Por unas manzanas

Para muchos no era raro el ver bajar a Kardia tan seguido al pequeño pueblo de Rodorio, lo que si encontraban extraño eran las escusas que utilizaba, algunas mas enredadas que otras, pero la que mas extraño a Degel fue cuando le dijo que bajaba al pueblo por manzanas, ¡sabia que era mentira! Kardia tenia un enorme manzano a las afueras de su templo, y estaba completamente seguro que las manzanas que daba eran mas rojas, jugosas y grandes que las que hubieran en el pueblo, por el simple hecho que el Escorpión paso cuidando ese manzano desde que era muy pequeño.

— Ya enserio Kardia, ¿que vas a hacer al pueblo?

— Ya te lo dije Degel, voy a comprar manzanas...— iba a escaparse de su amigo, pero contaba con que Degel congelaría la entrada de Escorpión— ¡Oye que te pasa, dejame salir!

— No hasta que me digas la verdadera razón de tu salida.— se sentó en el sillón y le hizo una seña para que lo imitara.

No teniendo de otra Kardia tuvo que contarle la verdad a Degel, además que lo amenazo con congelarle el manzano que con tanto esfuerzo hizo crecer hasta ahora.

— ¡No te metas con él, soy capas de quemar tu biblioteca! — contraataco, nadie se metía con sus manzanas.

— ¡Ya estuvo!... ¡¡Dime de una vez Kardia!!— sin querer termino congelando parte del suelo— Que no soy tu mejor amigo.

— Si lo eres... Pero.

— Es un chica.— dio directo en el clavo, y lo supo solo por la cara de asombro que puso el peliazul— ¿como se llama?

— ¿Quien?

— La chica. Y por si no lo sabes puedo congelar desde aquí tu manzano, pero tu no puedes quemar mi biblioteca, jaque mate.

— Degel, ¡Eres malo por dentro!

—Lo se, gracias — hizo una pose como la de un dictador viendo el mundo arder— Ahora, dime. Como. Se. Llama.

— Esta bien— suspiro— Se llama Ushio. Degel si la vieras, estarías igual de loco por ella que yo.

Por primera vez en su vida, el Caballero de Acuario vio a Kardia con cara de bobo por una chica, ¡Si que le había dado fuerte! 

— Oh, Dioses. Eros te lanzo la mas fuerte de sus flechas.

— Ya dejame, tengo que ir con mi chica.

— Ves que no ibas a Rodorio por unas manazas.— se burlo, le gustaba verlo refunfuñar, eso era algo que no se veía todos los días.

— Me haces el favor ¡De descongelar la entrada!

— Ya perdón.

Entre maldiciendo a Degel, Kardia por fin fue al encuentro que tenia con Ushio, cualquier que lo viera bajar las Doce Casas con esa cara de bobo sabría que el Escorpión Dorado había caído baja las garras del amor, o que Eros andaba haciendo de las suyas.

Cuando llego al pueblo, fue directamente a un puesto de manzanas el cual atendía una chica de largos cabellos morados, ojos de un tono rojizo que se asemejaba al rojo de la estrella Antares, la piel algo blanca y unos pocos centímetros mas baja que Kardia. La chica le daba la espalda mientras acomodaba unas cuantas cajas, aprovechando eso el peliazul le jugaría una broma.

Acercándose con mucho silencio tomo a la chica por la espalda.

— Hola pequeña.

Con lo que no contaba era que Ushio se asustara mas de lo que él había pensado, termino recibiendo tremendo puñetazo en la mandíbula.

— Dioses, que tienes fuerza.— posiblemente le saldría un moretón.

— ¡Kardia lo siento!... Eres un idiota como se te ocurre asustarme así.— reviso que su golpe no pasara a mayores— ven entra a la casa, para curarte el golpe.

Curar una herida o un golpe de Kardia era todo un reto, quien diría que un Caballero Dorado era igual que un niño pequeño si de curar heridas se trataba. El peliazul no dejaba de quejarse cada vez que la chica pasaba un paño húmedo por su mandíbula.

— Quedate quieto.

—¡Pero es que duele mucho!— volvió a correr su cara.

— Kardia de Escorpión, no seas un bebe y quedate quieto o voy por Degel y le cuento lo que hiciste ayer con las manzanas.

— ¡No eso no!, Degel es capas de molestarme con eso por el resto de mi vida. Esta bien me quedare quieto.

— Buen niño te daré un manzana como recompensa.

— Y si me das... Otra cosa— puso cara de pervertido, logrando que a la de cabellos morados se le subieran los colores al rostro.

— L-lo pensare.

Eso alegro al Caballero, que con el fin de recibir dicha recompensa se quedo quieto como niño bueno, que no era. Cuando al fin termino su tortura,no le dio tiempo a Ushio de reaccionar cuando ya había atrapado los labios de la chica con los suyos.

Una cosa llevo a la otra, el beso que había comenzado como uno tierno y dulce, paso a ser muy apasionado subiendo las cosas de tono.  Ahora el Caballero tenia a la chica dentada en sus piernas mientras le besaba los hombros y el cuello, Ushio por su parte hacia un movimiento de caderas que termino por despertar el miembro del peliazul, de la nada sintió una de las enormes manos de Kardia sobre uno de sus pechos masajendolos, y con eso sacando a relucir unos gemidos de placer que nacían de la garganta de la joven.

En menos de lo que pensaron sus ropas estaban tiradas en el suelo de la habitación, y los gemidos de placer de ambos inundaban la misma.

Kardia había penetrado a la joven con mucha paciencia y delicadeza, después de todo no era la primera vez que lo hacían, pero no quería lastimarla. Las embestidas comenzaron suaves para después de unos minutos se transformaron en unas deseosas de escuchar mas de los bellos gemidos que la chica daba.

Así siguieron por largo rato, devorándose los labios sin descanso, y hubieran seguido de no ser que alguien toco la ventana de la casa interrumpiéndolos.

— ¡Ushio unos niños te están robando las manzanas!

Al oír las palabras "robando las manzanas" los dos amantes se separaron, se vistieron lo mas rápido que pudieron, para ir en busca de esos niños.

Pero ¿Quien en su sano juicio dejaría de hacer cositas por una fruta? Bueno ellos dos ya que se habían conocido por unas manzanas.

◆◆◆

Perdón la demora a la chica que me pidió el one- shot, pero tenia mucho que hacer.

Espero te haya gustado.

Extra...

¡Voy a regalar solo un One-Shot mas y cierro definitivamente esto!

Doy inicio a los juegos del hambre. (xD)

Que Hades los acompañe :3

ScorpioNoMilo.

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