Capítulo 65

— ¿Y bien? ¿Que haremos con esa cosa?

Childe mantiene su atención sobre Azhdaha, mirando como este se recuperaba con facilidad del reciente ataque. Cómo uno de los guerreros más fuertes que sirvió al patrono de los contratos, el poder del rey Dragarto era superior. Según en los registros de historias viejas de Liyue, se decía que Azhdaha era incluso más fuerte que Morax. Y mentira no es, el propio Rex Lapis podía admitirlo sinceramente, él tuvo problemas cuando selló a su compañero, pues su poder no era suficiente para someterlo él solo, así que otros Adeptus tuvieron que ayudarlo.

Sabiendo esto, para Tartaglia era inevitable esconder su sed de batalla, bastaba con ver lo poderosa que es la criatura, si es cierto que Azhdaha es más fuerte que el mismo Rex Lapis, entonces debe ser el primero en la fila para descubrirlo, ¿que mejor si no es una pelea?. A este zorro hambriento por la batalla no le importa que tan fuerte sea su oponente, incluso si es más fuerte que él, es un reto que debe superar él mismo, después de todo tenía a la mano tres poderes distintos: la visión, el engaño y el legado del mal, este último era el más agotador, el que consumía la mayor parte de su energía.

Un chasquido de lengua suena a su lado derecho, tiene que bajar la mirada para darse cuenta de que su compañero Heraldo es quien hace ese sonido y lo único que logra ver es el rostro tallado en el gran sombrero, también nota el engaño anemo que cuelga de sus ropas, es la primera vez que lo ve. Cree recordar que Scara es el único de los heraldos que no lo lleva el engaño todo el tiempo, todo lo contrario al resto, algunos de ellos lo llevan en la cintura, otros en la espalda o en el hombro, cualquier lugar que sea discreto y visible a la vez.

— Es más fuerte que tú — advierte sin mirarlo, los brazos del balista se cruzan sobre su pecho. Ambos miran a Azhdaha caminar en su dirección y tienen que estar alerta por cualquier ataque sorpresivo.

Tartaglia no esconde la sonrisa que se forma en sus labios e invoca dos cuchillas hydro. Scaramouche no parece tener la intención de detenerlo, así que una vez que Childe confirma esto, corre a una velocidad sobrehumana para atacar al Dragarto en su forma humana. Una batalla de cuerpo a cuerpo comienza entre aquellos dos, sus niveles parecen igualar en su momento, la risa de Tartaglia resuena en el área, se divierte como todo un niño. No pasa mucho cuando Azhdaha lo lanza contra las rocas de la zona logrando que el cuerpo humano se impactará contra ellas y su risa se apagará. Tartaglia logra recuperarse con rapidez, escupe la saliva cubierta de aquel sabor a hierro, limpia su labio inferior con el dorso de su mano y las comisuras de sus labios se elevan en una sonrisa divertida. Las  cuchillas son reemplazadas por una lanza electro y el poder del engaño de ese hambriento zorro, hace su aparición.

— Es un idiota.

Scara no está preocupado por su compañero, sabe a la perfección que no podrá resistir mucho tiempo peleando contra aquella lagartija, así que debe aprovechar que el saco de boxeo está haciendo su trabajo e intentar despertar a su madre. Gira sobre sus talones y cambia la dirección de sus pasos, observa la enorme esfera de agua que está levitando sobre su madre, hay nuevos cambios en esta que antes no había y ahora puede darse cuenta de ello, una energía se mueve en el centro del agua y se esparce por toda la esfera.

Un grito así como una nueva presencia de poder llama su atención, baja la mirada para echar un vistazo, ahora Tartaglia pelea con su transformación de Legado del Mal. Si su batalla ya era feroz, ahora era aún más feroz. La forma humana de Azhdaha luce agotada pero su poder ni siquiera se ha debilitado, lo cual satisface al hambriento zorro que disfruta de su combate.

¿Cuánto tiempo podrá durar más Tartaglia peleando contra esa lagartija?

Las cosas en el exterior no parecen ir bien, Scara aún podía sentir las perturbaciones que había a fuera de la zona. No era necesario ser inteligentes para notar esto, bastaba con ver las perturbaciones que había en las líneas ley, las cuales brillaban como las raíces de un enorme árbol.

Scara regresa su vista al escudo en donde su madre está encerrada, la observa y nota la tranquilidad en sus facciones así como el brillo de las marcas en varias partes de su cuerpo, esto llama aún más su atención. Observa aún más y presta atención a cada detalle por muy pequeño que sea, analiza y trata de buscar una respuesta en su mente sobre el estado de su madre, aunque no lucía como tal, era obvio que Agatha meditaba en su conciencia.

