No es que ella estuviera ciega, era la oscuridad lo único que había visto en los dos recuerdos anteriores y fue gracias a Azhdaha que había podido ver más allá de la oscuridad. Y ahora, ahora no había oscuridad, el sol estaba en su punto más alto entregando la calidez de su luz a las plantas y animales. Frente a ella habían miles —o quizás millones— de montes tan altos que la despistaban de la zona, llevándola a creer que estaba en el lugar equivocado. Bajo su mirada en donde supone estaría el Geovishap acompañándola, la cría también miraba de un lado a otro como si tratara de saber en dónde estaban.

Si la cría no lo sabía, ella menos.

Hasta que la cría movió sus pequeños piecitos en dirección sur y no quedó de otra que seguirla, la cría parecía saber a dónde iban, pues sus pasos eran seguros, no dudaba cuando tenía que dar la vuelta en alguna esquina. Agatha sólo la veía caminar mientras la seguía y miraba a la izquierda o a la derecha para saber dónde estaban, lamentablemente no reconoció el lugar.

¿Quizás los enormes montes eran el problema? Resulta qué Zhongli tenía razón cuando dijo que el antiguo Liyue estaba cubierto de montes y bueno, no es que no le haya creído, es solo que ella no recordaba en realidad. Con el tiempo ha ido recuperando los recuerdos de su yo Adeptus, así que es difícil para ella dar la razón de los hechos.

El sonido de un gruñido capta su atención. Lleva su mirada a la cría, sus cejas se juntan y una expresión confusa se dibuja en su rostro, tiene que levantar la mirada para darse cuenta de que es lo que mira el Geovishap. Sus cejas se levantan y sus ojos se abren con asombro, ve a Rex Lapis vestido con el hermoso traje blanco de Arconte, algo que en su vida siempre quiso ver; no bueno, en realidad desde que conoció a Zhongli. El hombre levita frente a Azhdaha —ah sí, el también se encuentra ahí pero ella esta más encantada por el hermoso hombre — y al parecer ambos hablan sobre algo que ella no escucha, en todo caso, ninguno de los dos se dan cuenta que ella y el Geovishap están mirándolos.

¿Siquiera lo pueden hacer? Agatha no lo sabe y espera que no se repita lo mismo como sucedió con el Geovishap. La cría golpea la pierna de Agatha con su pequeña cabecita para llamar su atención, baja su mirada para observarla.

— ¿Que sucede?

Usa un tono de voz bajo para que nadie los escuche aunque no está segura de si lo harán o no, prefiere tener cuidado. Agatha se pone de cuclillas frente a la cría y trata de ponerle toda su atención, no sabe que es lo que quiere porque no habla idioma dragarto así que es difícil adivinar que es lo que quiere. Sin embargo, la cría no tenía la intención de perder el tiempo jugando a las adivinanzas, por lo que su mejor plan fue morder la ropa de la mujer y jalar de ella dándole entender que la siguiera.

La mujer se dejó guiar por la cría aunque en su interior quería seguir admirando la belleza de Rex Lapis. Luego pensó, ¿Zhongli estaría dispuesto a vestirse como Arconte para suprimir ese sueño frustrado de ella? después negó con un gesto de cabeza, no podía pedir algo así, no quiere imaginar la cara de horror que podría poner.

Aunque no estaría mal que le haga un striptease privado usando el traje blanco de Arconte, sí nada mal.

Tanto la cría como ella caminan por un camino rocoso, el color de las plantas por las que pasan y miran al caminar, tienen un color amarillento a causa de la falta de agua que necesitan. El camino rocoso es algo pesado, las piernas humanas se cansan con facilidad y se llevan la mayoría de las energías de Agatha, no hace falta mucho para que la sed haga presencia en su boca y le exija agua. Dado que el camino es rocoso, a veces tienen que subir o bajar por el mismo, las subidas son lo más pesado.

— Buf...

La mujer suelta un suspiro cansado cuando llegan a su destino, Agatha no le presta atención a la zona, decide sentarse en el piso para descansar un poco y recuperar el aliento. También desea acostarse, pero este deseo lo reprime en el momento que sus ojos observan el exquisito material del piso, mejor dicho, de las escaleras en las que se encuentra sentada.

Escondida entre las largas montañas habita una hermosa construcción con un bonito paisaje con colores que se acoplan a su elegancia. Los alrededores están cubiertos por árboles de avellano los cuales adornan los pisos de piedra con sus hojas caídas, al igual que adorna las aguas cristalinas de enorme estanque con un claro puente de piedra, acompañados de los lotos y algunas linternas flotantes, dándole un hermoso toque al paisaje.

La construcción es sencilla pero bonita, y el edificio que se encuentra al fondo, es de tamaño pequeño, aún así se nota la dedicación puesta en la mano de obra. De hecho, es el que complementa la preciosidad del lugar.

