Capítulo 64


Era poco lo que faltaba para llegar al final de la energía Hydro, cuando a lo lejos, ya sé podía observar un pequeño punto de luz brillante qué al irse acercando, este se convertían en un círculo mucho más grande. Su cuerpo cayó sobre ese mar compuesto de su propia energía Adeptus, la sensación que sintió al tocarla fue familiar para ella, era como estar sumergida en el fondo del mar y nadar sobre este, era como nadar sobre el agua de este mismo fondo de mar; la fuerza de gravedad era la misma.

Pero había algo más, una calidez que ella no olvidaría jamás. Era el calor de un vientre maternal, aquel que su yo humana experimento hace veintiocho años atrás cuando ella nació. Se sentía protegida al estar en ese lugar, se sentía feliz porque esa sensación familiar la calmaba, pero también la hacía sentir triste, ella extrañaba a su familia humana que desde hace meses ya no ha visto.

Una serie de preguntas vinieron a su mente: ¿Cómo estarían? ¿El tonto de su hermano menor estaría bien? ¿Su madre y su padre sonreían? En ese momento dentro de la energía adeptica se crearon reflejos de las caras familiares, sonrió con nostalgia, ella no los olvidaría jamás aunque ahora ya no podía verlos.

Unos hilos blancos brillantes que sobresalían del dorado, llamaron su atención cuando desaparecieron las imágenes de su familia. Giró su cuerpo y siguió los hilos blancos con la mirada, habían más de ellos que se conectaban en cierto punto.

Mirando aún más abajo en el centro de la zona, fue ahí cuando la vio.

En una posición fetal rodeada del dorado puro perteneciente a la energía Adeptus, estaba ella, su parte Adeptus. Parecía un bebé en el vientre de su madre; con la única diferencia es que ella no era un bebé. Su cuerpo estaba desnudo, no había ropa que pudiera cubrirla, suspiró aliviada ya que era la única en ese lugar por lo que no tendria que pasar vergüenza.

Nadó en aquella dirección con la intención de acercarse más para mirar a su yo que se encontraba en el centro de la zona. Agatha paró a unos cuantos centímetros para observarla bien, dormía tranquila sin que nada le molestara, había una sonrisa dibujada en sus labios que demostraba lo complacida que se encontraba ahí dormida. A Agatha le dió pena tener que despertarla, realmente no quería pues se veía cómoda, soltó un suspiro y observó la bola de energía color azur que se encontraba en sus manos, luego regreso su mirada a su yo Adeptus.

No tenía idea de que se suponía que debía hacer para unir ambas energías, así que las acercó una contra la otra a una distancia prudente y espero alguna reacción entre ambas como en las películas de fantasía que solía ver en el otro mundo. Era estupido creer que una escena típica de películas sucedería en esos momentos, sin embargo, ella quería vivir una de esas fantasías; aunque con todo lo sucedido actualmente, podría decir que ya lo vivió. Observó como el Yin azur en sus manos flotó de su mano hacia el vientre del cuerpo Adeptus y bajo la atenta mirada de la mujer, ambas energías se unieron, como espero no hubo ninguna reacción exagerada.

Miro con ojos decepcionados la unión de las energías y luego espero que el cuerpo Adeptus despertara para que le diera un ridículo discurso de sus vidas pasadas, se rio de ella misma, era una tontería. No fue sorpresa que nada de eso ocurriera dado que está es la realidad. Suspiro por tercera o cuarta vez en el día, ya había perdido la cuenta, ahora debía buscar la salida de ese lugar. Miró de un lado a otro pero no encontró ninguna salida, pensó que tal vez con cerrar sus ojos y concentrarse, despertaría en el mismo lugar donde Indarias la había llevado.

Por más que en su mente sonaba como una idea ridícula, Agatha cerró sus ojos y se concentro para lograr "despertar" al otro lado. Indarias observó la unión de las energías con una sonrisa pintada en sus labios, su hermana menor había tenía éxito, la energía adeptica y la energía Hydro ya se encontraban equilibradas. Dió un pequeño toque en la frente de su hermana con su dedo índice para despertarla.

Gracias a esto, Agatha pudo visualizar un espiral blanco que se formaba dentro de su mente. Los esfuerzos de la Yaksha Hydro para buscar la salida no habían funcionado y realmente estaba comenzando a pensar que las películas de fantasía no servían de nada. Hasta ahora, era sorprendente que las técnicas de entrenamiento funcionaran, sobre todo y teniendo en cuenta que el sistema de mierda no servía de nada.

