Capítulo 2: Caos
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Ambos observamos con miradas serias como tres profesores se acercaban para resolver el problema, eran dos hombres y una mujer.
-Narrador omnisciente-
Los tres profesores se acercaban a la entrada de la escuela.
Hace unos minutos escucharon el escándalo y decidieron ver que lo ocasionaba y solucionar el problema, pues el sonido era muy alto y dentro de las instalaciones había estudiantes tomando clase.
Mientras se acercaban a la entrada pudieron observar a un hombre joven y de aspecto pálido, el cual al parecer trataba de ingresar a las instalaciones de una manera poco inteligente, pues aunque continuara golpeando la entrada de tal manera, jamás conseguiría entrar.
-¿Ah?-, expreso con disgusto la única profesora del grupo. Era la profesora Hayashi Kyoko, su pelo era de color castaño rojizo, sus ojos eran marrón claro y llevaba anteojos. -No debería hacer tanto ruido, esta es una escuela-, dijo molesta y reprochándole al sujeto, el cual parecía ignorar sus palabras.
-Descuida Kyoko-sensei, yo me encargo-, dijo otro profesor mientras se doblaba las mangas de la camisa y sacaba una mano a través de los barrotes del portón y tomaba del cuello de la camisa al sujeto, para después azotarlo fuertemente contra el mismo portón.
-Espere Teshima-sensei, no necesitamos recurrir a la violencia-, dijo la profesora intentando calmar a su colega y tal vez interés amoroso, mientras el profesor restante observaba todo muy nervioso.
-Es solo para... -, el profesor no termino, pues en ese momento de desconcentración, el hombre de afuera aprovecho para ladear la cabeza hacia un lado y morder el brazo del profesor arrancándole un pedazo de carne del brazo, y haciendo que este grite de dolor y comience a convulsionar en el suelo. En su descuido y desesperación por ser mordido, no se dio cuenta de cómo había semi-abierto la entrada, el candado cayó al piso en un sonido seco.
-¡Teshima-sensei!-, grito el profesor restante mientras se acercaba al mencionado para ver que podía hacer. -¿Se encuentra bie...? -, decidió preguntar una vez el profesor en el suelo dejo de convulsionar, pero no termino la pregunta al ser mordido por este mismo profesor, directamente en la yugular, haciendo que este también caiga al suelo convulsionando y con una gran corriente de sangre saliendo de su cuello.
La profesora restante al ver todo eso, puso una mirada de completo terror, pero rápidamente sus instintos reaccionaron e intento huir, pero desafortunadamente tropezó por llevar tacones y solo observaba con terror como ambos profesores se levantaban del suelo con una horrible expresión en sus caras y los ojos desorbitados.
-¡A... AYUDA!-, grito presa del miedo y la desesperación, pero nadie parecía acudir a ella, solo cerro los ojos con algo de resignación, en sus ojos había algunas cuantas lágrimas.
Afortunadamente para ella, un chico de pelo rubio claro llego a tiempo mandando una patada directamente a la cabeza del profesor Teshima y tirándolo al suelo con el cuello roto. Todo pasaba demasiado lento a sus ojos.
Grito al ver como un par de manos sobresalían sobre la espalda del chico que le acababa de salvar la vida, este pareció notarlo y dio la vuelta.
El otro profesor intentaba abalanzarse sobre el chico, pero este le dio un golpe en la mandíbula, con tal fuerza que lo tiro al piso y rematando con una patada le hizo lo mismo que al primer profesor.
A pesar de todo, las ropas del chico no parecieron mancharse de nada.
-Kyoko-sensei, ¿Se encuentra bien?-, pregunto el joven ofreciéndole una mano para que se levante, mientras le dedicaba una sonrisa. La profesora lo miro con un brillo de anhelo en los ojos y asintió lentamente, mientras aceptaba la mano y se levantaba del suelo.
-Gracias Takishima-kun-, dijo con voz aliviada y una sonrisa, acompañada de un leve sonrojo. Algo un poco extraño considerando el estado de absoluta desesperación en el que se encontraba anteriormente.
-Momentos antes- Narrador yo-
Observábamos como tres profesores se acercaban, vi la breve interacción entre ellos y como Teshima-sensei sujetaba al tipo de afuera con un brazo.
Sabía lo que pasaría a continuación y no paso mucho tiempo, el tipo de afuera mordió a Tejima-sensei y este cayó al piso convulsionando. Rápidamente mire a Takashi, el cual estaba anonadado con lo que veía, pero no era tiempo para esto, lo moví bruscamente esperando respuesta y afortunadamente reacciono rápido.
-¡Takashi escúchame atentamente!-, le dije fuerte para que me oyera, pero sin despegar la vista del portón. -¡Bien, quiero que vayas por Saya y por Hirano y los lleves a la sala de profesores que ellos casi no utilizan...!-, comencé a explicar e hice una pausa. -¡Una vez que estén ahí cierren con todo lo que tengan, elegí ese lugar porque es una sola puerta y si está cerrada nadie entrara, cuando yo llegue daré un grito y así nos podremos ir!-, termine de decirle, mientras en el portón, un profesor intentaba ayudar a Teshima-sensei.
El tiempo se terminaba… Aunque irónicamente un pensamiento llego a mi cabeza, pues ¿Pude salvar a aquellos profesores?
No, necesitaban morir, de lo contrario todo hubiera terminado igual, no importaba lo que hiciera, las muertes de esos dos estaban destinadas a ocurrir, aunque la de Kyoko-sensei no.
-¿Pe... Pero y Rei?-, escuche a Takashi preguntar algo nervioso, yo apreté los dientes, no había tiempo y él estaba preocupándose por una chica que no le hace caso.
-Ella estará bien con Hisashi, él es bueno luchando cuerpo a cuerpo y no la dejara desprotegida, así que no te preocupes por ella y ¡APRESURATE CON LO QUE TE DIJE!-, le grite y vi como el salía corriendo hacia el salón, solo suspire un poco tranquilo.
Yo no me quede quieto y también me comencé a mover, fui directamente al portón, en donde había visto a Kyoko-sensei intentar huir, espero llegar a tiempo para ayudarla.
Termine de bajar las escaleras y corrí rápidamente.
Al llegar, note que Teshima estaba a punto de morder a Kyoko-sensei, a lo que rápidamente lance una patada a su cabeza. El Tae Kwon Do hizo mis patadas mucho mas poderosas.
La fuerza que aplique, fue tanta como para romper su cuello, así muriendo al instante.
