Elsa. 

Y aquí estoy, viendo mi título universitario que tengo en las manos, en la ceremonia de egresados, sinceramente el tiempo pasó demasiado rápido. Fueron cuatro años y medio de sufrimiento, alegría, experiencias nuevas y nuevas personas, que ahora el terminar es un cambio tan radical para mí. Para ser honesta, me da miedo la vida del exterior, pero supongo que todo irá bien. 

Solamente sonrío, porque fueron esos años en donde conocí a verdaderos amigos con quienes tuve que superar prueba tras prueba, años en donde pensaba dejar la carrera y dedicarme a otra cosa pero milagrosamente no fue así, es el tiempo donde fui capaz de ganar la competencia ante mis problemas psicológicos... Han sido muchas cosas. 

Jamás noté que el tiempo pasó tan rápido cuando ví que la ceremonia ya había acabado, fui con mis amigos que ya estaban ahí con sus familias y la mía estaba esperándome junto con ellos. Llegué con ellas y ya saben, abrazos, felicitaciones, fotos, algunos regalos y bromas entre nosotros; así pasó el tiempo hasta que fuimos al restaurante donde estaríamos destejando las familias de cada quien, me refiero a las de Mérida, Punzie, Hiccup y la mía. 

- ¡Propongo un brindis por los festejados! - gritó Fergus, el padre de Mérida mientras alzaba una copa. 

- ¡Salud! - gritamos tomando un trago de las copas. 

- ¿Y qué piensan hacer ahora? - preguntó Anna mirándonos a Punzie y a mí- digo, Mer e Hicc se casará hasta dentro de un año ¿Pero y ustedes? 

- ¿Posiblemente descansar y recuperar mi hermosa cara después del proceso de titulación? - comentó Punzie - Mi cara se demacró con el asesinato que vivimos ahí - rió - ¿Y tú Elsa?

- Yo sí tengo algo que hacer - sonreí - pienso irme de viaje por un tiempo - me miró mi madre confundida - Trabajé durante la carrera obteniendo dinero para viajar - suspiré - pienso recorrer lo más que pueda de Europa 

-¿Y qué países piensas ir? - preguntó Mérida - ¿Cómo pudiste ahorrar casi millones para irte a recorrer Europa?

-Llegaré primero a Inglaterra, después de ahí, veré de donde me lleva la vida - tomé de mi copa - prometo traerles regalos 

-¿Y se puede saber cuánto tiempo me vas a dejar? - preguntó mi madre - No tengo nada en contra el que quieras irte e independizarte, pero no seas mala hija abandonándome como lo estás haciendo ahora 

- No pienso abandonarte mamá, estaré recorriendo dos países en un mes, no pienso pasarme de medio año, el dinero no me alcanza - la abracé - Regresaré en menos de lo que te esperas, de algo que estoy segura, es que llegaré para el cumpleaños de Anna a tiempo. 

Solamente se limitó a sonreír. Los demás dedicaron un brindis para mí, deseándome un buen viaje. Sé que esto no será fácil, pero será interesante, será una forma de disfrutar la vida de otra manera. 

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-Cuídate mucho Elsa - me dijo mi madre abrazándome - Quiero que te diviertas pero con cuidado ¿Si? - me miró y yo asentí - Si vas a ese país de las drogas por favor, hazlo con medida, si veo que te traen deportada por drogarte demasiado, te juro que no sales de la casa en lo que resta de tu vida ¿Entendido? 

-Sí mamá, lo tengo todo entendido. - me separé de ella un poco. 

-Ya paren por favor, ya corten cordón umbilical mujeres - dijo Anna poniéndose en medio de las dos y me miró - Más te vale que regreses con un chico guapo que esté dispuesto a querer, si no lo haces, te regreso a patadas a Europa - me miró amenazante 

-Vale, ya te escuché - reí poco por su acción y en ese momento anunciaron que mi vuelo estaba listo para partir - Bien... llegó el momento... - tomé mis pocas cosas que llevaría conmigo en el avión y ellas solo me miraron asintiendo. 

Les di el último abrazo a las dos y caminé para tomar mi avión, no voy a mentir pero de verdad estoy muriendo de nervios, aunque mis amigas pensarán que solo lo hago para huir de mi madre o de todos, pero no, claro que me voy de viaje con la preocupación de ella y de Anna. Antes de marcharme dejé todo cubierto, los pagos, medicinas, estudios, todo lo dejé organizado; aunque eso me deja algo de tranquilidad pero aún así vivo con el temor. Pero sé que entre ellas dos se cuidarán y Anna sabe bien lo que hace. 

Subí al avión y busqué mi asiento, me tocada en la ventana, era algo que agradecía, aunque tenía que recorrer a otras persona que estaba sentada antes de mi lugar. 

-Disculpe, ¿podría darme permiso? - miré a la persona que tenía lentes oscuros y una gorra de lana sobre su cabeza, ésta se hizo a un lado y yo pasé y enseguida me senté - Muchas gracias - comencé a acomodar mis cosas y a ver todos aquellos aparatitos que tenía el avión. 

Sinceramente me dió miedo el tipo que está a lado de mí ¿Quién coños lleva lentes oscuros dentro del avión? Espero que no sea uno de esos terroristas que roban los aviones y hacen que se estrellen en edificios o que se terminen perdiendo en las profundidades del mar. Dios me libre. 

Decidí no tomarle tanta importancia al tipo, así que solamente saqué uno de mis libros que llevaba para el avión y traté de leer para olvidarme del tipo. 

- Con que viajas a Europa ¿No? - preguntó el hombre, no le hice caso y fijé mi vista en el libro - Me alegra que tomaras la decisión de ir a otros sitios - continuó 

- Señor, desearía tener un viaje tranquilo así que si le importa ¿podría dejar de intentar hacerme la plática? - le pregunté y el sé quitó los lentes y la gorra - ¿Pero qué? 

-Me toca darlo todo por tí - se giró el chico a verme - Estoy listo Elsa. 

-¿Pero qué acaso tu me espías Jackson? - le pregunté molesta - Me das miedo.

- ¿Y qué si lo hago? No puedes detenerme - respondió 

- No, pero si puedo evitarte - tomé mis cosas y él me tomó de la mano - Déjame Jackson 

- Escucha, estoy dispuesto a recorrer contigo millones de kilómetros y ni creas que voy a abandonarte - suspiró - terminamos mal la última vez que nos vimos y entendí que no debía de buscarte más para dejarte tranquila y que pudieras progresar en lo que hacías. Pero ahora, te estoy diciendo que me toca darlo todo ¿Por qué no empezar de nuevo? - tragó saliva - Estoy seguro que no me olvidaste. 

- Pues no, claro que no lo he hecho, pero la diferencia es que yo ya no sufro por tí y no pienso hacerlo en estos momentos - bufé 

- Te prometo que no te haré sufrir... He cambiado, de verdad... - acarició mi mano - ¿Podemos? 

- De verdad que no cambias Jackson - me acomodé en mi asiento y rodeé los ojos mirando la ventana.

- No has soltado tu mano - me dijo y yo seguí sin mirarlo - Vale, lo tomaré como un sí - sentí como se acomodó en su asiento sin dejar de sujetar mi mano. 

De verdad me encanta sufrir. Pero bueno, ya al menos hice que gastara para verme ¿Es un paso no?