Capítulo 2 [Batalla Caótica Tanquemanía]

Tras convertirme en un demonio y unirme al clan Gremory, la verdad es que mi vida no cambió tanto como esperaba. No hubo explosiones de aventuras ni un sinfín de enfrentamientos sobrenaturales - al menos no directamente. En realidad, terminé siendo empleado en la Academia Kuoh como **guardia de seguridad**, un puesto que Rias arregló de forma "diplomática" para mantenerme cerca como parte de su grupo y, al mismo tiempo, justificar mi presencia en la escuela. Como adulto, no podía ser estudiante, pero honestamente, tampoco lo necesitaba. Mi nueva posición me daba acceso a la mayoría de los pasillos y áreas comunes, además de vistas privilegiadas de todo lo que sucedía en el lugar. Sin embargo, ser guardia era, en esencia, un trabajo bastante relajado.

Lo más interesante era lo que sucedía cuando no tenía que lidiar con el mundo sobrenatural. Gracias a mi nuevo **look de zurcado rubio** y mi **chaqueta estilosa**, me convertí en una especie de celebridad entre las chicas de la Academia. Las estudiantes susurraban a mi paso, algunas dejaban escapar risas nerviosas mientras yo giraba la esquina. Incluso hubo quienes comenzaron a llamarme **el segundo príncipe de Kuoh**, después de Kiba, claro, aunque admito: ser considerado como su rival en popularidad me sacaba una sonrisa de satisfacción. Mientras tanto, los chicos, al verme, usualmente solo lanzaban miradas de "ese tipo me cae mal". Pero ninguno decía nada en voz alta. Probablemente la moto, las armas y mi alto rango de "vigilante" tenían algo que ver con eso.

Mi día a día era tranquilo, con pocos altercados a nivel físico y muchas oportunidades para relajarme donde no debía. Sin embargo, la dinámica con los **miembros del clan Gremory** era lo que realmente destacaba. Poco a poco, fui entendiendo mejor cómo encajaba en el grupo.

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### **Dinámica con los Gremory**

- **Rias Gremory:** Era evidente que Rias me tenía en alta estima. Como líder del clan, su actitud hacia mí fue siempre de confianza y respeto. Aunque sabía que podía confiar en mí para protegernos en enfrentamientos, también parecía cómoda tratándome como un amigo, algo que no me esperaba teniendo en cuenta lo seria que puede ser en momentos clave.

- **Akeno Himejima:** Con Akeno, las cosas eran... complicadas. Desde el primer día, su inclinación por coquetear de forma seductora quedó clarísima. Pero lo que me daba más gracia era que su "interés" parecía simple: le agradaba mi apariencia. La mayoría de las veces, soltaba cumplidos o bromas que dejaban al aire cierta tensión. Yo intentaba jugar el mismo juego respondiendo con elegancia, aunque debo admitir que no era fácil, porque Akeno sabía perfectamente cómo hipnotizar.

- **Kiba Yuuto:** El rubio era amable, profesional y correcto... pero no puedo decir que fuéramos amigos. Había una especie de respeto mutuo entre nosotros, pero más allá de eso, nuestras interacciones solían ser superficiales. Tal vez con el tiempo cambiara, pero por ahora, nuestras charlas rara vez pasaban de **"¿Todo bien? Sí, todo bien".**

- **Koneko Toujou:** Con Koneko, no esperaba mucho. Su actitud fría e indiferente era algo que mostraba hacia todos, así que no lo tomé como algo personal. A veces la pescaba lanzándome miradas evaluadoras cuando tomaba snacks del escondite que tenía, pero ¿acercarse? Ni de broma.

- **Issei Hyoudou:** Ah, Issei. Aquí la situación era diferente. Desde el primer día noté que no éramos lo que se dice amigos. Había esa especie de tensión silenciosa entre nosotros, una mezcla de celos mutuos. Yo sentía celos (aunque negaba admitirlo en voz alta) por su posición como protagonista de esta historia; él, por otro lado, probablemente no disfrutaba de mi aparición repentina como un tipo popular y sin esfuerzo que, aparentemente, eclipsaba su presencia frente a las chicas del grupo -y sobre todo frente a Rias.

A pesar de eso, había algo importante que reconocí en Issei: su trauma reciente por lo sucedido con **Raynare**. Era evidente que eso lo frenaba en muchos sentidos, especialmente con Asia, quien claramente estaba enamorada de él. Decidí hacer algo al respecto. No porque me preocupara demasiado por él, sino porque sabía que su desarrollo como personaje era crucial para lo que venía.

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El enfrentamiento contra **Raynare** y los ángeles caídos fue un evento interesante. Si bien yo conocía el desenlace por la serie, vivirlo en carne propia era otra cosa.