Iba a ir con Kyoko-sensei, para ayudarla a levantarse, pero entonces Kyoko-sensei grito con algo de terror y escuche un ruido detrás de mí, ladee un poco mi cabeza y con el rabillo del ojo mire como el profesor restante intentaba abalanzarse sobre mí.
Reaccione rápidamente y lo esquive, y aprovechando ese momento le di un derechazo en la mandíbula, lo cual lo mando al suelo, rápidamente corrí hacia el antes de que se levantara y aplaste su cabeza con mis pies, rompiéndole el cuello también.
Aunque debo conseguirme un arma rápido, golpearlos a puño limpio no era muy conveniente.
Voltee a ver a Kyoko-sensei, la cual solo me miraba, me acerque poco a poco a ella, y ayudarla a levantarse y decirle que fuera al mismo lugar, a donde mande a Takashi.
-Kyoko-sensei ¿se encuentra bien?-, pregunte una vez cerca de ella, mientras le ofrecía mi mano para ayudarla a levantarse y le dedicaba una sonrisa, la mejor sonrisa tranquilizadora que tengo, pues si quiero que mi plan funcione en su mayoría, necesitaba que todos los que me acompañaran estuvieran lo más calmados posible y confiaran plenamente en mi.
Vi que funciono, pues la profesora tranquilizo su respiración y me respondió a la pregunta con un asentimiento, mientras tomaba mi mano para levantarse.
-Gracias Takishima-kun-, la escuche decirme con una voz aliviada, la voltee a ver y también vi que tenía una sonrisa acompañada de un sonrojo. Yo también me sonroje, no lo note mucho en el anime, porque ella no salió demasiado en él, pero ahora que la veo bien, Kyoko-sensei es muy hermosa al igual que Marikawa-sensei.
Hablando de Marikawa-sensei, a la siguiente que pienso rescatar es a ella, pues será alguien importante para el grupo.
Mire con seriedad el portón, decenas de aquellos zombies ya estaban ahí, por lo que era inútil tratar de impedirles el paso yo solo, sería un suicidio. Apreté los dientes volviendo mi mirada hacia la profesora.
La tome de la mano y la encamine hacía en interior de la escuela.
Ya estábamos dentro de la escuela, la escuela todavía estaba calmada, algo que me alivio en cierta medida. Pero todos aquellos zombies se comenzaron a dirigir hacia otras partes de la Academia, no había salvación para esta.
-¿A dónde vamos?-, me pregunto mientras caminábamos, en ningún momento le solté la mano.
-A cualquier lugar que no sea aquí-, le dije y seguí caminando más rápido hasta llegar a una esquina.
Me detuve y la mire.
-Bueno Kyoko-sensei, nos tenemos que separar-, le dije, yo tenía que ir a otro lado urgentemente.
Primero por la doctora Marikawa, luego por mi hermana Mio, luego al gimnasio y tal vez a por Reí, sé que él estúpido de Takashi fue por ella, lo presentí cuando le dije esas palabras y el me miro de aquella forma.
-¡¿Qué?!-, exclamo Kyoko-sensei, bueno, también esperaba eso. -Pe... Pero...-, intentaba decir, su rostro reflejaba miedo.
La tome por los hombros y la hice mirarme.
-Escuche Kyoko-sensei. No la dejare sola, quiero que vaya a la sala de profesores que casi no ocupan; si está cerrada significa que ahí están mis amigos y mi novia, de un grito y diga que viene de mi parte, en cambio sí está sola, entre y cierre con todo lo que haya, si alguien dice que va de mi parte lo deja pasar y esperen me ahí hasta que yo llegue y así nos podamos ir de aquí-, le dije calmada mente, asegurándome de que escuchara bien.
Puso una cara de seriedad y asintió, me sorprende que lo entienda con tanta rapidez.
-Bien, te esperare-, me dijo sonriendo, yo también sonreí, sin duda necesitaba personas así.
Me despedí de ella y me fui por el lado contrario.
No dije nada de avisar a los estudiantes, pues sé que los estúpidos no van a creer en nada, esto era demasiado irreal.
Estaba caminando con algo de rapidez, pero el sonido de las bocinas de la escuela me detuvo.
-[Este es un anuncio de emergencia. Todo el plantel está siendo atacado, estamos rodeados y necesitamos huir cuanto antes. Repito, el plantel está siendo ataca-... ¡No, aléjate de mí! ¡No, no! ¡arrrggh! ¡Ayúdenme por favor, no quiero morir! ¡No qui-...!]-, el director del Instituto estaba hablando de forma nerviosa por el comunicador, pero de repente comenzó a gritar por ayuda, y se comenzaron a escuchar mordidas, desgarros y sonidos aterradores.
Absolutamente todo dentro de la escuela se parecía haber detenido, no se escuchaba ningún sonido.
-"No..."-, me dije en mi mente y comencé a contar. -"3... 2... 1..."-, y cuando terminé, todo el alboroto cobró vida sin más percance. -"¡Rayos!"-, maldije mentalmente.
Comencé a correr rápidamente por los pasillos, iba a ir con Marikawa-sensei primero, pero no podía estar tranquilo sin saber nada de Saya, así que me aseguraré de que ella haya salido del salón.
Ya casi llegaba al salón, pero justo antes la pude ver, iba con Kohta corriendo hacia la dirección contraria.
-¡Saya!-, le llame, vi que inmediatamente volteo y regreso corriendo hacia mí.
-Kei-kun, ¿Qué pasa?-, me pregunto una vez estábamos cerca, su mirada estaba asustada, llego abrazándome, yo correspondí. -Komuro entró gritando algo sobre personas asesinando a otras personas, y me preocupe, luego de eso salió con Reí y Hisashi, no sé a dónde, yo también salí, y en el camino me encontré con... ¿Ah?, se me olvido su nombre-, explicó rápidamente y al final hizo una mueca linda, me pareció divertido y me agrada que no haya cambiado mucho su personalidad con la del canon.
-Kohta, es Hirano Kohta, amor-, le dije ente risas mientras acariciaba su pelo, me encontraba muy aliviado de encontrarla a salvo.
También estaba un poco molesto con el simp de Rei, aunque creo que haría lo mismo que Takashi, si estuviera en su lugar, pero lo que me molesta es que el estúpido no haya hecho nada de lo que le pedí, simplemente fue por ella, cuando lo encuentre de nuevo le partiré la cara y le hare entender que esto no es un juego.
-Sí, ese…-, dijo con desdén, yo suspire y vi a Kohta acercándose un poco nervioso.