Luego recuerda a su acompañante, entonces comienza a buscarlo por los alrededores durante unos segundos, lo llama con algún que otro apodo que se le ocurra, y no lo encuentra. Apretó el puente de su nariz con frustración y un segundo después, su vista logra encontrar a la cría Geovishap en la puerta del edificio al fondo.

— ¡Roquitas!

Trata de hablarle pero es muy tarde, la Geovishap entra en el edificio. Agatha golpea su frente y se esfuerza por reprimir un grito lleno de su frustración o jalarse el cabello, ahora es cuando comienza a arrepentirse de traer a la cría junto con ella. Cansada y rendida, se dispone a seguir a la criatura, no sin asegurarse de que no haya nada o alguien por la zona, no se veía y lo único que se escuchaba eran las aves.

Al estar frente a la puerta del edificio, nota los detalles decorativos, siendo el más distinguido el símbolo de Teyvat, la triqueta. No es extraño que aparezca, el problema es ese, que cuando aparece se significan "problemas", esto quiere decir que hay algo esperándola adentro del edificio. Por supuesto que no hay opción, tienes que entrar porque tienes que hacerlo.

Y es lo que Agatha decide hacer. Inhala y exhala pero no suelta el aire de su boca durante unos segundos incluso empuja las enormes puertas hechas de madera y entra en el edificio, sin voltear a ver lo que haya adentro, se toma su tiempo para fortalecer su mente mientras mira el bonito paisaje que hay afuera y finalmente se decide en soltar todo el aire acumulado. Cada músculo de su cuerpo se relaja y levanta la mirada para echar un vistazo, sin embargo sus ojos se abren con asombro.

¿Cuál es la palabra correcta para describir lo que ve en este momento? No tiene idea pero está asombrada. Al otro lado de la puerta del edificio, lo que uno encuentra al cruzarla es un paisaje de enormes montañas cubiertas de cristales color dorado brillante  y un precioso cielo nocturno cubierto de estrellas que giran en forma de espiral.

— ¿Qué es este lugar?

No obtuvo respuesta.

Las estrellas que giran como un espiral se reflejan en el par de océanos, es una vista irreal que ella nunca había visto antes, ni siquiera en su mundo lo había hecho. Sus pies se movieron con cuidado por el lugar, el camino bajo sus pies era adornado por rocas y pequeños cristales rotos que daban luz al camino por el que pasaba. Mientras caminaba también daba vuelta en alguna que otra curva, gracias a esto, se dio cuenta que la luna estaba presente en la zona y su luz la ayudaba a guiarse aún más por el camino.

Busco a su pequeño amigo con la mirada, pero no lograba encontrarlo por ningún lugar, de cierta forma comenzaba a preocuparle. Sin embargo, al levantar la mirada y entrecerrar los ojos para mirar lo que había a lo lejos, logró ver al Geovishap en una especie de altar donde se daban ofrendas. Aumento la velocidad de sus pasos para llegar pronto al lado de la cría vishap quién tomó una actitud contenta al verla llegar.

— ¡Cría del demonio!. La próxima vez que te vayas por tu cuenta te juro que te pondré una correa — gruñó mientras la apuntaba con su dedo índice en forma de acusación. La cría ladeó su pequeña cabecita de un lado a otro, no parecía entender las palabras de la humana, por lo que ni siquiera se siento mal por lo que le decía y al ver esto, Agatha tuvo que tragarse su coraje.

Regreso su atención hacia el altar de ofrendas. El altar estaba sobre una enorme roca donde habían dos velas largas que estaban en cada lado junto a unos frascos con plantas, además algunas tazas junto a unas botellas de vino e incienso, nada más, para los ojos humanos era un altar simple.

— Oye Roquitas, ¿Qué se supone que debo hacer en este altar? — miró a la cría con la esperanza de que tuviera las respuestas a sus dudas. Rápidamente se rindió al darse cuenta que estába actuando demasiado tonta.

Si quiera...¿Venir a este lugar traerá algún beneficio a la misión? Pensó sin quitar la mirada del altar y mientras lo analizaba con seriedad, miró de un lado a otro, buscando alguna pista importante que le pudiera ayudar, incluso tocó la roca para saber si escondía algo en ella.

— To'che — exclamó feliz cuando sintió como un pedazo de la roca se movía. Cómo era obvio, debía retirarla para ver el contenido que escondía y lo que encontró fueron oraciones escritas en idioma Teyvatno:— "Entre los grandes montes se firmó un contrato, donde el sol fue el testigo y las raíces se convirtieron en los registradores, para que así el destino fuera sellado."

