Capítulo 86
¿Qué es un villano? En las series muchas veces los describen como los tipos que hacen maldades con el fin de cambiar el mundo y hacerlo justo, creyendo que ellos podrán hacer el mundo más justo. En pocas palabras se quieren convertir en un Dios o al menos esa es la definición de un tipo de villano.
Luego están aquellos que tuvieron un pasado triste, donde los trataban mal o eran abandonados por sus familias por ser la oveja negra. Al igual que los primeros, su meta es convertir el mundo en un mundo justo, la diferencia es que ellos piensan que los débiles no deben coexistir con los fuertes, por lo tanto, ellos lo matan.
Al final tenemos a los crueles, los despiadados, los tiranos y los asesinos, que no tienen corazón, matan a sangre fría sin una pizca de remordimiento. Sus historias pueden ser iguales a los dos primeros pero lo que los hace diferente es que no cambian, mueren siendo unos seres despiadados, asesinos y tiranos. Los otros no, a ellos son fáciles de hacerles cambiar el pensamiento y se hacen buenos.
En cuanto a los héroes, bueno la definición más simple que se puede hacer es que ellos son buenos, ¿no?. La realidad es diferente, los héroes pueden salir a salvar el mundo y combatir a los villanos, pero como cualquier persona, ellos son diferentes cuando las cámaras no los ven.
Algunos, son los villanos de sus casas.
Entonces, te pregunto.
¿Tu que eligirias ser entre estos dos?
Mi expresión se vuelve inexpresiva, no dejo de mirar al humano que está frente a mi mirándome a los ojos con una expresión seria y sincera que me indica lo honesto que está siendo con su pedido. Antes de ser una humana, pensé que al no serlo yo jamás podría llegar a entenderlos, sin embargo, descubrí que no importa si soy humana o no, jamás lograría entenderlos porque necesitaría cruzas por las mismas experiencias que ellos cruzaron.
Esta es la realidad y vaya que me ha costado darme cuenta de eso y aceptarlo, para mí en este mundo yo sigo muerta como lo estuve hace dos milenios. En cuanto a mi humana, dentro de su pequeño mundo de fantasía, ella creé estar en un sueño donde es una protagonista que esta cumpliendo cada una de sus metas como fan de un videojuego. Yo siendo su parte más racional, se supone que mi deber es hacer que vea la realidad.
El problema no es que mi parte humana no vea la realidad, porque claro que la ve, ella es consiente de que está es la realidad. Sin embargo, es ingenua como un niño, cree que será fácil hacer esto y aquello sin dificultades o tal vez sea yo la que lo vea así. Cómo humana y como Yaksha, tenemos diferentes experiencias, mientras que mis manos están manchas de sangre inocente y no inocente, las de mi humana no.
Yo no puedo hacerlo.
Es cierto, mi humana no puede hacerlo. Ella es amable, bondadosa, la típica protagonista heroína que cualquiera se encuentra en las novelas web. Ella no puede matar ni una mosca porque luego llorará por su muerte, es débil. Sin embargo yo, si puedo hacerlo, matar a un humano, un Dios o lo que sea, no me dolerá.
Y entonces, ¿que me detiene?
Nada... ni Morax ni sus contratos me detienen, los contratos no siempre se cumplen, algunos se rompen.
¿Acaso le dolerá si rompo uno más?
No.
¡¿Por qué siento como si fuera a cometer un crimen?!
Suelto un suspiro, enfocó mi mirada en los iris púrpura que me miran de manera calculadora. Otra cosa importante, es que no debo bajar la guardia en este juego de Shogi, en mi mente el tablero se hace visible, Kamisato Ayato ha avanzado bastante casi sin dejarme escapatoria, la mayoría de mis peones han sido comidos, los lanceros y caballos siguen esperando mi instrucción para moverse. Las piezas más importantes tanto de Kamisato Ayato como las mías no han sido movidas, aún así siento que estoy en un aprieto.
Kamisato sonríe como si ya supiera el resultado final de nuestro juego, tengo dos opciones; rendirme o continuar con el juego. Si me rindo, debo cumplir con su petición y si no me rindo, puede que se convierta en mí enemigo. Observó el tablero, analizo mis piezas y sonrió antes de cerrar los ojos para seguir avanzando con el juego hasta que la victoria se la lleva Ayato. No me rindo, solo le doy la victoria con un juego limpio.
