Capítulo 21 [T2]: No seas un héroe
¡Hola chicos!
He vuelto con un capítulo nuevo, espero que lo disfruten :).
Tengo unas noticias que informar, pero las podrán leer al finalizar la lectura, gracias.
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-Narrador Takashi-
Pensé que Kei no lo permitiría.
Es decir, ¿Porqué debería hacerlo? Le he fallado en veces anteriores y aunque me he esforzado por recuperar la confianza, noto que a veces me sigue mirando como aquel día en que deje a Saya a su suerte.
Pero ahora... Aquí estamos.
La última noticia que sabía de mi madre es que estaba en su lugar de trabajo, eso era en una escuela primaria a unos cuantos kilómetros de nuestra nueva base, la casa de los Takishima.
Acordamos en qué sería una misión de rescate, pero si es que había que enfrentarse a otro grupo de supervivientes, solo pasaría a ser una misión de reconocimiento para luego pedir apoyo.
No tenemos las municiones y ni las armas suficientes para entrar en combate con otras personas.
Nos habíamos hecho muchos enemigos, el grupo de Tsunoda era uno de esos, pero también estaba aquella persona que aparentemente Kei no pudo matar al quedarse sin munición.
Kei tenía dos suposiciones, murió por las heridas o se unió a otro grupo.
Lo más conveniente sería que muriese por las heridas, pues sabe que las personas son muy resentidas y Kei los había destrozado junto a Yuiji y los demás chicos.
Mire de reojo a mis compañeros en esta ocasión.
Pensé que Kei me acompañaría, pues parece aplicar las palabras de que "para que algo salga bien, tienes que hacerlo tu mismo", pero en esta ocasión no pudo negarse a Saya y Saeko.
De todos modos ya había autorizado la misión, eso era más que suficiente.
Pensé en Kohta o Yuiji, pero Yuiji se negó rotundamente, posiblemente debido al intercambio de palabras que tuvimos.
Asignaron a Kohta a la misión, pero está se extendió, pues también teníamos que ir por las armas a la estación de policía.
Hibiki fue enviado con nosotros, al igual que Yolzin.
A estos últimos los conocía muy poco, pero estaba agradecido con ellos por no haberse negado a acompañarme en esta misión tan importante para mí.
Había muchos problemas.
Debido a la falta de vehículos teníamos que hacer el camino a pie, lo cual implicaba más riesgo, por lo que no podíamos ir a un paso firme.
Siempre lentos y cautelosos para no ser detectados. El epicentro de la ciudad estaba devastado.
A este paso tardaremos más de un día en completar todo.
Por suerte, nos prepararon bien.
Yolzin traía suministros que si eran bien aprovechados podrían durarnos hasta completar la misión.
-Pensar que solo pasaron dos semanas-, escuché decir a Hibiki.
Nos encontrábamos cruzando un puente que conducía al centro de la ciudad, en ese lugar no habíamos estado, así que no sabemos lo que podríamos encontrar.
La devastación podía verse en todos lados, era sorprendente lo rápido que cambiaban las cosas.
Sin lugar a dudas, esto es una mierda.
A pesar de que la ciudad se veía tan solitaria, aún se podían escuchar disparos en algunas zonas.
Eso era signo de que aún había gente luchando y sobreviviendo.
La verdadera pregunta era... ¿Serán amables con nosotros?
No lo creo, pero espero que si.
Tal vez sea por la tensión y el estado de alerta en el que debíamos estar, pero esa inquietante sensación de que alguien nos observaba era muy molesta.
Justo cuando íbamos llegando al final del puente, vimos a lo lejos una figura solitaria caminando.
Kohta apuntó rápidamente su arma, todos lo hicieron excepto yo.
Esa figura ignoró aquello y comenzó a acercarse a nosotros.
Si rostro era cubierto por un poco de tela y su pelo también estaba oculto bajo la capucha que llevaba.
Quería que se detenga, pero, hacer ruido solo implicaba llamar la atención de esos malditos.
Comencé a hacerle señas para que se estuviera ahí y mantenga su distancia, pero solo las ignoró.
Hasta que estando cerca de nosotros lo hizo.
Aunque al llegar con nosotros parecía algo asustado y agitado.
-Gracias a dios he encontrado a más personas, porfavor, ayúdenme...-, después de eso cayó al suelo completamente inconsciente.
Los chicos y yo tardamos en reaccionar.
Primero nos miramos entre nosotros sin saber cómo actuar ante eso.
