Capítulo 93
Analizándolo desde un punto crítico, Agatha no tenía forma de escapar. Eso, si fuera una humana completa, sin embargo, es una bestia iluminada, una Yaksha con poderes extraordinarios.
Había varias formas de escapar.
Agatha observó a su alrededor, a cada soldado de Shogunato. Todos y cada uno de ellos la apuntaban con el filo de sus lanzas, Kujou Sara que estaba al frente de todo el escenario junto a Ayato Kamisato, la apuntaba con la flecha en su arco al mismo tiempo que la energía electro se concentraba en la punta de la flecha.
- Yaksha de Liyue, queda detenida por intento de asesinato contra uno de los líderes del Triunvirato de Inazuma.
Una sonrisa burlesca se pinto en los labios de la acusada y se apunto así misma.
- ¿Detenida? ¿Yo? - se burló de forma sarcástica, luego levanto su mano derecha y doblo todos sus dedos con la excepción del de enmedio -. Que les den*
Tras soltar aquel insulto con su idioma nativo, Agatha giro su cuerpo hasta que su pierna derecha quedó en dirección a la salida y lanzo una patada con la suficiente fuerza contra los soldados del Shogunato. Logrando que de esta forma, el grupo de soldados lanzados derribaran las puertas corredizas para dejar una apertura más grande. El grupo de soldados cayó unos metros atrás dejando a su paso un largo rastro de destrozos de la hacienda Kamisato.
Agatha levantó una de las lanzas que se encontraban en el piso golpeando la punta, la lanza dio un par de giros frente a la Yaksha quien en un movimiento rapido tomo el cubo de la lanza. El resto de soldados se lanzaron al ataque tan pronto vieron a sus compañeros ser derribados pero Agatha había sido mucho más ágil al esquivar sus ataques impulsivos por lo que terminaban siendo derribados con facilidad, dándose cuenta que no lograrían derrotarla, Sara soltó la flecha que sostenía su arco. Por el rabillo del ojo, Agatha lo noto y rompió la flecha con la misma lanza en sus manos.
Una segunda flecha fue lanza, luego dos, hasta que Sara no dejo de lanzar en un solo momento. Ayato se había alejado de la zona de combate para mirar desde la distancia, aunque sus ojos no dejaban de analizar los movimientos de la Yaksha. A este punto, Agatha comenzaba a irritarse, por esta razón no dudo en alzar su mano para invocar una prisión de agua al rededor de Sara y ella.
Sara observó el piso al sentir la humedad sobre sus pies, notando al instante que se encontraba dentro de una prisión de agua junto a la Yaksha. La Tengu frunció el ceño molesta, sus alas y su abanico de plumas fueron expuestos, Sara estaba dispuesta a atrapar a la Yaksha incluso si debía usar todo su poder.
Por supuesto que Agatha sabía esto, pero ella no quería usar mucho de su poder sabiendo que tenía una importante misión que hacer en el futuro. Con un chasquido de dedos, Agatha hizo aparecer alrededor de la Tengu unas gotas de agua del tamaño de una pelota, Sara solo las miró un instante y regreso su mirada a su enemiga.
- Si llega a moverse, esas gotas alrededor suyo explotaran y se convertirán en espinas - le dijo sin moverse de su lugar. No quería dañar a la Tengu pero su tiempo estaba contado y quedaban solo unos días hasta que su plan se pusiera en marcha, eso y que tenía un misión más con los Youkai -. Yo que usted, me lo pensaba antes.
A pesar de las advertencias de Agatha, Sara parecía no hacer caso. En cambio una sonrisa se dibujo en sus labios cuando notó que su plan había tenido éxito. Agatha llevo su mirada a las plumas de ave que estaban alrededor de ella, al parecer ambas habían tenido la misma idea de encerrar a la otra.
- Señorita Agatha, ¿nunca le enseñaron a no darle la espalda a su enemigo?
Agatha abrió los ojos con asombro, las plumas de ave brillaron en un color violeta y el sonido de rayos resonó. Todas las plumas provocaron una explosión eléctrica alrededor de la Yaksha, sin embargo, el único grito que se escuchó dentro de aquella prisión de agua no fue el de la extranjera, las gotas de agua explotaron al sentir la energía de los rayos provocando que estás se convirtieran en espinas. El cuerpo de Sara fue perforado por cada una de ellas.