Como si Kamisato supiera que ambos estábamos sumergidos en un juego de Shogi en nuestras mentes, él me mira con atención, con la misma expresión que yo mantengo en mi rostro, inexpresiva.
— Muy bien, aceptaré su petición, a cambio deberá ofrecer su ayuda y la de su clan.
Me levanté del cojín en el que descansaba mi trasero, extiendo mi mano esperando que Ayato entienda el significado que tiene. Él no mira por mucho tiempo mi mano, estira la suya para estrecharla con la mía, así nuestro trato quedará cerrado.
Su sonrisa común vuelve aparecer en sus labios.
— Tenga por seguro que así será.
Con nuestro trato cerrado, no quedan más cosas por hacer con los clanes, salvo esperar la respuesta del Jefe del Clan Hiiragi y cumplir con la petición de Kamisato Ayato. No me molesto en preguntar la razón de porqué quiere la muerte del Jefe del Clan Kujou, siento que es mejor no hacerlo.
— Hermano.
Una dulce voz femenina llama al chico frente a mi, no puedo mirar a la dueña de dicha voz porque se encuentra a mis espaldas, Kamisato Ayato levanta su mirada para observar a su hermana y regala una de sus mejores sonrisas, una más cariñosa y amorosa. La madera rechina cuando los pasos de la fémina se encaminan hasta quedar en medio de nosotros al lado derecho. La chica se arrodilla sobre suelo para sentarse al estilo Seiza, al igual que Kamisato Ayato y yo, es un sentado tradicional de los japoneses.
Para cuando ella se sienta, es cuando puedo levantar mi mirada hacia ella para poder observarla mejor. Es una joven bonita, con un rostro de facciones delgadas, su mirada es dulce y tiene un brillo tímido, pero en el fondo esconde su ferocidad. Sus largos hilos azules con un brillo blanquecino se extienden hasta su cintura a pesar de estar sujetados en una coleta, su sonrisa es amable, está persona es Kamisato Ayaka que el sistema no tarda en detectar.
[Kamisato Ayaka, La Garza de la Escarcha]
— Señorita Agatha, déjeme presentarle a mi hermana, Kamisato Ayaka.
Los ojos de la chica se abren con asombro al mismo tiempo que lleva una mano a su boca y una exclamación sale de su boca. En mi mente intento recordar cuál es el saludo adecuado en este tipo de situaciones, sin embargo no tardé mucho en levantarme para hacer una leve inclinación como una forma de saludo.
— Es un placer conocerla, señorita Ayaka.
Ella levanta su mano y hace algunos gestos para indicarme que tome asiento de nuevo, no pongo objeciones.
— El placer es mío, he escuchado mucho sobre usted y sus compañeros.
Mi expresión inexpresiva no cambia, de hecho no me sorprende que ella esté al tanto de la información sobre nosotros. Al igual que su hermano, Ayaka tiene sus propios medios para recaudar información importante.
— Me disculpo en su nombre por su ausencia.
No me inclino, no sonrió, solo me mantengo inexpresiva. No intento verme irrespetuosa con ellos, se que en estos momentos son los que tienen un rango más alto que yo, sin embargo me recuerdo que tengo orgullo como Adeptus, inclinarme dos veces ya es demostrar sumisión. Ayato y Ayaka me miran con una expresión serena, ellos saben que no me mostraré sumisa ante ellos aunque he accedido a cumplir con la petición del Jefe del Clan Kamisato, eso no les gusta y puedo verlo en sus ojos.
— No se preocupe, es entendible. Solo espero que pronto podamos conocerlos.
La sonrisa de Ayaka crece un poco más, sus ojos se cierran como medias lunas y puede que su sonrisa parezca sincera o amable, pero para mí no es más que una sonrisa hipócrita. De pronto, siento que mi mente celebra ante las decisiones que tome en el plan para Inazuma, hice lo correcto en enviar a Aether a otra de las Islas, de haberlo hecho venir aquí, Ayaka no dudaría en utilizarlo. Es astuta como su hermano, ambos no dudan en usar a las personas para cumplir con sus planes.
¿Ya dije que Ayaka Kamisato no me agrada? Oh no, siento que la sonrisa burlesca pronto se adueñara de mis labios, arruine la escena de ese tonto baile en su misión legendaria, no puedo estar más que satisfecha de cambiar las escenas. Ahora Aether no será testigo de ese baile ridículo y poco elegante, bueno tal vez lo sea pero no me gusta.
