1. ¿Eres el invencible Mikey?
-¿Eres tú el invencible Mikey?
«Y aquí vamos de nuevo...»
El rubio suspiró frustrado y se dió la vuelta lentamente encontrándose con lo que, como no podía ser de otra manera, pandilleros.
Frente a ellos estaba un tipo robusto, alto y con cara de maleante. Lo acompañaban otros tres hombres y todos iban vestidos con un mono color gris con un logo en el brazo.
-Es más pequeño de lo que pensaba -comenta uno con burla.
-El líder estará muy contento cuando le traigamos este regalo.
«Hola, soy Manjiro Sano. MAN-JI-RO SANO, el llamado "invencible Mikey" ya no existe. Dejó de existir desde que lo maté, sin embargo siempre hay gente que lo intenta buscar.»
-No, no soy a quien buscan -respondió con una voz suave. Acababa de salir de una tienda por lo que llevaba una bolsa con cosas para cocinar.
Se dió la vuelta para retirarse pero una mano robusta lo agarró del hombro y lo giró, empujándolo con fuerza. La bolsa que portaba en la mano se cayó. Uno de los tomates que había dentro rodó.
-Oye amigo, yo no quiero problemas -dijo levantando las manos en señal de rendición. Las personas al rededor estaban observando la escena. Hasta entre ese público podía observar a una chica de su instituto.
Desde luego que tenía que salir de esa situación. Se lamentó no haber comenzado a correr cuando tuvo oportunidad.
-No me trates de estúpido ¡Tú eres Mikey! -apretó su agarre en el hombro del más pequeño. Este puso su mano sobre la del otro para intentar soltarse.
-¿Mikey? No sé de quién me estás hablando -se siguió haciendo el loco. El tipo en frente suya levantó el puño para golpearlo pero el rubio lo esquivó ágilmente alejándose.
-Vendrás con nosotros por las buenas o por las malas. -el grupo comenzó a acercarse con pasos amenazantes mientras Mikey retrocedía. En verdad no quería quedar como un cobarde frente a toda esa gente, mucho menos con alguien de su instituto cerca, pero si tenía que elegir entre una pelea estúpida y correr, antes de siquiera responder eso ya habría desaparecido.
«Realmente maldigo, maldigo, Y VUELVO A MALDECIR el momento en el que decidí meter mi cabeza grande en toda esta basura de las pandillas.»
-¡Ya dije que no soy ese invencible Mikey! -respondió a la defensiva viendo de reojo una posible salida.
-¡Oye, dejalo en paz! -gritó una voz femenina entre el público, para humillación del rubio, una de su instituto.
El hombre ignoró esa voz -A quien piensas que hablas así, enano ¡Voy a aplastar tu cabeza contra el suelo!
Una vez más se volvió a avalanzar contra Mikey, lanzando golpes que eran esquivado ágilmente por el rubio.
-¡Oye, deja de jugar! -gritó otro pandillero con enfado al que se estaba enfrentando a Mikey.
Un enfrentamiento bastante unilateral.
El momento en el que el pandillero perdió su atención en el para decirle algo a su compañero, Mikey aprovechó y comenzó a correr.
Podía oír como los pandilleros corrían detrás suya gritando idioteces. Tras dos minutos al fin consiguió perderlos.
Se asomó desde un callejón y miró a ambos lados, al asegurarse de que no estaban ahí se dispuso a salir pero alguien lo agarró por el cuello de la camisa y lo estampó con fuerza contra la pared del concreto.
-¿Piensas que puedes humillarme así frente a mis compañeros y después solo echar a correr? -mustilló furioso el grandote al que se había enfrentado momentos antes mientras presionaba los brazos se Manjiro contra la pared con la intención de inmovilizarlo.
-¡Suéltame, mierda! -intentó soltar sus brazos pero estaban totalmente inmovilizados. Estaba comenzando a enfadarse. Despegó la cabeza se la pared para encarar al tipo. Iba a decir algo pero decidió guardarlo para si mismo.