Cuando el caos estalló, supe que sería una buena oportunidad para probar mis habilidades nuevamente. Mientras los demás luchaban con sus poderes demoníacos y habilidades especiales, yo decidí **usar mis armas de fuego**. Con una metralleta ligera y una escopeta en mano, abrí fuego en el campo de batalla. Para mi sorpresa, algunas balas no hacían absolutamente nada contra los enemigos. Era como disparar contra un muro invisible. Sin embargo, con armas más pesadas, como la escopeta, podía eliminar enemigos como si de headshots en *G T A* se tratara. Incluso terminé volándole la cabeza a uno de los secuaces de Raynare en un disparo crítico.

Lo gracioso no era solo la efectividad, sino cómo mis acciones desentonaban completamente con las batallas a nivel sobrenatural. ¿Magia? ¿Invocaciones? ¿Espadas bendecidas? No, yo simplemente disparaba con brutalidad. En un momento, Issei me vio totalmente anonadado:

**-¡Oye, Sully! ¡¿Qué demonios estás haciendo con una escopeta en medio de un combate de demonios y ángeles caídos?! -** gritó.
**-¿Qué parece que estoy haciendo? ¡Barriendo el piso! -** respondí con una sonrisa mientras recargaba el arma.

Sin embargo, mi verdadero poder no eran las armas, sino algo mucho más impactante: **tenía mods a mi disposición**. En definitiva, la lógica de los videojuegos se había trasladado a mi vida aquí, y gracias a eso, no solo podía activar trucos tradicionales como regeneración o armas infinitas, sino que podía **modificar las reglas del mundo**. Aunque mantenía esto en secreto incluso para los Gremory, me sentía prácticamente como un administrador de este universo. Ya tenía en mente la cantidad infinita de caos que podría desatar si lo usaba de forma creativa.

Durante el enfrentamiento, **derrotamos a Raynare** y rescatamos a Asia en el proceso. Saber que Asia ahora era la **segunda alfil del clan** me tranquilizó de alguna manera. Se notaba a simple vista que Asia estaba enamorada de Issei, y yo, como espectador adelantado de esta historia, sabía que ella le daría esperanzas de superar su trauma. Por esa razón, no dudé en meterme donde nadie me había pedido y presioné a Issei para que abriera los ojos.

**-Mira, Issei, Asia no es Raynare. No tienes que construir un maldito muro entre ustedes. Ella te ama tal y como eres. -**
Él me miró, incómodo, pero no negó mis palabras. **-Lo sé... pero no será fácil. -**
**-Nada que valga la pena lo es. Sólo confía en que Asia nunca te traicionará. Al menos dale el beneficio de la duda, ¿sí? -**

Aunque no esperaba convertirme en su consejero romántico, me aseguré de que mis palabras plantaran la semilla necesaria. **Si quería superar a 'ese cuervo saca ojos', alguien tenía que empujarlo.**

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Con Asia integrada en el clan y el conflicto con Raynare concluido, ahora mi atención se dirigía hacia el siguiente obstáculo: **Raiser Phenex**. Aunque todo parecía tranquilo por ahora, sabía lo que se avecinaba. **Ser miembro del clan Gremory significaba estar presente para los eventos importantes, y el enfrentamiento con Raiser sería clave.**

Por ahora, todo lo que podía hacer era prepararme, pulir mis habilidades y aprovechar al máximo mi "estatus de admin" para sacar ventaja. **Estaba listo para lo que viniera... o al menos, eso quería pensar. . . Nah, a quien engaño. Estoy en el baño mientras les narro esto. . . . . .**

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Era un día tranquilo en la Academia Kuoh. Mi rutina como guardia me daba una excusa perfecta para relajarme mientras permanecía en mi cabina de trabajo, situada en medio de la zona de césped de la academia. Mi puesto era más simbólico que funcional; honestamente, no había mucho que vigilar en una escuela donde los mayores problemas eran las travesuras de estudiantes hormigueando en el césped durante el recreo.

Estaba mirando mi celular, explorando los mods que podía activar en cualquier momento. Mi posición como "admin" en este mundo me daba una gran ventaja, pero prefería usarla con moderación... por ahora. Justo cuando revisaba una lista de opciones para mejorar mis armas, escuché tres golpes suaves en la puerta de la cabina. Levanté la vista y, para mi mala suerte, ahí estaba **Kiba Yuuto**.

Con su cabello rubio brillante y su impecable sonrisa, Kiba era el epítome de lo que las chicas de la Academia Kuoh llamaban el "Príncipe Perfecto". Me hizo un gesto de saludo antes de abrir la puerta con confianza.

**-La presidenta Rias ha solicitado que nos reunamos en el club. Me mandó a escoltarte. -** explicó de manera amable, casi demasiado formal.

Quería incluso ignorarlo, pero mi mente se congeló al darme cuenta de lo que implicaba "escoltar". Si había algo peor que soportar las miradas de admiración que Kiba siempre recibía, era que, desde hacía semanas, las chicas habían empezado un rumor. Según ellas, Kiba y yo éramos socios inseparables, **"dos príncipes de Kuoh que compartían más que amistad."** Naturalmente, yo lo ignoré al principio, pero ahora, cada vez que estábamos juntos hablando, o incluso trabajando, las chicas susurraban historias ridículamente dramatizadas.