Pero Yolzin se recuperó rápidamente y fue en su ayuda.
Los demás hicimos lo mismo.
Cuando llegamos, Yolzin ya le había descubierto el rostro.
Era pelinegro de pelo corto, su tez era algo bronceada, tenía puesta una remera blanca, una campera azul y pantalones negros.
Visiblemente llevaba una mochila y un machete muy afilado, la mochila se sentía pesada así que probablemente traía algunas provisiones.
-¿Qué hacemos con él?-, Kohta me preguntó.
-¿Eh?-, le mire confundido.
¿Porqué me hacía esa pregunta?
Entonces, observé como todos me miraban igual que él.
-Tu eres el líder, Takashi-, Hibiki dijo a mi lado.
¿Yo?
¿De verdad?
No importa como lo vea, no me siento preparado para ser un líder.
-Está es tu misión, Kei te asignó el liderazgo...-, sin dejar de atender al joven, Yolzin me recalcó aquello.
Era cierto, esta misión la había comenzado yo, pero al estar Kohta aquí, supuse que él tomaría el liderazgo.
Es decir, es lo más obvio, es de los mejores estrategas y líderes que teníamos.
Pero tomar decisiones por cuenta propia era muy complicado.
-Narrador Normal-
-Lo llevaremos con nosotros-, anunció el líder, Takashi.
Aquello iba a retrasar la misión, pero imaginó y quiso hacer lo que Kei haría en su lugar.
Kei lo salvaría, ¿No?
-Entonces busquemos un lugar adecuado-, de todos modos no tardaría mucho en anochecer y con alguien inconsciente sería difícil avanzar.
Todos asintieron.
Rápidamente encontraron un local de comida que parecía estar vacío.
Instalaron algunas sabanas para acostarse y dormir en el suelo, todos estaban sumamente cansados.
-Esperaremos a qué despierte para interrogarlo y seguir avanzando-, fue lo último que dijo Takashi antes de caer dormido.
Los chicos se miraron entre si y suspiraron.
A Komuro se le había olvidado montar horarios de guardia.
-Yo lo haré primero, después seguirá Hibiki y luego Yolzin-, Kohta fue el primer voluntario y todos estuvieron de acuerdo.
Día 1 de misión y parecían no haber avanzado nada.
-Con Kei-
El rubio se encontraba junto a la Doctora Marikawa.
Las molestias en su brazo parecían no haber disminuido en lo absoluto, los analgésicos apenas y le hacían soportar el dolor.
-Veamos que tienes aquí-, murmuró la doctora mientras conenzaba a cortar cuidadosamente las vendas en su brazo.
Desde el primer corte se pudo apreciar la sangre que al no tener la presión del vendaje empezó a salir de manera continua.
Ella rápidamente tomo algunas gasas previamente esterilizadas y las puso sobre la hemorragia.
-Mmmmh-, Kei solo pudo soltar un gemido de dolor, tratando de no gritar.
-Lo siento-, se disculpó, pero Kei solo hizo una señal de que no había problema.
Cerro los ojos tratando de calmar el dolor.
-Supongo que es consecuencia de mi poco cuidado-, dijo sonriendo con dolor.
La doctora solo asintió muy seria mientras seguía observando la herida.
-No huele mal, es un punto a favor-, mencionó mientras empezaba a ordenar su equipo para la limpieza de la herida.
-¿No huele mal?-, preguntó confundido.
-Si...-, ella llegó a su lado y comenzó a limpiar la herida. -Si tuviera un olor parecido a queso añejo, significaría que tú brazo está infectado y tú recuperación sería más complicada-, Kei solo pudo hacer un gesto de sorpresa.
No habían descansado casi ningún día desde que fue herido, era normal que la recuperación se hubiera retrasado considerablemente.
-Se que no te agrada la idea, pero debes guardar reposo-, la doctora había finalizado con la limpieza y ahora se encontraba poniendo nuevas vendas.
-Esta bien-, suspiró un poco.
-No Kei-, ella lo miró directamente a los ojos. -De verdad debes hacerlo, no permitiré que sigas dirigiendo al grupo con un brazo herido-, ambos permanecieron serios por unos segundos, sin despegar sus miradas.
Kei solo sonrió y asintió.
-Lo haré-, dijo muy seguro. -Tendré que poner a alguien más a cargo-, la doctora parecía satisfecha por su respuesta.
Había finalizado con la curación.
