Capítulo 6
No sé cuántas veces he dicho lo mismo, pero no pude evitar pensar en lo increíble que se veía el edificio frente a nosotros. Una enorme mansión, pintada de un color vino y a su alrededor enormes cultivos de uvas, un poco más lejos podía verse un enorme lago que separaba Mondstad y Liyue.
Así es, ese enorme edificio es el Viñedo del Amanecer. Lugar donde iniciaba la segunda parte de la misión Arconte. Aether, Paimon y yo nos encontrábamos caminando por el cultivo de uvas, una que otra vez se me abría el apetito y quería comer una, la curiosidad por su sabor era grande, más me contuve.
Sentía mi corazón latir a un ritmo acelerado, el significado de eso, era por el dueño del Viñedo. Conocería a Diluc más pronto de lo que pensé que haría, los nervios eran grandes. Mi cabeza se llenaba con pensamientos de mi primer personaje de cinco estrellas. ¿Le caería bien? Me pregunta una que otra vez, me encontraba nerviosa y mis manos sudorosas eran la prueba de ello.
[¡Buen día, estimada viajera!]
Una ventana violeta apareció frente a mi. Al principio brinque por el susto, más me calme cuando vi que se trataba del sistema. Mi expresión se volvió fría, mientras miraba con monotonía aquella ventana de actitud energética. Cómo ya era costumbre, no saludé ni hable al sistema, sabía que no me contestaría lo que yo quisiera o me hablaría como yo esperaba.
[ Nos hemos dado cuenta que tu avance dentro de Mondstad ha sido muy poco. Estas por iniciar una misión importante y notamos que no has aprendido a manejar tu visión y habilidades. Además que aún no tienes un arma, ni has seleccionado una. ]
Las palabras escritas en mi idioma fueron apareciendo conforme leía. Pronto otra ventana apareció al lado derecho de la que se encontraba frente a mi, en ella mostraba el tipo de armas que tenía para seleccionar. En el lado izquierdo apareció una ventana más, sólo que esta mostraba más detalles sobre mis atributos, constelación y talentos. Me di cuenta que mi constelación se trataba de una ave de cuatro alas.
[ Cómo puedes observar en la ventana derecha, se encuentra los tipos de armas que puedes elegir. Es importante que elijas con la que creas te sentirás más cómoda, también no olvides que solo puedes escoger una y no más de una. ]
[ Pero antes de que escojas una arma, hablemos primero de tu visión Hydro, tus talentos y la deuda karmica. ]
[ En el pasado como ya sabes, Bonanus fue una de las más afectadas por la deuda karmica. Lo que ocasionó que matara a uno de sus hermanos Yaksha y al igual que en el pasado, la deuda karmica te afectará a ti y aquellos que estén cerca tuyo, el viajero es una excepción al igual que los Arcontes. ]
Conforme leía, fui frunciendo mis cejas. Tal declaración del sistema no me gustaba, desconocía el dolor que podría provocar, pero saber cómo le afectaba a Xiao era más que suficiente para hacerme saber que no debía ser imprudente.
¿Acaso el sistema quería que probara el infierno?
[ Sobre tu visión, armas y talentos. En el pasado Bonanus utilizaba un catalizador, ya que la apoyaba al momento de pelear usando artes marciales. Tu ya no tienes el mismo cuerpo de Bonanus del pasado, ahora tienes un cuerpo mortal con pocas características de un Adeptus. Seguramente ya te has dado cuenta que tienes marcas en tu rostro y brazos. ]
A través de mis pestañas mire aquella piel azulada con marcas celestes sobre mis brazos. Si recordaba, Bonanus tenía brazos como los de una bestia con garras. Pero los míos no eran así; el color zafiro de la piel escamosa se extendía desde la punta de los dedos de mis manos hasta mis hombros, cubiertas por aquellas marcas celestes. Lo cierto era que la punta de mis dedos tenía un toque celeste que brillaba.
[ Mil castigos celestiales: invocaras una prisión de agua en la que tus enemigos permanecerán ahogándose durante 5s.
Melodías del océano: interactúa con el agua y permite que recorra tu cuerpo para darte poder suficiente con el que puedas curar a tus aliados.
Estas son dos de tus talentos. Cuando elijas tu arma, podrás obtener más y tú constelación "Bonanus Vindicta" se activará. ]
Me tomé un par de minutos analizando aquellas dos habilidades. No eran habilidades inútiles, al menos a mí parecer no lo era, si las llegaba a utilizar correctamente entonces serían grandiosas. Y aunque no soy la protagonista en este mundo, ser una Adeptus ya era suficiente con el poder que tendría.
Ahora sobre el arma; no me gustan los arcos, ser maga no es lo mío, los mandobles son pesados. Quedaban solo dos opciones, no desde que llegué a este mundo, sabía el tipo de arma que buscaba y deseaba tener por lo tanto la lanza es mi elección.
[ Elije tu arma, viajera]
La ventana cambio a la lista de armas, más sin dudarlo seleccione la lanza. Una lanza color zafiro con tonos celestes, apareció en la palma de mi mano derecha. Realmente es hermosa, tenía decoraciones de caracolas y el peso del arma no era tanto, era adecuada para mí.