Claro, si lo pensaba, dentro de las novelas coreanas, chinas e incluso japonés que leyó algunas vez y tenían sistemas, los protagonistas se las debían arreglar por sus propios medios, al menos algunos. Hay protagonistas que la tienen más fácil, pues reencarnan en mundos de novelas o historias que hayan leído y al saber la historia de los personajes o de la historia misma se convertían en su mejor arma. Se podría decir que ella estaba en las mismas, el problema es que la historia de juego original no está completa y ella no conoce nada más que la situación futura de Inazuma.

Golpea su frente con la palma de su mano, estaba tan distraída que no notaba a la mujer pelirroja que la miraba en silencio con ojos llenos de diversión por cada expresión que hacía, solo esperaba que Bonanus la notará o se diera cuenta de su presencia, tal parece que este no sería el caso, ella estaba sumergida en sus pensamientos.

Había varias opciones que Indarias podía usar para llamar la atención de su hermana, sin embargo, optó por la más tranquila que fue carraspear para que Bonanus le prestará atención. El sonido encendió el sentido auditivo de la menor, levantó la cabeza y fue recibida por una pelirroja sonriente con ojos de media luna.

— Indarias...

La sorpresa se notó en su voz.

— Si algo te está dando problemas, ¿te gustaría compartir tus pensamientos?

¿Acaso este mundo quería ser amable con ella? gracias dioses por darle una hermana tan amable y cariñosa a Bonanus. Sintió sus ojos aguardarse por la tranquilidad que sintió por aquellas palabras, Musatas no fue consciente que había salvado un alma que fue derrotada por un estúpido sistema que no servía de nada.

Agatha golpeó sus mejillas con las palmas de sus manos, el rojo vivo ardió en ambas debido al dolor y las marcas de sus dedos no desaparecieron hasta después de un rato.

— ¡Muy bien! ¡Estoy lista para el siguiente paso!

Alzo su puño al cielo artificial y con la cara hinchada sonrió de oreja a oreja. Musatas soltó risas divertidas que fueron ocultas tras las mangas de su traje tradicional, observó a la menor tomando la posición de loto al estar sentada, parece que ya no había necesidad de que ella le ayudará.

Las marcas de su frente se volvieron de un azul más brillante, al igual que las puntas de su cabello. La energia oscura de la deuda karmica hizo aparición, incluso la máscara Yaksha de dos rostros que descansaba en su cintura comenzaba a reaccionar a la energía que la rodeaba, oscuras sombras y malos espíritus llegaron, los gritos de agonía y sufrimiento sonaban en esa zona, más no parecía que la Yaksha Hydro sufriera por la deuda karmica.

En el exterior todo era distinto, la tierra al parecer no tenía la intención de querer calmarse, no había dejado de temblar y los monstruos del abismo no dejaban de aparecer, por lo que el guardián Yaksha junto a los Adeptus longevos tenían que permanecer luchando por más tiempo. Scaramouche tampoco la tenía fácil, por más marioneta que él fuera, su cuerpo comenzaba a ser víctima del cansancio, respiraba con dificultad y su cuerpo tenia varias heridas.

Metió la mano dentro de su ropa, miró lo que había sacado de esa zona, un instrumento que a cada Fatui se le había entregado. Él nunca lo uso, desde el primer día en que se le fue entregado bajo la atenta y fría mirada de la emperatriz de hielo, Scaramouche no había usado ese engaño.

Estás equivocado si crees que es porque podría debilitarse, él no es como esos tontos humanos. Es fuerte, sólo que su opinión sobre los engaños es muy distinta a la de otros, los engaños para él son basura que sirven para alimentar la debilidad humana al igual que las visiones. Él, no necesita ese poder, pero ahora no tenía otra opción que usarla ya que el elemento que se le fue heredado desde su nacimiento, no era suficiente.

Bufo, colocó el engaño en un buen lugar en su cuerpo y lo activo. La energía del elemento Anemo corrió por cada centimetro de su cuerpo, pudo sentir como el Anemo y Electro se combinaban entre ellos, un gemido doloroso abandono sus labios, odiaba esos engaños pues a pesar de todo el podía sentir el mismo dolor que los humanos sentían al usarlo, no le gustaba admitirlo, era una de las cosas que odiaba.

Azhdaha que ya ni siquiera estaba en su forma original, espero unos segundos antes de volver a lanzar uno de sus ataques Cryo, siendo fácilmente esquivados por el Baladista. Scara corrió y brinco cuando estaba a unos cuantos pasos del Dragarto, lanzó rafajas de viento cortante, ataques que fueron recibidos por Azhdaha. Ambos intercambiaron ataques por un rato hasta que se cansaron y decidieron pelear cuerpo a cuerpo.