Suspiré, tratando de despejar esas ideas. **-Está bien, dile a la presidenta que ahorita voy. Le diré que me retrasé por una cosa importante. -**

Sin embargo, antes de que Kiba pudiera siquiera decir algo, su rostro adquirió esa infame sonrisa que usaba para molestar a las personas sin que pareciera intencional. Cerró los ojos mientras respondía:

**-Ah, pero la presidenta fue clara. Dijo que debía llevarte inmediatamente. -**

Y, sin esperar más, **tomó mi mano con firmeza.**

**-¡Oye, suéltame! ¡Puedo caminar solo! -** protesté, claramente consciente de lo que esto provocaría. Pero como siempre, Kiba sonreía imperturbable. Me arrastró con simpleza hacia el club de ocultismo, ignorando mis quejas.

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El sonido de las risas y suspiros de las chicas de la academia no tardó en llegar mientras Kiba me llevaba al club. Era como si estuviéramos en un desfile, y por supuesto, algo que yo temía comenzó a suceder: sus **tontísimos rumores** se dispararon. Desde las ventanas y pasillos, algunas estudiantes murmuraban emocionadas, mientras otras simplemente gritaban abiertamente cosas que no quería escuchar.

**-¡Es el romance prohibido que estamos esperando! ¡Dos príncipes luchando con sus corazones en conflicto! -**
**-¡Un baile de dos príncipes en el castillo sería perfecto para el festival cultural! -**

Mis ojos se entrecerraron con un esfuerzo real por no voltearme e intimidarlas para que callaran. Pero no podía permitirme explotar. Estaba consciente de que, si hacía algo notorio, lo único que lograría sería echar más leña al fuego. Kiba ni siquiera se inmutó, continuando su camino como si absolutamente nada estuviera pasando. Y eso solo lo hacía peor.

Finalmente, llegamos al club. Yo intenté zafarme rápidamente de su mano, pero los murmullos ya habían causado suficientes estragos en mi paciencia.

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Dentro del club, todos ya estaban reunidos: **Rias Gremory, Akeno Himejima, Koneko Toujou, Issei Hyoudou y Asia Argento**, cada uno en su lugar. Akeno dejó escapar una leve risa al verme llegar siendo arrastrado por Kiba. Estoy seguro de que ella sabía lo que estaba pasando afuera, porque su sonrisa parecía más traviesa de lo habitual.

**-Ara ara, qué encantador equipo hacen ustedes dos. -** comentó Akeno en tono burlón, dejando escapar un leve *"Ufufufu"* característico.

Silbé de forma incómoda, fingiendo que no había escuchado.

Antes de poder soltar algún comentario sarcástico, la puerta del club se abrió una vez más. Esta vez, para revelar a un grupo que reconocí de inmediato: **Sona Sitri**, presidenta del Consejo Estudiantil y amiga de Rias, junto a los miembros de su propio grupo demoníaco. Había llegado el **Consejo Estudiantil**, encabezado por Sona, que también era heredera de la **familia Sitri.**

La reunión tenía un propósito claro: una presentación oficial de los miembros más recientes de cada clan y una competencia amistosa que determinaría cuál de los dos clanes tendría el privilegio de buscar familiares primero.

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La presentación transcurrió sin incidentes. Todos intercambiaron saludos muy formales entre líderes y miembros. Cuando Sona me vio, lo único que hizo fue ajustar sus gafas, lanzándome una mirada evaluativa, como quien analiza una nueva pieza en un tablero de ajedrez.

**-Es interesante que hayas reclutado a alguien tan peculiar, Rias. -** comentó en un tono neutral, claramente sin mostrar ninguna impresión inicial sobre mí. Bueno, al menos no me subestimó.

Rias explicó las reglas de lo que se iba a hacer. Una serie de competencias deportivas entre ambos clanes determinaría al ganador. La mayoría de las actividades terminaron resultando en empates, donde ambos clanes destacaron por igual. Sin embargo, la última prueba fue **un juego de quemados**.

Fue en este juego donde logramos la victoria, aunque no tanto gracias a nuestras estrategias, sino porque Issei no dudó en **usar su cuerpo como escudo humano contra los pelotazos.** El pobre recibió un castigo bastante brutal, pero funcionó. Ganamos, y con esa victoria, obtuvimos el derecho de ir a buscar nuestros familiares primero.

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Esa misma noche, bajo una luna llena que iluminaba el bosque cercano a Kuoh, comenzamos la búsqueda de familiares. Cada miembro tenía la oportunidad de encontrar a una criatura especial que sirviera como un fiel aliado y compañero en sus futuras batallas. Mientras avanzábamos, observé cómo Asia se emocionaba al encontrar **un pequeño dragón**, una criatura adorable que parecía encajar perfectamente con su personalidad tierna pero determinada.