- ¡Finalmente veo tu arma! - una voz emocionada sonó frente a mi, por un minuto la sorpresa causo el susto en mi cuerpo, más al poco tiempo se tranquilizó cuando mire a mi rubio favorito con una sonrisa - Conque usas una lanza ¡Eso es genial!
Reí con suavidad por aquel gesto tan tierno que solo Aether era capaz de tener.
- Sí, ¿Cuál nombre te gustaría ponerle, Aether? - pregunté mirándolo curiosa. Él me miro sorprendido, supongo que jamás pensó en darle un nombre a un arma ajena.
- ¡Paimon cree que debería llamarse caracol marino del mar!
- Definitivamente, no - dijimos Aether y yo. Paimon refunfuño cómo un pequeño niño, ambos reímos por su actitud infantil.
- ¿Qué te parece "Guardiana Coral"? - preguntó Aether ladeando su cabeza. Sonreír con honestidad, es un nombre genial que le queda perfecto.
- Me encanta, se llamará así.
Con eso en mente, volvimos a retomar nuestro camino hacia las afueras del Viñedo. Mi lanza desapareció explotando como una burbuja, el agua que salió de aquella explosión cayo sobre la tierra de los cultivos.
- Gracias por venir, caballero honorable y Agatha - Jean nos saludo a ambos con un amistoso gesto de mano. Ambos correspondidos con un asentamiento, pronto mis dos zafiros miraron al chico de brazos cruzados.
Cabello escarlata con toques anaranjados cuál flama de fuego y unos ojos carmesí. En efecto; aquel chico con un semblante serio el cuál te ocultaba todo su pensar, pero que en sus ojos reflejaba el infierno en el que serías quemado. Se trataba de Diluc Ragnvindr, el señor de la noche y mi primer personaje cinco estrellas.
Hablando de infiernos, siento a ese alguien con intenciones de querer enviarme ahí. Las gotas de sudor a causa de los nervios recorrieron mi frente, podía sentir su mirada tan fria cómo el hielo y amenazante cómo la de una bestia hambrientoa sobre mi. Retire mi mirada de aquella persona con desmulo, no quería mirar. Sin embargo, no pude contener más aquella necesidad, cuando su voz tan profunda y fría salió de su boca.
- ¿Quién eres?
Cuatro pares de ojos se sumaron para mirarme. El nerviosismo fue aún más fuerte, pero con un suspiro profundo que logro calmar los latidos de mi corazón pude tranquilizarme. Fue entonces que el fuego y el agua se encontraron provocando la evaporización.
- Mi nombre es Agatha, soy compañera de Aether y Paimon.
Dude por unos segundos si estirar mi mano con la suya, pero decidí que para evitar vergüenza era mejor no hacerlo. Por ello, recordando como en mi mundo se saludaba a la nobleza, imite el mismo saludo; tomando mi vestido azul de ambos lados y reflexionando mis pies para hacer una reverencia.
No era una reverencia perfecta, debido a qué yo había recibido educación de en etiqueta. Mis padres no son nobles tampoco, por lo que no había tal necesidad. Cuando subí mi mirada, la mirada de Diluc tenía un cambio muy ligero; por más confiado que se mostrará, aún seguía con aquella guardia alta. Tras un asentimiento su atención regreso a Aether, oportunidad que tome para tocar mi pecho y calmar mis nervios.
- Agatha no forma parte de los Caballeros de Favonius, Sr. Diluc.
- Ya veo.
Sentí mi cuerpo tensarse cuando Venti abrió la boca y anuncio mi estatus. Diluc regreso su mirada a mi y yo por instinto desvíe la mirada con nerviosismo, podía sentir la intensidad de su mirada. En mi mente solo podía repetirme "no me mires, no me mires". Pero parecía que al Bardo le daba bastante gracia la situación.
- Y su visión es Hydro, así que se llevarían muy bien, ehe~.
Las ganas de matar al Arconte Anemo, no me faltaron. De hecho, millones de formas en las que podría darle fin llegaron a mi mente, pero no podía hacerlo por más que quisiera.
- Bardo de pacotilla, ¿Acaso quieres que se maten? Sus visiones son las peores enemigas entre ellas.
- ¿Es así, ehe~?
Igual de claro que el agua, sabía que Venti mentía. Él sabía muy bien que el Hydro y Pyro se llevaban mal, aunque sin importar las visiones, no quería ser carbonizada por Diluc.
- ¿Eh? Si juntáramos a Agatha en un equipo con el Sr. Kaeya y el Sr. Diluc siendo los tres enemigos entre ellos por sus visiones. ¿Cuál sería el último de pie? - pregunto Paimon con un semblante serio. Aether llevo su mano a su frente mientras negaba, Jean sonrió y rio al mismo tiempo, mientras Venti también analizaba ese comentario. Diluc, bueno él se mantenía de brazos cruzados y con una mirada aún más fría.
Por amor a mi misma, que alguien me saque de esta situación, lloré internamente.
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