En Busca de un Arma

Pov Protagonista

Ya era tarde para cuando llegamos al gremio después de invitar a almorzar a Bell, podría decirce que por la posición del sol se calcularía que son aproximadamente las 3:00 pm, pero que se yo, nunca antes había tratado de calcular la hora de esta forma.

--Que?!! Llegaste al piso 10?!!-- exclamó Eina con una expresión mezclada entre sorpresa y preocupación en su rostro.
--Y aún así me pides permiso para seguir bajando pisos?!--

--S-si, pero estoy bien, no me pasó nadaa!-- el albino se quejaba mientras era sacudido por la medio elfo.
--Y no voy a estar solo, Alex y Beatrice me acompañaran, ya lo habíamos hablado--

--Son muy escandalosos supongo--

Betty parecía disgustada por la situación, pues todos nos estaban viendo, y no era la única, ya que a mí también me resultó demasiado exagerada esa reacción por parte de Eina.

--Eso está bien, ¡¿pero acaso estas loco?! No tienes el nivel suficiente para llegar tan cerca de los pisos intermedios!!--

Ahora su voz parecía mostrar molestia. Pero afortunadamente se calmó rápidamente y prosiguió con su preocupación.

--Tuviste suerte de que no te pasara nada estando con Alex y la señorita Beatrice-- soltando un suspiro.
--Aunque... No creo que Alex haya podido hacer mucho-- dijo en voz baja mirándome de reojo.

Obviamente noté y escuche eso, por lo que no me quedé callado.

--Ey! No es como si mi condición fuera algo que elegí voluntariamente!-- con un tono de voz claramente molesto.

Solo pude ver su expresión de culpa por ser escuchada con un comentario como ese.

--Lo siento...-- se disculpó con una sonrisa nerviosa.

--Okey okey, creo que puedo comprender tú preocupación, pero no es como si Bell fuera débil, yo mismo ví como se enfrentaba a varios monstruos sin problemas-- dije para abogar por Bell.

--Sé que Bell no es débil, pero no hace mucho casi lo matan en el piso cinco-- dirigiendo su mirada al albino.

--Interesante..., pues parece que se fortalece muy rápido, Betty y yo le dejamos pelear una buena cantidad de tiempo solo, y con lo que comprendo de los niveles, creo que a este punto ya debe ser mucho mas fuerte que la vez en la que casi muere--

--Eso tendría que comprobarlo por mi misma, pero...-- mirando fijamente el protector de pecho de Bell.

--P-porque me miras así Eina?-- dice Bell con nerviosismo.
--Tengo algo malo?-- empezando a inspeccionar su cuerpo sin comprender lo que sucedía.

--Porqué tu armadura está rota?!, acaso corriste mucho peligro?!--

Eina se había vuelto a preocupar.

--Ahora como se supone que tenga confianza en que vuelvas a salvo si te veo con la armadura en esa condición!--

--Ehhh... Yo...-- sin saber como reaccionar a la preocupada semi elfo Bell trato de formular palabras.

--Ay por favor! Solo es un rasponcito-- Dije alzando levemente la voz restandole importancia a la situación.

--Rasponcito??! Su protector está dañado, roto, partido a la mitad, inservible!--

Parecía que Eina se estaba alterando cada vez más.

--Así no pienso darle permiso para que valla más profundo en el calabozo-- cruzándose de brazos volteó la cara en señal de que no aceptaría ninguna explicación ni excusa.

--¿Y como esperas que se fortalezca si lo sobreproteges? Así no va a crecer ni mejorar, además, ¿Ser un aventurero no significa arriesgarse para luchar contra monstruos y ganar dinero en el proceso?, ¿Si no se arriesga que clase de aventurero sería? Sin riesgos no hay emoción en la vida--

Por alguna razón sentí como la mirada de Bell hacia mí cambió, es como si sintiera alguna especie de admiración por mí.

De la misma forma Eina me miró con asombro, como si no me creyera capaz de decir o pensar de esa forma, cosa que me resultó levemente ofencivo pero lo dejé pasar.

Solo escuché un suspiro de derrota por parte de Eina para que luego dijera.

--De acuerdo, tienes razón, si estoy siendo muy sobreprotectora pero... Al ser consegera de exploración de aventureros jóvenes eh sido testigo de el deceso de varios aventureros que confiados en sus capacidades subestimaton los peligros del calabozo, y eso me causa inseguridad sobre la supervivencia de Bell-- expresó con la mirada algo baja.