En pocos segundos, Scaramouche fue lanzado contra las rocas que se encontraban en la zona. Azhdaha no se tomó la molestia de ser paciente y esperar a que el otro recuperará algo de oxígeno, en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba frente a la marioneta tomándolo del cabello con fuerza. Scara soltó quejidos de dolor, a pesar de lo maltratado que se encontraba su rostro cubierto de hematomas y rastros de sangre, este no dejaba de ser hermoso.

— ¿Finalmente te rindes?

Scara abre uno de sus ojos para observar al Dragarto en su forma humana y ríe como si disfrutará lo que estaba viviendo en esos momentos. Azhdaha lo miraba en silencio, sus frentes estaban arrugados con un ceño fruncido, sus ojos brillaban hambrientos.

— ¿Crees que me rendiría ante un ser miserable? Eres patética, maldita lagartija.

Escupió con burla, la cual fue borrada cuando Azhdaha golpeó su abdomen y lo lanzo al centro de la zona dispuesto a atacarlo con otra de sus técnicas. La mirada índigo se centro sobre las rocas del techo, el brillo de estás era hermoso, luego miró de reojo al lagarto que preparaba su siguiente ataque y finalmente a su madre que aún seguía sin reaccionar.

Muchos pensamientos llegaron a su mente en ese momento, como el simple hecho de que ahora luchaba contra un Dragarto para proteger a alguien, era patético. Después de lo sucedido hace muchos años, de tantas traiciones que vivió, pensó que no volvería a confiar en nadie más o que daría su vida, ahora lo hacía y no se sentía incómodo con eso, comenzó a experimentar nuevas cosas sin darse cuenta y por más que no quería admitirlo, nuevos sentimientos fueron naciendo. El corazón que tanto busco alguna vez ya no parecía ser necesario, pues sentía como los humanos aún sin este, esa mujer que se autoproclamó como su madre, lo había cambiado en tan solo unos meses de conocerse.

"Madre", tampoco sonaba mal llamarla así. Hubo una persona en el mundo a quién considero como su madre en toda su vida, pero esa persona había decidido abandonarlo a su suerte. En el fondo cree que ella lo dejo porque quería que fuera feliz y sin embargo no la puede perdonar, él la amaba como un niño que ama a su madre al nacer, pero esa mujer traicionó su amor y Scara no podía verla con el mismo amor que antes.

Es su creadora, pero no su madre. En cambio Agatha, a pesar de no haberlo creado ella le daba el amor y la calidez de una madre. Lo protegía, lo miraba con ojos amorosos aunque él la rechazará por miedo, a ser traicionado y a ser abandonado de nuevo, se rió de él mismo, el mundo era irónico en ocasiones. Y sin darse cuenta, aguas saladas abandonaron sus ojos, la pluma que adornaba en su cabello, brillaba de un bonito color blanco. La sorpresa sin duda fue grande, está era la tercera vez que lo hacía.

— Vaya, Scaramouche. No creí que te encontraría de una forma tan patética.

Unos ojos azules que brillaban con burla, entraron en su campo de visión. Su frente se arrugó en un ceño fruncido, limpio sus lágrimas con rapidez y se levantó del piso, ni siquiera noto cuando el estúpido niño había entrado en la zona y hirió al Dragarto.

— Mueve tu estúpido trasero y no estorbes.

Tartaglia soltó una fuerte carcajada que se escuchó en todo el lugar.

— Creo que el que estorba es otro.

Scaramouche hizo su mayor esfuerzo para no sacarlo a patadas del lugar, solo chasqueo la lengua.

•••

Actualización llegandooo.

Aviso para todos, ¡entramos en descanso!
no habrá capítulos hasta la tercera semana de diciembre, es decir como en un mes, esto debido a qué estoy en los finales del semestre y tengo muchas cosas que entregar, así que no andaré del todo bien como para escribir la historia.

Por tanto, tomaremos un mes de descanso. Realmente les agradezco mucho el apoyo que le han dado a la historia, hemos llegado a 70K de vistas y casi 10K de estrellitas, es un gran logro del que me siento orgullosa.

Cómo saben, mencioné que la historia sería larga y tendría alrededor de 100 capítulos, pero creo que serán más, no lo sé en realidad aún. Así que si les preocupa que abandone la historia, están equivocados por qué escribiré hasta el final, incluso si algunos se aburren de ella o la dejan al final.

También, aprovecharé este mes para corregir errores que ví por ahí al releer la historia, jaja es penoso pero no puedo hacer nada ya que lo escribo cuando más concentrada estoy.

Bueno, nos vemos dentro de un mes. Gracias por llegar hasta aquí.

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