El Fin De Un Buen Día
Pov Narrador
Ya era algo tarde y estaba caminando con Beatrice por las calles de Orario.
Beatrice: A donde vamos?
Yo: Al Anfitrión de la Fertilidad.
Beatrice: Porque quieres ir allí?
Yo: Porque crees?
Beatrice: ... De seguro quieres darle las gracias a esa chica... Ryu, ¿verdad?
Yo: Exactamente.
Ya habíamos hablado un buen rato en el gremio, por lo que ya sabíamos prácticamente todo lo que hicimos mientras estábamos solos hasta este momento, incluso nos dimos cuenta de que habíamos estado más cerca de lo que creíamos, pues resulta que ella también había venido al gremio antes en compañía de Hestia para hacer uso de la biblioteca que había en ese lugar, y yo ni enterado que que el gremio tenía una biblioteca; además de que la explicación que le dimos al echo de no encontrarnos antes fue ese mismo detalle, mi falta de conocimiento sobre el gremio y la capacidad de Beatrice de conocer la organización de una biblioteca, cosa que le permitió no recurrir a la ayuda de nadie para poder encontrar los libros que necesitaba, aunque aún faltaba resolver la duda del porqué Hestia trataba de deshacerse de los carteles de Betty, por eso es que después de comer recurririamos a visitar el hogar de la Diosa y su familiar.
Una vez en el Bar elegimos una mesa cerca de la puerta y llamamos la atención de una camareras, nuestro llamado fue atendido por la chica elfo conocida como Ryu.
Yo: No esperaba que fueras tú la que nos atendiera, pero es algo bueno.
Ryu: Buenas noches señor Alex, me alegra que se haya encontrado con una de sus amigas -dice con una expresión calmada y una sonrisa ligera que me permitia ver que sus palabras eran sinceras-
Yo: De verdad te lo agradezco Ryu, me ayudaste bastante.
Beatrice: Emmm... Gracias supongo, fuiste de mucha ayuda... -dice incomoda pero con sinceridad y agradecimiento-
Yo: (Es tan tierna cuando se esfuerza por ser más agradecida aunque no tenga mucha experiencia en esto)
Ryu: No fue nada señorita, es un placer ayudar cuando tengo la oportunidad -mostrandose tranquila-
Yo: (Si no lo pide es tonto ofrecerle el dinero pero... Me sentiría como un miserable si no lo hago) Ryu, permiteme pagarte por tú ayuda, si no fuera por tí de seguro hubiera tardado más, así que...
Ryu: No es necesario -dice de forma directa-
Esto me sorprendió un poco, al igual que a Beatrice, pues parece que de ambos habíamos pensado que lo hizo por el dinero.
Yo: Po-Porque?
Ryu: Cuando te ofrecí mi ayuda nunca te dije que te pediría algo a cambio, simplemente lo hice por voluntad propia, así que no aceptaré una compensación, aunque... Sería más que suficiente que siga gastando en este local como un cliente recurrente, mamá Mía estaría feliz por eso.
Yo: En ese caso creo que no habrá problema, pues la comida de aquí es tan buena que aún pienso seguir visitando este lugar por mucho más tiempo -dije con una sonrisa-
Beatrice: Y cuanto has estado comiendo estos días?
Esta pregunta por parte de la pequeña loli me heló la sangre, pues se supone que no debería exederme con la comida, después de todo ella había tratado mis heridas en mi primer día en la Mansión del payaso y era consciente de mi anterior estado físico que estaba muy lejos de lo saludable, por eso cuando empezamos a tener una mayor y mejor interacción como amigos ella me hizo saber lo ya mencionado y me empezó a recordar frecuentemente que no tenía que descuidar mi salud de esa forma y continuar con mis ejercicios.
Yo: Lo necesario... -dije con nerviosismo-
Beatrice: No te creo, ni siquiera te has estado ejercitando.
Yo: Es que me canso... -dije desganado-
Me percaté de que la chica elfo observaba curiosa y con algo de nostalgia nuestra conversación, incluso parecía que no tenía intención de interrumpir pero al final simplemente pedí platillos comunes para no hacerla perder tanto tiempo con nosotros.
Unos momentos después, ya estaba cenando junto a Beatrice hablando sobre lo que no traté de hacer y ella no logró llevar a cabo. Pues me empezó a reprender por el echo de no haber intentado comvocarla.