El sonido de un fuerte golpe lo regreso a la realidad, llevo su mirada a la batalla entre el humano y ser elemental. Si, definitivamente ahora Tartaglia estaba siendo aplastado por aquella Dragarto, pero aún así, la resistencia del humano era alta y daba la suficiente pelea para cansar al Dragarto tal y como era el plan de Yunqi desde el principio.

Para el arrogante hombre que miraba todo a través de la ventana de estado, le complacía saber que su plan salía a la perfección. Las señales de agotamiento en el cuerpo de Azhdaha comenzaban a notarse y todo era gracias al humano hambriento por las batallas que lo daba todo, lo único que lamentaba era eso, que Tartaglia era humano y por lo tanto, no duraría más. Su mirada cambio de dirección, ahora miró a la marioneta que veía con ojos preocupados a la Yaksha, luego miró a su clienta que aún no habían señales de que reaccionaria pronto.

Yunqi no estaba preocupado, sabía que Agatha despertaría pronto pero le irritaba que le tomara tanto tiempo. La respiración del rey Dragarto comenzó a ser irregular, la velocidad de sus ataques había disminuido casi al mismo nivel de Tartaglia, debido a esto, los sentidos de la criatura comenzaron a ser afectados cuando la energía de la erosión hizo acto de presencia y rodeó su cuerpo por completo.

Sus ojos escarlatas brillaron con furia, su poder se descontroló y la enorme cola de la criatura lanzo a Tartaglia contra las rocas al tomarlo desprevenido. Esta vez, el humano tardo más en recuperarse y en ese momento Azhdaha ya había llevado su atención a la Yaksha como si supiera que tenía que deshacerse de ella y esto alertó a la marioneta quién no dudo en ponerse en frente del escudo para proteger a su madre.

Desde ahora debes tener en cuenta que no es fácil enfrentarse a un ser elemental, pues estos son mucho más fuertes que cualquier otro ser, su fuerza y poder son increíblemente grandes. Scaramouche no le temía pero sabía que no es un oponente fácil, aún así no estaba dispuesto a rendirse si tenía que pelear de nuevo con el dragarto, nunca subestimes a tu oponente por más débil que se vea.

Azhdaha corrió dispuesto a impactar sus cuernos contra el escudo mientras que la marioneta se preparo para recibirlo. Ninguno de los dos esperaba que de la enorme esfera de agua que levitaba sobre sus cabezas, salieran cadenas de Hydro dispuestas a encadenar a la enorme criatura víctima de la erosión, fue una sorpresa cuando estás salieron disparadas en su dirección y comenzarán a rodearlo para someterlo. Entonces tras notar que no se escaparía, el Baladista dejo escapar un suspiro de alivio.

— Hiciste un gran trabajo, Haifeng.

Una suave y cariñosa voz sonó a su lado, la marioneta levanto la mirada para observar los ojos oceanicos que lo miraban con amor maternal. Su pecho que se sentía cálido, lo guío a llevar una de sus manos a ese mismo lugar de forma inconsciente.  Bonanus llevo una de sus manos a los cabellos de su hijo y dio un par de palmadas, dejo un beso en la frente de la marioneta quién seguía sumido en sus pensamientos, sonrió con calidez y luego su semblante se volvió serio cuando miró a Azhdaha, camino en su dirección.

— Se que no te llevas muy bien con Ajax, pero asegúrate que se encuentre bien.

Bonanus miró sobre su hombro a su hijo, en ese instante Scara salió de su trace y miró confuso a su madre. No conocía aquel nombre, así que le costó entender a quien se refería, pero con una señal de la mujer logro entenderlo y asintió con un mohín en sus labios, camino en dirección donde se encontraba el humano. Una cosa que llamo su atención, fue aquel nombre que su madre había usado para referirse a Childe, para él fue la primera vez que lo escuchaba y aunque sabía que el humano tenía un nombre real no sabía cuál era en realidad, después de todo, una vez entras en los Fatui, significa que te abandonas a ti mismo.

De todos modos, ya me preguntaría después.

•••

¡Regresamos!

Creo que no ha pasado el mes, pero no importa. Estoy feliz de volver a escribir y sobre todo de actualizar está historia.

De nuevo, gracias por todo su apoyo y sus hermosas palabras, han sido una gran medicina motivadora.

Nos vemos pronto en la siguiente actualización.

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