Cuando la prisión de agua desapareció, las espinas de agua de igual manera habían desaparecido también, dejando solo el charco de sangre de la Tengu. Agatha solo la observó con una mirada fría y luego llevo su mirada al Jefe del Clan Kamisato, él tenía una sonrisa en sus labios, una que cubría con una de sus manos.
Agatha no había salido ilesa del ataque de Kujou Sara, su cuerpo también tenía rastros de quemadura y cortes de los que salían sangre, aún así, no fue suficiente para detenerla en su intento de escape. Ignorando la presencia del Kamisato, giro sobre sus talones para salir por la abertura que ella misma creo, el sonido y gritos de soldados dirigiéndose a la hacienda Kamisato sonó desde la lejanía.
En ese instante, gotas de agua cayeron del cielo y por instinto, Agatha levanto su mirada para observar el cielo nublado. Las gotas de lluvia que cayeron sobre su rostro fueron como un consuelo para ella, la energía de la deuda karmica rodeo todo su cuerpo. Sus sentidos poco a poco se fueron apagando hasta que su mente quedó en blanco, arrastró sus pies lejos de la hacienda Kamisato hasta llegar a las afueras del bosque de los Youkai, donde fue rodeada por los soldados del Shogunato por segunda vez, está vez, Agatha no tenía la intención de ser amable.
Meow abrió sus ojos al sentir la energía oscura que enmanaba su ama, se asomo por la venta de la habitación para observar lo que ocurría pero su ama no se encontraba en ningún lado. Asustado, se levantó de la comodidad de su cama y salto por la ventana para buscar a su ama. Por supuesto que no había sido el único en darse cuenta de la energía oscura, la Miko del Santuario Narukami sonreía divertida al sentir aquel poder, sabiendo que pronto Inazuma se vería envuelta en un problema.
- Ei, parece que ha llegado el momento de que abras los ojos - Yae se rió de sus propias palabras.
Los soldados del Shogunato que rodeaban a la Yaksha la observaron con una expresión confusa y con sus ceños fruncidos pero en ningún momento dejaron de apuntar a la Yaksha con sus lanzas y espadas. El soldado de mayor rango se colocó al frente dispuesto a demostrar su valentía.
- ¡No dejen que los intimiden! ¡Ataquen!
Al escuchar la orden del soldado con mayor rango, el primer grupo de soldados acató su orden y se lanzaron al ataque. Sin embargo, este grupo fue arrojado por el poder de la deuda karmica. Los soldados del Shogunato abrieron sus ojos al notar la máscara de dos rostros que cubrían el rostro de la Yaksha, ella no los miraba directamente, estaba cabizbaja, en el momento que ella levantó su rostro, la expresión de los soldados se volvió terrorífica ante la sed de sangre que la rodeaba.
Por un segundo, el silencio reinó dejando solo el extraño sonido de un cascabel. Entonces sin que nadie notara los movimientos de la Yaksha, Bonanus se lanzó contra todos los soldados para atacarlos, el grito desgarrador de cada uno asustó a aquellos quienes aún no habían recibido heridas y buscaron asustados a su enemiga. Bonanus no tardó un solo segundo en derribar a cada uno y dejó que el baño de sangre cubriera la luna carmesí.
Bonanus tomó a uno de los soldados y lo arrastró por el suelo. Su máscara ahora cubierta de sangre le daba un aspecto más terrorífico, las aves se alejaban al sentirla cerca, cada animal se escondía con el simple hecho de no ser comidos por la bestia, incluso Meow que miró a su "Okaasan" tuvo miedo de ella.
Faltaba poco para llegar a la ciudad, pero las cosas en la ciudad tampoco estaban bien, con los eventos cambiados de la historia original, uno de estos eventos importantes había llegado antes, siendo este, la captura de la visión de Thoma.
La Todopoderosa Shogun Raiden observaba al arrodillado Thoma desde arriba de la estatua quién era detenido por dos soldados del Shogunato. La lluvia se había desatado en ese momento pero eso no detuvo a la marioneta de la Arconte Electro para realizar la captura de visiones.
Thoma no podía detenerla, tampoco podía impedir que le quitarán su visión así que no hizo el intento de escapar del agarre de los soldados y solo miró a la que él creía ser la Arconte Electro. La presencia de dicha persona era intimidante e impotente por ello tampoco se atrevió a abrir la boca. Raiden alzó su mano y el poder electro emergió desde la palma de su mano, está misma energía electro se concentro sobre la visión de Thoma que colgaba de su cintura, solo unos segundos bastaron para que la visión fuera arrebatada de su dueño.
