Temor

Pov Narrador

Nuevamente me encontraba sentado en una de las mesas del anfitrión de la fertilidad frente a Eina, era una cena muy tranquila, no hablábamos, simplemente comíamos he ignorabamos el ruido de los demás clientes que también estaban presentes.

Me sentía completamente tranquilo sin hablar pero me percaté de que Eina parecía inquieta, así que decidí hablar.

Yo: Te resulta incómodo no hablar?

Eina: Eh? No, para nada...

Yo: Bueno.

Tampoco es como si fuera a insistir para tener una conversación, por lo que continué cenando con normalidad hasta que la elfo castaña habló.

Eina: Y que planeas hacer para mañana?

Yo: (Era cuestión de tiempo para que inicie una conversación...) Pegar todos los carteles por todo Orario, después de todo ya no puedo volver al calabozo en mi condición actual , aunque tampoco es como si lo necesitara por ahora.

Eina: Y lo piensas hacer solo? Digo, ya que solo es tu segundo día aquí de seguro no conoces el lugar.

Yo: Pensaba pedirte ayuda pero recordé que tu también trabajas, y no quiero abusar de toda la ayuda que me has brindado.

Eina: Bueno, si estaré ocupada pero creí que al menos me preguntaría sobre los lugares y formas de ubicarte.

Yo: Tranquila, si pude entrar y salir del calabozo sin perderme, entonces también puedo orientarme en la ciudad, después de todo, el calabozo es un laberinto complicado (aunque en las dos ocasiones que estuve dentro tuve ayuda para salir...)

Eina: Supongo que tienes razón... Pero que hay de tu ropa.

Yo: ... -mirando mi traje polvoriento- No está tan sucia, todavía aguanta.

Eina: Una vestimenta tan elegante terminó tan sucia, que desperdicio.

Yo: Por alguna razón me hiciste recordar a una amiga que me hubiera reprendió eh insultado por ensuciarme de esta manera.

Eina: Encerio?

Por mí mente pasó la idea de que Ram me escuchara decir que la consideraba una amiga y me contestara diciéndome.

Ram: Y quien dijo que me podías llamar amiga, alguien como tú no puede tener ese privilegio.

...

Me había distraído en mis pensamientos por lo que Eina levantó ligeramente la voz para llamar mi atención.

Eina: Te sugiero que te compres ropa nueva y laves la que tienes puesta.

Yo: Supongo que tienes razón, me voy a comprar algo de ropa, aun me queda una muy buena cantidad de dinero para subsistir, y el gremio no cobró mucho por hacer todos estos carteles -señalando mi mochila con varias hojas dentro-

Eina: Para ti es poco lo que te cobraron porque ganaste mucho con la gran cantidad de cristales y objetos de monstruos que nos diste, si seguías haciendo eso terminarías quitándole el trabajo a varios aventureros por la poca demanda de cristales que habría en el gremio.

Yo: Tampoco es para tanto.

Eina: Tu mochila estaba casi al tope, como no se te rompió la espalda.

Recuerdos de la escuela vienen a mi memoria, pues en aquellos tiempos por culpa de perder y no poder memorizar el horario de clases, siempre tenía que llevar todos los libros y cuadernos de mi casa hasta la escuela caminando.

Yo: Práctica, mucha práctica, llevo toda mi vida practicando.

Un rato después de terminar de comer y de evitar tomar cerveza ya me encontraba camino al lugar donde me estaría hospedando, pero había algo extraño que me tenía inquieto y era que Eina también caminaba a mi lado.

Yo: Oye Eina...

Eina: Si?

Yo: No es necesario que me acompañes, ya me sé el camino, no me voy a perder...

Eina: Lo sé.

Yo: Entonces porque vienes conmigo?

Eina: De qué otra forma quieres que llegue al lugar donde vivo?

Yo: .... -reiniciando sistema- .... También te hospedas en el mismo lugar?

Eina: Sip, no necesito una casa estable ya que paso mas tiempo en el gremio.

Yo: Ohhh ya veo, parece que estaré rodeado de dos chicas elfo -digo tratando de parecer arrogante-

Eina: Natalia es una elfo, yo solo soy una madio elfo.

Yo: (Y como verga puedo diferenciar?!) pero ambas si son recepcionistas ¿verdad?

Eina: Sip, Yo del Gremio y Natalia de su local.

...

Cuando llegamos a lo que sería una especie de apartamento en este mundo y está época, ambos fuimos recibidos por Natalia de forma cortez para que luego nos entregara nuestra llaves para ingresar a nuestras respectivas habitaciones que sinceramente la mía era bastante espaciosa, supuse que Eina al saber que yo era nuevo en la ciudad necesitaría un lugar donde vivir por un tiempo prolongado como ella, por lo que no me queje y me adapté de la mejor manera al nuevo lugar en el que viviría temporalmente, pues no plantea quedarme por siempre, aún tenía en mente la necesidad de querer volver a mi mundo, pero eso estaba en segundo plano dentro de mis prioridades ya que ahora lo primero era encontrar a Rem y Beatrice confiando en que Satella las hubiera mandado conmigo.

Cuando me recosté en la cama sentí que no me levantaria en un largo rato, era como si mi cuerpo estuviera mas pesado de lo normal, mis músculos entraban en relajación total, pero este estado me parecía demaciado raro, teniendo en cuenta que no había forzado tanto mis músculos, lo que había echo durante el día era algo común que podía soportar sin problemas, y aun así parecía que había echo trabajo físico extremo.

Yo: Puto el que me despierte...

Cuando cerré los ojos no pasó mucho para que me quede completamente dormido.

.
.
.

Estaba caminando tranquilamente con mi mochila en la espalda por las calles de Orario en busca de una tienda de ropa mientras pegaba carteles en las paredes hasta que me percaté de que una chica que no reconocí había sacado una bolsa de monedas de mi mochila y se alejo corriendo, por lo que traté de lanzarle un cristal de hielo en forma de roca en la espalda pero nada sucedió así que empezé a correr tras ella mientras le gritaba que se detenga, lo sé, algo muy estúpido, pedirle a un ladrón que se detenga pero bueno, se me dificultaba correr a su velocidad y ya estaba por rendirme pero de pronto, una mano completamente negra salió desde el centro de mi pecho y estómago que se estiró hasta la chica y le atravesó la espalda para luego desaparecer y dejarla caer al piso mientras sangraba, yo me quedé completamente quieto al ver lo que pasó pero apenas la vi caer me acerque para ayudar y tratar de usar magia de curación, mientras yo estaba concentrado tratando de curar dicha herida las demás personas se quedaban mirando, pero no miraban de forma preocupada ni temerosa a la posible muerte de la chica, el caso era distinto, pues sus miradas eran dirigidas a mí, todas eran miradas de odio y miedo, luego empezé a escuchar las voces que me decían Asesino, Monstruo, No deberías vivir... Traté de ignorar dichas palabras y seguir curando a la chica pero de un momento a otro me fijo en el rostro de la chica y era Rem con una mirada que se hiba apagando poco a poco.

Rem: Alex... Porque...

El miedo y la desesperación me invadió, trate de acelerar el proceso de curación mientras lágrimas brotaban de mis ojos.

Yo: No.... Nonononono....

Lo único que pensé fue en querer que esto no fuera real, cerré mis ojos con fuerza y cuando los abrí me calme al ver el techo de la habitación.

Yo: Pesadilla... -dije en un suspiro-

FIN DEL CAPÍTULO 6 DE LA SEGUNDA TEMPORADA

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top