¿Quién demonios se mete a bailar con calcetines al agua? Lo siento por los mains de esta chica, yo simplemente no lo entiendo.
— Claro, me aseguraré de que se conozcan en cuanto la tormenta se calme.
Los hermanos Kamisato asienten en respuesta. Más tarde decidimos entrar a la mansión para continuar con el banquete, la plática que mantenemos durante el banquete son de temas triviales y monótonos, no les presto mucha atención hasta que en la conversación el nombre de Chisato y su enamorado llegan a mis oídos. El chisme se vuelve bueno, trato de dar mi mejor opinión ante la situación que ambos enamorados enfrentan, una vez eliminado el Jefe del Clan Kujou es seguro que tendrán el camino libre, claro siempre y cuando el Jefe del Clan Hiiragi no se meta.
Cuando inicie el plan para Inazuma, nunca añadí a estos enamorados al plan. La principal razón fue porque esperaba hacer que Hiiragi Shinsuke cambiara de opinión una vez que él ocupará el lugar del clan Kujou. Decidí al final que es mejor que ambos se enfrenten a su problema, quizás las cosas sean más fáciles con los nuevos cambios.
Cuando el banquete llega a su fin, todos nos despedimos y regresamos a nuestras habitaciones. Me pareció extraño no haber visto a Thoma en el banquete, supuse que estaba haciendo algún tipo de trabajo por ahora, yo también tengo trabajo que hacer, uno grotesco. Tan pronto mis pies pisaron mi habitación, cerré las puertas corredizas e ingresé en ella.
Al tomar la máscara Yaksha que descansaba en mi cintura, me di cuenta de lo tonta que había sido en realidad, mi máscara no era inusual en este lugar ya que por el diseño solo había un lugar donde existían, Liyue. Mi máscara fue la respuesta a la pregunta que me tenía comiendo la mente desde hace una hora, solté un suspiro y con mis poderes Adeptus, cambie el diseño de mi máscara. El diseño elegido fue sencillo, solo consistía en un rostro de ojos como un zorro junto a una sonrisa sonriente de un modo malévolo y de un color completamente blanco.
Para evitar que mi identidad fuese descubierta al entrar a la residencia Kujou debía cambiar mi apariencia. No voy a mentir, es excitante jugar al papel de asesina, quizás sueno un poco loca pero es divertido. Al menos si quiero jugar el papel de asesina me debo de hacerlo lo mejor posible.
En el otro mundo, he visto muchas series de masacres sangrientas que no son divertidas de ver. Las montañas de cuerpos moribundos, niños llorando o asustados, personas pidiendo clemencia, es algo que no me gusta ver cómo humana, sin embargo, como Yaksha es muy diferente. Ya lo dicho, como la máquina asesina que soy, simplemente no existe la palabra "piedad".
Observó mi apariencia en el espejo de cuerpo completo, veo otra versión de mi, que si no fuera porque en realidad soy una buena persona no dudaría en creer que soy la enemiga de la humanidad. Tomó mi sombrilla Wagasa escarlata que es decorada por unos diseños de flor del infierno, colocó la máscara sobre mi rostro.
Todo combinaba perfectamente.
La ilusión de un cuerpo masculino vestido de túnicas negras y rojas, una máscara que escondía su rostro, eso era lo que se veía a través del espejo y lo que él resto vería. La magia Adeptus es útil en estos casos, descubrir las cosas que podía hacer con esta magia no fue nada fácil, pero agradecida que al menos cambiara la apariencia de algún objeto y crear ilusiones, fuera lo primero que aprendía a hacer.
— Supongo que con esto bastará.
Me dije a mí misma, camine hacia las puertas corredizas que conectaban con el jardín para abrirlas con ambas manos y así observar el cielo. No sé cuánto tiempo había pasado, la noche ya había caído incluso cuando regrese del banquete, por lo que podría suponer que ya pasaban de las diez de la noche, las estrellas brillaban con intensidad, el viento soplaba con poca fuerza, era violento y nada fresco.
Perfecto para lo que se avecina.
Suspiré, observe la residencia de la Shogun Raiden desde la distancia. Las luces de la ciudad poco a poco se apagaban, incluso a lo lejos podía escuchar los rayos de una próxima lluvia, está era la razón por la que el viento era frío. Al cerrar las puertas corredizas, con un movimiento instantáneo, desaparecí de la residencia Kamisato para llegar al puente que conectaba con la residencia de la Shogun Raiden y el Clan Kujou.
