Capítulo 21: Dios, ¿qué quieres de mí?

¡Hola a todos!

Es un placer estar aquí nuevamente.

Antes de comenzar quisiera hacerles una pregunta:

¿Les gustaría que la historia tenga imágenes?

Sin más que decir, los dejo leer.

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[Narrador Yo]

El trotar de los caballos siempre ha sido un sonido relajante para mis oídos.

El olor no lo es tanto, pero con el tiempo uno se llega a acostumbrar.

El hermoso cielo naranja del atardecer nos iluminaba a todos.

Nos encontrábamos en camino hacia el cuartel de la Legión de Reconocimiento, en dónde comenzaría mi nueva vida.

Al perecer, yo había sido el único voluntario.

O al menos, eso fue lo que me dijeron.

Mire a mis futuros compañeros, todos platicaban entre sí, como si se conocieran de años, eso reforzó las palabras de que fui el único.

Volví a mirar hacia el cielo de forma pensativa.

-No te pongas nervioso, la Legión de Reconocimiento solo es un poco más ruda a comparación de las demás-

Uno de los soldados se había acercado a mi.

-Oh, no lo estoy, solo pienso en algunas cosas-

Respondí mientras continuaba admirando el paisaje.

Pienso en lo que paso anoche... con Rico.

[Flashback]

Lo había dicho, le dije que la quiero. Tal vez para muchos no signifique tanto, pero después de reencarnar solo he querido profundamente a muy pocas personas.

Y Rico es una de ellas.

Tenía miedo, porque este tipo de cariño está llegando más allá del limite.

Tanto que podría decir que comenzaría a amarla, si tan solo no conociera nuestra triste realidad.

Siendo realistas, yo mismo me obligó a no desarrollar el amor por nadie, o al menos, a no expresarlo.

Es decir, no sabremos cuando moriremos.

Solo saldríamos más lastimados y mis objetivos me impiden desarrollar un romance en estos momentos.

Después de besarnos, nos abrazamos por un rato más.

El amor duele.

Pero sentía que era lo correcto, hacer sufrir más a Rico no solo sería cruel, sería inhumano.

-Te quiero...-

Ella asintió con su cabeza oculta en mi pecho.

Mis labios temblaron antes de decir lo siguiente.

-Pero...-

Me separé un poco para mirarla a los ojos.

-Somos soldados...-

-...-

-Sabes que nuestras vidas siempre están en constante peligro...-

-Podríamos sobrellevar eso-

Puse una mirada triste.

-Si muero, no quiero hacerte sufrir más-

En este mundo nada estaba asegurado, ni siquiera la vida.

-¿Por qué me dices eso?-

Preguntó.

-Las expediciones...-

Vi como puso una cara sorprendida.

No sé si no lo sabía o si aún no lo analizaba.

-Ser soldado de por sí es peligroso, encaminarse a expediciones al exterior lo es aún más-

-Yo sé que tú volverás-

-Entonces espérame-

Tome sus manos.

-Si aún no cambias de opinión cuando vuelva, estaré encantado de estar contigo-

Sonreí.

Solo así era posible.

Pero en la Legión de Reconocimiento nunca sabes si volverás en una sola pieza.

-Te esperaré lo que haga falta-

Ella asintió.

Creo que aún no comprendía el significado de esas palabras.

Espero que sea feliz, aún si no estoy yo.

[Fin del Flashback]

Sonreí al horizonte.

Lo daré todo por volver a ver a mis amigos.

Espero no haber cambiado mucho cuando eso suceda.

-¡Más rápido, van muy lento!-

Gritó un hombre, que parecía ser líder de algún grupo o escuadrón.

Paso a mi lado a gran velocidad con su caballo.

Todos los demás aceleramos el paso.

Era cierto, íbamos muy lentos, la noche casi nos alcanzaba.

Al frente de todos iba el Comandante Erwin Smith, anteriormente era uno de los soldados más cercanos al comandante, pero tal parece que el Comandante anterior había renunciado después de la Operación Reconquista.

Pobre, no me puedo imaginar lo que sintió al llevar a tanta gente a la muerte.

Pero no lo culpo, nadie fue voluntario, todos fuimos obligados a ir a nuestra muerte segura.