-Takishima-san-, dijo una vez llegó., yo solo le sonreí mientras Saya seguía en mi pecho.
-Hola Hirano-, lo salude. -¿También irás?-, le pregunté y él pareció un poco confundido.
-¿Eh? ¿Ir a dónde?-, me preguntó y yo sólo suspire de fastidio.
-¿No les dijo nada Takashi?-, les pregunte a ambos, no podía creer que ese idiota no les haya informado de nada.
-No, sólo lo que te dije-, me dijo Saya, ahora matare a Takashi cuando lo vea.
Solo suspire un poco.
-No importa, seré breve. Lo que dijo Takashi es cierto, hay personas matándose entre ellas, y lo que escucharon por el comunicador también, por lo que necesito que tu amor, vayas a un lugar seguro... -, dije acariciando su mejilla, voltee a ver a Kohta. -Kohta lo que te pediré es un favor muy importante y estaré muy agradecido contigo si aceptas y logras hacerlo, estaré agradecido de por vida-, él me miro con curiosidad, proseguí. -Necesito que cuides a Saya por mí y vayas con ella a la sala de profesores que casi no utilizan, tal vez ahí este Kyoko-sensei, así que sólo díganle que van de mi parte. Es a ti al único a quien le puedo confiar la seguridad de Saya-, le dije inclinando la cabeza.
No puedo ver las caras de ambos, pero supongo que deben estar estupefactos, no es muy común en mí pedir favores y hacer este tipo de cosas, pero por Saya… No me importa, me arrodillaría si es por ella.
-E... está bien-, escuché decir a Kohta, sólo me enderece y sonreí nuevamente.
-Gracias-, le dije mirándolo con gran agradecimiento.
Voltee a ver a Saya, vi algo que me rompió en corazón, ella estaba casi llorando.
-¿Me vas a abandonar?-, me preguntó con voz quebradiza y yo sólo me apresure a abrazarla con más fuerza, a lo que ella se aferró inmediatamente a mí.
-No lo haré, jamás te dejaría, sólo tengo que atender algunos asuntos y volveré contigo, sólo espérame un poco más…-, le susurre al oído mientras le acariciaba su hermosa cabellera.
-Pe... Pero-, intento decir, yo me separé un poco de ella y capture sus labios.
-No pasará nada, estaré bien y sólo quiero asegurarme de que tú también lo estarás, así que por favor, ve a donde les dije, sé que lo lograrás, además tendrás a Kohta que te ayudará también-, le dije una vez que nos separamos mientras teníamos nuestras frentes unidas. -Te veré pronto ¿sí?-, ella asintió con la cabeza y yo le di otro beso antes de separarme de ella y volver a ver a Kohta.
-Te la encargo-, le dije seriamente y el asintió de la misma manera. Voltee a ver de nuevo a mi peli rosa. -Amor, si ves a mi hermana Mío, por favor has que valla con ustedes, no me puedo contactar con ella, tal parece que no hay señal-, le dije preocupado, ella también es una de mis prioridades.
Si bien, estaba aliviado de que Saya estuviera bien, aún faltaba mi hermana Mio, de la cual aún no se nada.
Ella asintió también preocupada.
-Bien, ahora, ¡Vallan!-, les dije y vi cómo se preparaban.
Saya me miro un poco por última vez y luego asintió, y yo le sonreí y también lo hice.
-Vamos Takagi-san-, dijo Kohta comenzando a caminar.
-Silencio gordo-, escuché contestar a Saya, sólo me reí divertido.
A pesar de todo, Saya no cambio del todo y esto lo comprobaba.
-"Bien, ahora tengo que ir por Marikawa-sensei"-, pensé mientras comenzaba a correr directo a la enfermería. -"Espero que estés bien, Mio"-, no, lo sabía, ella es como yo en ciertas cosas, por lo que si hace lo que le enseñe, estará bien.
-Narrador omnisciente-
Mientras tanto en otro pasillo iban corriendo tres personas, dos hombres y una mujer, todos dirigiéndose a la azotea del Instituto.
-¿Qué es todo esto?-, pregunto la chica mientras corría y observaba con temor la masacre que ocurría a su alrededor.
-No lo sé Rei, pero yo te protegeré mientras pueda-, dijo un chico peli gris tomando la mano de la chica identificada como Reí.
-Hisashi-, Rei dijo con anhelo. - Gracias-, dijo sonriendo.
-Descuida amor, estoy aquí para ti-, dijo él sonriendo.
A un lado de la pareja iba un pelinegro viendo todo esto con una cara de desagrado y molestia.
-"Rei"-, dijo el en sus pensamientos.
Después de unos minutos de estar corriendo, los tres chicos por fin llegaron al techo del edificio, pero en su camino se interpuso un profesor infectado. Rei apuñaló en el corazón al profesor, el cual al parecer resistía, por lo cual Hisashi lo acabo con una patada de Karate en la cabeza, la cual le torció el cuello y lo mató.
El pelinegro sólo se quedó viendo todo con estupefacción.
-¡Takashi vámonos, tenemos se llegar al Observatorio!-, dijo el peli gris señalando hacia un observatorio que se encontraba a unos metros de ellos, sólo que para llegar a él, había que pasar por un patio lleno de "ellos".
El pelinegro salió de su estupefacción y asintió.
La chica no le dirigió la mirada en ningún momento, de hecho, hasta parecía molesta por su presencia.
Los chicos corrieron a través del patio y llegaron al Observatorio en donde Hisashi, con ayuda de Takashi, pusieron una barricada para detener a los infectados que querían ingresar a su zona.
-Parece que aquí estaremos a salvo por ahora-, dijo el peli gris suspirando de alivio y abrazando a su novia.
-Si estoy contigo estaré a salvo donde sea-, dijo peli naranja mientras se acercaba a su novio para darle un beso en los labios.
Takashi estaba a un lado de ellos, tratando de ignorar el momento íntimo entre la pareja.
-Narrador Yo-
Continuaba corriendo y abriéndome paso a través de la multitud de alumnos que intentaban salir del Instituto.
No me conocía el Instituto de forma completa y menos sabía en donde se encontraba la sala de enfermería, pues nunca necesite ir ahí, así que ahora estoy corriendo a ciegas por los pasillos.
Creía que tenía ya todo bien planeado, pero al parecer mi plan tenía algunos fallos, me lamentó por eso y espero que no haya más fallos o todo se puede ir a la mierda.
Como arma actualmente sólo llevaba un Bate de baseball que me encontré tirado en los pasillos, supongo que era de alguien de dicho equipo.
