Capítulo 97

— ¡Señor, malas noticias!

Tan pronto como llego, se arrodilló y miró al Heraldo. Tartaglia agitó su mano para ordenarle que hablara, no tenía el tiempo de mirar al soldado, porque de hacerlo creía que perdería su concentración en aprender a usar los malditos palillos.

Maldición, ¡¿por qué son tan difíciles de utilizar?!

— Se trata de la señora Agatha.

El sonido de los palillos cayendo sobre la mesa, fue el único sonido que sonó en la habitación del Heraldo. Su expresión se tornó fría, no dudo en tomar al soldado del cuello de su uniforme y mirarlo como una bestia salvaje lista para devorar a su presa.

— Habla.

El soldado tragó en seco.

— S-según los informantes q-que se encuentran en la Isla Narukami, la A-Arconte Electro asesino a la s-señora Agatha.

Tartaglia forzó el agarre sobre el cuello y hablo entre dientes —: ¿Es broma?

El pobre soldado negó al sacudir la cabeza.

— ¡NO, SEÑOR! ¡NO ME ATREVERÍA A MENTIRLE!

Viendo que el soldado decía la verdad y parecía no mentirle, Childe chasqueo la lengua y soltó al soldado del cuello. El cuerpo ajeno cayó en seco, pero no resultó con heridas graves.

— ¿Alguien más lo sabe?

Ajax tomó los palillos entre sus dedos, no paso mucho tiempo para que el crac sonara cuando los partió a la mitad. Cuando el soldado levanto la cabeza para mirar al heraldo, se dio cuenta del enorme enojó en el rostro del Onceavo Heraldo.

— Solo usted, los soldados que se encuentran en la Isla Narukami y yo, sabemos esto — respondió el soldado bajando la cabeza en señal de sumisión —. La Arconte Electro y la señora Agatha se enfrentaron en una batalla, sin embargo, en Inazuma todo parece normal como si nadie hubiera presenciado la batalla.

Childe golpeó la mesa con su dedo, estaba sumergido en sus pensamientos pero aún así, escuchaba al soldado.

— Alguien está moviendo los hilos... — llevo una mano a su barbilla, su ceño se frunció —. ¿Que ocurrió antes de que la batalla iniciará?

Con más confianza, el soldado informó.

— El Shogunato acorraló a la señora Agatha en la hacienda Kamisato, sin embargo, ella se defendió y derrotó a los soldados. Después de eso, inicio la batalla con la Arconte Electro y la señora Agatha robó las visiones que se encontraban incrustadas en la estatua.

Tartaglia reflexionó sobre está información. Sabía que el viajero y ella tenían sus propios planes, así como sabía que la misma Agatha tenía información sobre los planes de los Fatui. Esto lo aprendió en Liyue cuando ella parecía saber los planes de Signora y el asesor de la funeraria "El Camino", ella era fuerte, incluso más fuerte que él, después de todo es una Adeptus.

Entonces, no entiende como pudo morir...

Frunció el ceño.

No, no.

¿Acaso su muerte formaba parte de sus planes?

Cubrió sus ojos con las palmas de sus manos, sus labios se curvan en una sonrisa divertida y rie, ríe divertido.

El soldado se tenso al escucharlo reír, creyó que el Onceavo Heraldo estaba loco tal y como decían los rumores. Al verlo soltar un suspiro para tranquilizarse, el soldado bajó su cabeza de nuevo.

Tartaglia lo miró unos segundos antes de dar su siguiente orden. Si es verdad que todo estaba dentro de los planes de Agatha, Childe debe asegurarse de estar en primera fila para ver lo que ocurría después.

— Asegúrense de que está información no llegue a los oídos de nadie más y sobre todo, que Scaramouche no se enteré...

— ¿Qué no me enteré de que?

Estoy muerto, fue el primer pensamiento de Ajax al verlo de pie en la puerta de su habitación. El soldado sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal y a pesar de que no fue el único, Childe disimulaba su pequeño miedo. Scaramouche los miró a ambos con los brazos cruzados, su mirada era inexpresiva como siempre, pero había una pizca de irritación en ellos.

Scara alzó una de sus cejas.

— ¿No van a hablar?

El soldado con el intento de salvar su pellejo y no morir en ese lugar, de inmediato se arrodilló en dirección a Scara para responderle.