-De verdad que no se cómo agradecerle por todas sus atenciones y la gran ayuda que nos ha prestado-, Kei mencionó mientras se vestía.
Pues para que pudieran hacerle la curación, tuvo que quitarse la camisa.
La doctora solo sonrió.
-Solo haz caso a mis indicaciones, por favor-, su voz sonaba tan amable, lejos de aquella voz temerosa que tenía antes de llegar a la casa de los Takishima.
Kei sonrió de vuelta y se acercó a abrazarla para despedirse.
El abrazo fue muy normal, pero pasaban los segundos y ninguno parecía querer separarse.
-Me pregunto porque habrá tanta tensión entre nosotros...-, susurro Kei muy cerca del cuello de la doctora Marikawa.
Sintió como ella se estremeció al sentir su cálido aliento tan cerca.
-No tengo la menor idea, pero no me desagrada...-, ella susurro de vuelta.
Ambos rieron tranquilamente mientras se separaban y volvían a sus asuntos.
Cuando Kei salió, la doctora quiso volver a sus asuntos normales.
Solo que por alguna extraña razón, su entrepierna estaba húmeda.
-Dios...-, mordió levemente sus labios mientras ocultaba el gemido que quiso soltar al frotar y apretar sus piernas.
Hoy tendría que calmar sus ansias con ayuda de sus mágicas manos.
-Noche-
Todos se preguntaban porque habían sido llamados a la ahora, oficina de mando, donde se encontraba el líder.
Saeko había recibido indicaciones de Kei para convocar a los miembros principales del grupo.
Sea pues la maestra Kyoko, la doctora Marikawa, Himiko, Leika, Rei y Yuiji con su hermano Yuu.
Hisashi también fue convocado, pero se encontraba descansando debido al desgaste y a su mal estado físico.
Miró detenidamente a cada uno, a su lado se encontraba Saya.
La maestra Kyoko y la doctora Marikawa se veían más tranquilas y seguras, ya no tenían ojeras y sus signos de ansiedad eran cada vez menos. El descanso y llegar a un lugar seguro les había ayudado bastante a reordenar su mente y calmarse.
Himiko aún parecía perturbada por lo ocurrido en aquel edificio donde encontraron al zombie que denominaron "Ghost".
Leika permanecía calmada aunque no dejaba de mover sus pies como forma de manifestar su ansiedad aún presente.
Por otro lado, Rei se había relajado bastante aunque parecía algo exahusta, debe ser por estar al cuidado de Hisashi.
Mientras que, Yuiji estaba físicamente presente, pero mentalmente parecía estar ausente. Yuu estaba a su lado, pero tenía sus propios pensamientos.
Esperaron pacientemente unos momentos más hasta que la puerta principal se abrió y por ella entraron dos caras conocidas.
Era el líder Kei, pero a su lado se encontraba su hermana Mio.
A la segunda no la habían visto desde que colapsó.
Pero sin duda ya se veía mejor.
Saeko y Saya fueron a abrazarla con mucho alivio, Kei estuvo al lado de ellas observando con una sonrisa.
Su familia parecía estar reunida.
Recibió un beso de ambas chicas y sin perder el tiempo se posicionó en la silla principal.
-Bienvenidos chicos, lamento haber interrumpido su descanso, pero es importante...-, habló con una sonrisa.
-No te preocupes, a decir verdad te estoy agradecida por haberme salvado a mi y a todos y hacernos sentir seguros-, la maestra Kyoko hablo con total sinceridad.
Todos sonrieron, pues estaban de acuerdo con ella.
Kei asintió contento.
-A decir verdad, quiero que aprovechen estos días para descansar lo más que puedan, pues el trabajo aún no ha finalizado-, se levantó y comenzó a caminar alrededor de la oficina. -Como lo dije en la anterior reunión, hay muchas cosas por hacer, pero está vez quiero actuar de manera más cautelosa...-, se detuvo. -La única misión vigente es la de Takashi que se embarcó junto a Kohta, Hibiki y Yolzin en busca de armas, provisiones y señales de su familia-, todos asintieron.
Kei camino de regreso a su asiento, pero esta vez no se sentó, solo permaneció a un lado de él.
-Estoy tranquilo porque se que volverán con bien y con buenas noticias, pero quisiera aprovechar el tiempo que ellos estén fuera para descansar lo más que pueda y dejar el liderazgo un tiempo...-, ahí fue cuando todos hicieron gestos de sorpresa.