La ciudad ya estaba sola, ni un alma había por los rumbos, excepto el Shogunato. Habían soldados en todas partes, caminando de un lado a otro observando que no hubiera intrusos. Ellos no me podrían ver aún, debido a la oscuridad de mis túnicas y la oscuridad de la noche, pude ocultarme perfectamente.
Entonces de un momento a otro camine, provocando que los cascabeles que adornaban mis pies sonarán para llamar la atención de los soldados. Ellos de inmediato miraron a todas partes buscando la dirección de la que provenía el sonido.
— ¡¿Quién está ahí?!
Un soldado que parecía ser el líder grito, me quedé quieta un momento hasta que un gato negro con un cascabel en su cuello salió de entre la oscuridad. Los soldados que cubrían la espalda de su líder y el mismo líder, soltaron suspiros de alivio, sonreí burlesca. Los cascabeles en mis pies volvieron a sonar de nuevo en cuanto el gato se marchó del lugar, el miedo se notó en los rostros de los soldados, del Wasaga saque una espada.
— ¡Aahh!
— ¡Ayuda!
— ¡Noo!
Por supuesto, aproveche que algunos soldados se alejaban lo suficiente para asesinarlos de la forma más sangrienta posible. El miedo fue creciendo, los soldados intentaban iluminar las zonas de dónde provenían los gritos pero lo único que encontraban eran los cuerpos sin vida de sus compañeros.
— ¡NO BAJEN LA GUARDIA!
Con una velocidad no muy lenta ni muy rápida, ataque a los soldados restantes, algunos daban peleas como otros no, el miedo los vencía y me hacían el trabajo más fácil. La sangre poco a poco fue creando un gran río, los gritos de agonía se escuchan por todo la ciudad, lo sentí en ese momento, ningun humano salió por el miedo.
Cuando mis pies pisaron la entrada de la residencia Kujou, un grupo de soldados me dieron la bienvenida a los cuales derribe con facilidad, dejando que sus cuerpos sin vida cayeran sobre el piso y lo mancharan con su sucia sangre, incluso mi máscara blanca fue manchada por la sangre.
— No permitiré que des un paso más.
Kujou Sara bloqueo mi camino. No me inmute ante su presencia, incluso si me amenazaba con una flecha cargada de Electro, no le temí en su lugar corrí hasta ella para atacarla mientras esquivaba las flechas lanzadas o las cortaba con la espada en mis manos. Al ver que el ataque con las flechas no funcionaban, Sara invocó su abanico de plumas para lanzar ataques de viento, nuestra pelea dejo de ser a larga distancia para convertirse a una pelea de cuerpo a cuerpo.
Sara es una adversaria fuerte, admiro su gran destreza en las peleas. Sin embargo el tiempo es oro y yo no tenía mucho tiempo, buscando una apertura para noquear a la usuaria electro, me moví con rapidez para atacarla y agotarla, hasta que con un movimiento hice una serie de cortes sobre su cuerpo los suficientes para que fuesen imposibles de esquivar y la agotarán con más facilidad, en realidad este ataque también me había agotado a mí.
Brazos y piernas tenían varios cortes, la sangre brotaba de cada uno de ellos. Sara ya se había agotado lo suficiente, respiraba con difícil mientras sujetaba su brazo derecho.
— ¡¿Quién eres?!
No le respondí cuando grito.
— ¡Responde!
Permanecí inmóvil desde el lugar en el que me encontraba mirándola. Pensé unos segundos en una respuesta, una que sonara poco creíble pero divertida.
— Shinigami.
La voz masculina salió de mi boca, de esta forma sería imposible que se me reconociera. Por la expresión de Sara, supuse que mi respuesta había cumplido con su objetivo, ella no lo creía y se veía sorprendida. Bueno, no se si existen los Shinigamis en esta nación o si creían en ellos, así que supongamos que sí.
— ¡Imposible! ¡Ellos no existen!
Oh, no existen pero si los conocen, perfecto.
— ¿Qué te hace creer eso, mujer Tengu? — pregunté imitando un tono burlesco.
