Toru se levantó de golpe de su cama, había tenido una pesadilla, en la que un ser horrible, alto y color amarillo reía mientras masacraba a su madre, odiaba sentirlo, odiaba recordarlo, ODIABA sentirse así...

Tenía sus ojos azules (en el visor) con una expresión aterrada, aterrada de volver a uno de sus primeros y peores recuerdos, mientras tenía la respiración agitada y miraba hacia todos lados, de su oscura habitación..

Se recordó a si misma que estaba a salvo, que nadie le haría daño, mientras intentaba respirar más despacio.....

Y que tenía que prepararse para la escuela.

Toru se puso ropa común, un sueter de manga larga, un short de jean negro, una pequeña vincha...

Ella, ocultaba algunos rasgos, por ejemplo: una diadema negra con cinco secciones de luces,  que únicamente la tenían los Murder Drones..

Ella la ocultaba, sabía que debía hacerlo si quería encajar. Aunque ya sobresalía de por si.

Tomó su mochila, la colgó de uno solo de sus brazos y salió de su pequeña "casita".

                                          .......

-¿Y que han hecho nuestros padres todo este tiempo? ¿¡Mientras esas cosas construyen montañas de cadáveres?! ¿Esconderse bajo tres estúpidas puertas bajo hielo? ¡Es como si esperamos a que algo nos pasará!- Una dron morada estaba presentando un "proyecto" bastante cuestionable, además que la mitad de la clase estaba a punto de dormirse.

-En fin... Por eso mi proyecto, se trata ¡¡DE ESTE SUPER ÉPICO CAÑON!!-

De inmediato toda la clase se asustó.

-Tranquilos idiotas... no funciona... ¡Aún! ¡No funciona aún! ¿¡Quien dijo que no funciona?! ¡Tal vez si!-

Dijo mientras ajustaba algunas cosas riendo como una maniática, apuntándole a la clase.

Toru estaba mínimamente interesada, aún así le llamó la atención lo que Uzi tenía entre manos, lo reconoció. Era un diseño muy original y con mucho potencial, pero creía que era solo otra de las locuras de Uzi. Toru era una persona extremadamente inteligente, lo que no tenía de físico lo tenía de cerebro e improvisación.

El profesor suspiró hondo y le habló.

-Uzi, la tarea era un problema matemático que hablaba sobre comprar melones...-

Uzi lo miró sorprendida.

-Oh, y este catalizador fotónico con amplificador magnético no cuenta...?-

-No... además la carga emocional reprimida solo te da dos puntos extra en la materia..
Además, ¿Debería tener ese color..?-

¡¡BOOM!!

El arma explotó y toda y todos en la clase se llenaron de humo.

-Otro día de mierda, la verdad no sé porque tenemos que ir a la escuela si somos robots...-

A Uzi la habían mandado a enfermería, le habían puesto una venda, ella, en el recreo vio que Uzi hablaba con Thad pero siguió andando hacia su próxima clase, así que casi no oyó nada de lo que decían
Esa fue la última vez que la vio.

Toru ya había salido de todas sus clases, pero había salido aún más tarde de lo que deberia haber salido, ya que se quedó haciendo algunas actividades extracurriculares, y algún que otro castigo, Porque la verdad era; que por más inteligente que fuera, faltaba mucho, y se metía en problemas.

Llegó a su casa, exhausta y lo primero que hizo fue tirarse en su cama, fue recibida por los chillidos adorables de su cobayo, que se le acercó a la cara y le dió un besito en la nariz (o al menos frotó su cara con la de Toru.)

-Hola Coby, ¿No te comiste ningun animal más grande que vos no?- Dije ella casi riendo.

Era un cobayito , pequeño y metálico, tenía un visor, como el resto de los robots, en el cual se mostraban sus expresiones.

Voy a a acostarme a dormir.

(5 horas más tardecito)

-Oh... Tengo ganas de comer pilas fritas...-

Toru se había levantado demasiado temprano, pero de repente le dieron ganas de comer pilas, así que llamó a su Cobayo.

-Oye Coby, ¿Vienes conmigo a comer pilas?-

Su cobayo hizo chillidos de aprobación, entonces ella se puso su suéter y fue a la cocina.

-¡¡Maldita sea!!-

Por más que busco, en la heladera, en la alacena, en su habitación, no había pilas fritas en ningún lado.

Frustrada, decidió salir a comprar, aunque fueran las tres de la mañana.

Puso a su Cobayo en su bolsillo, no sin antes ponerle una pequeña bufanda, la cual el cobayito adoraba.

-Bien, así te ves adorable-

Salieron y no había absolutamente nadie, ella buscó y consiguió encontrar una bolsa abandonada de la cafetería, así que de ahí sacó algunas pilas.

-Perfecto, si no hay tiendas abiertas, hay sobras, bien, vámonos Coby...-

No terminó la oración porque vió movimientos sospechosos a unos metros de distancia.

Se escondió tras un tacho de basura mientras observaba intrigada.

Una silueta se hacia cada vez más visible...

-¿Uzi...?-

-¿Que está haciendo aquí..?-

Toru vió como ella se movía mirando hacia todas partes y escondiendose en las cosas a medida que avanzaba.

-Eso se ve muy sospechoso...Bueno, vamos a seguirla...-

Ella imitó los movimientos de Uzi, moviéndose de un escondite a otro.

