–No lo vea de ese modo, señor –dijo Edrick–. Al igual que ustedes queriendo alejar a Idunn de los videojuegos, mi padre quería lo mismo y así como ella nunca se ha podido negar a un reto, yo no lo he hecho con algún juego, por eso mismo mi padre decidió hacerlo de esta manera.

–Claro que cuando Edrick y yo llegamos al acuerdo de iniciar la relación, nos dijimos toda la verdad y el motivo por el que andábamos en busca de una pareja.

–Pero, en el caso de Idunn que tenía tiempo límite, decidimos hacer esto un poco más real y ambos nos retamos e iniciamos un juego entre nosotros.
Los mayores los veían con duda, Max y Cameron se habían sumado desde que intervino Malcom y Young-mi y Elliot recién se sumaban.

–Perdía el primero en enamorarse –añadió la castaña.

–Eso suena cruel –interrumpió Young-mi.

–No lo era para nosotros –dijo Edrick–. Ni ella, ni yo queríamos enamorarnos, no buscábamos eso, sólo queríamos cumplir con lo que nuestros padres habían impuesto, no queríamos perder ante ellos y pues… creíamos que no perderíamos este juego.

–¿Ambos se enamoraron? –inquirió Elliot y ellos asintieron.

–Pero sólo tú has declarado tu amor –apuntó Cam.
–Yo… –Edrick interrumpió a Idunn.

–Sabía que Idunn comenzaba a tener sentimientos hacia mí.

–Vaya ego –espetó Malcom.

–Lo supe desde un poco antes de la noche en que llegó ebria a la casa.

–¿¡Cómo que llegó ebria a tu casa!? –se alteró Melisa.

–Mamá, esa es historia para otro día –la cortó la castaña.

–Idunn es muy sentimental, muy indiscreta si hablamos de sentimientos.

–Oye –lo interrumpió ella.

Los chicos siguieron contando su historia hasta que llegó la hora de cerrar el museo. Ambas familias acordaron ir cenar juntos y hablar sobre todo lo que había implicado su juego. Un juego que parecía un poco absurdo pero que había tenido grandiosos resultados.


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Diciembre había llegado y Edrick tenía que marcharse a España para comenzar con cursos de refuerzo para la academia de arte, él aseguraba que no los necesitaba, pero Idunn y Max habían insistido en que debía asistir.

Idunn por su parte, no había optado a ninguna universidad, así que decidió que se tomaría un año de “descanso”, el cuál le serviría para trabajar en los efectos colaterales que alguna vez dejó su depresión de hace más de un año. Pero Dick tenía el plan perfecto, por ahora no lo había hablado con nadie más que con su hijo, quien estaba de acuerdo en que las cosas se dieran de esa manera.

Dejaría que la familia Holden trabajara por su lado, pues sus hijos seguirían intentando la relación y buscarían mantenerla el mayor tiempo posible. Pero él quería que aquellos dos jóvenes tuvieran una linda historia de amor, algo que no les fuera arrebatado. Así que había comenzado a mover contactos para poder llevar a Idunn a España –claro, con el consentimiento de sus padres– y que ella entrara a una escuela de teatro donde pudiera lograr aquello que le gustaba, pero que temía fuera juzgado. Sólo que primero debía averiguar cómo convencer a Malcom y Melisa de que Idunn podía irse a España, teniendo en cuenta que estaría en el otro lado del mundo, a solas, con su hijo y sin restricciones de nada.

El día que Edrick debía viajar llegó, Max, Cameron, Nicholas, Dick e Idunn lo acompañaron.

–Espero verte pronto bonito, sabes que te voy a extrañar con el alma –dijo Max.

–Insisto, no me molestaría que alguno de los dos saliera del closet –comentó Dick y el resto rieron.

–Creo que eso no es posible, ambos tenemos pareja –musitó Max.

–Como sea, quítate –Cam lo empujó–. Pórtate bien, Meyer, no seas un gilipollas y hazlos mierda si quieren joderte.

–No tengo mucho que decir –dijo Nicholas–. Sé que eres un gran sujeto y no necesitas suerte para conseguir lo que quieres, basta con todo tu esfuerzo y lo autosuficiente que eres.

–Gracias a todos por venir –murmuró Edrick.

–Hijo, sé que todo lo que te propongas lo vas a lograr, no necesitas de tanto consejo de mi parte, porque has logrado tanto sin necesidad de tener en cuenta lo que yo te he dicho.