--(Maldita sea, no se si está usando la táctica de la manipulación emocional haciendo sentir culpa y empata a los demás a propósito o lo hace porque de verdad se siente así, pero no puedo dejar que me afecte)--

Al parecer Bell empezó a sentir empatia por Eina, cosa que me hizo creer que tal vez estuviera pensando en posponer su intención de bajar más pisos en el calabozo y acerce más fuerte para tratar de calmar la preocupación de la medio elfo.

Obviamente no permitiría que eso suceda, no dejaría que una táctica de manipulación como esa sea llevada a cabo contra el ingenuo de Bell, así qué antes de que el chico dijera algo yo hablé.

--Cómo te dije, el peligro es parte de este estilo de vida que los aventureros escogieron, y estoy seguro de que Bell es consciente de eso (Espero que así sea...) pero si te hace sentir mejor, deberías revisar sus estadísticas para ver que tan capacitado está para seguir bajando a los siguientes pisos--

--... Está bien, supongo que así podre tener un poco más de confianza en su seguridad-- contestó la castaña dejando de lado su expresión decaída.

...

Ahora estamos en un lugar apartado de la recepción del gremio sin personas alrededor.

Esto está mejor, así ya dejamos de llamar la atención de los demás con nuestra discusión.

Aunque, hay algo que me resulta raro. Y eso es, el porqué no fuimos a por Hestia para que saque a la luz las estadísticas de Bell, pues según tengo entendido, la Diosa es capaz de elevar las estadísticas de su familiar según el nivel de excelia o según yo, experiencia que este tenga acumulado, y esto lo tengo entendido gracias a lo que Betty me contó en nuestro reencuentro, además de mis conocimientos en sistemas de juego similares, por lo que me resultó extraño no ir a buscarla.

Afortunadamente mi duda fue respondida fácilmente sin uso de palabras, pues ví como Bell se quitaba la ropa que cubría su torso dejando al descubierto su espalda con un dibujo de una especie de antorcha, en la que más resaltaba la llama de esta, por lo que lo familiaricé con el concepto de el fuego y el calor que te brinda el hogar, después de todo, eso es lo que representaba Hestia en la mitología que yo conocía, aunque creía que los estados deberían ser invisibles, parece que con Bell no aplica, y por más que tuviera curiosidad mejor la dejaba para otro momento.

Procedí a leer mentalmente toda la marca hasta centrarme únicamente en las estadísticas, la cuales no pude comprender muy bien.

--Oye Eina, que significa que la fuerza y la resistencia estén en E?-- pregunté estando un poco inclinado leyendo lo escrito en la espalda de Bell.

--Eh?! Puedes leerlo?-- Eina me miró con sorpresa y duda en su expresión.

--Si, pero de momento no entiendo muy bien para que se utilizan las letras, ¿es algo bueno verdad? ¿Su fuerza aumentó? La agilidad está en D, ¿eso quiere decir que su agilidad es menor que sus otras estadísticas?-- con curiosidad bombardie de preguntas de la castaña.

Tenía la necesidad de saber cómo funcionaba esto de las escalas de estadísticas, tal vez seria igual a la clasificación de las clases de héroes en One Punch Man pero con más letras.

No podía estar seguro hasta que me lo confirmen, cosa que ocurrió por parte de Eina.

--A diferencia de la última vez, si, Bell a crecido mucho, y en cuanto a la agilidad, que esté en D significa que su clasificación es mayor a la E...--

Parecía que seguiría hablando pero el haberme dado cuenta que la forma de clasificación era igual a lo que creia me hizo interrumpirla.

--Oooh..., eso quiere decir que una escala arriba de la D está la C, también le siguen la B, A y S ¿Verdad?--

--Si... Lo entendiste rápido--

--Y antes de la E está la F, G, H, I, J, K ¿Cierto?--

--Solo hasta la I-- en su rostro se reflejaba lo sorprendida que estaba.

--Sabes todo esto gracias a que eres de otro mundo ¿No es así?-- preguntó la castaña.

--Algo así, aunque no es como si fuera tan complicado de entender todo lo que está escrito en su espalda-- respondí con naturalidad como si no fuera la gran cosa.

--Eina también sabe?!-- con curiosidad Bell se dío la vuelta y cubrió su espalda con su polera.