Sin embargo, la visión no paro en las manos de la Shogun Raiden, sino en otra persona.
- ¿No es esto divertido? - una voz sonó desde arriba de la Arconte Electro. Era fría y burlesca ella observaba la visión de Pyro con curiosidad, Thoma la reconoció en el momento que levanto la mirada, se trataba de la invitada que fue recibida por los Kamisato, la nueva apariencia lo sorprendió.
Bonanus estaba sentada sobre la cabeza de la estatua del Dios de los mil ojos y cien brazos. La Shogun Raiden levanto su mirada para observar a la invitada no deseada, su ceño se encontraba fruncido y aún más al ver la apariencia de la chica.
- ¿Quién eres? - pregunto Raiden Shogun. Por su tono de voz era claro que ella no le estaba dando una calida bienvenida a la recién llegada.
- Una enemiga de la eternidad - declaró alzando los hombros como si no le importará en realidad -. Oh, y este es un regalo de mi parte.
Bonanus lanzo al soldado que había arrastrado por todo el camino a la ciudad frente a Thoma. Los jadeos de horror no se hicieron esperar, algunos de los espectadores incluso cubrieron sus bocas, Raiden observó al solado un instante.
- Sí, parece que tienes razón - dijo Shogun sin quitar su mirada del soldado, regreso su mirada para observar a su enemiga. Bonanus tenía una sonrisa divertida en sus labios, descansaba su barbilla contra la palma de su mano -. Utilizas el elemento Hydro sin una visión y fuiste capaz de bloquear mi poder con el tuyo. No eres humana como ellos y tampoco eres un Dios, pero no hay duda de que eres una enemiga de la Eternidad.
- ¡Admirable! Así que la marioneta de la verdadera Arconte Electro es inteligente, ¡bravo! - Bonanus aplaudió con burla, la marioneta frunció el ceño al oír los murmuros de los humanos sobre ella. La sonrisa en los labios ajenos se desvaneció pero la burla permaneció en su mirada -. Es una lástima que tu dueña solo te use para hacerse creer que aún no ha dejado de ser la sombra de su querida hermana. ¡Oh! Aunque en el futuro eres tú quién se convertirá en la sustituta y te convertirás en la sombra.
Shogun miró enfurecida a la Yaksha. Bonanus tenía una expresión divertida, señal de que estaba disfrutando burlarse de la marioneta, pero aún no era suficiente, necesitaba más de esa marioneta.
- Mírate, Raiden. Estás molesta, ¿No es divertido? - Bonanus recargo su mano sobre la estatua y al darse cuenta de esto, recordó lo que su humana quería hacer, observó a los humanos que miraban la escena con una expresión de horror, comenzaban a alejarse cuando sintieron un aura intimidante provenir de la marioneta -. Bueno, no importa. No eres tú quién me...
Las palabras de Bonanus murieron en su boca cuando de un momento a otro, la marioneta salto hasta ella para atacarla con su espada. Sin embargo, para la mala suerte de Raiden, la Yaksha había esquivado su ataque por lo que no logró herirla. Bonanus mantenía la expresión divertida en su rostro, no perdio el tiempo e invocó su propia lanza.
- Bien, parece que llegó el momento - susurro para si misma. Alzó su mano la mano que sostenía la lanza, apunto a la estatua frente a ella bajo la mirada de los espectadores y la marioneta de la Arconte Electro -. ¡Raiden Ei! ¡Destruiré tu querida Eternidad!
Con la otra mano, llamo a las visiones haciendo uso de su poder Hydro. Cada visión emitió un brillo conforme al color de su elemento, estás aceptaron el llamado de la Yaksha. La sonrisa de Bonanus se ensanchó - a pesar de no ser vista ya que su rostro estaba escondido detrás de la mascara-, y arrojó la lanza contra la estatua del Dios de los mil ojos y de los cien brazos.
•••
¡Hola! Muchas gracias a todos por leer este nuevo capítulo. Espero que les haya gustado y haya sido de su agrado, este capítulo fue difícil ya que tuve que pensar en como desarrollar la nueva pelea de Bonanus, por lo que he estado viendo algunas ideas.
De todos modos, espero que les guste y logren imaginar la pelea en sus mentes. Rezo por qué sí lo logren /cry.
De nuevo, muchas gracias.
Nos vemos en la próxima actualización.
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