Capítulo 14: Giros inesperados

¡Hola!

Mucho tiempo sin actualizar, lo sé.

Pero bueno aqui está el capítulo, primero eso y las excusas al final.

...

[Narrador normal, Distrito Trost]

—Abuelo... Abuelo...—

La ex-casa de Ethiel, ahora habitada por tres peculiares niños, se encontraba con un semblante totalmente triste.

La Operación Reconquista había sido dada por terminada desde hace días.

El problema era que nadie de los que salieron de Trost volvió con vida.

Las listas de muertos eran enormes.

La casa estaba de luto por la perdida de dos miembros importantes: El Abuelo Arlet y Ethiel.

El pobre Armin Arlet era el más devastado de los tres, mantenia abrazada contra su pecho la única pertenencia que su abuelo le había dejado, su sombrero.

—Todo es culpa de esos malditos—

Mascullaba con furia el pequeño Eren.

Mikasa solo se mantenía al margen mientras veía a su hermanastro y a su amigo encerrados en su propio mundo.

Pasaron varios minutos hasta que dió un largo suspiro y avanzo hacia ellos.

—No es seguro que estén muertos—

Al decir eso, ambos la miraron.

Pero antes de que la esperanza apareciera en ellos, decidió cortarla.

—Pero tampoco hay seguridad de que estén bien—

Sería más doloroso dar falsas esperanzas, mejor era que tuvieran en mente ambas posibilidades.

Uno solo podía desear lo mejor para las personas, pero nunca podría controlar del todo las decisiones que el destino toma.

Solo hay una cosa más fuerte que un cruel destino, la voluntad, una voluntad inquebrantable que solo pocos logran sacar a la luz en los momentos más desesperados, pero incluso una gran voluntad tampoco te asegura la supervivencia.

Entonces, solo queda esperar y seguir adelante.

[Narrador Yo, Territorio de la Muralla María]

—¡Bien, en marcha!—

Cuando desperté aquella mañana, no perdí más tiempo y junto a Ares me propuse a cruzar todo el inmenso bosque.

Estaba tan ilusionado por salir y volver a la civilización.

Esperaba con ansias el volver a ver a mis amigos y rogaba con todas mis fuerzas que todos aquellos pensamientos negativos que tuve el día de ayer y la mayor parte de mi sueño, resulten ser falsos.

Pues nada eran buenas noticias, algo me decía que muchos habían muerto y que esa era en parte la razón por la que había despertado solo y con amnesia.

Pero había varias cosas que no cuadraban, como el motivo de mi soledad.

No creo que algún Titán me haya arrojado tan lejos y tan limpiamente como para no haber chocado con nada.

Es decir, estaría muerto de ser así o al menos herido de gravedad e inválido.

Así que no me explico para nada toda la situación.

Otra sería que alguien me haya llevado a tal lugar, pero ¿Por qué hacer algo así? ¿Cómo diablos quedé inconsciente y sin poder recordar nada?

No tenía idea de nada.

Tal vez nos tomo unas 4 horas a trote lento, pues no quería que Ares se fatigara demasiado.

Pero al salir completamente del bosque, vimos algo horrendo.

Era un campo lleno de...

Cadáveres.

[Narrador normal]

Ethiel al ver aquello se quedó completamente pasmado.

Llevo una de sus manos a la boca mientras la otra estaba en un puño cerrado que apretaba tan fuerte que se podía ver temblando.

Miraba con sorpresa y terror hacia todos lados.

Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos al ver que todos parecían estar muertos, algunos de maneras tan crueles que no podía ni mirar por mucho tiempo sin sentir su estómago revolverse.

—¿Qué demonios...?—

Se pregunto con horror.

Después de unos minutos logro tranquilizarse lo suficiente como para ordenar a su caballo que avance.

Pasó mirando todos los cadáveres, no había ningún signo de vida más que las moscas y los cuervos que se agrupaban sobre ellos.

Civiles y soldados permanecían por igual.

Pero aparte de eso, no había ningún titán.

[Narrador Yo]

Baje para revisar los cadáveres y ver que podía rescatar para sus familiares.

Quisiera poder enterrarlos a todos, pero no tengo el tiempo ni las energías para eso.

Mientras me acercaba a uno de ellos, pude ver algo más de lo que no me había percatado.

En el suelo se encontraban esparcidos muchos cartuchos de armas.

Demasiados.

Incluso encontrar uno sería raro, pues nadie, soldado ni civil, traía armas consigo.

Además de que las armas eran para uso único de la Policía Militar.