--Sep, se enteró justo esta mañana de echo--

--Un momento Alex, ¿Puedes entender la escritura de los dioses?-- preguntó Eina cómo si no hubiera escuchado bien lo que dije y le fuera difícil de creer.

--Ehhh, ¿si?--

Respondí con algo de duda, no sabía si saber leer eso era algo malo, pero de todas formas le expliqué el porqué podía hacerlo.

--Recuerdas que te dije que la letra de este mundo es diferente a la letra del lugar de donde vengo? Y que cuando llegué, poco a poco pude entender las palabras hasta hacerlo de forma fluida?--

--Si, lo recuerdo--

--Pues eso mismo me acaba de pasar cuando leí la espalda de Bell--

--Ohh ya entiendo..., y dime, podrías...--

Eina al parecer quería que le dijera que es lo que había leído en la espalda del albino, pero fué interrumpida por la voz de una loli muy fastidiada.

--Se desvían mucho del temaa!! Se supone que solo verían las estadísticas de Bell! Betty se aburrió de oírlos hablar, la semi elfo solo tiene que aceptar que Bell se fortaleció y dejarlo bajar más pisos del calabozo con nosotros!--

Comprendí la molestia de Betty, después de todo la había dejado de lado por mucho tiempo, era momento de darle atención, después de todo sigue pareciendo una niña pequeña en su comportamiento.

--Oh... Okey, tienes razón, este es un mal hábito mio, lo siento-- me agaché y acaricié suavemente su cabeza.
-Pero no es necesario que te pongas celosa, sabes que te quiero mucho más que a cualquiera de estos dos- sonreí de forma animada como si me estuviera burlando un poco.

Mientras Bell y Eina tenían una expresión de ternura y confusión por escuchar mis palabras hacia Betty, a la loli parecía haberle gustado que le dijera eso.

--Betty no está celosa pero... ¿D-De verdad Alex quiere a Betty?-- con un tono suave y tierno en su voz.

--(QUE LINDAAA!!) Es obvio que sí--

No pude evitar apretar sus mejillas y empezar a jugar con ella haciendo que sus labios se hagan como un pico en forma de beso. Cada vez me parecía más tierna y adorable.

/Algo así/

--No hagas eso...-- tratando de quitar mis manos de sus megillas sin verdaderamente intentarlo.

--¿Por qué no? Si así te ves taaaan adorable-- sin dejar de apretarle las megillas.

Beatrice se percató de la forma en que Bell y Eina nos miraban, al parecer no le gustó que ellos vieran la forma en la que la trataba.

--T-Te dije que no!-- Dandome un punta pie en la tibia con una expresión de enojo que más parecía vergüenza.

De inmediato sentí el dolor y me sujeté la parte en la que impactó la patada de la loli, esto terminó doliendo más de lo esperado, y sólo me quedó aguantarme por molestarla tanto.

--Se me olvida que mientras más pequeña menos paciencia tiene una mujer...--

--Alex, ¿Estas bien?--

El santito de Bell se acercó preocupado mientras que la enana se cruzaba de brazos haciendo un puchero.

--Bueno... Aún tengo cosas que hacer, así que...- dirigiendo su mirada hacia el albino.
-Bell, ¿Estas libre mañana?--

.
.
.

--Tengo la sensación de que haré mal tercio--

Ya era otro día y ahora me encuentro caminando de la mano junto a Betty hacia el gremio.

--Alex se refiere a que estará de más en las compras de Bell y Eina supongo-- con la mirada fija en el camino.

--Si, a eso me refiero con mal tercio--

--No te preocupes, solo compórtate y evita decir tonterías, así no molestaras a nadie de echo--

--Si va a ser así mejor me quedo callado--

--No sería lo más apropiado, al final también los incomodaras. Alex es muy educado cuando aún no conoce a nadie, pero cuando gana confianza parece otra persona, así que solo evita hablar de más--

Mientras hablábamos terminamos llegando la entrada del gremio.

--Bueno, ahora sí nos separamos-- dije mientra me agachaba hasta la altura de Beatrice.
--Estudia y aprende mucho ¿Si?--

--De acuerdo supongo-- soltando un suspiro.
--Recuerda que tienes que comportarte, y evita meterte en problemas, Betty no estará ahí para cuidarte--

--Aww, eres muy considerada-- sonreí para luego alborotarle un poco el cabello mientras me ponía de pie.

--Jmp, que molesto eres-- sujetando su cabeza haciendo puchero.