En ese momento, ella intentó abrir una de las puertas con una especie de tarjeta que tenía escrito "Master key".

En cuanto la puerta se abrió su papá apareció del otro lado, ella pegó un grito de sorprendida.

-¿A dónde crees que vas..?- Preguntó su papá.

-A.. ¿Encontrarme con el novio que obviamente tengo..?-

El padre la miró serio y después se rió.

-Jaja... Estoy hablando en serio,-  Dijo recuperando su seriedad.

-Bien, me atrapaste, yo... Em...Necesito medir..los mecanismos hidráulicos de la puerta número 1! Si! A eso vine, es que ya sabes es mí proyecto de la escuela.. me gustan las puertas! Una gran puerta..! Cómo... La que construyó mi viejo!-

El padre parecía escéptico. Pero de inmediato su expresión cambió a una de orgullo y felicidad.

-Yo.. quiero trabajar contigo y esconderme tras las puertas como cobardes mientras juego a las cartas.- Dijo Uzi.

-Jaja, bueno.. no solo jugamos a las cartas..-
En ese momento la otra puerta se abrió y uno de los amigos de su padre gritó.

-¡Khan! ¿Puedes traer una baraja nueva? ¡Jugamos tanto a las cartas que los números se están borrando!-

Toru dejó de prestarles atención mientras comenzaba a elaborar un plan para si misma.

-¡Chicos! ¡A mí hija le gustan las puertas!- Gritó Khan orgulloso, y sus compañeros vitorearon.

La puerta número 1 se abrió y mucha niebla y nieve entró, Toru aprovechó para atravesar la puerta y esconderse cuando no la veían.

-Va salir un momento para medir los mecanismos de la puerta número 1- Dijo el padre de Uzi.

-Bueno.. ¡Vivan las puertas! Je...- Comentó Uzi de mala gana mientras salía y la puerta se cerraba ante ella.

-Bien, eso fue fácil- Se dijo a si misma Uzi.

                                              .....

Toru la siguió, Uzi parecía que buscaba algo, por qué corría piedras y escombros y rebuscaba entre la nieve que había por todo el suelo del lugar.

-Ush, aquí no hay nadaa... guau.. ¿Que es eso..?-

Toru alzó la vista también, solo para ver algo escalofriante.

Una enorme montaña de cuerpos de Worker Drones estaba alzándose, como una imponente garra de destrucción masiva.

Toru se quedó congelada al verla, los recuerdos de esa noche regresaron de inmediato, a la primera vez que la vio....

.....

-¿H-hola..?-

El eco resonó por todas partes, sin respuesta alguna.

Lo único que tenía para cubrirse era una mantita pequeña, estaba casi muriendo de frio su sistema estaba casi congelado.

Un ruido fuerte se escuchó cerca de ella. Y de inmediato se escondió detrás de una pila de algo que no podía ver muy bien que era.

Otro de esos abominables Murder Drones, estaba sobrevolando el lugar, de repente, aterrizó. Ella se cubrió la boca para evitar escapar un grito de puro terror. El dron se empezó a acercar, este tenía pelo corto, y usaba un traje oscuro.

-Se que estás ahí..~-

Dijo una voz masculina.

Ella aterrada, salió de su escondite y corrió con todas sus fuerzas, mientras esa cosa sacó su alas y comenzó a perseguirla por el aire.

Ella estaba llorando desconsoladamente, mientras corría, el dron aterrizó frente a ella, el dron tenía una X en el rostro, lo cual la aterró más.

Asustada y rendida, mientas el monstruo la acorralaba, cerró los ojos y se cubrió el rostro. Temblaba incontrolablemente...

En ese instante, en el que ella esperaba el golpe final, ese golpe que la asesinaría, nunca ocurrió.

Abrió los ojos lentamente, para ver cómo el Murder Drone se había quedado paralizado, ya no había una X en su rostro.

-E-¿Eres una niña..?-

Ella sólo lo miró como si fuese ella un animal y el estuviese a punto de sacrificarla. En cuanto lo vió dedujo que tenía alrededor de unos 13-15 años.

El chico la miró, y luego miró sus manos.

-¿Q- que estoy haciendo?!-

De inmediato se fue volando, y ella alcanzó a escucharlo sollozar un poco.

Pero no perdió el tiempo, sacó al cobayo robótico de su bolsillo. Y siguió andando
Ahí fue cuando lo vió.

Esa enorme, escalofriante, bizarra y aterradora torre, llena de restos de cuerpos, cables sueltos y aceite, desparramados.

Se quedó ahí temblando mientras la veía, sin embargo, un chillido del cobayo le recordó que debía seguir avanzando.

El cobayo la guió hasta unas puertas inmensas, que ella probablemente no habría visto por cuenta propia.

Empezó a gritar por ayuda.

-¡Por favor! ¡Abran la puerta! ¿¡Alguien me escucha?!-

Empezó a golpear la puerta mientras lloraba. De repente se abrió y unos drones la sacaron de ahí.

-¿Estás bien..?-

-¿¡Cómo terminaste ahí fuera..?!-

Ella, antes de desmayarse, acomodó su vincha para que cubriese sus luces azules que adornaban su cabeza.

El juego había comenzado.