Beatrice: Eres sumamente distraído! Como es que ni siquiera lo intentaste?! -dice con un tono molesto pero sin llamar mucho la atención-
Yo: Lo... Lo había olvidado -digo con algo de nerviosismo- ...
Beatrice: ... -frotándose la sien como si tuviera dolor de cabeza- Eres un caso perdido... -dice con algo de molestia- Aunque... Yo tampoco logré mucho cuando traté de averiguar tú ubicación... Lo único que sabía era que seguías con vida...
La razón del porque Betty se enojó fue porque yo había olvidado que podía comvocarla en cualquier momento y ella podría saber mi ubicación sin importar que tan lejos estuviera. Esto era posible gracias a mi contrato con ella, pero por desgracia en aquel momento en el que me estuvo explicando los términos y condiciones que habría en dicho contrato yo estaba distraido divagando en mis pensando en algo que quería probar con mis habilidades, lo que provocó que simplemente respondiera con un "No" cuando me preguntó si tendría alguna duda. Aquellos pensamientos en los que había divagado en aquel momento eran sobre si podría controlar el liquido en el cuerpo de los seres vivos, después de todo ya podía controlar el agua del ambiente, entonces por lógica también podría hacerlo, pero no lo había intentado en ningún momento porque lo paraba postergando y no encontraba un candidato para llevarlo a cabo.
Yo: Que? No podías saber en donde me encontraba? (ella podía hacer eso?)
Beatrice: Si, y eso lo atribuyo al gen de la bruja y el estado de tu puerta.
Yo: O también podría ser obra de Satella, después de todo no sabemos de lo que es capaz, y con lo poco que sabemos es posible que también sea la responsable de eso...
Beatrice: Tienes razón supongo...
Yo: Bueno, cambiando de tema, El niño Bell y la Diosa viven en una iglesia abandonada ¿verdad?
Beatrice: Si, y aunque estuviste cerca en aquella ocasión en la que cursaste las heridas de Bell, Hestia no me dijo nada sobre ti, Bell fue el que me mencionó que un hombre le había curado pero no sabía tu nombre porque no te lo preguntó, y cuando le pregunté a Hestia, ella evito la pregunta.
Yo: Cuál será la razón para que no dijera nada, después de todo ella si sabía que te estaba buscando.
Beatrice: No lo sé de echo, pero para saberlo se lo tendremos que preguntar.
Yo: Los visitamos hoy o mañana?
Beatrice: Lo mejor seria hoy después de terminar la cena, pues según conozco a Bell, es probable que pregunte si me encuentro bien, es un niño muy ingenuo que se preocupa por los demás antes que en él.
Yo: De acuerdo... Por cierto, en el otro mundo, tú mundo, me estuviste enseñado a eliminar maldiciones, eso tiene que ver con la magia Yin?
Beatrice: Ehhh... No -dice mientras aparta la mirada algo avergonzada-
Yo: Entonces? -algo confundido por su reacción-
Beatrice: Se te hiba a hacer prácticamente imposible aprender a hacer eso, tú nivel con la magia en ese momento había pasado de ser mediocre a bajo, tu unico fuerte era tu control del maná, aparte de eso no eras para nada bueno, incluso solo eras capaz de curar heridas supeficiale, y aun me sorprendia como creabas esos cristales de hielo, parecías Emilia haciendo magia de forma instintiva, pero si hubiera sido así nunca hubieras nesecitado la ayuda de Packy para aprender, por lo que cuando me enteré de que tus capacidades habían sido otorgadas por Satella todo cobró sentido.
Yo: A que quieres llegar... (-_-)
Beatrice: Bueno... Solo quería pasar más tiempo contigo... -tratando de ocultar su vergüenza-
Solo de verla así hizo que me fuera imposible enojarme con ella.
Yo: Eres taaan tierna y dulce que creo que me dará diabetes -estirando mis brazos hacia ella y apretando sus mejillas-
Beatrice: Dejameee.
