Capítulo 12.
Para bien o para mal, las cosas no volverían a ser lo que fueron.
No, definitivamente no.
Bastaba con ver la escena que Matzukase Tenma tenía frente a sus ojos en aquel mismo instante.
Shindou y Tsurugi estaban hasta el cuello cubiertos de lodo, y el cabello lo tenían cubierto de ramas.
Kariya era otra historia. Tenía pastel embetunado en el cabello y llevaba en sus brazos completamente arañados un curioso gato blanco. A su lado, Akane tomaba fotografías como si no notara nada extraño a su alrededor.
Y luego estaba la chica. Aquella de coletas y pelo rosa pastel que a Tenma se le hacía tan familiar. Llevaba un vestido azul y sus anteojos les faltaba uno de los cristales. Tenía los ojos bañados en lágrimas recientes y algo de lodo en sus ¿zapatillas deportivas?
Si, eso no pintaba nada bien.
—¿Qué...?— Tenma quiso preguntar, más Tsurugi lo interrumpió con el ceño fruncido.
—No. Digas. Nada— su expresión denotaba completa irritación cuando luego volteó hacia la chica de cabellos rosas—. Y tú, es momento de que te expliques, ¿que significa eso de que eres Kirino?
La chica tragó saliva, viéndose acorralada.
—Bueno...
Kirino estaba acorralado, figurativa y literalmente. ¿Cómo empezabas a contar una verdad así? A veces pensaba que las mentiras era más fácil decirlas que una verdad que nadie que creería, pero no tenía otra opción.
—...Yo...Caí por la colina de la rivera del río y, al despertar...estaba en este cuerpo de chica— reveló, sin mirar a ninguno de los presentes.
—Kirino...— Shindou le miraba entristecido.
El pelirrosa suspiró.
—No lo habrían creído, ¿verdad Tsurugi? ¿Kariya?— les miró un momento. Ambos estaban atónitos. Kirino les dedicó una leve sonrisa triste y volvió a desviar su vista hacia el horizonte—. Ni siquiera se si me creen ahora, pero ya no importa. Es la una explicación que hay.
—¿Cómo...?— Tenma habló, pero no pudo acabar de formular la pregunta. No se le ocurría la forma, ni mucho menos entendía que pasa. Vamos, el solo había salido a practicar un rato.
Kirino comenzó a sentir que le pesaba el cuerpo, pero ignoró esa sensación.
—No lo sé...yo no sé como pasó esto... solo...no debí mentirles— guardó silencio un instante, de pronto se sintió cansado.
Seguramente porque lo estaba. Todo esto lo había cansado, y seguía sin descubrir que debía ver del otro lado del espejo. Su reflejo... lo único que sentía por si mismo era decepción. Nunca iba a ser tan fuerte, ni mucho menos merecer a alguien.
Todo en su interior se estaba derrumbado. Al fin se quebraba. Había resistido tanto.
Contuvo las lágrimas, ignorando un tenue dolor en el pecho.
—Lo siento...— murmuró.
Su vista comenzó a hacerse borrosa. ¿Por qué de pronto se sentía tan agotado?
—Lo...Lo lamento...yo...
Kirino no pudo seguir sosteniendose en pie. Se tambaleó hacia adelante y cayó inconsciente. La oscuridad se lo llevaba.
—¡Ranmaru!— Shindou fue el primero en reaccionar y corrió a socorrer. Se agachó juntó a él y lo tomó entre sus
brazos—. Ranmaru reacciona por favor.
A su alrededor, Kariya y Tsurugi habían salido de su estupor y se acercaron a él.
—¿El...El está bien?— preguntó Tsurugi, aún no había salido del todo del shock.
—¿Qué tiene?— preguntó Kariya por su parte.
Tenma y Akane se mantuvieron al margen, preocupados en silencio.
—Está siendo consumido por su propia oscuridad— habló a sus espaldas una voz triste ya muy conocida para ellos.
—¡Fey! ¡Kinako!
Y si, a su lado se encontraba la joven castaña con su expresión facial teñida por la preocupación.
—¡Tu!— Shindou la señaló acusadoramente. Se puso de pie con gran enfado y apretó los puños—. ¡Ustedes le hicieron esto!
Fey se puso delante de Kinako de forma protectora.
—Ella solo quiso ayudarle— intentó defenderla—. Le vimos...Kirino estaba...rompiéndose.
—¿Ah?
Ahora, todos cambiaron su expresión por una de confusión.
—¿A qué te refieres, Fey?— Tenma preguntó, ya que nadie más se dignaba a hacerlo.
—Verán, él...