A lado de Erwin iban otras tres personas.

Uno era Mike Zacharius, el hombre contra el que tuve que combatir por mi inocencia, jamás le hubiera ganado de no ser porque se había rendido.

La otra persona era alguien de quién solo había escuchado rumores, más fuerte y ágil que Mike. Fue sacado de la ciudad subterránea y en poco tiempo se convirtió en una pieza fundamental para la Legión, Levi Ackerman.

Su mirada era tan sombría que me recordaba tanto a la del pequeño Eren, parecía haber perdido algo muy importante.

A su lado iba una mujer, de cabello castaño amarrado en una coleta de caballo, tenía anteojos y a pesar de todo se veía muy alegre.

Iba "molestando" a Levi, quisiera que me contagie un poco de su alegría.

No demoramos mucho en llegar.

La noche nos había alcanzado.

Llegamos a unas instalaciones cerca del Distrito Karanese.

El lugar se veía algo descuidado, como que no lo habían habitado en mucho tiempo.

A todos se les había asignado una habitación compartida.

Mi compañero fue un hombre rubio, su nombre era Erd Gin, un nombre poco común.

En todos mis años viviendo aquí, nunca escuché algo así.

Algunos se iban a reunir para charlar un poco y convivir.

Yo solo decidí irme directo a mi habitación, estaba demasiado cansado como para convivir con más personas.

-Bien, este será mi nuevo hogar...-

Dije a la nada.

La habitación era muy simple. Estaba amueblada con una litera, un pequeño cajón, una mesa y listo.

También estaba iluminada gracias a unas cuantas velas sobre la mesa.

No era la gran cosa, pero era mejor que dormir en la interperie.

Así que agradecí mentalmente por eso.

Cómo llegué primero, obviamente elegí dormir arriba.

Así que puse mis cosas en el suelo y rápidamente me subí a la cama, no sin antes quitarme las botas y la mayoría de mi uniforme.

Solo me quedé con la camisa y el pantalón.

Supongo que podría intentar dormir, tanto viaje me resulta cansado.

Y eso que solo tengo 19 años.

-Supongo que es el estrés...-

Si, debía ser por eso.

Tal vez...

Oh mierda...

Espera, no me puedo mover.

Nuevamente el tiempo se había congelado.

Hace tanto que no pasaba eso.

Pero no estaba aquel "Dios".

¿Porqué?

-Tranquilo, yo siempre estoy aquí -

Repentinamente escuché su voz, parecía estar dentro de mi cabeza.

-Tanto tiempo sin verte,te extrañaba-

Respondí sarcásticamente.

-Oh vamos, ¿Sigues molesto por lo de tu "familia"?-

-...-

¿Enserio me preguntaba eso? ¿Cómo se atrevía?

-No era tu familia, tu familia real se quedó en tu mundo-

Eso no...

-¿Acaso ya lo olvidaste?-

No, no lo había olvidado.

Se que no pertenezco a este mundo.

Pero por alguna razón ya no recordaba con claridad todo sobre mi vida pasada.

¿Cómo me llamaba?

¿Qué edad tenía cuando morí?

Nada.

-¿Porqué has venido?-

-Que aburrido eres-

Le escuché bufar.

Sinceramente no tenía tiempo para sus juegos.

Es un ser completamente cruel e insensible, simplemente no puedo convivir con alguien así.

-Me he venido a disculpar...-

¿Disculpar? ¿En verdad cree que algo así se puede perdonar?

Pensé que reencarnar sería algo interesante y tal vez maravilloso, pero fue todo lo contrario, solo he sufrido desde que llegué.

-¡Te daré un poder! ¿Qué te parece? ¿No es genial?-

Parecía alegre.

¿Un poder? ¿Eso es posible?

Bueno, es un Dios, pero no cualquier clase de dios.

-¿Qué clase de poder?-

Pregunté cauteloso, nunca sabes que esperar con este Dios.

Hubo un silencio, era inquietante.

Esta sensación no me gustaba, algo me decía que no era nada bueno.

-Ya lo verás...-

Después de decir eso, el tiempo volvió a la normalidad.

Me quedé un tiempo tratando de recuperarme de ese shock.