La loli me dió la espalda y se metió al gremio, por lo que yo también me alejé del lugar.

...

Caminando por una plaza veo a Bell de pié delante de una estatua, por lo que no perdí el tiempo y me acerque a él.

--¿Hace cuanto tiempo estas aquí?--

Fue la primera pregunta que hice para llamar su atención.

--Eh? Oh, Alex, buen día-- contestó amablemente.

--Buen día, ¿Y hace cuanto tiempo estás esperando?-- pregunté por segunda vez con curiosidad.

--Acabo de llegar-- mostrando una sonrisa amable.

--Okey, ahora nos toca esperar a Eina--

El chico solo movió la cabeza en señal de afirmación.

Pasaron cerca de 10 minutos y no digimos palabra alguna, por mí no había problema, solo me aburría , pero el niño parecía incómodo, así que decidí empezar una conversación.

--Oye Bell, como está Hestia? Se quedó en la casa? (si es que a eso se le puede llamar casa)--

Elegí hacer esa pregunta ya que según sé, Hestia es la Diosa del hogar, por lo que me imaginé que ella se quedaría todo el día en dicho lugar haciendo los deberes.

--Eh... No, en esta ocasión salió a trabajar, aunque cuando está libre si se queda en casa--

--Entiendo, tú Diosa es trabajadora--

--Si, se esfuerza mucho por ayudarme... Si tan solo pudiera hacer lo mismo por ella...-- bajando levemente la mirada.

--... No te deprimas aquí, las personas ayudan a los demás por decisión propia sea cual sea la razón, y si Hestia te ayuda es normal que quieras ayudarla también, pero no es necesario que sea de inmediato, ya llegará tu momento para retribuirle su generosidad--

Hubo un corto silencio por parte del chico hasta que habló.

--En ese caso tengo que esforzarme y no desaprovechar la ayuda que me da la Diosa y así cuando sea más fuerte podré darle la vida que se merece--

Solo pude esbozar una sonrisa al escucharlo, esa es la meta que tenía para cumplirle a mis padres antes terminar en la situación en la que estoy actualmente, aunque no es como si no planear a regresar para cumplir dicha promesa.

--Bueno, ahora para cambiar de tema... ¿Que clase de equipamiento crees que pueda usar yo?--

--La verdad no creo que yo sea el indicado para recomendarte un arma-- dijo Bell rascándose la nuca.

--Tal vez una espada, ¿que tan difícil será?--pregunté para mi mismo.

--Sabes usar una espada?-- preguntó curioso.

--No, nunca en mi vida agarré una--

--¡¿Qué?!-- asombrado y confundido.
--¿Estas bromeando verdad?-- preguntó dudoso.

--Ehhh no, de echo se podría decir que no se usar ni una sola arma, es más, tampoco se pelear, solo conozco conceptos y movimientos muy básicos-- dije con una expresión despreocupada.

--Entonces tu fuerte es usar solo la mágia--

--Exaaaacto (por no decir que es mi único fuerte en estos momentos...) o mejor dicho, era mi fuerte-

-- ... Mmmm que te parece si...--

Estuve atento a lo que Bell me propondría pero fue interrumpido por Eina que se estaba acercando a nuestra dirección.

--Bell! Hola!-- alzando la mano en señal de saludo.

Obviamente llamó nuestra atención y pudimos verla vestida diferente.


--Perdón, los hice esperar?-- preguntó la castaña.

--No te preocupes, no fué mucho-- Bell sonrió amablemente.

-((Mentiroso, llevamos esperando casi treinta minutos) Wow, encerio te ves diferente-- dije mirándola de los pies a la cabeza.

--Es cierto, en realidad te ves más joven-- dijo sorprendido por el nuevo aspecto de su amiga.

--Oye! Solo tengo diecinueve-- sujetó a Bell y rodeó su cuello con su brazo hasta apegarlo a sus pechos sin dejarlo escapar.
--Disculpate-- decía con tono burlón.

-L-lo sientooo...!! por favor deja de molestarmeee- muy avergonzado por su situación con el rostro levemente sonrojado.

--Este niño tiene una suerte...-- mirando fijamente a Bell.
--Mhe, Rem es mejor y más joven aún-- hablé para mi mismo en voz alta sin inportarme que me escucharan.