-Espera, espera... ¿También te irás?-, preguntó Himiko sorprendida.
El chico rió un poco y contestó.
-Claro que no, solo nombrare a un líder provisional-, dijo simplemente. -Es una recomendación de mi doctora personal...-, lo dijo mirando directamente a Shizuka que solo le sonrió.
Espero un momento para ver si alguien más tenía algo que decir, pero al ver que no, decidió continuar.
-Propongo a Busujima Saeko como lider provisional-, soltó de golpe mientras que la mencionada le miraba con absoluta sorpresa.
A pesar de ello, no dijo ninguna palabra.
-Si alguien tiene alguna objeción, puede decirla-, vió como todos se miraban entre sí.
Rei levantó la mano.
Kei asintió en aprobación.
-No es una objeción, solo quiero decir que me parece la opción adecuada y estoy totalmente de acuerdo-, después de eso todos comenzaron a aplaudir en señal de acuerdo.
Entre eso, Kei miro a su pareja Saeko y con una seña la invito a sentarse en la que será su silla por un tiempo.
Ella lo hizo con mucha alegría.
Cuando los aplausos se calmaron, Saeko fue la próxima en hablar.
-Chicos, pueden ir a descansar, mañana tendremos una nueva reunión-, todos asintieron y comenzaron a salir, no sin antes acercarse a felicitarla.
En el fondo Kei estaba aliviado pues al fin descansaría un poco.
-Con el grupo de Takashi-
Kohta había montado la guardia, pero no lo hizo solo, pues Hibiki y Yolzin no pudieron conciliar el sueño por lo que decidieron acompañarlo.
Los tres estaban en un silencio incómodo, pues ninguno era tan cercano ni habían intercambiado muchas palabras, así que no sabían que decir.
Todo a su alrededor estaba en completa oscuridad, así que apenas y se podían ver entre ellos.
-Pues... Supongo que pasaremos mucho tiempo juntos-, dijo Kohta algo vacilante. -¿Porqué no nos conocemos más?-, su sonrisa incomoda no ayudaba.
Yolzin sonrió, entendía que el chico solo quería ser amigable.
-¿Qué tal si contamos cómo empezó todo para cada uno?-, propuso recibiendo un asentimiento de ambos.
De todos modos no había mucho que hacer.
Era sorprendente lo mucho que Takashi había dormido, aunque aquel otro chico tampoco había despertado.
Entonces Kohta y Yolzin se voltearon hacia Hibiki esperando a que hablara.
-Oh, empiezo yo...-, dijo este algo nervioso. -Para mi era un día normal...-, su historia estaba apunto de comenzar.
-Espera-, pero fue interrumpida por Kohta.
Unos pasos se habían comenzado a escuchar justo afuera del lugar en dónde ellos se encontraban.
-Al suelo-, dijo en voz baja, a lo que sus compañeros hicieron caso.
Entonces los vieron a través del cristal templado.
Eran 4 personas visibles que deambulaban afuera, no eran zombies, pues su patrón de movimiento era totalmente distinto al de los zombies. Además de que iban conversando.
Decidieron prestar atención a lo que iban hablando.
-¿Es enserio que en todo este apocalipsis no has tenido sexo?-, la conversación era un tanto trivial.
-Pues... No, pero ¿Qué tiene?-, sonaban cómo chicos de su edad, aunque por la oscuridad no podían verlos.
-Deberias intentar con Yuuki-, otro chico intervino algo entusiasmado.
-¡Es cierto! Ella ha tenido sexo con todos, incluso estuvo con Shido-sensei-, el último finalizó con una frase que dejo a los Kohta y los demás helados, pues sabían a qué grupo pertenecían ellos.
Esto era malo, pues estaban demasiado cerca, pero igual era una oportunidad pues tal vez tengan información útil.
-Pero ella ahora es la mujer de Tsunoda...-, su voz sonaba nerviosa.
Solo escucho risa de parte de sus otros compañeros.
-Ella tuvo sexo con nosotros tres hace dos días...-, dijo otro sonriendo de manera descarada.
-¡¿Ehhhhhh?!-, soltó un grito de sorpresa, pero rápidamente fue golpeado por sus compañeros.
La noche era muy peligrosa.
-Idiota, recuerda que estamos rodeados-, le dijo quien parecía ser el líder de ese grupo.
El chico solo se disculpó.
Comenzaron a alejarse del lugar.