«A este tipo de dilemas morales son a los que me enfrento diariamente.
Aquí hay dos claras opciones.
Primera; Darle una mega patada a la escoria enfrente mía para que me deje en paz y al fin irme a mi puta casa.
Punto en contra; Casi seguro tendrá consecuencias a largo plazo que NO quiero enfrentar.
Segundo: Tratar de convencerlo para que me suelte.
Contra; Está demasiado enfadado, no va a funcionar, por suerte no tengo miedo a me golpeen un poco. Seguramente serviría para convencerle de que no soy ese endemoniado invencible con el que todos me molestan diariamente.
Lo más lógico para alguien en mi posición era la opción 2»
Mikey lo miró fijamente con el ceño fruncido.
El tipo sonrió con superioridad.
-¿Que? ¿Ya no vas a decir más tonterías para escaparte? -entonces le escupió en la cara. Mikey quedó en shock por esa acción dejando de mirar al tipo.
Su respiración se volvió profunda y marcada, pero no por miedo. Estaba empezando a sentir ese algo que tanto evitaba, estaba empezando a sentir impulsos de hacerle daño, mucho daño.
«MIKEY, la primera, la primera, ELEGISTE LA PRIMERA. Respira, piensa en otra cosa, es solo otro idiota»
Golpeó su frente contra la del rubio haciendo que se golpeara contra la pared e hizo presión para que no pudiera moverse.
-Eres patético. -Manjiro aguantó la respiración. El aliento del otro se sentía como una bofetada -Huiste, ni siquiera intentaste golpearme ¿Piensas que eres mejor que yo? Eres un maricón.
Mikey se quedó callado, esperando a ver qué haría el tipo a continuación.
-En verdad ya no creo que seas ese "invencible Mikey" pero ya me hiciste enfadar, no te vas a ir de rositas. Hasta te defendió una mujer ¡Una mujer!
-¿Vas a seguir balbuceando tonterías o me vas a golpear? -no pudo evitar decir.
Se le estaba haciendo eterno el monólogo del tipo. Le importaba una mierda todo lo que le estaba diciendo, pero al estar tan cerca solo podía concentrarse en sus palabras. Si lo golpeaba al menos podría pensar en otra cosa.
El tipo ignoró sus palabras.
-¿Acaso eres una mujer? -dijo con un tono que no pudo identificar.
Mikey quedó totalmente desconcertado con esas palabras, hasta que sintió como la presión en su frente abandonaba. El tipo, que ya estaba agachado, se agachó aún más sin soltar los brazos del rubio.
Entonces sintió una lengua viscosa pasar por su cuello seguido de unos dientes.
Y Mikey llegó a su límite.
Al siguiente segundo el tipo contra la otra pared agarrándose del estómago con una expresión sufrida.
-Pero mira nada más cuánta fuerza escondias -se burló pero al ver el rostro del rubio, se dió cuenta de que algo había cambiado en él.
[...]
Mikey iba saliendo del callejón cuando una voz femenina lo llamó.
Se giró en dirección a la voz viendo que era la chica que lo había tratado de defender. Era una chica morena, con una larga melena rubia con mechas rosas y ojos azules.
-Te he estado buscando -dijo con las manos tras las espaldas. Se fijó en las manchas de sangre que le manchaban el rostro y las pequeñas gotas en su sudadera -¿Estás bien? -preguntó con cautela señalando su cara.
Mikey hizo un sonido de confusión mientras que con la mano se palpaba el rostro, notando la sangre. Arrugó el rostro con disgusto.
-Mejor que nunca -dice sin gracia.
-Juraba que si te encontraba tendría que llamar a la ambulancia -se rió -¿A quien enfadaste para que esa gente fuera a buscarte? -se burló.
Mikey entrecerró los ojos para después dar media vuelta.
-¡Espera! Era una broma, solo bromeaba -entonces sacó lo que estuvo escondiendo tras su espalda. Una bolsa de plástico que parecía tener cosas dentro -No pude salvar los tomates.