Obviamente Eina y Bell me escucharon sin problema y me miraron con curiosidad, aunque por el lado de Eina era más que todo una expresión ofendida, tal parece que a las chicas les molesta más el echo de que comparen su atractivo, o al menos eso es lo que deduje.

--Bell es mucho más lindo que tú-- apegando el rostro del albino más a su pecho.

Esto me lo confirmó, y yo no me puedo quedar callado, por lo que opté por empezar una guerra.

--Y que? No es como si tuviera interés en pegarme a tus pecho, recepcionista pervertida acosadora de menores!--

--No soy una pervertida!-- dejando a Bell de lado.
--De seguro solo tienes envidia de Bell y lo tratas de ocultar, me di cuenta como es que lo miraste hace un momento, de seguro tú eres el pervertido--

--Sii seguro-- dije sarcásticamente.
--Es muy normal tratar de seducir a un chico tan joven acercandolo a tus pechos, eres una mujer muy vulgar--

...

Bueno, al final hubo un perdedor en esta "Discusión" y no fui yo, por lo que estaba tranquilo caminando como si nada hubiera pasado siguiendo a Eina hacia la torre Babel con Bell a mi lado.

--Eina, en esa torre hay tienda de armas verdad?--

--Si, vamos a la tienda de la familia Hefestos-- contestó de forma directa sin emoción ni rodeos.

--Okey gracias por la información--

En ese momento pude distinguir el rostro de Bell con un semblante de preocupación, pensé que también estaría por haberme burlado demasiado de Eina.

--Oye Bell cálmate y quita esa cara o te saldrán canas por el estrés-- dije para llamar la atención.

--Eh?-- volteando a verme sin dejar de caminar.

--Acaso te preocupa que haya molestado mucho a Eina?--

--Bueno... Creo que no debiste hacerlo pero... La razón real es que nos estamos dirigiendo a la tienda de la familia Hefestos y no creo tener suficiente dinero para comprar algo de ahí-- algo apenado desviando la mirada.

--Oh, era eso... Yo creí que Eina te importaba un poco más como para confrontarme y pedirme que me disculpe con ella, no imaginé que te preocuparias más por el dinero--

--¡¿Que?! Eina si me importa, yo solo...-- nervioso por no saber como responder.

--Jajaja tranquilo, solo te estoy molestando un poco, suelo hacerlo con las personas en las que confío y me agradan, pero sé cuando debo detenerme; de echo pude haber seguido molestando a Eina con temas mucho más fuertes pero no quiero que me odie, después de todo ella me agrada de verdad y le estoy muy agradecido por la ayuda--

-- ...Creo que será difícil comprender como piensas...-- dijo Bell incrédulo.

--Tranquilo, no soy tan complicado de entender como a una chica, yo si soy directo--

--De eso sí me percaté-- rascándose la mejilla con expresión de (-_- ,)

--Y bien, regresando al tema, ¿Acaso las cosas en ese lugar son tan caras?--

--Sí, ahí solo van las familias con ingresos muy altos--

--Bueno, no te preocupes, si te falta pa algo, yo te lo presto-- sonreí de forma amigable mientras le daba leves palmadas en la espalda al albino.

--Lo dices encerio?!-- asombrado.
--N-No es necesario, no te molestes mucho por mi-- levemente apenado.

--No te preocupes, después de todo, para que la amargada de Eina te deje ir al calabozo debes estar bien protegido y yo estoy dispuesto a ayudar--

Eina se dió la vuelta mostrando el ceño fruncido.

--Ey, que te estoy escuchando!!--

--Lo sé, por eso hablo en voz alta, se que escuchaste todo con esas hermosas orejas!--

El rostro de Eina se enrrojeció y nos dió la espalda nuevamente por la vergüenza que estaba experimentado, por mi parte, desde que mi relación con Rem se hizo más cercana no siento vergüenza por hablar con las chicas igual a que como era antes en mi mundo. Con frecuencia evitaba entablar una conversación con chicas de mi edad, pero supongo que al final me acostumbré a hacerlo gracias a la confianza que eh ganado.

...

Ya estamos dentro de la gran torre Babel y quede sorprendido con lo brillante y limpio del lugar, además de las ventanas de exhibición de armas que había en cada tienda, pero el más asombrado era Bell, el cual se fijaba en cada ventana observando lo que ofrecían.


--Q-Que?!! Treintena millones?!!-- impactado por el precio que se mostraba por un arma.