Por supuesto, no todo salió bien. Mientras tanto, Issei quedaba atrapado en uno de sus típicos problemas cuando un **limo mágico** comenzó a derretir las ropas de las chicas del grupo. Issei, por supuesto, quedó en completo éxtasis, babeando sin ningún esfuerzo por ocultarlo. Fue en ese momento cuando las chicas, furiosas, lo rodearon, y su impacto combinado cayó sobre él como un relámpago.

Yo, por mi parte, **decidí darle la espalda a la escena** y silbar mientras miraba hacia otro lado, completamente desentendido. No iba a ser yo quien recibiera el estallido de ira al estar presente durante ese momento.

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Con los familiares asegurados y las tensiones aplacadas -al menos en parte-, la noche terminó sin mayores incidentes que mencionar. Aunque las chicas seguían regañando a Issei mientras regresábamos, no pude evitar sonreír con cierto alivio. Todo había salido como debía... por ahora.

En el fondo, sabía que lo verdaderamente importante estaba aún por venir. Mientras regresaba a mi habitación, me preparaba mentalmente para lo que sabía que se acercaba en el horizonte: **Raiser Phenex**. La verdadera historia estaba a punto de comenzar. . .

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El ambiente en el Club de Ocultismo era pesado, tanto que casi podía cortarse con un cuchillo. Allí estábamos nosotros, el **Clan Gremory**, reunidos con Grayfia, la sirvienta de la familia, y sentado frente a nosotros, con toda la arrogancia y prepotencia del mundo, el villano de esta temporada: **Raiser Phenex**. Su actitud confiada y su tono arrogante me hacían rodar los ojos incluso antes de que abriera la boca.

Akeno servía té con su gracia habitual, pero cualquiera con sentido común podría notar que ella también estaba incómoda con la situación. Lo peor era que **Raiser estaba tocando descaradamente a Rias.** Su mano sobre el hombro de la presidenta claramente no era bienvenida, y la incomodidad de Rias era evidente. Yo, mientras tanto, permanecía sentado en uno de los sofás con los ojos cerrados, observando todo desde un segundo plano. Ya lo había visto en el anime, y ahora lo vivía de primera mano. Para bien o para mal, sabía qué esperar.

En un momento, Rias finalmente no lo soportó más y **se apartó bruscamente de Raiser.**

**-¡Te he dicho que no me casaré contigo! -** exclamó furiosa.

**-Oh, Rias. -** respondió Raiser con tono altanero, ignorando por completo su enojo. **-Tus padres ya lo arreglaron. Este matrimonio es necesario para conservar la sangre pura de nuestras familias. ¿De verdad preferirías oponerte a la voluntad de tu linaje? Es por el bien del Inframundo, después de todo. -**

Raiser no solo hablaba como si el matrimonio ya estuviera concretado, sino que disfrutaba cada segundo de incomodar a Rias. El **choque de voluntades** entre ambos estaba a punto de escalar a una pelea directa, o al menos eso fue lo que pensé. Sin embargo, Grayfia, siempre eficiente, intervino antes de que las cosas se descontrolaran.

**-Por favor, cálmense. -** dijo en un tono firme. **-Los padres de ambos predijeron que esto podría suceder, y por eso han decidido que si el matrimonio va a decidirse, será a través de un Rating Game.**

El nombre del juego provocó silencio en la habitación. Sabía que este era el núcleo del conflicto, pero mi mente seguía en piloto automático. **Recordaba todo del anime**, desde las frases hasta las reacciones de los personajes, lo cual hacía esta experiencia más surrealista de lo que podía expresar.

De repente, Raiser, como si quisiera demostrar su poder y arrogancia, **hizo aparecer a su clan completo** a través de un círculo mágico de fuego. Docenas de hermosas mujeres se materializaron frente a nosotros, todas alineadas detrás de Raiser, pero él se concentró en una en particular: **su reina.** Con descaro absoluto, la besó frente a todos. Era una provocación abierta, y el efecto fue inmediato.

**Issei, furioso hasta el límite, activó su Boosted Gear y se lanzó hacia Raiser.** En su mente, probablemente pensó que podía hacerle frente, pero antes de que pudiera siquiera acercarse, una de las piezas de Raiser lo interceptó. Issei terminó en el suelo, derrotado fácilmente.

Raiser, riendo con desprecio, caminó hacia Issei. **-¿Este es el Dragón Rojo que se supone que reclama un lugar en las leyendas? Patético. Nunca tendrías una oportunidad contra mí. -**

Fue entonces cuando hablé por primera vez durante aquella reunión. **Sin abrir los ojos, ni levantarme del sofá, lancé una réplica seca.**

**-Relájate, pollo frito. Todo esto es más sencillo de lo que parece. Rias no tiene que jugar bajo tus condiciones. Todo lo que tiene que hacer es amenazar con renunciar como heredera de la familia Gremory. -**

Mis palabras provocaron un **silencio sepulcral** en la sala. Todos giraron a mirarme con sorpresa o incredulidad. La reacción más fuerte, obviamente, fue la de Rias, quien me fulminó con la mirada como si acabara de traicionarla. Podría escuchar el impacto en su voz cuando finalmente respondió.