¿Qué estará tramando ahora?

¿Qué clase de poder?

No podré dormir de solo pensar en eso, en mi pecho sentía una gran presión, estaba asustado.

Ese Dios era aterrador.

[Días después, Narrador Normal]

En un pequeño bosque, alguien parecía tener problemas para completar un ejercicio.

-¡Oh mierda!-

-¡Ethiel, lo estás haciendo fatal, eres muy lento!-

Erwin Smith estaba a cargo del entrenamiento y no parecía nada contento con el desempeño del nuevo voluntario.

-Tch, no me presiones-

Murmuró Ethiel un poco frustrado.

-¡De nuevo!-

Escuchó la voz de Erwin, así que tuvo que volver al punto de partida para comenzar nuevamente.

Solamente lo observó, nuevamente no estaba aprovechando todos sus recursos y habilidades.

Antes de poder reprimirlo nuevamente, alguien llegó a su lado.

-¿En serio era un Capitán de Escuadrón?-

Volteó y no era nadie más que su compañera y líder del Cuarto Escuadrón, Hange Zoe.

A su lado iba otra persona, era azabache y de estatura pequeña, su mirada era indiferente, era Levi Ackerman.

-Eso fue lo que escuché-

Respondió.

En si, nunca lo había visto hasta que aquel día dió ese discurso motivador.

-Erwin, solo se lo explicaste ¿Cierto?-

Levi habló por primera vez.

Ahora dirigió su mirada al chico, seguía fracasando en este ejercicio.

Consistía en llegar a cierto punto del bosque en el mayor tiempo posible.

Suena fácil ¿No?

El inconveniente es que tiene que gastar la menor cantidad de combustible.

Ethiel aún no lo comprendía y seguía malgastando el gas.

Nego con la cabeza, solo le había explicado eso, pero no le había dado ninguna muestra de como hacerlo.

-Desperdicia demasiado-

La Legión de Reconocimiento tiene recursos limitados, gastar la menor cantidad garantiza su rendimiento.

Repentinamente, Levi fue en su dirección.

-¡Levi!-

Gritó Hange por la sorpresa.

[Con Ethiel]

-No sé cómo hacerlo-

Se lamentaba al haber fallado nuevamente.

Comprobó sus reservas de gas, ya casi se terminaban.

Cuando se disponía a intentarlo nuevamente, una figura paso a su lado.

Fue tan rápido que cuando quiso reconocerlo ya se había alejado con velocidad.

Tuvo un poco de sorpresa por su rapidez, pero rápidamente analizó su técnica.

A pesar de moverse tan rápido, no estaba utilizando tanto gas.

De hecho, solo lo utilizo 3 veces en todo el trayecto y lo hizo mucho más rápido que él.

Quedó maravillado.

Cuando el hombre se detuvo lo pudo observar bien, era Levi Ackerman.

Su habilidad era algo impresionante.

-Tú...-

Lo llamó desde el otro lado.

-¿Observaste bien?-

A pesar de su impresión, pudo asentir.

-Hazlo-

Se tenso un poco.

Estaba nervioso, pero logró tranquilizarse.

Puso una mirada determinada.

-No es solo usar el gas y las correas, también hay que implicar el cuerpo...-

Se murmuraba a sí mismo tratando de comprender aquello en palabras.

La clave estaba en la fuerza cinética que producía su cuerpo al ser impulsado por el equipo.

Lo tenía.

Desde el primer impulso estaba la clave.

Rápidamente se posicionó para hacerlo.

-¡Salta!-

¿Saltar?

Si Levi lo decía, así debía ser.

Cuando lo hizo sintió el gran impulso.

-"Genial"-

Puso una gran sonrisa.

Llegar al otro extremo fue tan rápido, ni él mismo se creía llegar a ese tipo de velocidades, pero ahora lo estaba consiguiendo.

Del otro lado Erwin también sonreía.

-Es extraño...-

Escuchó decir a Hange.

Estuvo de acuerdo, era extraño que Levi se tomará un momento para enseñarle.

-¿Qué planeas Erwin?-

El mencionado solo alzó una ceja.

-Te estás tomando demasiado tiempo, incluso creo que es una especie de trato preferencial...-

Erwin solo puso una sonrisa.