Un rato más tarde ya habíamos terminado de comer, así que me dispuse a pagar la cuenta, pero cuando me estaba acercando a la barra en donde atendía la señora Mía me topé con una chica de cabello gris, con la cual me disculpe por interferir en su camino, aunque al momento en el que cruzamos miradas por un muy corto periodo de tiempo de inmediato tuve una sensación de desconfianza y sospecha de ella, pues por alguna razón mi instinto me indicaba que aquella chica era alguien en la cual no debo confiar, que además oculta una personalidad y comportamiento qué no me agradaría para nada, era como si supiera que ella estaría dispuesta a perjudicar a quien sea con tal de culpir un mero capricho; pero algo que no negaría era su apariencia simple y linda, sin duda te daría la sensación de inocencia con tan solo verla, cosa que no pasó conmigo por la inquietud que había tenido con solo verla a los ojos, tal vez fuera una reacción presipitada pero no planeaba tener ninguna especie de relación que me involucrara con esta chica, así 6sin mediar más palabras me alejé y le pagué lo correspondiente a la dueña del local.
/Literalmente si tuve esa sensación cuando la ví por primera vez en el anime, también este tipo de presentimientos los tuve en algunas ocasiones cuando conocía gente nueva, lo cual me ayudó a seleccionar bien a las personas con las que podría inyeractuar, cabe decir que no siempre eh podido alejarme de personas que tienen personalidades que chocan con la mía, por lo que también tengo malas relaciones sociales con dichas personas /
Una vez me volví a reunir con Beatrice, la cual me esperaba en la puerta del bar le mencioné lo sucedido.
Yo: Esa chica de veras que me dió una mala sensación.
Beatrice: Así que tú también piensas que esa niña es sospechosa?
Yo: Algo así... Pero ahora no importa, mejor vámonos a visitar a Hestia.
Empezamos a caminar en dirección a casa de Hestia, era algo tarde pero concideré que aún no estarían durmiendo; durante el camino hibamos hablando sobre posibles planes para visitar el calabozo y de paso le contaba de los monstruos que había visto hasta el momento.
Para cuando llegamos a la iglesia avandonada Betty estaba por tocar la puerta pero la detuve.
Beatrice: Que pasa? -mirándome con sospecha- tengo el presentimiento de que vas a hacer algo tonto.
Yo: Solo mira.
Procedí a manifestar la mano oculta, al menos la única que podía por ahora y golpeo la puerta para llamar la atención de quienes deberían estar del otro lado.
Hacer esto dibujaba una sonrisa de idiota en mi rostro, mientras que por el lado de Betty, ella se mostraba con un rostro de decepción.
Beatrice: Sabía que sería algo tonto...
Yo: Perdón por no lo pude evitar, solo de poder hacer esto es increíble para mí, resulta emocionante.
Beatrice: De todas formas el gen de la pereza te queda perfecto, con lo flojo que eres...
Yo: No soy tan flojo.
Beatrice: Siempre que tenias que hacer algo en la mansión no dejabas de quejarte por lo cansado que supuestamente estabas.
Yo: .... Ehhh, Ram era peor.
Beatrice: Eso no lo voy a negar, pero ahora estamos hablando de ti.
No tenía nada más que apelar ante las declaraciones de la Loli, era algo incómodo no tener nada que decir para mí defensa.
Bell: Beatrice! Hola -dice de forma alegre mientras se acerca a nosotros-
Justo en el momento preciso el chico de cabello blanco apareció saludando a Betty con algo de distancia de nosotros caminando hacia nuestra posición acompañado de la peli negra, y cuando ya estuvieron cerca de ambos también me saludó.
Tal parecía que ellos no se encontraban dentro de la iglesia y apenas habían llegado, ¿pues que estuvieron haciendo para llegar tan tarde?
Bell: Mucho gusto señor -haciendo un reverencia algo exagerada-
Yo: Señor? Ni siquiera tengo 20 aún, y no me veo tan viejo...
Beatrice: El no sabe tu nombre, mejor preséntate correctamente.
Se me había olvidado que la primera vez que me tope con Bell y curé sus heridas a la única que le dije mi nombre fue a Hestia, de todas formas esperaba que dicha chica se lo dijera, pero al parecer no fue así, de igual manera Betty me había dicho que ella tampoco les dijo mi nombre pero gracias a Ryu él ya conocia parcialmente mi apariencia.
Yo: No es necesaria la formalidad... Aunque ya nos habíamos visto antes no me presenté correctamente
..., me llamo Alex y soy amigo de Beatrice, mucho gusto... Bell y Hestia -dije con amabilidad mientras estiraba mi mano para estrcharla con la de el chico-
Bell: Mu-mucho gusto señor Alex... -estrechando mi mano-
Yo: Que no soy señor! -algo fastidiado-
Bell: Lo siento.