**-¿Me estas tra-traicionando? -** preguntó, claramente molesta y dolida.

No me molesté en explicar mi punto, ni siquiera en abrir los ojos. Desde mi perspectiva, sabía que si Rias hacía algo tan drástico, no solo arruinaría su relación con su familia, sino que también crearía nuevos problemas políticos para el clan. Pero en ese momento, prefería mantenerme al margen y dejar que las cosas tomaran su curso.

No recuerdo bien cómo terminó la reunión. Todavía estaba con los ojos cerrados cuando todos comenzaron a irse, pero lo único que puedo decir con certeza es que **Rias estaba absolutamente enfadada conmigo.**

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Llegó el día del entrenamiento antes del **Rating Game**, pero, como era de esperar, **nadie me dijo dónde estaba la "mansión oculta en las montañas".** Podía imaginar que Rias lo había hecho a propósito, como una especie de castigo por mi comentario en el club. Pero no me molestó. ¿Por qué discutir cuando podía hacer uso de mi **"privilegio"?**

Así que aquí estoy, **volando montado en un tanque**, uno que había hecho aparecer con mis mods. Navegaba por el cielo como si fuera un helicóptero; probablemente para los habitantes de Kuoh parecía una especie de fenómeno paranormal, pero no me importaba. Después de un rato, encontré la enorme mansión sobre un risco. Obviamente estaba diseñado para pasar desapercibido, pero nada escapa a mi radar **(literalmente, instalé un mod de radar como G T A 5).**

Sin avisar a nadie, apunté el cañón del tanque y comencé a disparar contra la estructura. Los disparos retumbaban como explosiones en la montaña, arrancando pedazos de paredes y levantando pequeñas nubes de escombros. Salieron corriendo **Rias y los chicos**, alarmados por los disparos. Sus expresiones cuando vieron el tanque fueron impagables.

Al detener los disparos, **salí del tanque con una enorme sonrisa.**

**-¡¿Te has vuelto loco, cabeza de chorlito?! -** gritó Rias, claramente irritada.

Sin pensarlo demasiado, **solté un grito que resonó por toda la montaña.**

**-¡CÁLLLATE! Si tanto deseas ganar ese maldito Rating Game, entonces te ayudaré de mala gana, ¡aunque sigo creyendo que es inútil, no puedes detenerme! -**

El shock inicial de mi declaración fue reemplazado rápidamente por resignación. En ese momento, Rias simplemente suspiró. **-Está bien... pero más vale que tengas un buen plan... "entrenador". -**

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Durante los días que siguieron, asumí el **rol de un sargento militar**, y mi estilo de entrenamiento era algo que ni siquiera Rias, con toda su arrogancia y orgullo, esperaba. Un día típico consistía en hacer aparecer **tanques de todos los tamaños y modelos** en los alrededores de la mansión. Estos tanques estaban diseñados para funcionar como enemigos. Hasta los chicos del grupo pensaron que me estaba pasando, pero sabía que esto haría una gran diferencia.

1. **Día 1 al 3**: Rias comenzó destruyendo los tanques usando su poder de la destrucción. Mi trabajo consistía en ponerla en situaciones extremas, gritándole frases motivadoras como:
**"¡Ese tanque es Raiser y todos los obstáculos están de tu lado! ¿Qué esperas? ¡Destrúyelo o él te va a aplastar en el juego!"**

2. **Día 4 al 7**: Subí la dificultad. Exigí que **Rias combinara tácticas defensivas y ofensivas**, esquivando y atacando al mismo tiempo. Cada vez que fallaba, no dudaba en señalarlo:
**"¡CÁLLATE! ¡Eso ni asustaría a un maldito pollo asado! ¡Hazlo de nuevo!"**

3. **Día 8 al 10**: En esta etapa final, era yo montado en el tanque volador y disparando a quemaropa. Yo actuaba como su peor crítico, pero siempre con un propósito. Ah, luego la puse a destruir 100 tanques.

Al final, después de 10 días de arduo entrenamiento, hasta yo estaba impresionado con cuánto había mejorado Rias. Ella no lo admitiría, pero sabía que mis métodos extremos habían dado resultado.

Con esa base sólida... estábamos listos para enfrentarnos al **maldito pollo frito.**

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La tensión era palpable cuando estábamos en la antesala del **Rating Game** contra el clan Phenex. Cada miembro del clan Gremory estaba preparado para enfrentarse al arrogante Raiser y demostrar el verdadero espíritu del equipo. Sin embargo, sabíamos que no iba a ser fácil: el clan Phenex tenía la ventaja de la regeneración casi infinita de Raiser, y su equipo estaba compuesto por combatientes formidables.