Kohta volteo con sus dos compañeros despiertos.
-Debemos seguirlos, ellos deben darnos alguna pista-, no lo sabía, pero algo dentro suyo le decía que si no los seguían se iban a arrepentir.
Ambos chicos asintieron.
Se acercó rápidamente con Takashi.
-Despierta...-, lo movía levemente. -Takashi, es importante...-, sus movimientos comenzaron a ser un poco más bruscos.
Pero sus esfuerzos eran en vano, el chico no despertaba.
-Lo siento-, se disculpó previamente, pues inmediatamente después lo golpeó con fuerza.
-¡Ha...!-, el chico iba a soltar un sonoro grito, pero Kohta rápidamente le tapó la boca.
-Encontramos a miembros del grupo de Tsunoda, creo que ellos deben saber algo-, Takashi le miró con ojos sorprendidos.
Nadie dijo nada más y rápidamente se pusieron manos a la obra.
El único inconveniente era el chico que aún seguía inconsciente.
-Vayan...-, Yolzin habló. -Yo me quedaré con él, solo regresen a salvo...-, había seriedad en sus ojos y una sonrisa en sus labios.
Takashi asintió.
-Gracias-, fue todo lo que dijo antes de encaminarse junto a Hibiki y Kohta.
Los tres salieron de la tienda en dónde se encontraban.
El ambiente de afuera se sentía algo fresco debido al viento que corría.
Rápidamente divisaron las siluetas de sus objetivos.
-Chicos, no sé si esto sea una buena idea, pero gracias por acompañarme-, dijo sinceramente.
-No te preocupes-, Kohta sonrió.
Ya estaba acostumbrado a siempre estar al margen de una muerte segura.
Avanzaron lo más rápido y sigilosamente hasta estar cerca de los chicos del grupo de Tsunoda.
Solo estaban a unos cuantos metros, pero lo suficiente para escuchar y no ser detectados.
Cuando pudieron escuchar la conversación, prestaron absoluta atención.
-... Sabes, me molesta este tipo de vida-, dijo uno de ellos.
-¿De que hablas? Es genial, no hay reglas ni moral, puedes hacer lo que quieras...-, el líder parecía muy feliz.
Escucharon risas de otro de ellos.
-Si, pero estás a merced de infinidad de zombies y tenemos que buscar alimento cada dos días o todos los chicos estarán hambrientos-, su voz sonaba pesada de cansancio.
-Bueno, tienes un punto, pero debes verlo del lado en qué nosotros somos el sustento del grupo-, su líder era muy optimista.
-Siempre nosotros...-, hubo un silencio.
No entendían del todo su conversación, pero parecían algo tensos.
-¿Qué querías? ¿Que nos pasáramos al lado de esa escoria de Kei?-, pregunto serio y algo molesto su líder.
Los otros dos chicos que casi no habían hablado estaban en completo silencio.
-Sinceramente creo que estaríamos más seguros...-, fue todo lo que dijo antes de ser golpeado en la cara.
En ese momento los otros chicos intervinieron para que su líder no siguiera golpeándolo.
-¡Escoria, eres escoria como él! ¡Un traídor hijo de puta, tal vez deba matarte de una vez!-, su furia era expresada a través de sus gritos.
Takashi y compañía no podían comprender el porqué tanto rencor por Kei.
Esto iba mucho más allá de una enemistad.
Era un profundo odio y deseo de muerte.
Vieron como saco un arma de su bolsillo, ambos chicos que lo sostenían se apartaron al verla.
-Morirás...-, dijo fríamente apunto de jalar el gatillo.
Pero el sentido de héroe era común en la gente de Kei.
Cómo si fuera algo inevitable, algo desde el fondo del pecho le gritaba "¡SAL! ¡SAL Y SE UN HEROE!".
-¡ALTO!-, Takashi había salido de su escondite tratando de envitar una tragedia.
Hibiki y Kohta apretaron los puños de impotencia y fastidio.
La regla de oro decía que nunca debías ser un héroe.
Ser un héroe no siempre es bueno.
No en un mundo así, lastima que no todos comprendían eso...
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Disculpen la demora chicos, han pasado muchas cosas en estos meses.
Me he graduado de la universidad, por lo que comenzaré el servicio. Significará menos tiempo para escribir, pero está historia no estará inconclusa.
Podré tardar años, pero los capítulos siempre saldrán.
Gracias por estar aquí a pesar de todo :).
Bye bye ^^.
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