–No lo creas –lo interrumpió–, todo lo que me has dicho y has hecho por mí, es lo que me tiene hoy en día acá.
–Te quiero, hijo.

–Te quiero, Dick –los dos se abrazaron fuertemente.

Luego de separarse de los brazos de su progenitor, Edrick llevó su mirada a la chica pálida que con ojos brillosos lo observaba con detenimiento.

–Si sigues viéndome así, vas a desgastarme y no queremos eso –dijo–, sé que soy demasiado guapo como para ser admirado por tal diosa, pero cariño es agotador ser víctima de las vistas de tantas personas.

–Puto egocéntrico –masculló Cameron y el resto rió.

–No creas que te estoy admirando, no eres tan asombroso como para que haga eso –respondió la novata.

–Bien –interrumpió Max–, ¿seguirán tirándose mierda para ver quién es más egocéntrico o sarcástico que el otro? ¿No es mejor que se despidan?

–Tienes razón –dijo la castaña.

–Hemos de admitir que el ego es parte de mí y nadie me gana, además, todos sabemos que ella me estaba admirando.

–Eres un idiota, Meyer –comentó Cam.

Todos rieron y Edrick abrazó a Idunn, se acercó a su oído y murmulló:

–Novata, esto no es una despedida como dice Max, sólo es un lapso de tiempo en el que estaremos separados, mi padre y yo tenemos un plan para que esto funcione.

–¿De qué hablas?

–Ya lo verás, novata.

–¿Debo preocuparme?

–No, sólo preocúpate por no extrañarme tanto, si me traes todo el día en la cabeza harás que me canse –respondió en un tono más elevado–. Te quiero, mi novata.

–También te quiero, ojos locos.

Un tierno beso, un poco extenso fue la escena que enterneció a los otros presentes, hasta que Dick comenzó a fingir que se ahogaba y el par de enamorados se separaron.

–No olvides que debes ganar todos los torneos en los que te inscribas –recordó él mientras se separaba de ella–. No puedes perder.

–Tú recuerda que no puedes perder ese concurso.
–Yo nunca pierdo –espetó el joven y sonrió de medio lado, Cam y Max comenzaron a toser.

–Yo no estaría tan segura –dijo Idunn.

–No lo digas –advirtió Edrick.

–¿Quién dijo “yo no me enamoro”? –dijo burlona y el resto contestó:

–El mismo que dijo: Perdí, novata, sí me enamoré.

Todos rieron y el castaño que ahora reflejaba una mirada grisácea habló serio:

–En el amor y la guerra todo vale. Con ella iniciamos una guerra donde nadie se podía enamorar, pero lo convertimos en amor, donde no podía haber un ganador.

Dejó un beso en la frente de la castaña y volvió a abrazar a su padre, para que luego Max lo arrancara de los brazos del mayor de los Meyer y entre lágrimas decir:

–No se te ocurra tener otro mejor amigo, que voy y le parto la madre.

Edrick rio y se separó de él, para dirigirse a la sala de abordaje y esperar que informaran que podía subir al avión. Su mente por ahora estaba tranquila, confiaba que todo lo que vendría saldría bien y que iría a vencer a cualquier persona que se interpusiera en su camino, sin importar qué, jugando claro.

Idunn veía en dirección a donde Edrick caminaba, Cameron la abrazó para hacerle entender que todo iría para bien, pero la castaña estaba bien, no tenía intenciones de llorar, sabía que su novio estaba yendo en el camino de sus sueños y no sería ella un obstáculo para que él los cumpliera, pronto se volverían a ver y podrían quebrar la paciencia uno del otro, porque ella no dejaría los retos y él no aceptaría que nadie lo volviera a vencer.

ᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖ💜🎮💙ᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖᨖ

He de admitir que esto no pretendía hacerlo jaja, decidí no cambiar lo primero, pues era parte del capítulo original, sin embargo, no pude extenderme más. Como mencioné al principio, tuve que cuidar de no dar spoilers de lo que se viene más adelante, si seguía adelantándome, no tendría sentido seguir con PNSME y tampoco por el hecho que este es un "si hubiera". De igual forma, deseo que les guste esto <3, he considerado subir algunos extras, así que estén pendientes :3 🤍
Mañana se viene actualización con PNSME, así que los espero allá <3

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