Conforme las palabras salían de su boca y escuchaba lo que leía, sus cejas fueron bajando lentamente juntándose una a la otra hasta que su frente se arrugara, al principio creyó que no había logrado entender bien las oraciones, así que volvió a leerlo una vez más e ignoro lo que había a su alrededor, se repitió este mismo suceso dos veces más y en la quinta vez, ella decidió rendirse.

Se tomó su tiempo en analizar las palabras grabadas en la roca, tuvo que tomar un poco de la información que había leído en el juego original para llegar a una conclusión. No fue fácil, se rompió la cabeza al tener que quemar todas las neuronas que le quedaban para ese día, llevo una mano a su barbilla y miró a los ojos a la cría Geovishap, luego habló.

— El contrato de Azhdaha y Morax que quedó registrado en las líneas ley para formar parte del destino de Teyvat y el testigo quién hará que la verdad de esté contrato salga a la luz es... — se detuvo unos segundos como si estuviera pensando en la respuesta correcta —: "Aether".

Un extraño silencio se formó, antes todo parecía tranquilo y sin ningún sonido, ahora lucía como si el tiempo se hubiera detenido. Este silencio incómodo, era tenebroso y despertaba cada uno de tus sentidos para alertar del próximo peligro. Agatha miró a la cría, el vishap ladeó su pequeña cabecita y miró a su alrededor como si también sintiera los nuevos cambios en el área pero no parecía asustado.

Agatha estiró su brazo y se concentro para invocar un arma de Hydro, sin embargo, el lugar comenzó a temblar y comenzaron a aparecer monstruos del abismo. Su concentración poco a poco se fue perdiendo  por lo que ya no podía pensar en el arma adecuada para defenderse, los monstruos corrían en dirección a ellos con sus armas en la mano.

Apretó los dientes, el sudor recorría su frente al gastar tanta energía en su concentración, cerro sus ojos y trato de imaginar el arma. Vishap se acercó a ella para defenderla de los monstruos que se acercaba usando su cuerpo como escudo, no recibía muchas heridas gracias a la dureza de su lomo cubierto de rocas y cristales.

— ¡¡Grrr!!

El gruñido de un Lawachurl se escuchó al fondo, a su lado aparecieron dos Samachurl, los tres compartían el mismo elemento: Geo. El vishap supo entonces que no podría aguantar tanto como le gustaría, llevo su mirada a su acompañante pero ella aún no lograba invocar ninguna arma, el Lawachurl se preparó para saltar sobre el vishap para aplastarlo, los Samachurl se convirtieron en su apoyo y le colocaron un escudo al Lawachurl.

Roquitas sintió como era marcado por el Lawachurl con un círculo dorado, lo vio saltar a una gran altura dispuesto a aplastarlo, el vishap se preparó para recibirlo aunque eso significaba terminar herido. Pero a tan solo unos centímetros de que el Lawachurl lograra aplastarlo, una barrera de medio círculo lo protegió y el Lawachurl fue lanzado con fuerza. El vishap levanto su mirada para observar a la persona que lo había protegido, descubriendo que era la humana quien tenía un mandoble incrustado sobre el suelo y parecía enojada.

— ¿Por qué...? ¡¿Por qué un Mandoble?! — gritó mirando el arma hecha de Hydro, la cría no entendió el enojo de la mujer, pero agradeció que lo hubiera protegido:— Tks, un catalizador al menos me hubiera más libertad para usar Hydro.

La escucho refunfuñar, luego ella bajo su mirada para verlo, su semblante se suavizo.

— Lo siento, gracias por protegerme — sintió la calidez de la mano ajena sobre su cabeza, el vishap cerró sus ojos y disfruto de gesto —: Lo mejor es que nos vayamos de este lugar, no hay pistas ni señales de la erosión de Azhdaha.

La cría vishap miró a la mujer cuando escuchó su nombre salir de su boca, Agatha no se había dado cuenta de esto y sólo le había sonreído cuando quitó su mano. Sintió como algo comenzaba a tomar color dentro de su mente y varios recuerdos se aclararon.

[¡Has obtenido la tercera pista! Continúa trabajando duro hasta obtener todas las pistas correspondientes 3/3 ]

[¡Has logrado recuperar los recuerdos pasados de Azhdaha! ¡Completa el último desafío!]

Agatha no pudo evitar fruncir el ceño al leer las dos ventanas de estado que habían aparecido, la confusión fue evidente en su expresión.

— ¿Qué..? — las palabras se quedaron en su boca, otra ventana de estado apareció frente a sus ojos.

[Para completar el último desafío, el usuario tendrá que viajar al cuarto recuerdo ya que la raíz de la erosión se encuentra ahí, tendrá que destruirla para que la erosión sea eliminada por completo. Si la erosión no se elimina, entonces el destino de Azhdaha no cambiará.]

