Hoy era mi día, hoy es mi cumpleaños número 19, podría ser un día de muchas risas y diversión, pero, resulta que hoy, también es día de clase y día de examen.

Digamos, que... No es lo que esperaba en un cumpleaños.

Mi madre me llevó a la escuela como todos los días. Mientras iba en el camino yo estudiaba en las fichas que había elaborado anteriormente.

- Cuídate cariño, nos vemos luego. - dijo mi madre alejándose.

Caminé para entrar a la escuela e irme directo a mi aula. En el camino, choqué con alguien.

- Dios, lo siento ¿Estás bien? - era la voz de Jackson

-Oh hem, claro, estoy muy bien - Le respondí saliendo del shock.

-Me alegro. No te había visto, es que, ya sabes, soy irresponsable y estudié hace apenas unas horas. - Rió nervioso Jackson.

-Como siempre Frost. - rodeé poco los ojos.

-Bueno, ya, por cierto, feliz cumpleaños - me sonrió y de su mochila sacó una pequeña bolsa - espero que te guste.

-Gracias - tomé la bolsa con un ligero sonrojo - es un, lindo detalle de tu parte.

-Si - revisó su celular - quisiera quedarme a platicar, tengo que ir con mi chica - se despidió y se fue corriendo.

No sé porque me emocionó el que Jackson me diera un regalo. Creo... Que mi cumpleaños acaba de mejorar.