Espera ¿Por qué ninguno de los cadáveres tenía heridas severas?

Hablando de heridas que podrían haber sido producidas por un titán.

Me acerque rápidamente a uno de ellos que estaba boca abajo, tenía algunos orificios que sobresalían de su espalda.

Le di la vuelta y lo primero que pude sentir fue asco, pero sobre todo, impacto, pues la cara de este hombre reflejaba sorpresa absoluta.

Revise su herida con las manos totalmente descubiertas.

No importaba, de cualquier forma no había material para hacerlo de manera más segura.

Y aparte de sentir su vísceras, hubo algo que simplemente deseaba no encontrar.

Metralla.

Este hombre fue asesinado.

Hice lo mismo con todos y con todos fue lo mismo.

Esto era mucho más aterrador que haber encontrado que todos habían muerto a causa de los Titanes.

Estos hombres murieron a causa de los mismos humanos.

¿Qué mierda significaba todo esto?

Tome algunas de esas pruebas y volví con mi caballo.

Ya no sabía que creer.

Este mundo estaba totalmente loco.

Pero como si alguien o algo quisiera darme más pistas, de reojo pude ver otra cosa.

Lentamente me dirigí a ese lado.

Al llegar me tope con algo que simplemente me decía la aterradora verdad.

Era solo un pedazo, pero no sé necesitaba más.

El escudo de la policía militar se apreciaba claramente.

¡Ningún soldado de la Policía Militar partió con nosotros!

¿Por qué asesinarían a sus propios compatriotas, a su propia especie?

Decidí tomar eso y volver con Ares.

Ya no quería ver nada más.

Ahora me encaminaba devuelta a los muros.

[Narrador normal, Distrito Trost, Tropas de Guarnición]

Las Tropas de Guarnición seguían en sus actividades normales, era como si fueran tan ajenas a lo que todos hicieran.

Obviamente no todos estaban igual, había cierto número de soldados que permanecían con miradas cabizbajas.

Eran aquellos que habían perdido a algún familiar o amigo en la desastrosa Operación Reconquista llevada a cabo recientemente.

Ian Dietrich conservaba su mirada de hierro para cualquiera que no lo conociera lo suficiente.

Solo su fiel amigo Mitabi Jarnach sabía sobre el caos interior que Ian pasaba, pues el mismo lo experimentaba.

Hace poco se habían enterado de la muerte de uno de sus más preciados amigos y no habían podido contactar con Rico desde que le dieron la lamentable noticia.

—Esto es una mierda...—

Murmuró Mitabi llegado al lado de Ian, ambos estaban en la cima de la muralla mirando toda la ciudad.

—Así es...—

Ian dió un trago a la botella de vino que traía consigo, ofreció un poco a Mitabi.

—Gracias—

Agradeció mientras le daba un trago y se quedaba nuevamente en silencio.

No había mucho que expresar, no habían ni siquiera ganas de hablar.

Todo estaba tan jodido.

—¿Qué has sabido de Rico?—

Preguntó Ian.

Mitabi dió un largo suspiro.

—Fui a tratar de visitarla está mañana, pero no respondió al llamado—

Fue la respuesta que dió.

—Realmente estoy preocupado por ella, pero no puedo culparla... Se veía que le tenía un gran aprecio—

Mencionó Ian y Mitabi solo pudo sonreír con tristeza.

—Lo amaba, o mejor dicho, se amaban...—

Se perdió tanto en sus pensamientos que no pudo ver cómo Ian le quedaba viendo fijamente.

—¿Cómo te hace sentir eso?—

—¿Eh?—

Mitabi se quedó algo confuso ante tal pregunta.

—Tu también la amabas—

Fue entonces que Ian decidió ser más directo.

Lo único que recibió como respuesta fue una gran carcajada que poco a poco se fue apagando.

—Sabes bien que me rendí hace mucho tiempo, desde la graduación para ser exacto—

A pesar de la respuesta de su buen amigo, Ian no quedo convencido.

Mitabi había estado enamorado de Rico desde el primer momento en que empezaron a relacionarse, siempre intento hacerlo saber, pero nada funcionaba contra el frío corazón de la chica.

Nada parecía abrir el corazón de Rico hasta que Ethiel apareció. Ian fue testigo de los celos y constantes enojos que su amigo nunca demostró en público, siempre se tranquilizaba con las palabras de que si "ella era feliz, el también lo sería".

Aún así, seguía persistiendo el doloroso sentimiento de ver a la persona que amas con alguien más.

Todo termino hasta que descubrió a Rico y Ethiel en unos almacenes un día después de la graduación, ambos totalmente desnudos, junto a Anka.