Hestia: Porque le hablas así a mi Bell! No seas grosero!
Yo: (Tú Bell? Este niño no es un objeto que pueda ser de tu posesión... Aunque en realidad es algo nervioso y tiene cara de DQ...) No hay problema -dije respondiendo al albino-
Beatrice: En donde estaban? Porqué no están dentro de la iglesia?
Bell/Hestia: Pasaron muchas cosas... -dicen al unísono-
Mientras tanto yo en mi mente me ponía a pensar: (Esta enana no parece Diosa) (Si le doy un golpe la dejo en coma) (De verdad es del tamaño de Betty) (¡¿porqué es tan voluntuosa?!) (¿No tiene frío estando así de descubierta?)
Me vi obligado a salir de mi mente cuando Beatrice me jaló de la manga de mi chaqueta para llamar mi atención, el solo percatarme de esta escena me hizo verla aún más tierna pero...
Beatrice: Oye, acaso quieres quedarte afuera? Hestia ya nos permitió entrar, no seas grosero y ven con nosotros.
Yo: (¿Disfruta de regañarme?) ya voy ya voy...
...
Una vez dentro, el ambiente era tranquilo parecía algo incómodo, aunque más que todo la incomodidad era por parte de Hestia, pues parecía saber la razón del porqué la miraba constantemente, mientras que el albino inocente ignoraba lo sucedido habló.
Bell: Me alegro de que pudieras encontrarte con tú amigo Beatrice -dice con una sonrisa sincera-
Beatrice: Gracias, si no fuera por tí creo que me hubiera tardado más tiempo en saber que Alex me estaba buscando.
Bell: No fue nada -dice algo apenado- de echo yo también me hubiera enterado si Ryu no me lo hubiera dicho.
Ahora que se había tocado el tema de mi búsqueda aproveché para interrogar a Hestia.
Yo: Encerio les agradezco que cuidarán de Betty, pero acaso no notaste los carteles que había colocado por la ciudad?
Me fijé en la reacción de Hestia, la cual se estremeció nerviosa exactamente como lo esperaba.
Bell: No, para nada, los únicos carteles que encontré fueron de una chica de cabello corto con un ojo cubierto por su propio cabello, y que además se ofrecía cincuenta mil valis por llevarla al gremio, si mal no recuerdo creo que su nombre era Rem y tu nombre estaba ahí para mostrar que tú la buscabas.
Yo: Exactamente, se llama Rem, pero es muy extraño que no encontraras los carteles de Betty -dije mientra enfatizaba en mis últimas palabras-
Beatrice me miraba seriamente como si hubiera entendido lo que trataba de hacer.
Y al fin Hestia habló con culpabilidad.
Hestia: ...E-eso fue mi culpa... -mostrándose avergonzada-
Bell: Que dices Diosa, como que fue tu culpa?
Hestia: Bueno... Eso fue porque no estaba segura de si este hombre de verdad era alguien con buenas intenciones.
Yo: (Ayude a Bell cuando lo vi herido, ¡¿se nesecitan más cosas para que no desconfíes de mi?!)
Hestia: No podía estar segura si el era amigo de Beatrice, después de todo ella no nos describió muy bien a su amigo para que yo tenga la confianza de contarle.
Yo: (Eso tal vez si sea culpa de Beatrice, solo un poco)
Hestia: Y además, cuando ví que ofrecían cincuenta mil valis por encontrarla me hizo pensar que era algún tipo de fujitiva, pero no veía que ella pudiera ser capaz de hacer algo malo, por lo que me quedé en silencio y procuré que nadie se enterara, en especial Bell porque al parecer ya se llevaban bien, y yo me había encariñado mucho con ella -esto último lo dijo mientras abrazaba a Beatrice desde la cabeza y la acercaba a su pecho-
Beatrice: Hestia! No me abraces así tan repentinamente! -dice sin hacer esfuerzo por separarse-
Yo: (Pudiste haber leído el cartel completo...) Asi que era eso (Claro, a ella si le permites que te abrace de esa forma...) -pensé con algo de envidia-
La Diosa la suelta para permitir que pueda hablar.
