La muchacha abrió los ojos.. ¿donde estaba? ¿poque todo estaba tan obscuro? ¿Porque todo su cuerpo le dolia?.
Esas preguntas le atormentaban a su cerebro y a martillazos le golpeaban, ocasionandole un tremendo dolor de cabeza..

Lentamente se incorporó y busco el interruptor de la luz, cuando porfin lo encontró después de tropezar un par de veces, lo apretó y un click resonó en el lugar.

Estaba en un sótano.. Y en uno muy extraño, Si bien era acogedor era tambien nostálgico, presentía los secretos en aquel lugar y un extraño olor a muerte, en el ambiente.

Una de las ventanas del sótano llamó la atención de la muchacha, Le dolían los ojos con la luz que llegaba de ella. Miró a su alrededor y encontró una escalera muy oculta y antes de subir a enfrentarse a su destino dio un rápido vistazo al lugar.

Un armario..?, fue lo primero que pensó Becca al subir y encontrarse con ropa sucia y al parecer vieja, abrió la puerta y salió, de alguna forma el sótano conducía al armario de alguna habitación pero.. ¿porque?.

Una promiscua habitación se alzó a su vista, una que le parecía demasiado nostálgica al igual que el sótano. Se dirigió al pasillo y vio dos dormitorios continuos que al entrar le armó un nudo de tristeza en su estómago.
En la primera habitación se veían variados pósters y libros antiguos, un lugar bastante ordenado. Al parecer su dueña lo había cuidado bien, en un cuadro colgado en la pared se veía una mujer de 17 años a lo menos y poseía un rostro hermoso y Pulido, con rasgos de una delicada princesa, con expresión calmada pero alegre.

En la segunda habitación en el final del pasillo vio otro cuadro que mostraba a una inocente y pequeña niña de 6 años que parecía muy alegre y despreocupada. Su sonrisa daba una extraña sensación de tranquilidad, a pesar de ser una niña la habitación parecía bastante ordenada, demasiado para una niña normal.

De alguna forma notó que estaba en un segundo piso y observó unas escaleras en frente de la última habitación que había visitado se dirigio a ella para bajar pero cuando sus pies descalzos tocaron el último escalón de esa escalera sintió la desgarradora sensación de pánico y horror.

Odio, mucho odio. Eso es lo que sintió pero eso no fue lo que causó su sensación de angustia sino que fue la sangre que estaba salpicada en el suelo, la pared y el techo, la destrucción de los muebles y las paredes, el olor de muerte era muy potente en aquel lugar.

Se tapó la boca con su mano para evitar vomitar, la sensación que tenía era demasiado fuerte y le disgustaba. Caminó lentamente y vio el salón, La cocina, el comedor y de alguna forma terminó frente a la puerta de salida. La ganas de querer salir eran muy grandes pero no podía, algo le faltaba hacer en aquel lugar. Por un momento penso que era como un fantasma, en busca de un motivo para ascender al cielo.. pero eso era imposible.. ¿cierto..?.

Se dirigió a un baño del primer piso que había ojeado antes y entró. Con cuidado de no tocar mucho, se miró en el espejo lleno de polvo como la casa y aquello detonó en sí el recuerdo olvidado de lo que había pasado esa noche... o al menos una pequeña parte.

En su reflejo observó a una muchacha de 16 a 18 años con cara de demacrada, con su pelo desmarañado y su ropa rota.. casi destruida... Tenía un par de heridas en su rostro y todo su cuerpo, sangraba.. Y mucho.