Bueno, ahora estoy en la planta alta y creo que la enfermería está en la planta baja.
Corrí un poco más hasta que llegue a unas escaleras, baje por ellas con dificultad, pues había alumnos que trataban de hacerlo, de hecho, no sé ni cómo baje entre todo ese caos.
Eso era lo malo de las personas asustadas, aunque se suponía que Japón era un país sumamente ordenado.
-Rayos-, dije frustrado al ver que en la planta baja estaba peor que en las escaleras, pues ni caminar de podía.
Había personas empujándose o hasta golpeándose por salir del Instituto, no veía nada, así que salí al patio en donde pude ver que la situación estaba un tanto peor que adentro.
Por un lado pude ver a las chicas de gimnasia siendo asesinadas por "ellos", mientras que otros de "ellos" estaban caminando en busca de más víctimas dentro de la Academia.
A lo lejos, a través de una ventana, pude ver una cabellera rubia, sabía quién era, pues aparte de mí, en la escuela no hay nadie con el pelo rubio, tal vez Hisashi, pero el suyo era grisaseo.
Pero para llegar hasta ahí, tenía que pasar por todo el caos del patio.
Cerré los ojos y respire profundamente, tenía que armarme de valor y ser rápido, esto no lo estoy viendo a través de una pantalla, ahora esto lo estoy viviendo y puedo morir en cualquier momento.
Abrí los ojos nuevamente y me prepare.
Salí disparado a gran velocidad. Con el entrenamiento que he estado haciendo, mi resistencia y velocidad aumentaron mucho.
Mientras corría rápidamente, también esquivaba a los demás de "ellos" que me encontraba frente a mí y me querían cazar.
No tarde mucho en llegar al otro lado del edifico.
Rápidamente me acerqué a la ventana y me fijé que sucedía dentro de la enfermería.
Vi como un chico era mordido por varios de "ellos", mientras trataba de proteger a la doctora. La cual retrocedía con temor al ver como el chico era devorado y "ellos" se acercaban más y más.
-"Es hora..."-, dije en mis pensamientos mientras con el bate golpeaba el vidrio de la ventana, esperando romperlo y así poder entrar, no era una forma muy sigilosa, pero no había tiempo.
Con el primer golpe se rompió y rápidamente entre y comencé a golpear a todos "ellos", mientras veía como caían uno por uno al suelo.
Rápidamente acabe con ellos y, antes de ir con la doctora, me acerqué al chico tendido en el suelo.
-¿Cuál es tu nombre?-, le pregunte, no recordaba bien su nombre.
Vi como el respiraba con dificultad, mientras intentaba decirme algo.
-Ka... Kazu... Ishi-, pronuncio entre cortado, su vida en estos momentos debe estar pasando frente a sus ojos.
Puse una mirada sería.
-Kazu...-, llame. -Sabes lo que sucede una vez que te muerden ¿no es así? Supongo que tu no quieres convertirte en "ellos"...-, dije mientras señalaba a los cadáveres que había en el suelo, vi como el negó, en señal de no quiere ser como ellos. -Bien, debo decirte que has sido un hombre valiente al proteger con tu vida a la doctora Marikawa, tu sacrificio no será en vano, y creo que será una gran falta para tu orgullo el convertirte en esas cosas, así que... ¿Quieres que lo haga?-, le pregunte seriamente mientras le enseñaba mi bate manchado de sangre, esto no me gusta, pero el orgullo de este hombre está en juego y el orgullo es lo más importante de todo ser.
-Por favor, hazlo-, me dijo derramando lágrimas.
Yo solo asentí con la cabeza.
-Bien, Kazu... morirás siendo un gran hombre-, dije mientras levantaba el bate sobre mi cabeza y lo bajaba rápidamente.
Los cristales se empaparon de sangre y el sonido de algo rompiéndose se escuchó en el lugar.
El cuerpo de Kazu cayó al suelo con un sonido seco, estaba muerto.
Lo mire, había asesinado a una persona, no a un zombi, pero aun así no me sentía arrepentido, sentía haber cometido una buena acción.
-Eso fue muy honorable de tu parte-, escuche una voz femenina detrás de mí, yo solo sonreí, ya sabía quién era.
-¿Tú crees?-, pregunte mientras daba media vuelta para así encarar a la persona.
Ahí estaba una chica hermosa, su cabello era morado y lacio, rostro aristocrático y un cuerpo bien proporcionado. Llevaba el uniforme para chicas de la preparatoria Fujimi, solo que la falda era más larga de lo normal, y con la mano derecha sostenía su típico bokken.
-Un gusto verla de nuevo, Bujushima-sempai-, dije con media sonrisa.
-El gusto también es mío Takishima-kun-, me dijo de la misma manera.
Ella y yo, tenemos una especie de rivalidad, desde las nacionales pasadas, a veces tenemos duelos y son muy parejos, a veces ganando ella, a veces yo.
-Por favor, solo dime Kei-, le dije mientras tomaba más confianza.
Era cierto lo de la rivalidad, pero aun así, nos hicimos amigos y comprobé que hacemos un gran trabajo en equipo.
-Bien Kei-kun, entonces tú puedes decirme solo Saeko-, me dijo sonriendo de manera seductora y yo sólo me puse nervioso.
Bujushima Saeko para mí y creo que para la mayoría, es sumamente hermosa, y pone nervioso cuando sonríe de esa manera, parece que te quisiera violar, lo cual tampoco estaría mal.
De repente sentí dos brazos cruzando mi pecho y un par de cosas suaves, redondas y muy grandes en mi espalda.
-Takishima-kun, gracias por salvarme, fuiste muy valiente-, escuche una voz cerca de mi oído, ahora si estoy más nervioso por aquel tacto tan suave.
-No se preocupe Marikawa-sensei, de hecho es usted por quien vine-, le dije sonriendo, esto ya se me estaba haciendo una costumbre, y eso que antes él que yo sonría era algo extraño, pues no me gustaba mucho, prefería ser serio.
-¿Por mí?-, pregunto sonrojada la doctora.
Me voltee hacia ella para encararla.
-Si-, contesté sin rodeos y con un leve sonrojo, pues no puedo evitarlo. -Debo protegerla y llevarla conmigo a toda costa-, dije serio.
Ella es una parte importante para mi plan y mi equipo, pues a pesar de la actitud infantil que normalmente demuestra, ella es un médico muy capaz.
-¿Con que fin?-, escuche a Saeko preguntar detrás de mí.