Beatrice: Ya veo, entonces yo también tengo algo de culpa al no hablarles de tu apariencia.
Yo: Okey, supongo que ya está resuelto.
No pensaba hacer problemas por una explicación más profunda y detallada, porque para mí ya era suficiente con lo que nos dijo, después de todo ya estoy de nuevo con Beatrice y seguir preguntando sobre ese tema sería una estúpida perdida de tiempo.
Beatrice: Yo tengo una pregunta supongo.
Casi de inmediato nuestra atención se dirigió a la pequeña espíritu.
Beatrice: Porque no estaban aquí adentro cuando llegamos? Creí que solo tendrían una cita.
Bell: Ehhhh, en la cita...
Hestia: Tuvimos unos inconvenientes.
Bell: Un Silver Back que al parecer escapó del coliseo nos estuvo persiguiendo por un buen rato jeje.
Hestia: Y mi Bell como todo un héroe lo derrotó y me salvó! -dice con emoción y alegría-
Bell: Di-Diosa... No soy tan increíble... -con un leve sonrojo y apenado cubriéndose el rostro-
Yo: (Esos golrilotas blancos son fáciles de matar)
Beatrice: Eres muy modesto... No como alguien que conozco... -dice desviando su mirada hacia mi dirección-
Yo: (Que me habrá querido decir...) pero eso tomo tanto tiempo?
Bell: Bueno...
Hestia: Cuando Bell derrotó al monstruo yo quedé inconsciente, así que él cuidó de mi en el Anfitrión de la Fertilidad hasta que desperté, ahora ya estoy bien y estamos aquí con ustedes -dice con una sonrisa alegre y emocionada-
Yo: (Una personalidad infantil y alegre, se ve muy adorable...)
Beatrice: Y porque quedaste inconsciente? -dice con un tono preocupado-
Hestia: Recuerdas el regalo con el que quería ayudar a Bell?
Beatrice: Si... Entonces tú... -dice con un tono que mostraba como si deduciera lo que pasó- lo que tenías entre tus pechos en ese momento era eso?
El peli blanco dirigió su mirada hacia un cuchillo con funda que sostenía en sus manos mientras sonreía, al ver dicha acción deduje que aquel cuchillo era el regalo del que Beatrice me había hablado cuando me contaba sobre lo bien que se estaba llevando con la Diosa.
Hestia: Así es, y yo ayude a Hefestos a hacerlo toda una noche -respondiendole a Betty con alegría-
Yo: (Espero que si en este mundo Loki es mujer, entonces Hefestos es guapo)
Beatrice: Así que quedaste inconsciente por la falta de sueño... Por un momento pensé que te habían lastimado.
Hestia: Así hubiera sido si Bell no me hubiera protegido en todo momento.
Bell: Usted es mi Diosa, es algo que tengo que hacer por usted... Si algo malo le pasara yo... -dice con un sonrojo leve en sus mejillas-
Yo: (Como se nota que ambos se quieren mucho, aunque parece que el niño no es consciente del verdadero amor que le tiene esta Diosa... Hestia, la Diosa virgen según la mitología que conozco, y es probable que aquí pueda ser igual, pero entonces... Que clase de relación podría tener con Bell en el futuro, o mejor dicho, ahora, después de todo a los Dioses no les a de importar la edad... ¿Y porque ando pensando esto?)
Hestia: Bell!! Eres el mejor!! -dice esto mientras se lanza sobre el chico y lo abraza a pegándole sus pechos en el rostro-
Yo: (Este mocoso tiene una suerte increíble...) Son muy apegados al parecer.
Beatrice: Bien, ahora creo que debo informarles que me iré a vivir con Alex, quiero agradecerles por ayudarme, fueron muy buenos conmigo, gracias por todo.
Hestia: No fue nada, de echo fue divertido tenerte aquí, también me ayudaste en mi trabajo y me escuchaste cuando lo necesitaba, eres una buena niña -sonriendo amablemente-
La pequeña espíritu hizo un puchero de fastidio cuando escucho que le dijeron niña.
Bell: Eres bienvenida cuando gustes Beatrice, quisiera que nos encontremos de vez en cuando para hablar un poco.
Yo: Descuida, no nos iremos de Orario, y planeamos visitar el gremio con algo de frecuencia, así que, la probabilidad de encontraremos bastante seguido es alta.