Antes de que comenzara el juego, me acerqué a Rias. Con el tono más serio que había usado en toda mi estancia en este mundo, le di una advertencia que consideré necesaria.

**-Rias, escucha bien. No mates a nadie durante este juego. Me importa si son tus enemigos: todavía son personas. La única excepción es Raiser, porque ese tarado se regenera. Puedes ir con todo contra él, pero no desperdicies tu poder innecesariamente en los demás. -**

Ella me miró con una mezcla de frustración y determinación. **-No necesito que me digas cómo pelear, Sully. -**

Lo que no esperaba es que, segundos después, **se lanzó volando con sus alas demoníacas a toda velocidad**. Yo no tenía idea de qué estaba haciendo, pero el sentido común me decía que nada bueno estaba a punto de pasar.

Suspiré. **-¿Está loca o qué? -** murmuré, y antes de que pensara demasiado en ello, hice aparecer un tanque, y salí volando detrás de ella.

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El campo del **Rating Game** era una réplica de la Academia Kuoh, pero la calma del terreno no duró mucho. Al seguir a Rias, vi cómo se dirigía directamente hacia el corazón de la base enemiga. Allí, **se encontró cara a cara con la reina de Raiser**, la pieza más poderosa de su equipo después de él. La reina sonreía con confianza, lista para enfrentarse a Rias... pero lo que ocurrió después dejó a todos atónitos. Sin dudarlo ni un momento, **Rias levantó un dedo y lanzó un rayo de su "Poder de la Destrucción" que atravesó el estómago de la reina como una bala imparable.**

Antes de que nadie pudiera reaccionar, Grayfia anunció con su voz calmada, pero profesional:
**-La reina del clan Phenex ha sido eliminada. -**

La confusión y el asombro en los rostros del clan Phenex eran evidentes. Nadie podía creer que su reina, la combatiente más poderosa aparte de Raiser, había sido vencida en un solo ataque al comenzar el juego.

Yo, por mi parte, traté de **no hacerme ilusiones.** "¿Acaso el entrenamiento la volvió loca?", pensé mientras seguía volando detrás de ella en mi tanque. Tenía que mantenerme cerca de Rias para evitar que hiciera algo que pusiera nuestro plan en peligro... aunque la realidad parecía estar alejándose de cualquier plan inicial. Mientras tanto, desde mi tanque, disparé el cañón hacia la base enemiga, causando caos y destruyendo secciones de las "aulas y edificios" replicados.

Durante todo esto, Grayfia seguía anunciando eliminaciones de piezas, provenientes tanto del clan Gremory como del clan Phenex. El juego ya había dejado de ser un enfrentamiento táctico y se había convertido en un completo **campo de batalla caótico.**

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Mientras avanzaba por los escombros, vi cómo emergía una figura de entre la destrucción: **una de las torres de Raiser**, una mujer con aspecto corpulento y cara de absoluta locura. Su mirada estaba fija en mí mientras gritaba, con una voz tan fuerte que se sentía como un desafío lanzado al universo:

**-¡OYE, PRUEBA CONMIGO, IDIOTA! -**

No podía rechazar una invitación tan directa. Salí del tanque, deslizándome por el brazo mecánico del vehículo como si lo hubiera hecho mil veces (gracias, mods), y me planté firme frente a la torre. Con una postura de Muay Thai, bloqueé sus ataques brutales uno tras otro. Aunque sus golpes eran devastadores, no era nada para mi invencibilidad, mi estilo de pelea me permitió resistir, y en el momento adecuado, conecté una serie de contraataques que la hicieron tambalearse... y finalmente volar por los aires.

Cuando terminó en el suelo, derrotada, una nueva declaración firme de Grayfia resonó en el aire:
**-La torre del clan Phenex ha sido eliminada. -**

Con eso hecho, continué mi camino a través del caótico campo de batalla. Fue en ese momento cuando escuché un grito de ayuda. Al acercarme, vi que **Ravel Phenex**, la hermana menor de Raiser, estaba atrapada bajo unos escombros. Aunque era técnicamente una enemiga, no dudé en ayudarla. La saqué de allí y la puse en un lugar seguro, ignorando su sorpresa al ser ayudada por uno de sus oponentes.

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### **El Duelo Final: Rias vs. Raiser**

Mientras el juego avanzaba, las piezas restantes de cada clan continuaban luchando entre los escombros. Sin embargo, mi atención fue capturada por el **duelo culminante**: Rias ya se estaba enfrentando directamente contra Raiser. Decidí apresurarme para ayudarla, pero lo que vi al llegar me detuvo en seco.