-Sobrevivir-, contesté mientras la volteaba a mirar seriamente. -Si gustas, también puedes venir-, le ofrecí con una sonrisa.
De todos modos, ya pensaba ofrecérselo cuando la encontrará, así que, ¿Porque no aprovechar que está aquí?
Saeko también sería un importante miembro para mi equipo, además de que me llevo muy bien con ella y hacemos un muy buen equipo, aunque no sé cómo lo tomé Saya, pues la forma en la que se comporta Saeko conmigo es un poco... intima, pero no piensen mal, sólo somos buenos amigos y compañeros, al menos de mi parte, pues sólo tengo ojos para mi novia y esa es Saya.
Vi como sonrió.
-Agradezco tu ofrecimiento y acepto, después de todo, conozco de lo que eres capaz y creo que no estaría mejor en ningún otro lado-, me dijo alegremente, algo raro de ella, pues era muy seria.
Me sentí muy halagado por sus palabras.
-Vaya, me halagas Saeko-san-, dije sonrojado y sonriendo.
-¿Por qué?-, pregunto mirándome son borrar su sonrisa.
Tengo una idea, a ver que tal sale.
-Bueno, pues que alguien como tú, la campeona de las nacionales pasadas, que además es la capitana del Club de Kendo femenino, diga esas palabras, pues significan mucho... claro, eso sin contar lo extremadamente hermosa que eres-, dije sonriendo ladinamente.
Vi cómo se sonrojo fuertemente.
-Bu... bueno... yo-, intentaba decir algo, pero no lo lograba, al parecer eso la tomó por sorpresa.
Solté una risita, había conseguido avergonzarla, al menos si muero de nuevo, podré morir feliz y en paz, pues esta hazaña no cualquiera la logra.
-Descuida, solo era una broma-, dije antes de que me comience a golpear. -Bueno... no todo-, dije sonriéndole.
-Bu... bueno y ahora ¿a dónde vamos?-, pregunto ella tratando de cambiar de tema.
Yo sonreí y luego puse una cara sería.
-Ahora nuestra prioridad es llegar a la Sala de Profesores-, dije y vi como ella me dedico una mirada extrañada.
-No me dirás que piensas que ellos podrán hacer algo-, me dijo seriamente, ya sé por qué me vio de esa forma.
-Claro que no-, me apresure a contestar, mientras rodaba los ojos.
¿Acaso cree que soy estúpido?, claro que sé que ellos no podrán hacer nada, de hecho, tal vez la mayoría ya estén muertos o convertidos en "ellos".
-¿Y entonces?-, pregunto confundida.
-Algunos de los que pude rescatar están ahí, incluyendo a mi novia-, dije sonriendo.
Ella pareció comprender, pero tuvo una reacción extraña al mencionar que tenía novia.
Solamente asintió.
-¿De verdad?, ¿Quiénes son?-, escuche la voz de la doctora preguntar.
-Bueno... son Kyoko-sensei, Hirano-kun del 2-B y Saya-chan también del 2-B-, le mencioné a ellos solamente, pues no estoy seguro de que Takashi, Rei y Hisashi, hayan ido a donde indique.
-Los conozco a todos-, menciono.
-Bueno, pues vámonos ya-, dijo Saeko y yo sólo asentí en confirmación.
-De acuerdo, síganme-, dije comenzando a caminar hacia la salida de la enfermería.
Hace tiempo deberíamos haber comenzado a movernos, pero me distraje hablando, no debo volver a hacer eso en un lugar rodeado de "ellos".
Una vez salimos de la habitación, comenzamos a caminar con cautela por los pasillos, pero había muchos de "ellos".
-Doctora, manténgase atrás-, le dije, había demasiados y teníamos que abrirnos paso a través de ellos, así que para que ella este segura, la mande detrás de Saeko y yo.
Ella obedeció sin rechistar, vi que estaba un poco asustada.
-No se preocupe-, le dije sonriendo y esperando tranquilizarla.
-¿Qué piensas hacer?-, escuche a Saeko preguntar a mi lado.
-Nos abriremos paso, pero necesito tu ayuda-, le dije y vi como ella comprendió rápidamente y asintió. -Bien... ¡Vamos!-, dije y cargue de frente con mi Bate.
Ella me acompaño con su Bokken.
Por momentos me quedaba cautivado viéndola usar el Bokken con esa maestría y elegancia que la caracterizaban, no me sorprende haber pedido en su contra.
Yo no me quedé atrás y a pesar de que ocupaba un Bate de Baseball, también comencé a pelear de la mejor forma que podía.
Ahora que lo pienso, necesito un Bokken, peleando con uno me siento más cómodo, después de esto iré por uno.
-Sólo para confirmar...-, escuche a Saeko hablar mientras empujaba a algunos de "ellos", haciendo que choquen con otros y caigan al suelo. -Kei-kun, evita matar a todos a los que atacas, y procura hacerlo sólo si es necesario, pues eso...-, iba una seguir hablando, pero la interrumpí.
-Eso evitará que se junten en un sólo lugar-, reflexione mientras golpeaba a uno y la volteaba a ver, vi cómo se sorprendió.
-Co... Correcto-, dijo sorprendida.
No sé de qué se sorprende, pues eso es obvio. Si no los matamos a todos, evitaremos que sus cuerpos se junten en un sólo lugar y así no impidan nuestra escapatoria en caso de que nos rodeen. Sólo es lógica.
-Bien, hay que seguir-, dije adelantándome y golpeando a los primeros que me encontré.
Ella me siguió inmediatamente y así comenzamos a abrirnos paso con la doctora detrás de nosotros bien protegida, si algo le llegase a pasar, nada de esto tendría sentido.
-Narrador omnisciente-
Una peli rosa y un pelinegro pachoncito caminaban por los pasillos del Instituto. La peli rosa era Saya Takagi y era conocida por ser una chica muy inteligente, el pelinegro era Kohta Hirano, el cual en secreto era un maniático de las armas y un gran admirador de las chicas con lentes.
La peli rosa, antes de ir al lugar al que su novio les indicó, decidió realizar algunos experimentos con "ellos", lanzándoles diferentes objetos y hasta ahora podía dilucidar que "ellos" no reaccionaban al dolor, sino al sonido.
Después de caminar con cautela por los pasillos, ambos jóvenes decidieron entrar a un salón, el cual parecía ser el salón de carpintería, para así pensar en qué hacer y prepararse.
Curioseando por ahí, el gordito encontró una pistola de clavos y pensó en que podía usarla como arma, por lo cual comenzó a darle estabilidad con algunas tablas que encontró.