—No Fey, deja que yo se los explique— manifestó Kinako con seguridad.
—Bien.
—Verán, pude ver que Kirino estaba muy triste cuando los moniteriaba Wonderbot a través de una de las llamadas "ventanas del tiempo"— explicó—. Como dijo Fey, parecía que su corazón se quebraba. Se sentía sólo, débil...y yo...no pude soportar verle así.
>>Le pedí ayuda a Fey con unas nuevas pistolas del Mixi-Max, el no estaba tan de acuerdo, se los juro, pero me ayudó de todas formas. La noche que cayó malherido por la colina, las activamos.
—Pero...¿cuál era el propósito?
—Queríamos...quería que el viera más allá de su aspecto...no importaba si fuera un chico o una chica, que viera que más allá estaba Kirino...una persona que valía la pena— Kinako bajó la mirada, angustiada—. Pero no pensé que llegaría a esto...
Fey decidió continuar el relato por ella:—Tu lo viste, Shindou. Viste la esencia de Kirino más allá de su aspecto. Y tú Kariya, también pudiste verlo un instante.
>>Cuando Kirino lograra verse más allá, volvería a ser el mismo.
Los presentes miraron al pelirrosa desmayado por inercia. Todos tenían los ojos llorosos. ¿Tanto dolor se había callado Kirino? ¿Cómo es que cargaba con ese peso el solo?
—Pero...¿Cómo lo ayudamos ahora? ¿Qué tiene?— preguntó Shindou, entrelazando una de las manos del pelirrosa con la suya propia.
—Al no verse— explicó
Kinako—. Se ha perdido en su propio dolor. Se...Se ha roto. Quizás no pueda salir nunca de allí...
Fey abrazó a Kinako por los hombros, como diciéndole silenciosamente que no era culpa suya.
—¡No!— Shindou negó con la cabeza. Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas—. Debe haber alguna forma, ¿que le pasará? ¿quedará inconsciente...en coma para siempre?
Kinako se mordió el labio para evitar las lágrimas. No se sentía con derecho a llorar.
—Su...su cuerpo va a desvanecerse si no logra salir— declaró.
Algo se rompió dentro de Shindou en ese instante. Pero no, no iba a aceptarlo.
—¡No abandonaré a Ranmaru!— declaró con firmeza.
—Shindou...— todos le miraron asombrados por su reacción.
—No puedo dejarlo. El siempre a estado para mí, secando mis lágrimas y ayudandome a cargar el peso de cualquier problema— afirmó, en lo que las lágrimas caían como una triste lluvia de otoño—. Yo jamás le abandonaré. Debe haber alguna forma de que nos escuche.
—Tal vez...— asintió
Kinako—. Tal vez haya una una forma...
Kirino estaba pálido y, entonces, comenzó a rodearlo una tenue aureola de luz rosa. Su imagen comenzó a hacerse levemente borrosa.
—Kirino-senpai...— Kariya apretó los labios. Ahora lo veía claramente, bajo ese aspecto de chica, podía ver al pelirrosa.
Tsurugi por su parte, lo veía con claridad también. No entendía como, en su egoísmo de no preocuparse por nadie, había ignorado a Kirino.
Tenma y Akane se miraron con los ojos cubiertos de lágrimas. Lo entendían, ahora lo hacían.
—Iremos...iremos por ayuda— declararon los dos.
Fey asintió seriamente.
—Si lo que intentamos funciona, la necesitará.
Tenma y Akane emprendieron camino rápidamente.
—¿Qué debemos hacer?— preguntó Shindou con seguridad.
—Hagan que los escuché, se que si alguien que puede llegar a él, son ustedes— respondió Kinako.
Los tres asintieron a la par, serios. Se acercaron al cuerpo de Kirino y los tres posaron sus manos en el pecho del pelirrosa, cerrando los ojos.
<<Tranquilo Kirino, te traeremos de vuelta>>
....
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Les gustó?
¿Creen que los chicos podrán traer a Kirino de vuelta antes de que sea demasiado tarde?
Ya van quedando pocos capítulos, así que prepárense 👀😤👀
Ahora unas preguntas de interés que espero respondan:
~¿Qué opinan de las historias de Rayita o T/N? ¿O prefieren que las protagonistas tengan nombre propio?
~¿Han visto Saint Seiya? ¿Cuál es su personaje favorito? (El mío es Shun💞)
~¿TakuRan o MasaRan?
~¿Otros animes favoritos que tengan?
~¿Les gustaría una sección de preguntas a la escritora y personajes?
Eso es todo. ¡Nos vemos en el próximo capítulo!💞💞
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