Mikey se acercó y tomó la bolsa -Gracias -murmuró.
-Tal vez deberías ir a que te revisen, digo, por la sangre.
-Ah...claro, seguro...
-Nos veremos en clase, El Escurridizo Mikey -exclamó con gracia y giño el ojo mientras soltaba una risita.
Mikey, muy desconcertado por ese mote, soltó una risita falsa y después se fue, dejando la calle desierta.
Tras unos segundos después de que Mikey se fuera, la chica se abofeteó.
-¡Tonta, tonta, tonta! ¡Qué fue esto de Escurridizo Mikey! -se reprendió a sí misma para después suspirar frustrada -No se llevarme bien con hombres, debe pensar que soy una friki.
Tras esa escena de auto desprecio, se metió al callejón como un atajo pero quedó paralizada.
En el suelo, ensangrentado, se encontraba el pandillero que estaba molestando a Mikey. Su brazo estaba doblado de forma extraña y soltaba quejidos que sonaban repugnantes.
Antes de que pensara en algo más, oyó voces.
-El mensaje decía que Mikey debe estar la aquí ¿No?
-Yo creo que era la otra calle.
-¡Maldito Kenji, no sabe dar instrucciones!
La chica se escondió tras el contenedor al inicio del callejón.
-¡Kenji! -exclamó uno de los pandilleros y corrió seguido de los demás hasta el tipo en el suelo.
-¿Que hacemos? -le preguntó uno a otro.
-El hospital no está muy lejos, llevemoslo.
-¿Quien lo ha dejado así? ¿Ese enano?
-No se, pero el culpable va a pagar.
La chica decidió que había escuchado suficiente. Salió sigilosamente y se alejó del callejón.
[...]
Mikey entró a casa con sigilo, fue hasta la cocina y dejó la bolsa sobre la mesa.
Fue hasta el fregadero, abrió la llave del agua y se enjuagó el rostro hasta estar seguro de que ya no estaba manchado de sangre.
Sería un problema si alguien lo viera, sobre todo su hermana.
Cuando iba de camino al baño se topó con ella. Mikey la saludó pero ella lo estuvo.
-¿Y esa sangre en tu sudadera?
-No es sangre, es-
-Ya, y yo soy imbécil ¡Al menos dime qué te defendiste!
-Emma, no empieces -suspiró caminando para evitarla.
-Que no empiece no, es que no te entiendo -habló siguiendolo por el pasillo -es más, nadie te entiende. ¡Pasaste de buscar pelea con los demás a dejar que te peguen!
Mikey se giró -Si te consuela, la sangre no es mía.
-¡Entonces sí era sangre!
-Emma por favor, solo quiero ducharme ¿Me dejas ducharme?
Emma la miró fijamente por unos segundos para después bajar la mirada.
-Al menos podrías ser honesto...
Mikey sin querer escuchar más, se metió al baño.
Esa misma noche, aún con las luces apagadas no podía dormir. Sumido en sus pensamientos observaba a la nada.
Su teléfono vibró por un mensaje.
Vió que era otro de Kenchin.
Sin más apagó el teléfono ignorando el mensaje junto con los otros que se estaban acumulando.
Estaba cansado de los problemas.
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Está es la chica que aparece, es del juego ese raro de Tr que no tengo ni idea de que va.
Irónicamente esto se me ocurrió intentando actualizar Impulsos Oscuros e Impulsos violentos.
Ese es demasiado complejo para mi cabeza JAJAJA este también tiene su complejidad pero como es en la época de Touman, me siento más cómoda, y como que las ideas y escenas van a mi cabeza.
En este universo alterno Mikey abandonó las pandillas y nadie parece saber por qué.
¿Que teoría tenéis?
¿Creéis que tendrá consecuencias lo que Mikey le hizo al pandillero?
¿Qué estarán haciendo los personajes en este fic?
¿Cuanto cambiará la historia original?
Nos vemos 😙
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