La chica no se quedó quieta y también comenzó a buscar cosas útiles, y cabe decir que había varias cosas que en un futuro podrían utilizar, así que en una bolsa comenzó guardar cosas como un taladro, algunos desarmadores y tornillos, y se la colgó en el brazo.
De repente "ellos" comenzaron a golpear la puerta por fuera, en un intento por entrar. La peli rosa entró en pánico, pues no había otra salida.
No paso mucho tiempo, para que tiraran la puerta y comenzarán a entrar, Saya pego un grito asustada, pero se calmó al ver como "ellos" caían poco a poco, por lo que volteó a ver a su compañero y vio como este, con la pistola de tornillos que antes había encontrado, estaba disparando a diestra y siniestra con todos "ellos", asesinándolos.
-Nos estamos entendiendo gordito-, dijo la chica sonriendo.
El chico no la volteo a ver y sólo comenzó caminar.
-Hay que irnos-, dijo con seriedad.
-¿Ha?, ahora estas al frente-, dijo la peli rosa mirándolo con enfado. -Hace un momento ni caías en cuenta-, era cierto, el chico hace unos instantes era muy asustadizo.
Él sólo la volteo a ver con una sonrisa escalofriante, pero que mostraba cierta superioridad.
-Gracias por hacerme entrar en razón, esta es la realidad y debemos afrontarla-, dijo el con voz grave.
-Bien dicho pachón, es hora de irnos-, dijo Saya mientras comenzaban a dirigirse al lugar al que su novio les mencionó.
-Narrador yo-
Caminábamos a paso moderado por algunos pasillos, estábamos a la mitad del camino para llegar a la Sala de maestros, en donde seguramente Kyoko-sensei ya nos estaba esperando, espero que también estén Saya, Hirano y mi hermana.
Pero me detuve, pues recordé que tenía que ir al gimnasio por un Bokken.
-Saeko-san, Marikawa-sensei-, las llamé para que me pongan atención.
Vi cómo se detuvieron y me voltearon a ver.
-¿Qué pasa?-, me pregunto la peli morada.
-Ya estamos a la mitad del camino, quisiera que juntas vayan al lugar al que les indique, allá ya las estarán esperando-, les dije y vi como algo de pánico se apoderó de la doctora.
-¿Nos... Nos dejarás?-, pregunto ella temerosa y yo negué con la cabeza.
Claro que no las dejaría, ni a ellas ni a nadie.
-Entonces, ¿Qué harás Kei-kun?-, me pregunto Saeko y yo la mire.
-Solo necesito ir por uno de esos para defenderme mejor-, le dije señalando el Bokken que traía en la cintura.
-Comprendo-, me dijo simplemente asintiendo.
Sólo sonreí un poco, Saeko no es alguien que hablé mucho, me encanta esa actitud sería y reservada que tiene, la hace ver más misteriosa y sexy a mi parecer.
Si lo de Saya no hubiera funcionado, tal vez hubiera ido por Saeko y estaría igual de satisfecho, pues comparto muchos de mis gustos con ambas.
Siempre me han gustado las chicas lindas y de buen cuerpo, pero también busco que sean inteligentes, fuertes e independientes, además de tiernas y románticas, algo que ambas chicas tienen, por eso digo que si con una no funcionaba, bien podría haber ido con la otra.
Aun así, de momento soy feliz con Saya y espero que dure para siempre, o al menos mientras estemos vivos.
Salí mis pensamientos, tal vez en otro momento me ponga a montar posibilidades en mi cabeza.
Las mire y comencé caminar.
-Bueno, por favor sigan avanzando, yo las alcanzare luego-, dije comenzando a caminar hacia el gimnasio.
-Regresa con vida-, escuche a Saeko decir.
-Por supuesto, no soy tan fácil de matar-, le dije sonriendo divertidamente, tratando de alegrar más el ambiente.
Después de este breve intercambio de palabras, comencé a correr con velocidad.
-Narrador omnisciente-
Una vez que el rubio se fue, Saeko volteo a ver a la doctora.
-Vamos-, fue lo único que dijo, mientras comenzaba a caminar.
Pero se detuvo y vio a la doctora nuevamente, de arriba a abajo.
-¿Qué pasa?-, pregunto la rubia con un pequeño sonrojo por la mirada de la peli morada sobre su cuerpo.
-Nada, sólo que antes tengo que...-, la Kendoka se acercó a la doctora y tomo su falda con las manos, para después comenzar a rasgarla.
-¡OYE!-, gritó la rubia de pechos enormes para que se detuviera, pero la peli morada sólo la ignoro mientras continuaba.
-Listo, así está mejor, ahora si vamos-, dijo ella al haber terminado de rasgar la falda de la doctora, la cual se sentó en el piso y comenzó a llorar cómicamente.
-¡Hey! ¡Esta falda me encantaba!-, se quejó infantilmente mientras se tallaba los ojos.
-¿Que prefiere?, ¿La vida o la ropa?-, pregunto la peli morada seriamente.
-Mooo~~ ambas-, dijo la rubia con un leve tono de enojo mientras hacía un puchero, haciéndola ver adorable y violable para muchos.
-Vámonos ya-, dijo la peli morada comenzando a caminar, sin hacer caso a los berrinches de la doctora.
-Ya que-, dijo la rubia levantándose y siguiendo a la chica.
-En la azotea-
Rei, Hisashi y Takashi ya llevaban un tiempo en la azotea.
El pelinegro estaba apartado de los otros dos, pues no soportaba ver las muestras de afecto que se daban.
Hisashi estaba recargado en el barandal, descansando.
Mientras que Rei había ido a revisar la pequeña habitación que había ahí, que al parecer pertenecía al club de astronomía y estaba equipada con un poco comida, agua, baño y algunas cosas más.
-Hisashi-, llamó la peli naranja a su novio mientras salía de la habitación con una manguera en las manos.
-¿Qué pasa cariño?-, pregunto el peli plata, sin notar como Takashi dio un bufido de enojo.
-Tal vez podamos usar esta manguera para salir-, dijo la chica señalando la manguera de agua que traía en sus manos.
El peli gris pensó un poco y dedujo lo que su novia quería decir.
-Es cierto Rei-, dijo. -Buena idea-, la felicito sonriendo mientras se acercaba a ella para besarla. -Bien, hay que comenzar-, dijo el chico.
Comenzaron a desenrollar la manguera y Hisashi la tomo, apuntando a la barraca improvisada que habían hecho.
