Capítulo 49


Nuevamente podía sentir todo mi poder, no era tanto como yo quisiera que lo fuese, pero era lo suficientemente grande para hacerle frente a un Dios.

Lo deseaba, deseaba probar la grandeza de mi poder. Hace algún tiempo que esté poder permaneció apagado debido a mi muerte, pero ahora con mi encarnación, de nuevo podía probarlo. La energía Hydro se extendía por todo mi cuerpo, mis brazos con la similitud humana pero del color distinto a la piel natural, estaba cubierta por marcas color zafiro. Pocas eran las escamas que brillaban en mis brazos y en parte de mis mejillas, a pesar de ser un ser elemental de tipo Hydro tenía las características propias de mi raza.

Una Oceanida.

Era extraño para mí ya no tener la misma apariencia que tenía antes. Ahora mis cuernos ya no estaban y aquellos brazos con los que toda mi vida de he defendido tampoco, lo único que quedaba era la piel azulada en mis brazos con marcas zafiro. Mi encarnación es bonita después de todo mi cara seguía siendo la misma al igual que mi estatura. Se podría decir que no cambie mucho, pero a la vez sí lo hice.

Además de los cuernos y los brazos, lo que seguía aún presente en mi, eran las marcas en partes de mi cuerpo: cuello, brazos, mejillas, frente, nada de eso cambio. He de su poner que debido a estás marcas, es que Alatus me había reconocido. Al menos estaba agradecida de que mi cabello permanecía igual, con el mismo corte y la misma longitud.

La corona de caracolas seguía intacta.

Mi encarnación ahora permanecía dormida dentro del Plano de la Eutimia— si, como el de la Arconte Electro —, no fue fácil aprenderlo, incluso si teníamos las bases no  fue fácil hacerlo funcionar la primera vez. Nos costaba concentrarnos en la meditacion, pero conforme las horas y días pasaban, lo logramos. A cambio una de nosotras tenía que permanecer dentro del Plano durante 30 días.

Y Agatha, se selecciono a ella misma.

« — De cierta manera nos parecemos a la Arconte Electro, yo soy la marioneta, mientras que tú eres la conciencia verdadera.

Bromeó riéndose de sus propias palabras. No me pareció nada gracioso y por mi expresión pareció notarlo.

— La diferencia entre nosotras es que ambas somos la verdadera, sólo estamos divididas en personalidades.

Eso era cierto, Bonanus ahora tenía dos personalidades distintas.

— ¿Por qué quieres permanecer 30 días en el Plano de la Eutimia? — le pregunté a lo que ella me sonrió con tranquilidad y miró el bonito paisaje del Plano.

— Quiero descansar. Desde que llegué a este mundo, todo ha sido irreal para mí y si continúo, siento que me volveré loca. »

De alguna manera llegué a comprender sus sentimientos. "Agatha" venía de un universo en el que este mundo solo era un juego, para mí este mundo era normal y podía adaptarme completamente a el incluso con un nuevo cuerpo. No podía evitar suspirar, había que soportar estar afuera durante un tiempo, seguramente para mi querido hijo será extraño que su madre cambiará de personalidad.

[ ¿Estás lista? ]

Miré con rareza la cosa cuadrada con la que Agatha se comunicaba la mayor parte del tiempo. Todo este tiempo que la he visto hablar con esa cosa cuadrada, me he preguntado si no era raro para ella hablarle. Al inicio pensé que mi encarnación estaba loca y necesitaba amigos, por lo que comenzó a hablarle a esa cosa cuadrada. Pero poco después entendí que estamos atrapadas con las reglas de esa cosa cuadrada.

La respuesta "NO" quiso salir de mi boca, pero parecía que ese "NO" estaba prohibido porque no pude pronunciarlo, no me quedo de otra que hacer un gesto de cabeza para afirmarle que estaba lista.

Cuando la puerta de la torre se abrió y la luz solar calo en mis ojos, tuve que cerrarlos durante unos segundos mientras salía del dominio, luego parpadee un par de veces para acostumbrarme a la luz. Desfiladero Jueyun estaba frente a mi, las largas montañas alrededor cubrían los territorios de mis compañeros Adeptus. Respiré con gran profundidad para que el aire puro de la zona entrará a mis fosas nasales, y de inmediato, me sentí en casa.

Observé de un lado a otro en busca de una cascada, una pequeña sonrisa se formó en mis labios cuando di con mi objetivo. Tras asegurarme de cerrar bien la puerta del Dominio, camine a la izquierda en dirección a la cascada, no estaba muy lejos pero tenía que caminar algunos cuantos pasos si quería ir.

— ¿Quién eres tú? — habló un hombre humano de cuerpo músculoso, llevaba en su hombro un martillo que supuse era su arma.

— ¡Buen día, buen señor! — saludé con alegría agitando mi mano —. Mi nombre es Agatha, ¿quién es usted?

Aquel humano me miro de arriba abajo con el  ceño fruncido, mantuve mi sonrisa a pesar de su observación. Al poco tiempo un grupo de humanos se acercaron con el humano, me observaron con una sonrisa perversa mientras se susurraban entre ellos, inmediatamente supe que no eran buenos humanos.

— Mi nombre es Pang, señorita. — se presentó el hombre que parecía ser el líder del grupo, sonrió fingiendo inocencia—. Dígame, ¿hay algo en lo que podamos ayudarle?