Bell: Que bien! -mostrando emoción-
En este instante había entrado en un dilema, no estaba seguro si debía pagarles los cincuenta mil o no, una parte de mí me instaba a hacerlo, después de todo haber visto en el estado en el que viven me daba cierto grado de lastima y consideraba que de verdad nesecitaban el dinero, pero mi lado tacaño me decia de que a mí también me llegaría a faltar el dinero, además de el echo de que Hestia había tratado de ocultar a Beatrice en lugar de llevarla conmigo cuando nos conocimos.
Al final tomé una decisión y decidí pagarles, pero solo la mitad por las razones ya mencionadas. Aunque cuando les ofrecí el dinero se negaron a aceptarlo, y no les habría insistido tanto de no ser por Betty.
Beatrice: Él aún tiene dinero de sobra.
Yo: (Tengo? En donde? Yo también quiero saber en donde está ese dinero que me sobra)
Beatrice: Y la verdad quisiera conpensarles por todo lo que me ofrecieron.
Hestia: Bueno, si insis...
Fue interrumpida por la voz del albino.
Bell: Pero.... -dice con voz dudosa-
Parecía que el niño aún insistiria en no aceptar, a diferencia de Hestia que ya mostraba un rostro de haber sedido.
Yo: Solo aceptenlo -dije mientras sacaba un pequeño saco de monedas de mi mochila y se los entregaba- En todo momento cargo dinero conmigo porque aquí no roban, al menos no tanto.
Beatrice: Cuanto exactamente?
Yo: Mmmm... Setenta y cinco mil en paquetes de veinticinco mil. Cincuenta mil para pagar al que pueda cobrar la recompensa de los carteles y el resto para cualquier gasto que se me ocurra hacer durante el día (aunque en realidad el día de hoy gaste demasiado, esa señora del puesto de papas asadas si que me sacó demasiado dinero, solo me quedaba cuarenta y cinco mil valis...) el resto lo tengo oculto (en mi habitación de la posada de echo)
Bell y Hestia estaban boquiabiertos al escuchar cuento dinero cargaba conmigo durante todo el día, en especial porque sabían que aún tenía más en otro lugar.
Beatrice: No estés presumiendo...
Yo: Tú preguntaste y yo solo fuí específico.
Unos minutos después ya estaba por salir de la iglesia con Beatrice siendo despedidos por la Diosa y su unico familiar.
Yo: Fue un placer, supongo que nos veremos pronto -inclinando levemente la cabeza como una reverencia de despedida-
Era difícil perder las costumbres aprendidas.
Betty fue despedida con un abrazo por parte de Hestia, supongo que en esta ocasión la niña entre ambas es la espíritu, después de todo un Dios es alguien muy longevo.
...
En este momento ya era bastante tarde, calculará que serían serca de las doce de la noche, las calles en absoluto silencio, era de esperarse, quien estaría despierto a esta hora, de echo me empecé a preocupar por sí la posada en donde tenía una habitación alquilada estaría abierta.
Cuando llegamos a la entrada me di con la sorpresa de que Eina estaba abriendo la puerta del edificio con una llave.
Yo: Eina?!
La medio elfo me escuchó y se percató de mi presencia.
Eina: Alex!, señorita Beatrice buenas noches, porque llegan tan tarde?
Beatrice: Eso de seguro también debería preguntarlo Alex supongo.
Yo: Nos tardamos porque nos tomamos demasiado tiempo para hablar con la familia Hestia, y tú?
Eina: Tuve que hacer demasiado papeleo para redactar lo sucedido el día de hoy con el escape de los monstruos -dice con un tono exhausto-
Yo: Wow, supongo que ahora solo quieres dormir.
Eina: Exactamente...
Me fijé en que la llave con la que Eina quería abrir la puerta era la misma que Natalia me había entregado cuando me dio la llave de mi habitación.
Yo: (Así que esa llave era para ocasiones como esta... Creo que esa no es una muy buena idea si a uno de nosotros se nos pierde...)
Una vez la puerta fue abierta Eina entró y nos pidió ingresar, cosa que hicimos.
Bueno, por fin acabó el día y ya tenía a Beatrice conmigo, sin duda fue un buen día.
FIN DEL CAPÍTULO 12 DE LA SEGUNDA TEMPORADA
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