Capítulo 2.

El silencio de Kirino realmente desesperaba a Shindou.

Sabía como llevar las lágrimas de su mejor amigo, los reclamos, las bromas, las risas he incluso el enojo. Pero el silencio... Oh por dios, ¡el silencio no le decía nada!

Volvió a mirar a su amigo. Ambos iban camino a casa de Shindou para recoger unos materiales. Kirino iba sumergido en lo mas profundo de sus pensamientos con el ceño fruncido y la mirada al frente. En todo el camino el castaño no había conseguido sacarle ni media palabra.

Simplemente ya no podía más con ese silencio.

—Ya vale— el castaño se paró rápidamente delante de Kirino y le obligó a detenerse para que le mirara a los ojos—. ¿Vas a decirme que rayos te pasa?

El pelirrosa alzó sus orbes azules, sorprendido de aquel repentino interrogatorio. Sin embargo, se limitó a negar con la cabeza ante la pregunta.

—A mi no me pasa nada.

El castaño no le dejó avanzar, decidido a obtener una respuesta.

—Sabes que se cuando mientes, Ranmaru.

El pelirrosa endureció la mirada, ¿que iba a entender Shindou como se sentía?

—No tienes ni idea— dijo Kirino al final—. No puedes controlarlo todo.

Le apartó de un empujón y Shindou lo siguió, fingiendo que eso no le había dolido. Le tomó del brazo. Kirino se detuvo, más no volteó, el flequillo le tapaba los ojos.

—Somos amigos Ranmaru, sabes que puedes confiar en mi— le dijo el castaño, conteniendo las ganas de llorar ante la frialdad de su amigo.

—No sabes nada, Shindou— un par de lágrimas se deslizaron por las mejillas de Kirino—. No sabes lo que es estar solo.

Los ojos del castaño se cristalizaron.

—Kirino...

El nombrado se soltó bruscamente de su agarre.

—¡Déjame en paz!

—¡Bien!— gritó Shindou, ya molesto también—. ¡Por mí que no vuelvo a verte! ¡quédate solo!

Cada uno salió corriendo por su lado. Algo se había quebrado en ese momento. Algo estaba a punto de cambiar.

....

Kirino se sentía un idiota. Odiaba sentirse así. Odiaba llorara. Odiaba ser tan débil.

Ahora mismo corría sin parar. El sol desaparecía a lo lejos y el frío le helaba los huesos. Pero no podía parar, no...

Tan inmerso como estaba no se dio cuenta que había llegado a la cuesta de la rivera del río. Tropezó, cayó y rodó. Sintió el dolor de múltiples golpes inundar su cuerpo hasta que se detuvo, quedando tumbado sobre la hierba fresca del campo con la vista del suelo.

Se quedó quieto, demasiado adolorido como para ponerse de pie, mirando el cielo fijamente. ¿Eso es todo Kirino?, ¿vas a dejar que te lleven lejos de aquí tan fácilmente? ¿no vas a levantarte?

Pero no podía hacer otra cosa. Siempre a la sombra de Shindou, siempre a la sombra de otros. El nunca iba a poder ser lo suficientemente fuerte.

—Quisiera ser alguien más— susurró cerrando lentamente los ojos—. Quisiera ser alguien fuerte...

Todo se volvió oscuro y el no pudo ver la luz dorada que de pronto iluminaba todo su cuerpo.

....

El sol llegó sin tregua a los ojos de Kirino. Soltó una exhalación. No quería abrirlos.

—Oye...¿estás bien?— una voz masculina lo hizo aterrizar de golpe en la realidad y una oleada de recuerdos de lo sucedido ayer llegó hasta su cabeza.

La pelea con Shindou, su caída por la rivera... Y luego...luego simplemente había cerrado los ojos... Diablos ¿había dormido allí?

Abrió los ojos irguiendose sorpresivamente, por lo que acabó chocando su frente con la del chico que hace su lado le hablaba preocupado.

—¡Ay!— exclamaron a la par, llevándose las manos a sus frentes, donde Kirino notó extrañamente que estaba usando unos ¿lentes?

—Enserio, te ves muy...— el chico no acabó la frase, quizás porque no quería ofender a Kirino, quién alzó la mirada para verlo.

No podía ser. De todas las personas, ¿por qué tenía que encontrarse con el tipo más borde del equipo?

—¿Tsurugi?

Sin embargo, algo no andaba bien por la forma en que Tsurugi lo miraba. A Kirino el delantero nunca lo había mirado así.

—¿Cómo sabes mi nombre?

Espera, ¿qué?

....

Chan chan chan

¿Qué creen que pase cuando Kirino se de cuenta que ya no se ve más como Kirino?

Espero los haya gustado el capítulo. Dejen sus comentarios, amo leerlos.

Hasta la próxima futboleros💕

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