De pronto comenzaron a escuchar sonidos de algo en el aire y voltearon a ver al cielo, sólo para ver como pasaban dos helicópteros con soldados abordó.
-¿Black Hawk?-, pregunto Hisashi a nadie, mirando con detenimiento a ambos helicópteros. -Deben ser la Fuerza de Autodefensas-, dijo viendo cómo se alejaban y se dirigían hacia la ciudad hecha caos. -Eso significa que la situación es verdaderamente grave-, reflexionó.
-¿Por qué no nos ayudaron?-, pregunto Rei.
-Deben tener algo mucho más importante como para venir a ayudar a unos chicos de preparatoria-, dijo el seriamente.
-Es cierto-, dijo Rei con algo de decepción.
-Sí, si mandan a la Fuerza de Autodefensas, esto debe ser muy grave y no arriesgarían su misión sólo para ayudarnos-, dijo el peli gris.
Aunque, aquellos helicópteros tenían un extraño símbolo grabado en sus costados, era blanco y rojo.
-Al menos estamos vivos-, dijo ella soltando algunas lágrimas.
El chico dejo la manguera en el suelo y fue a abrazar a su novia la cual se aferró a él.
-Shhh, no pasa nada, todo va a estar bien-, murmuro el a su oído.
-"Rei"-, murmuró Takashi, sintiéndose ignorado.
La chica después de unos minutos fe estar abrazados se separó lentamente de los brazos de su novio y fue a donde la llave del agua.
-Hisashi-, llamó ella y el peli gris entendió.
-De acuerdo-, dijo asintiendo, ya con la manguera apuntando hacia la entrada. -Takashi, ayúdame-, dijo el para ver como el pelinegro de mala gana se acercaba y le ayudaba a sostener la manguera. -Bien, ya puedes abrirla Rei-, dijo.
La peli naranja asintió y abrió la llave en su totalidad. Los chicos casi pierden el control de la manguera, pero gracias a la fuerza combinada de ambos lograron recuperar el control y apuntar el potente chorro de agua que salía de la manguera hacia la barricada derrumbándola a ella y en el proceso a unos cuantos de "ellos" que estaban detrás.
-¡Vamos!-, gritó Hisashi mientras comenzaba a bajar las escaleras.
-Si-, dijo Rei cerrando la llave, yendo a donde su novio con Takashi siguiéndola por detrás.
Corrieron y llegaron hasta el otro lado de la azotea.
-No puedo creer que esté pasando todo esto-, dijo la chica mirando a los cadáveres que estaban detrás de ellos. -Oye Hisashi-, llamó novio que la volteo a ver.
-¿Qué pasa?-, pregunto.
-Dime que esto que está pasando sólo es aquí cerca, dime que hay lugares seguros a los que podemos ir, tal vez esto fue sólo un experimento fallido o algo así ¿verdad?, ya después todo estará bien ¿verdad?-, pregunto desesperadamente ella.
Hisashi la miro con un poco de lástima y compresión, sabía cómo se sentía, pues él estaba igual, pero tenía que ser fuerte por ella.
-Lo siento Rei-, dijo el viendo como las esperanzas de ella poco a poco se perdían. -Pero, por cómo están las cosas, esto parece que va más allá que un simple "accidente"-, dijo tristemente.
Takashi que miraba y escuchaba todo, sólo pudo bajar la mirada, pues él también sabía la situación en la que el país y tal vez el mundo se encontraba.
-No... No puede ser, ¡no puede ser cierto!-, exclamó ella comenzando a sollozar.
A Hisashi le dolió verla así.
-Descuida-, dijo tomando su mano. -Aquí tienes a quien te protegerá siempre-, el peli gris le sonrió.
-Gracias Hisashi-, dijo ella limpiándose las lágrimas y sonriéndole a su novio.
-Si ya terminaron...-, los interrumpió Takashi molesto. -Creo que debemos continuar, Kei me dijo un lugar al que podemos ir-, dijo comenzando a caminar.
Rei sólo lo miraba con enojo por haber interrumpido su momento íntimo con Hisashi.
-Vamos-, dijo Hisashi sonriéndole, ella le devolvió la sonrisa y asintió.
Siguieron a Takashi hacia las escaleras y comenzaron a bajarlas para entrar al Instituto.
Se abrieron paso por los pasillos, con Hisashi golpeando a algunos lanzándoles patadas, con Rei atravesándoles la cabeza con su lanza improvisada y con Takashi que los golpeaba con un Bate que se encontró en la azotea.
Continuaron avanzando de esa manera, hasta que un grito llamó su atención y se dirigieron rápidamente hacia el origen de aquel grito.
-Otra parte-
Una peli morada y una rubia ya estaban cerca del lugar al que deberían ir, ya sólo tenían que subir algunas escaleras para llegar, ya estaban por subir, pero escucharon un grito cerca de su posición.
Ambas chicas se miraron y asistieron serias, sea quien sea, lo ayudarían, así que corrieron hacia donde escuchaban los gritos.
Al llegar se encontraron con dos chicos siendo rodeados por varios de "ellos" y a una peli rosa taladrando la cabeza de uno de "ellos", alejándolo así de ella, mientras ella caía en el suelo con la mirada perdida.
Saeko no dudo y rápidamente a acercó para comenzar a acabar con todos, pero a pesar de que era muy hábil, seguían siendo demasiados para ella sola.
Observo como algunos se iban hacia otra parte, por lo que volteó encontrándose con una peli naranja, un peligris y un pelinegro peleando también.
Saeko sonrió un poco y siguió peleando con su Bokken.
Mientras que con los chicos que estaban rodeados, el gordito intentaba hacer a su compañera reaccionar, mientras le agradecía a dios por la ayuda que recibieron, si no hubieran llegado los otros chicos, tal vez ahora estarían muertos.
-¡Vamos Takagi-san, la sala de maestros está cerca!-, gritó Kohta moviendo a la peli rosa para que reaccionará, pero esta no contestó y sólo mantenía su mirada perdida en shock.
Iba a hablar de nuevo, pero repentinamente uno de "ellos" se lanzó encima de él, haciendo que lanzará la pistola de clavos a otra parte mientras trataba de quitárselo de encima.
Saeko vio la situación en la que se encontraba y fue para ayudarlo, logrando quitárselo de encima, pero eso provocó que ella misma callera y que uno de ellos se subiera encima de ella.
-Narrador Yo-
Regresaba del gimnasio, ya preparado con mi Bokken y con algunas protecciones debajo de mi camisa.