Para mi completa sorpresa, Rias no necesitaba mi ayuda... en absoluto. **Ella estaba ganando.**

Cada ataque que lanzó se sentía como un cañonazo de pura energía destructiva. Raiser, con toda su arrogancia inicial, intentó resistirse. **"¡Es inútil! ¡Yo me regenero!",** gritaba al principio, pero esto se fue transformando en gritos de **desesperación**. El campo de batalla vibraba con cada explosión de energía que disparaba Rias, sus ataques impactando en los brazos, piernas y torso de Raiser con precisión quirúrgica. El líder del clan Phenex, quien unos minutos antes estaba lleno de confianza, **retrocedía continuamente**, incapaz de detener la ofensiva implacable de Rias.

Finalmente, vi cómo Raiser **comenzaba a fallar en regenerarse.** Los efectos del cansancio y el drenaje de poder eran evidentes en su rostro. Llegado un punto, prácticamente suplicaba entre jadeos.

Fue allí cuando decidí que era el momento de intervenir. **Me acerqué a Rias y la detuve, poniendo mis manos en ella.**

**-Ya basta, loca de remate. Ganaste. Esto es suficiente. No necesitas demostrar más. -** dije, mirando directamente a sus ojos encendidos por la intensidad del combate.

Rias, después de unos segundos de resistencia, finalmente se calmó. Volvió a ser la líder orgullosa y racional que conocía. Aunque había lágrimas en sus ojos, había algo más allí: alivio.

**-Tienes razón. Esto... ya terminó. -** murmuró, bajando sus manos lentamente.

Yo, por mi parte, decidí terminar el juego con mis propias reglas. Me acerqué a Raiser, quien gimoteaba de forma patética a los pies de Rias.

**-Di buenas noches, pollo frito. -** le dije con una sonrisa, antes de invocar otro tanque frente a él y **aplastarlo directamente**. El impacto sacudió el suelo, terminando con un temblor final y un completo silencio.

Grayfia, sin perder su profesionalismo, anunció formalmente:
**-Raiser Phenex ha sido eliminado. La victoria es del clan Gremory. -**

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Cuando todo terminó, me volví hacia Rias, cuyo rostro se suavizó al soltar lágrimas de alivio. **Sin decir una palabra, me abrazó fuertemente**, celebrando la victoria que tanto significaba para ella. Aunque no lo admitiera, toda esta lucha se trató más de su libertad que de ganar un simple juego.

**-Gracias, Sully... Gracias de verdad. -**

Yo respondí con una sonrisa y un gesto casual. **-¿Ves? Te dije que un poco de entrenamiento con tanques era útil. -**

La batalla había terminado, y con ello, la familia Gremory había asegurado su lugar. Pero, más que eso, **Rias había recuperado su libertad.** Y, de alguna manera, sentí que también había ganado algo: no solo un lugar en este mundo, sino algo cercano a una familia.


El **Rating Game contra Raiser Phenex** había concluido. Era una victoria categórica para el clan Gremory, una que nadie hubiera imaginado. Sería recordada por años, tal vez siglos, no solo por la sorprendente actuación de **Rias**, que prácticamente había dominado a Raiser contra todo pronóstico, sino también por el inusual caos durante el enfrentamiento y aquellas piezas fuera de lugar que parecían ser imposibles de ignorar: **yo y mis métodos poco ortodoxos**. Sin embargo, el verdadero impacto empezó a hacerse notar después del combate, en las conversaciones entre las familias principales y las figuras más importantes del Inframundo.

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Zeoticus y Venelana Gremory

En el imponente salón de reuniones de la familia Gremory, **Zeoticus Gremory**, patriarca de la familia, estaba sentado con un rostro que oscilaba entre incredulidad y orgullo. A su lado, **Venelana Gremory**, majestuosa y siempre elegante, miraba con cautela al escuchar los relatos de la victoria de su hija.

**-¿Estás diciendo que Rias derrotó al clan Phenex prácticamente sola? -** preguntó Zeoticus, levantando una ceja al escuchar la narración de Grayfia.

**-Eso parece, señor. -** respondió Grayfia con su tono sereno y profesional. **-Ella demostró un nivel de poder y control sobre el "Poder de la Destrucción" que... nadie esperaba, ni siquiera el propio Raiser. -**

Venelana, siendo una estratega nata y madre cuidadosa, notó un detalle en el relato que nadie había mencionado. **-Sin embargo, Grayfia, estoy segura que hay algo más detrás de esto. Rias siempre ha sido fuerte, pero ¿tanto como para superar al clan Phenex sola? -**

Fue entonces cuando Grayfia, que había visto más de lo que le convenía, se limitó a bajar ligeramente la mirada antes de responder. **-Es posible que... aquel que ahora es parte de su grupo, Sully, haya tenido algo que ver con esto.**

Zeoticus frunció el ceño mientras Venelana simplemente levantaba una mano, haciendo una señal para que Grayfia continuara.