— A solicitud del viajero, estamos siguiendo los movimientos de la señora Agatha.

Scara frunció el ceño.

El soldado Fatui sintió como su una oleada de cuchillos imaginarios se clavaran en toda su cabeza. Esto no era provocado por Scaramouche, sino por el otro heraldo en la habitación a quien le despertaron la bestia que duerme en su interior y en este momento, su único deseo era matar al entrometido.

— ¿Mi...'esa mujer'?

Tartaglia no paso por alto la corrección que Scara se hizo al nombrar a la Adeptus. La relación que tenían tanto madre e hijo, estaba clara en su corazón y por mucho que su compañero heraldo intentará ocultarlo, se notaba su preocupación por ella. Tan solo con ver la preocupación que se reflejaba en sus ojos, dejaba clara esa preocupación hacia ella.

Lo único que Tartaglia envidiaba de la Adeptus, es que parecía conocer la historia de Scaramouche. El mismo chico que lo miró para obtener una respuesta suya, Tartaglia soltó un suspiro y sonrió divertido, provocando que el ceño fruncido del Baladista se marcará más.

— Cumple mis órdenes — dirigió sus palabras al soldado Fatui —. e informa al viajero de lo sucedido.

Cuando el soldado desapareció de la habitación, ambos heraldos se miraron a los ojos, ninguno de los dos se temían. No conocían el límite de sus poderes pero de todas formas no hacía falta saber quién era más fuerte.

— Parece que te importa mucho la señorita Agatha — murmuró el pelirrojo mientras tomaba asiento en uno de los cojines del piso. La marioneta lo miraba desde arriba con una expresión fría.

— Métete en tus asuntos, Childe.

Ajax soltó una risa divertida.

— No puedo hacer eso — admiró su máscara Fatui que descansaba sobre la pequeña mesa de madera, jugó con ella haciéndola girar sobre su dedo índice —. He descubierto que el viajero y la señorita Agatha tienen planes bastante divertidos. Por supuesto que no pienso perderme de ellos.

— ¿Qué quieres decir?

Ajax sonrió de oreja a oreja:— ¿Recuerdas cuando nos encontramos con el viajero en Tatarasuna?

Scara gruñó en respuesta pero Tartaglia sabía que la paciencia de su compañero estaba por llegar a su límite.

— Childe...

— ¡Bien! Te lo diré, no te enojes — Childe alzó los brazos en señal de rendición y otro suspiro salió de su boca —. Según el viajero, ha pasado unos días desde que la señorita Agatha se comunicó con él. Debido a esto, me pidió que investigará sobre su paradero pero los soldados Fatui que se encuentran en la Isla Narukami no encontraron nada hasta hoy.

Tartaglia observó la expresión de Scara, la preocupación en sus ojos todavía se reflejaba en ellos. No estaba seguro como reaccionaria su compañero al entrarse de lo ocurrido y decirle a alguien que la persona más importante para él o ella murió, no es algo que Ajax disfrute hacer. En el caso de Tartaglia, el mataría al culpable, no le daría opciones.

— Se desató una batalla entre la Arconte Electro y la señorita Agatha — fue al grano, la reacción de Scara fue inesperada para Childe. La preocupación había sido reemplazada por el odio, un sentimiento que Childe no sabía a quién iba dirigido. Scara apretó su mandíbula y sus manos se convirtieron en puños, el odio que sentía cegó su mente —. La señorita Agatha fue derrotada y murió en la batalla.

El cuerpo de la marioneta se tenso al escuchar la noticia, tan pronto como el odio vino, rápidamente fue olvidado y el cambio en el ambiente, también cambio con rapidez. El sonido de las sandalias Geta que usaba el Baladista sonaron cuando comenzó a caminar hacia el pelirrojo con pasos pesados.

Sin dudarlo, Scaramouche lo sujeto por el cuello de su camisa.

— Si está es una de tus bromas, ten por seguro que no dudaré en matarte con mis propias manos — gruñó más que molesto. Childe miró de reojo la mano que lo sujetaba, Scara temblaba y apretaba sus dientes, era notable su desesperación.

Levanto su mirada sin ninguna sonrisa adornando sus labios.

— Hazlo.

Scara lo soltó e hizo un sonido con su lengua. Tartaglia no se molestó en arreglarse las arrugas de su camisa, estaba concentrado en el cambio del Baladista. Entre más tiempo pasaba con él, más notaba lo humano que era a pesar de ser un Fatui.