--Estas cosas son más costosas de lo que esperaba (actualmente solo tengo a rededor de dos millones...)-- pensé con preocupación.

--Oye Eina, como esperas que yo, un hombre con menos de una semana visitando el calabozo tenga suficiente dinero para comprar algo de este lugar?--

--De echo, el último piso es el más popular, pero este también es parte de la familia Hefestos--

--Osea que hay cosas más costosas?!!-- dijimos Bell y yo al unísono completamente impactados por las declaraciones de Eina.

Solo pudimos escuchar una pequeña risa de nuestra acompañante que se divertía por nuestra reacción.

El pequeño escándalo que hicimos llamó la atención del encargado de la tienda y salió a recibirnos.

Cuando la puerta se abrió completamente lo que pudimos ver fue a Hestia con una vestimenta diferente.

--Bienvenidos, ¿Qué puedo hacer por ustedes? señores clientes-- exclamó Hestia con formalidad y amabilidad.

En el momento en que las miradas de Bell y su Diosa se cruzaron se sorprendieron por la presencia del otro en aquel lugar.

--Diosa?! Que haces aquí?-- sorprendido.
--Este es el otro trabajo que conseguiste?--

--Primero quiero saber que haces tú aquí Bell-- mirándolo a los ojos por un momento para luego desviar la mirada hacia Eina.
--Y quien es esta semielfa?!-- levemente alterada.

A Eina no le quedó de otra que presentarse formalmente ante la pequeña Diosa, la cual no ocultaba muy bien sus celos.

Una vez se aclararon las dudas para ambos estábamos por seguir nuestro camino y retirarnos del lugar pero yo fuí detenido por Hestia.

--Alex, en la tarde podrías venir de visita a mi hogar? Es algo urgente-- lo dijo en susurros cerca de mi oído.

--De acuerdo, no hay problema, ahí estaré esta tarde--

Después de eso continué siguiendo a Bell y Eina que se me habían adelantado y no se percataron de mi ausencia hasta que los alcancé y camine a la par con ellos.

--Perdón, me distraje con una lanza muy brillante que vi en uno de los mostradores--

Lo que dije en parte fué verdad, porque en una de las ventanas vi de reojo una lanza muy llamativa con decoraciones brillantes.

--No te preocupes, es comprensible con todo lo que muestran en este piso-- dijo Eina con una sonrisa amigable caminando en el medio de nosotros.

--Ahora a donde vamos?-- pregunté con curiosidad.

--Eina me dijo que conoce otra parte en la que las cosas son nemos costosas-- rascándose la mejilla.

--Así es, ahora ya no podrán quejarse del precio-- habló con un tono de burla en su voz.

--Eina se vé más animada que antes-- susurró Bell en mi oído.

--Mujeres, ¿Quién las entiende?--

...

--Okeeyy, esperaba que fuese un lugar más simple pero... No creí que tanto--

Ya habíamos llegado a una zona en la que las cosas eran más baratas pero me decepcionó que el lugar fuera tan simple y rústico.

--No lo juzgues tan pronto, aquí también puedes encontrar cosa muy buenas si buscas bien, este es un lugar en el que los herreros nuevos pueden vender su trabajo, y aunque sea barato el ser evaluados los ayuda a mejorar-- explicó la semi elfo

--Ya veo..., esto es muy bueno ¿verdad Alex?-- mirando en mi dirección esperando mi respuesta.

--Tienes razón, porque hasta el momento solo tengo juntado poco más de dos millones, dudo que eso me alcanzara para algo de eso--

--Acaso lo trajiste todo?!--

--Ey!, por quien me tomas eh?!, no soy idiota Eina, solo traje doscientos mil, y solo pienso usar cien mil--

--Entonces solo lo dijiste para presumir?...-- mirándome con expresión de confusión.

--Bueno...--

Eina soltó un suspiro de desepcion al escucharme.

--No mentias cuando le dijiste a Bell que no eres tan complicado de entender--

--Lo tomaré como un cumplido--

--Esta bien, como quieras, ahora solo separemonos para ver si encontramos algo bueno ¿De acuerdo?--

--Si!-- Bell y yo respondimos al unísono para luego alejarnos.

--No se alejen mucho!--

Fué lo último que escuche una vez me alejé lo suficiente centrándome en buscar algo que llamara mi atención, pues la verdad no tenía ni idea de que comprar.

FIN DEL CAPÍTULO 15 DE LA SEGUNDA TEMPORADA

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