**-Rias me ha confesado en el pasado que conoció a Sully en circunstancias que aún no termino de comprender. Según sus propias palabras, un hechizo fallido aparentemente la teletransportó a una región en Latinoamérica, donde él la ayudó. Fue él quien reparó su magia de transporte con algo que ella describió como "un invento extraño". Durante ese tiempo, Sully no solo la ayudó a regresar, sino que también fue capaz de influir en ella de formas inesperadas. Incluso él mismo cambió su apariencia para esta nueva vida como demonio. -**

Eso llamó especialmente la atención de Venelana, quien sonrió ligeramente, aunque sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación. **-Un humano capaz de interactuar con nuestra magia de esa manera... Y ahora es miembro de la familia de Rias. Interesante. -**

Zeoticus finalmente se pronunció, su tono algo más serio que antes. **-Ese hombre... Algo en él no encaja como un humano cualquiera. Sin embargo, no podemos hacer nada. Nos guste o no, él frustró todos nuestros planes.**

Venelana, sin embargo, sonrió con ese aire inquebrantable de una madre satisfecha al ver a su hija triunfar. **-Por lo que veo, gracias a él, nuestra hija pudo asegurar su libertad. Por eso, yo, al menos por ahora, preferiré confiar. -**

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Lord y Lady Phenex

Del otro lado del Inframundo, el **residencial Phenex** estaba en un estado de silencioso malestar. **Lord Phenex**, un hombre alto de facciones severas y mirada ardiente, estaba sentado junto a **Lady Phenex**, una mujer esbelta con pose digna y una paciencia que parecía desgastarse a cada segundo. Los dos miraban con una calma incómoda a su hijo, quien se encontraba en el hospital.

**-Asi que Raiser perdió el juego -** espetó Lord Phenex, esos ojos que siempre miraban con orgullo ahora llenos de distracción.

Lady Phenex, aunque calmada, tenía una mirada llena de impacto. **-Y no olvides mencionar el factor del tal Sully. Fue él quien salvó a Ravel de los escombros y, al mismo tiempo, lideró el caos en el campo con sus tácticas poco ortodoxas. Rías fue fuerte, sí... pero él también tuvo un papel. Es evidente que no es un demonio cualquiera. -**

En ese momento, **Ravel Phenex**, que había sido especialmente silenciosa, levantó la voz casi tímidamente para intervenir. **-Ese hombre no es tan malo como parece. Me ayudó... a pesar de ser su enemiga. No lo entiendo, pero fue muy lindo... -**

Lord Phenex fulminó a su hija menor con la mirada. **-Hmmmmm, entiendo hija mia.-**

El clan Phenex había sido completamente sacudido por la derrota.

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En ese mismo momento, en la residencia Gremory, **Sirzechs Lucifer**, el Rey Demonio y hermano mayor de Rias, estaba sentado en su despacho personal, escuchando pacientemente a Grayfia mientras esta relataba todo lo que había sucedido durante el Rating Game. Aunque parecía calmo, sus ojos mostraban algo más: **atención**.

**-Así que Rias sugirió que Sully la ayudó a escapar de ese hechizo defectuoso, ¿eh? Se podría decir que su influencia fué clave en la victoria. -** Sirzechs se recostó en su silla, cerrando los ojos para procesar lo que acababa de escuchar.

Grayfia, siempre imperturbable, añadió algo que parecía no querer admitir directamente. **-Además... lo que ese hombre hizo en la reunión anterior al Rating Game fue inesperado, incluso para mí. -**

Sirzechs frunció el ceño. **-¿te refieres a lo que me contaste que ocurrió cuando volviste apresuradamente? -**

**-Sugirió, sin pensarlo demasiado, que Rias debería renunciar a su herencia si lo consideraba necesario para evitar el matrimonio con Raiser. Aunque sabía que no lo haría, Sully logró lo que nadie había hecho antes: puso miedo en los corazones de los demonios de sangre pura. -**

Sirzechs abrió los ojos, sorprendido. **-¿Fueron esas palabras lo que asustó a los presentes? -**

Grayfia asintió ligeramente. **-Esas palabras y el hecho de que, a pesar de su actitud caótica y poco ortodoxa, de alguna forma supo exactamente cómo presionar los botones correctos. Su perspectiva como "outsider" parece ser a su vez peligrosa y... extrañamente efectiva. -**

Finalmente, Sirzechs no pudo evitar reflexionar. **-Si Sully fue capaz de influenciar a Rias de una manera tan drástica que le permitió dominar a Raiser y casi destruir su inmortalidad ... entonces, tal vez deberíamos prestarle más atención. -**

Grayfia, aunque mantuvo la compostura, no pudo evitar sentir un destello de inquietud al recordar a la nueva torre con su actitud despreocupada. Por primera vez en siglos, sintió que algo desconocido y potencialmente impredecible había descendido al mundo de los demonios. **Sully no era una amenaza convencional... pero, quizás, era peor.**

Sirzechs, pensativo, murmuró: **-Un demonio que nos hace sentir incomodidad sin un Sacred Gear. . . interesante. -**

Y con eso, quedó claro que yo, Sully, había dejado una marca imposible de ignorar en el Inframundo.

Fin del Cap2.

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