Mitabi decidió no seguir castigando su pobre corazón.

—Ethiel ya no está, bien podrías hacer el intento—

Ian trato de presionar nuevamente.

—Eso sería aprovecharse se la situación y no pienso hacerlo, lo que Rico necesita es nuestro total apoyo como amigos que somos—

La mirada tan seria y claramente decidida hizo que Ian se diera cuenta de lo mucho que su amigo había madurado.

Solo pudo sonreír ante eso.

[Cuartel General, oficina del Comandante de las Tropas de Guarnición]

—Vaya, esto si que es una sorpresa—

Fueron las palabras del Comandante Pixis que se encontraba leyendo el reporte de defunciones de la Operación Reconquista.

—Pobre muchacho—

Su mano derecha, Anka, que se encontraba a su lado no pudo evitar leer lo mismo que el estaba leyendo.

Leer "Ethiel Dreyar" como primera defunción la dejo totalmente impactada.

No sé esperaba una noticia de tal magnitud.

Pixis le miro de reojo.

—Es una pena por tu amigo, Anka—

Ella solo asintió.

Pixis dejo a un lado el reporte y dió otro sorbo a su copa de vino, mientras parecía pensar un poco.

Él tampoco podía creer como es que aquel muchacho pudo haber muerto.

Sentía lastima por tanto potencial desperdiciado.

<TOC TOC TOC>

Repentinamente alguien había tocado la puerta de su oficina.

—Creí haber dicho que no me molestaran a no ser que fuera una situación muy importante—

Resoplo el Comandante Pixis.

Anka pareció volver en si, a pesar de que ahora su mirada estaba más apagada que de costumbre.

Comenzó a caminar en dirección a la puerta.

—Con los acontecimientos recientes, toda noticia es importante—

Pixis no estuvo de acuerdo, pero a Anka poco le importaba y solo abrió la puerta.

De ella entro un soldado que se presentó muy formal y dejo unos documentos en el escritorio del Comandante, después de eso se retiró sin más miramiento.

—Más estúpidos papeles—

Volvió a quejarse.

Anka solo pudo hacer gestos de desaprobación por la conducta de su superior.

Pixis tomo los documentos y comenzó a leerlos en silencio, para al final quedar con una expresión sorprendida pero a la vez llena de confusión.

Anka solo le miro con curiosidad.

—Como era de esperarse, si hubo sobrevivientes... —

Comenzó a decir.

—Pero quieren llevarlos a juicio—

En ese momento le pasó los documentos a Anka que solo quedó de la misma forma.

—¿Con que motivo?—

Fue lo único que pudo preguntar.

—No lo sé... Es cosa de la Policía Militar y el General Zackly—

Respondió, pero eso dejo a Anka de la misma forma, pues fue lo que decía en el documento.

—Los jucios comienzan mañana mismo, debo presentarme—

Pixis solo se dejó caer pesadamente en su asiento mientras se tomaba la cabeza sintiendo algo de dolor.

Cosas tan estresantes estaban pasando últimamente.

[Distrito Trost]

La ciudad entera había quedado en completo impacto cuando las ruidosas campanas comenzaron a sonar con fuerza.

Hace tanto tiempo que no se escuchaba su sonido.

Pues estás solo eran utilizadas al momento en que algún ser humano ingresaba por las puertas principales, puertas que no habían sido abiertas desde aquella mañana en qué dió inicio la Operación Reconquista.

Rápidamente una gran multitud de personas comenzó a reunirse alrededor de la gran puerta.

Esperaban ver a todos aquellos sobrevivientes de la Operación, pero se decepcionaron y a la vez impactaron a ver qué solo una persona ingresaba a través de ellas.

Una sola persona montada en un hermoso corcel negro.

Este era un hombre rubio que traía puesto el uniforme de la Legión de Reconocimiento.

La gente sabía quién era, pero solo cinco personas de esa multitud se atrevieron a gritar el nombre con una mezcla tan diversa de emociones.

—¡ETHIEL!—

Al parecer, alguien había regresado de entre los muertos.

...

Fin del capitulo.

Pueden pensar que me fume un porro muy potente para escribir esto y no los culparía para nada.

A veces yo mismo me sorprendo de mis creaciones.

Pueden dejar sus dudas y aclaraciones en los comentarios, además de las ideas que puedan tener, me encanta leerlos.

Y no olviden dejar su estrellita, con eso me dan mucha motivación.

Sin más que decir, nos vemos en el próximo capítulo.

Bye bye ^^

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