Estoy corriendo apresuradamente, pues escuche a Saya gritar, esto es malo, se supone que ella ya debería estar en la sala de maestros, pero al parecer no me hizo caso completamente, aunque tampoco esperaba que lo hiciera, mi linda novia es algo terca.
La escuche gritar de nuevo, mi corazón se aprieta cada vez que la oigo gritar. Tengo que apresurar mi paso, o será demasiado tarde.
Llegue a unos pasillos y ahí vi la pelea, sí que están en problemas.
-"Mierda"-, pensé al ver que Kohta intentaba hacer reaccionar a Saya.
Me duele verla así, tan frágil, es por eso que no quería que viera como comenzaba todo esto.
-"No"-, pensé al ver como Saeko ayudaba Kohta, pero ahora era ella la su estaba en problemas.
Vi como luchaba por quitarse al monstruo que tenía encima, pero al parecer el de la fuerte y no lo lograba.
Voltee a ver a los demás, no puedo creer que no la vayan a ayudar.
Hisashi, Rei y Takashi sólo luchaban para defenderse y al parecer a Kohta se le acabaron las municiones.
Bien, es hora de pelear.
Me acerqué rápidamente.
-Aquí moriré-, escuche a Saeko murmurar con tristeza, claro que no morirá aquí, aquí no va a morir nadie.
-Vamos Saeko-san, esto apenas comienza-, dije sonriendo una vez llegue donde ella. -Haber tú infeliz, quítate-, avente al zombi que estaba encima suyo.
Vi como solamente me miraba, ella también se veía tan frágil, pues una lágrima caía de su bello rostro.
-Vamos, arriba-, le dije sonriendo y extendiéndole mi mano.
Ella sonrió y la acepto.
-Gracias-, me dijo ya una vez de pie.
-No es nada, no podía dejar abandonada a una bella dama-, dije divertido y ella río un poco, pero vi como tenía un ligero sonrojo. -Venga, acabemos con ellos-, dije tomando mi Bokken, esta sensación es extraordinaria, siento como la adrenalina se apodera de mí.
Ella asintió y también preparó.
-¡Vamos!-, dije lanzándome contra un grupo de "ellos" comenzando a aplastar sus cráneos con la espada.
Saeko hizo lo mismo y vi como los acababa con esa elegancia que la caracterizaba, esto si me gusta.
Después de unos minutos, al fin logramos acabarlos a todos, valla que eran muchos y la verdad todos lo que estábamos pelando ayudaron demasiado, Kohta fue de gran ayuda con su pistola de clavos.
La sala permaneció unos minutos en silencio, hasta que todos se comenzaron a acercar.
Yo por mi parte fui a verificar que no hubiera más de "ellos" cerca.
Escuche como alguien se me acercaba y me tranquilice al ver que era Saeko.
-Kei-kun, gracias por tu ayuda-, me dijo inclinándose un poco.
Yo sólo sonreí.
-No fue nada Saeko-san, ya se lo dije ¿no?, no podía dejar a una hermosa dama morir-, le dije sonriendo y vi cómo se sonrojo.
-¿Eh?-, fue lo único que escapó de sus labios.
Sólo me comencé a reír fuerte, es gracioso verla avergonzada.
-¿Qué te parece si vamos con los demás?-, le dije terminando de reír.
Ella sólo asintió y comenzamos a caminar hacia los demás.
Espero que Saya ya esté bien.
Cuando llegamos vimos que todos estaban en un incómodo silencio.
-Bueno, parece que todo salió bien-, dije sonriendo con alivio.
-S... si-, murmuro Rei.
-Bueno, mi nombre es Takishima Kei y soy del 2 "B"-, dije presentándome, señale a la doctora. -Y creo que ya conocen a la Doctora Marikawa-, dije y vi como todos asintieron.
-Soy Busujima Saeko del 3 "A"-, se presentó Saeko.
-Igou Hisashi del 2 "B"-, dijo Hisashi sonriendo.
-Miyamoto Rei del 2 "B"-, se presentó Rei acercándose a nosotros. -Te conozco, tu eres la Capitana del Club de Kendo femenino, Busujima-senpai-, dijo mirando a Saeko.
-Si-, dijo ella simplemente.
-Hirano Kohta, también del 2 "B"-, dijo Kohta acercándose.
-Komuro Takashi del 2 "B"-, se presentó también Takashi.
Yo lo voltee a mirar y le di una mirada fría, luego me las pagará, vi como tembló levemente.
-Parece que todos son del 2 "B"-, dijo Hisashi y todos asentimos.
Pero entonces, una voz interrumpió en el lugar.
-¿Por qué se ponen tan amigables?-, escuche a Saya preguntar, ya sabía lo que venía así que me fui acercando lentamente a ella. -¿Tu porque la llamas senpai?, tu reprobaste un año así que tienen la misma edad-, dijo de nuevo, cada vez más desesperada.
-¿Que estás diciendo Takagi?-, pregunto Takashi.
-¡NO SE BURLEN DE MI!-, gritó Saya. -¡SOY UNA GENIO! Cuando me esfuerzo en algo no perderé contra nadie, yo soy... yo soy...-, iba a seguir hablando, pero yo la detuve y la abracé, ella forcejeaba un poco, la parecer si le afectó la situación, tanto que no me reconocía.
-Shhh... Calma, calma-, murmure a su oído. -Soy yo amor-, le dije cariñosamente y sentí como se aferraba a mí.
No me importa que nos estén viendo, mi novia necesita de mí.
-Kei-kun...-, murmuro.
-Nadie se burlara de ti, tu eres una maravillosa chica-, le dije besando su cabellera.
-Si...-, me dijo ya calmada.
Se separó un poco de mí y se miró en un espejo que había ahí.
-Mi... Mi ropa está sucia, tendré que decirle a mi mamá que la lleve a la tintorería-, la escuche decir con voz quebrada, sólo la mire con tristeza, no me gusta verla así.
Me acerqué una vez más y la abrace contra mi pecho.
-Siempre estaré contigo cariño...-, le susurre y escuche como comenzaba a llorar fuertemente, sólo la abrace con más fuerte, sin intención de separarme, ella necesitaba desahogarse.
Esto sólo era el comienzo, y me prometo que protegeré a Saya pase lo que pase, aún si tengo que dar mi vida por su seguridad.
...
Uff, al fin puedo descansar.
Bueno chicos, aquí esta el primer capítulo, espero que les guste.
No si lo habrán notado, pero casi no he metido a Takashi, ¿Porque?, ni idea, no se como meterlo en la historia, pie técnicamente yo ahora soy el protagonista :v.
Bueno, no importa.
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