— Deberías hablar con el viajero, estoy seguro que él oculta algo más — sugirió el pelirrojo sin quitar su mirada de la mueca en los labios de su compañero —. Yo puedo encargarme de revisar la fábrica de engaños.

Las palabras del viajero llegaron a la mente de Scara, no era necesario que él buscará al viajero cuando esté vendría a él en busca de destruir la fábrica de engaños. Aunque no era el lugar adecuado, ellos podrían hablar.

— No es necesario.

Sin decir otra palabra más, Scara abandono la habitación de Tartaglia con el fin de dirigirse a la fábrica de engaños.


Aether recibió el informe de investigación sobre su compañera, leyó cada palabra con atención, conforme leía su ceño se fruncía más. Al terminar de leer, observó a los Fatui que trajeron la información y les entrego el informe.

— ¿Necesita que investiguemos más?

El rubio sacudió su cabeza. La información de su amiga era todo lo que quería, ahora que sabía a donde había llegado, tenía que buscar las pistas que ella dejo en el camino y finalizar su misión en Inazuma.

— No es necesario, en cambio quiero que le den un mensaje a Scaramouche de mi parte — los Fatui se miraron entre ellos antes de responderle al viajero, recordando las palabras de Agatha, el rubio les entrego el mensaje a los Fatui —: Si perdido estás, mi ala te guiará, sigue el camino y encontrarás lo que buscas.

» Cuando lleguemos a Narukami, tomaré el papel de ser una mensajera de Ningguang que va a entregar una invitación, hablaré con todos los Jefes de los Clanes de Inazuma y creare una brecha entre ellos. Luego me infiltrare en el Clan Kamisato y al mismo tiempo tu debes ingresar en Watatsumi.

Lo que sucede con Watatsumi no me preocupa mucho, pero se que debido a ti no podemos ignorar lo que sucede. Es por eso que será necesario que vayas a la Isla Watatsumi y hables con Sangonomiya Kokomi para llegar a una alianza, sin embargo, no confíes demasiado. Los Fatui estarán haciendo de las suyas prestando su poder a los soldados para darles ventaja, sí logras llegar a la Fábrica de Engaños es posible que te encuentres con Scaramouche, no te preocupes por él, lo importante aquí es eliminar el Mercado de los Engaños.

Lo cual será difícil, estoy segura que si le preguntas a Scaramouche en donde se encuentra no te lo dirá. Así que debes fingir que no sabes la ubicación de la fábrica, hasta que recibas mi señal. La señal que te daré será mi batalla contra la Arconte Electro, una vez te lleguen noticias, debes actuar.

Escucha Aether, en esta nación es importante que no te dejes engañar por nadie ni dejarte llevar por tus sentimientos. Muera quién muera, no será tu culpa así que actúa con la cabeza fría.

Esto te ayudara a despertar un poco de tu poder «

Aether miró con asombro la pequeña Gnosis que se encontraba en su mano, era del tamaño de su dedo anular, tenía una gran cantidad de energía Hydro. Cerro su mano e hizo desaparecer la Gnosis de su mano.

— Scaramouche entenderá el mensaje en cuanto se lo den — le dijo a los Fatui quienes asintieron y desaparecieron.

El rubio soltó un suspiro y miró el cielo con una expresión fría. Su ropa cambio a su ropa habitual gracias al elemento Anemo que rodeo su cuerpo, la lanza que sujetaba en su mano derecha cambio de forma a su espada. Esta vez no tomo camino al cuartel de la Tropa Sangonomiya, sino a la ubicación que Agatha le había dado sobre la fábrica de engaños.

A la distancia, un soldado de la Tropa Sangonomiya observaba como el rubio se alejaba de la zona. Su corazón lleno de infelicidad lo llevo a seguirlo en secreto para descubrir lo que planeaba, una sonrisa apareció en sus labios.

En su mente pensó que con delatar al rubio ganaría el favor de Su Excelencia, su corazón se llenó de codicia.

•••

¡Sus notificaciones estaban correctas!

Se había publicado el capítulo 97 pero accidentalmente, el capítulo no estaba terminado cuando publicó por eso anule la actualización.

Me disculpo de antemano por este error.

Espero que les haya gustado y capitulo, les doy las gracias por todo su apoyo.

Nos vemos en la próxima actualización.

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