-Quiero que se prepare-

-¿Para qué?-

-Actualmente, ¿Qué nos hace falta?-

Ella pareció pensarlo un poco.

Pero puso una cara sorprendida al entenderlo.

-Ya veo...-

Después de perder a tantos camaradas era hora de tener algunos refuerzos.

No podían darse el lujo de tardar en su capacitación.

[En la noche]

Después de un largo día de entrenamiento, era hora de un momento de relajación.

La mayoría se encontraba en el comedor disfrutando de la cena y la convivencia.

Ethiel se encontraba junto a Erwin, Hange y Levi.

De momento solo había convivido con ellos tres.

-¿Qué te ha parecido el entrenamiento?-

Preguntó Erwin.

El chico dejo un momento su cena, para mirarlo.

-Debo decir que es muy exigente, nunca pensé que la Legión tuviera este tipo de entrenamiento...-

A pesar de estar agotado, seguía conservando su sonrisa.

-Solo es lo básico-

La cara de Ethiel palideció.

-Todo lo que aprendiste en la tropa de reclutas será potenciado y llevado a otro nivel, lo necesitarás allá afuera-

Solo asintió, una parte dentro de él estaba muy emocionada por comenzar.

No por nada la Legión tenía a los soldados mejor preparados de toda la humanidad.

-Oye... Ethiel, ¿Cierto?-

Está vez fue Hange quien habló.

El chico ahora la miró a ella.

-¿De dónde vienes?-

-¿Porqué preguntas cosas sin sentido?-

Ella parecía muy amigable, pero Levi la detuvo en modo de regaño.

-¡Oh vamos, Levi, debemos conocer mejor a nuestro compañero!-

Hizo un lindo puchero.

Ethiel los observaba con una sonrisa, la nostalgia le invadía, pues le recordaba a la relación que tiene con sus amigos.

-No lo se con exactitud, pero mis primeros años los pase en el Distrito Quinta, luego mis padres...-

Hizo una pausa al recordarlos, era sorprendente como el simple hecho de mencionarlos hacia que su voz se quebrase por un instante.

-... Me llevaron a Shiganshina-

-Espera-

Hange se notaba sorprendida.

-¿Estuviste en esa masacre?-

Ethiel solo asintió.

-Así es, tratamos de darles pelea, aunque no fue suficiente-

Se puso cabizbajo.

-¿Estás bien?-

Hange pensó haberlo ofendido.

-No te preocupes, es solo que... Recordar eso me hace pensar en mi familia, en paz descansen-

-Lo lamento-

Ella estuvo satisfecha con esas respuestas, debido a que sintió el ambiente algo incómodo, decidió no preguntar más.

El chico solo se reprendía internamente, pues sentía que estaba siendo demasiado frío, pero no pudo evitarlo.

Esa derrota en Shiganshina es algo que nunca podrá superar.

-Erwin...-

Miró de reojo como Levi y el comandante Erwin intercambiaban miradas.

El comandante solo asintió y lo miró a él.

-Se que es algo repentino, pero, a partir de la próxima semana formarás parte del Escuadrón de Operaciones Especiales-

-¿Eh?-

Eso le tomo por sorpresa.

-Tal vez no lo veas, pero estás avanzando rápido a pesar de que estamos siendo algo bruscos contigo y a Levi le falta personal-

Pudo notar algo de mentira en sus palabras.

Normalmente cualquiera estaría feliz, claro, era una gran noticia.

Pero... El Escuadrón de Operaciones Especiales de la Legión de Reconocimiento, no sonaba como algo fácil.

De hecho, parece que tendría más trabajo por hacer.

-Solo es una prueba, yo sé que no estarás listo en una semana, pero tienes algo diferente a los demás-

Finalizó con una sonrisa.

Ethiel asintió y procedió a terminar la cena.

Hange permaneció en silencio.

Tendría que poner más empeño en el entrenamiento si es que quería sobrevivir.

Pronto entendería que la Legión no solo se encarga de los Titanes.

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Gracias por haber leído hasta aquí :).

No sé olviden de votar y comentar, siempre estoy encantado de leerlos.

Nos vemos en el próximo episodio.

Bye bye ^^

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