Parece que Sara no tuvo una respuesta, pues se quedó en silencio unos segundos. Comencé a caminar hasta ella para llamar su atención con el sonido de los cascabeles, ella volvió a prestar atención y se puso en guardia cuando me vio caminar en su dirección, solté un pequeña risa antes de desaparecer unos segundos.
— Será mejor que permanezcas lejos, mujer Tengu.
Fueron mis palabras antes de noquear a Sara, la sujete para que no cayera al piso, luego la cargue y la coloque en un lugar más adecuado. Bueno eso fue bastante fácil. ¿Así son las masacres?. Alcé los hombros, camine a la residencia Kujou y entre en ella, siendo recibida por el gran salón, también por el líder del Clan Kujou quien sujetaba una Katana, al mirar su cintura pude notar el Engaño que brillaba en un color morado producto del elemento electro.
— Has hecho un desastre en mi residencia y has matado a muchos de mis soldados, yo como el jefe del Clan Kujou no te permitiré avanzar más — hablo sin bajar su Katana mientras yo permanecía inmóvil — te matare con este nuevo poder que he obtenido.
Sin poderlo evitar, solté una carcajada imitada de esas que los villanos hacen. El hombre frunció el ceño pero no bajo su guardia, admiré su determinación era impresionante, se veía muy seguro del mismo.
— ¿Crees que ese poder es suficiente para vencerme? Bien, entonces más vale que seas un digno rival.
Una vez que aquellas palabras salieran de mi boca, corrí hasta el jefe del Clan de la misma manera en el que él lo hizo, ambos chocamos nuestras espadas, en este choque de espadas podía observarse quien era más fuerte y quién era más débil, pero a Kujou pareció tomarle importancia pues se alejo para lanzar un ataque electro que esquive sin mucho esfuerzo.
La manipulación de Kujou sobre el Engaño se notaba el esfuerzo que le ponía, un esfuerzo que demostraba que no era el mejor porqué le costaba manipular su poder. Esto era normal, ya que no cualquier ser humano podía manipularlos sin el riesgo de perder su vida, varias veces lo había aprendido en el juego original.
Kujou lanzaba sus ataques, de vez en cuando nuestras espadas chocaban. Por respeto a su gran determinación, usaba mis habilidades Hydro para contraatacar, el agotamiento ya hacía efectos sobre el cuerpo de Kujou quien respiraba con dificultad.
— ¡¿No ibas a matarme?! ¡Eres débil!
Me burle de él al verlo agotado. Kujou soltó un gruñido y de nuevo corrió hasta mi para atacarme, cada ataque lo fui invadiendo y se los devolvía con más fuerza, a veces el hombre caía y se levantaba para seguir atacando. Si continuaba usando el Engaño, es posible que muera por eso y no porque yo lo asesine. Entonces lo vi utilizando más poder del Engaño, los quejidos de dolor se escucharon en todo el salón.
[¿En verdad piensas dejarlo morir?]
La ventana de estado pronto hizo su aparición frente a mis ojos al igual que la presencia de Yunqi que pude persivir, la sonrisa burlesca permaneció en mis labios.
¿Finalmente te dignas en aparecer, sistema de cuarta?
[¡¿A quién llamas sistema de cuarta?!]
Por supuesto que a ti, ¿ves a otro sistema además de ti?
Ya podía imaginarme su expresión.
[¡Hija de***!. Lo que sea, ¿dejaras morir al humano?]
¿Soy libre de dejarlo morir? ¿O de matarlo?
[Lo eres, pero dudo que lo hagas. Después de todo, la ilusión que creaste para fingir una masacre no durará más que alrededor de 78h. El tiempo suficiente para abrir el escenario principal]
Sonreí aún más.
Entonces haré mi trabajo.
Una vez dicho, levante la palma de mi mano en dirección a Kujou para cortar el engaño que colgaba de su cintura de esta forma cancelar la acumulación de energía electro. El hombre cayó sobre el suelo inconsciente y respirando de forma entrecortada, alcé mi espalda y ante su último aliento, la encaje sobre su pecho en donde permanecía su corazón, de una forma brusca saque mi espada.
— Tarea cumplida.
•••
¡Hola! Gracias a todos y a todas por esperar por este nuevo capítulo, ya estamos de regreso después de disfrutar la nueva actualización de Genshin Impact. Espero les haya gustado el capítulo y lo hayan disfrutado tanto como yo.
En algún momento haré las correcciones.
Gracias de nuevo a todos y a todas por leer.
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