La mano que sostenía la empuñadura del Mandoble se apretó con más fuerza causando que los nudillos perdieran color, volviendo blanco por la fuerza ejercida. Los monstruos del abismo comenzaron a golpear la barrera que los protegía, los 30 segundos de duración se estaban terminando, por lo que pronto desaparecería. Agatha no lo pensó dos veces antes de sacar la punta del Mandoble que estaba incrustada en el suelo, debido a su poca fuerza, le costó un poco lograr sacarla ya que el Mandoble era más pesado y ella no tenía una fuerza sobrehumana.

Con cierta dificultad, Agatha balanceo el Mandoble y realizó tres cortes sobre el aire, en el último, lanzo un ataque de Hydro; una ráfaga de Hydro cortante  que elimino la primera oleada de enemigos. La segunda oleada apareció pronto, pero Agatha y el vishap ya habían comenzado a correr a la salida. Gracias a las capacidades de su naturaleza, el vishap podía arrastrarse sobre los suelos, lo que le permitía llegar más rápido. Debido a esta capacidad natural, Agatha no evitó poner una expresión que demostraba toda su envidia.

Ambos llegaron a la salida, de inmediato la fémina abrió la puerta para poder salir y los dos salieron. La fémina se encargo de cerrar la puerta, ninguno de los dos había notado la nueva presencia hasta que Agatha dio media vuelta para irse, su cara chocó contra una dura pared, extrañamente blanda.

Subió sus manos por la extraña pared y sin embargo, está tenía una textura extraña. Sus manos continuaron explorando un poco más, luego su expresión se volvió confusa cuando bajo la mirada al piso, había un par de pies descalzos. Las alertas en su mente se encendieron y ella sin quitar sus manos de la "pared" se separó para poder ver aquello con lo que chocó.

— ¿Bonanus?

— ¡¿Zhongli?!

Agatha abrió la boca y la cerró al instante. No, este no era Zhongli o al menos no el contenedor humano, esta era la parte divina del Zhongli, el Arconte Geo: Morax. Sus ojos bajaron lentamente a sus manos, las puntas de sus orejas se tornaron carmesí, luego las quito rápidamente.

— L-lo s-siento...

Ante los ojos del Arconte, la Bonanus que veía ahora, tenía una apariencia muy diferente a la que él conocía. Por esa razón no pudo evitar observarla con atención para buscar las diferencias. Agatha se sentía intimidada, su cuerpo reaccionaba ante la familiaridad de la presencia de Morax y la verdad es que le era difícil mirarlo a los ojos.

[El portal hacia el próximo recuerdo ha llegado, se cerrará en 10 segundos]

[10]

[9]

El conteo regresivo comenzó, Agatha busco con la mirada a la cría vishap pero ya se encontraba en el portal, no había entrado aun, la estaba esperando. Con todo el nerviosismo dentro de su sistema, se atrevió a mirar los ojos ámbar del Arconte Geo, ambos hicieron contacto visual por un segundo.

[7]

Este es un recuerdo de Azhdaha, Morax es parte del recuerdo, no me recordara. La mente de la Yaksha se vio envuelta en un conflicto al planear en su mente una acción vergonzosa. El Arconte Geo levanto una de sus cejas, no aparto su mirada de ella y lo cierto, es que estaba bastante entretenido al verla murmurar.

[6]

Entonces, Agatha tomó su decisión.  Morax sintió como un peso extra apareció en sus hombros por lo que  su mirada se dirigió a sus hombros y notó las manos femeninas. La curiosidad lo envolvio y quiso averiguar lo que Bonanus tramaba, sin embargo al momento de dirigir su mirada a la Yaksha sintió algo cálido tocar sus labios.

[5]

Agatha no tenía los ojos abiertos, en realidad estaban cerrados. Ella no se dio cuenta que su plan había salido un poco mal, Morax tampoco esperaba que alguien invadiera sus labios, a pesar de que el toque era cálido y tierno, él solo miró aquellos ojos cerrados unos segundos antes de decidirse en mover sus labios sobre los ajenos. Pero no lo hizo, ella había abierto sus ojos y notó el gran error de su plan, está se convirtió en la primera vez que vio un tomate humano.

[4]

Agatha escapó del Arconte, quién no dejo de tocarse los labios.

••••

JAJAJJA DIOS MÍO que impulsiva fue esta mujer, no la culpo, yo habría hecho lo mismo en su lugar. Digo, cualquiera aprovecharía este tipo de situaciones o al menos una gran parte.

Espero que el capítulo de esta semana les haya gustado. Estoy enferma, por eso me retrasé dos semanas de más, pero bueno lo importante es que actualice.

Cierto, es la primera actualización del año. Bueno, se que es tarde pero feliz año nuevo queridos y queridas, que este año les traiga miles y miles de triunfos. Muchas gracias por su continúo apoyo.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Ah sí, luego corrijo los errores.