— No se preocupe, sólo venía a la cascada a tomar un baño — mentí para averiguar que querían. Pude notar como el grupo de hombres se miraron entre ellos con sonrisas lacivas, parecía que se estaban preparando para atacar a una joven inocente.

« Ojalá les cayera un meteorito » Pensé dentro de mi mente pues en realidad no quería tener que ajustar cuentas yo misma. Después de todo, está en mi contrato no dañar humanos.

— Adelante entonces, cuidaremos que ningún pervertido vaya a verla — la primera mentira salió de los labios de otro humano del grupo, sonreí con ojos de media luna con la intención de parecer amable.

Sus ojos no dejaban de mirar mi cuerpo, hice mi mayor esfuerzo para no tener que pegarles.

— ¡Muchas gracias!

Caminé manteniendo mi mirada sobre ellos, ninguno me seguía por el momento, pero parecían discutir algo que desde mi lugar no lograba escuchar. Suspiré y me acerque a la cascada para lavar mis pies, manos y rostro, obviamente con la ropa puesta. Observé de nuevo en dirección del grupo de humanos, uno de ellos venía en mi dirección con una expresión lujuriosa, era claro que sus intenciones no eran nada buenas.

Nuestros ojos se encontraron y por instinto le sonreí con ternura fingida. El humano se fue acercando y yo permaneci en mi lugar mientras lo dejaba acercarse. No tenía la intención de dejarlo hacer lo que él buscaba, sin embargo quería darle una lección que jamás olvidará.

Con un pequeño movimiento de mis dedos, controle unas gotas de agua de la cascada para dirigirlas hacia la frente del humano y así, darle una ilusión falsa. Lo observé como hacía varios tipos de expresiones lujuriosas, los sonidos de sus gemidos sonaban en un volumen promedio, sus mejillas sonrojadas y la saliva que escurría por su boca, bastaron para confirmarme que la ilusión era perversa.

El grupo de humanos que vigilaba a su compañero, rápidamente salieron de su escondite y corrieron para auxiliarlos, algunos comenzaron a atacarme, por lo que no me quedo más que defenderme. No invoque a Guardiana Coral, en su lugar hice uso de las artes marciales para bloquear sus ataques. Haciendo solo uso de mis manos, desviaba los ataques de los humanos y esquivaba algunos dando giros como si de una danza se tratara, luego a la primera oportunidad que viera, tocaba sus frentes con dos de mis dedos para transmitir energía que lograra dormirlos.

Pronto todos se sucumbieron ante las ilusiones falsas. A diferencia del primer humano con quién probé mi primer hechizo de ilusión, no todos parecían tener una ilusión perversa, unos lloraban por sus madres y otros murmuraban palabras cursis, fui amable con ellos hasta el final.

— Bueno, espero que el caballo sea amable con ustedes — murmuré tras configurar el bad ending de los humanos perversos, la sonrisa divertida en mis labios no se esfumó hasta que reflexione sobre mis acciones —. Espero no ser regañada por esto...

Una gota de sudor bajo desde mi frente hasta mi mejilla derecha, ya podía imaginarme arrodillada frente a Menogias mientras era regañada. A su lado estarían Bosacius e Indarias aguantando la risa y Alatus mirando todo con tranquilidad. Sí, después de todo Alatus no era de aquellos quienes hacen travesuras todos los días —bueno en realidad nunca —, todo lo contrario a Bosacius, Indarias y yo. Menogias era demasiado amargado y de todo se molestaba, por lo que él no contaba.

Es broma.

Menogias era uno de los Yakshas más honestos que jamás conocí, siempre fue amable con los ancianos y los niños humanos a pesar de no acercarse a ellos. Era sabio y muy talentoso, le gustaba diseñar y coser ropa, algunas veces incluso a nosotros nos tocó ser sus propios modelos, usar las prendas que el diseñaba eran una gran honor.

Me preguntó, ¿que habrá pasado con la mayoría de esas prendas?.

— Bah, que importa... Que agradezcan que aún viven.

Alce los hombros al restarle importancia al problema, luego de echarles un vistazo a mis víctimas, sacudí mis manos.

[Mil Castigos Celestiales] — convertida en una de las Stella Fortuna que completaba mi constelación Bonanus Vindicta — había cambiado su propósito de ahogar a los enemigos durante cinco minutos, y ahora era una habilidad de control mental. Había dos formas de usarla: una era para matar al enemigo y otra para jugar con su mente, y yo utilice la segunda. Para hacer una ilusión que matará al enemigo, tenía que hacer uso de la deuda karmica que hay en mi cuerpo y la segunda bastaba con una gota de agua.

Esta Stella Fortuna se conectaba con el talento [Desafío Celestial]. Aunque dicho talento no estaba activado, parecía que las habilidades secundarias aún podían funcionar a la perfección y yo estaba satisfecha.

Giré sobre mis talones para retomar el camino hacia las montañas donde viven mis compañeros Adeptus, tras llevar mis manos detrás de mi espalda, las tomé como un gesto de superioridad y camine a pasos seguros y elegantes. Me tomé el tiempo durante mi recorrido para admirar los nuevos cambios del Desfiladero Jueyun, no habían muchos cambios, sólo el hecho de que los Lirios de Cristal ya no florecian como en el pasado.

Liyue antes tenía una gran abundancia de flores, pero tras la muerte de la Diosa del Polvo dejaron de haberlas, era una de las flores que los humanos más amaban.

Hubo un tiempo en el que intenté hacerlas florecer con mi poder Hydro. Todo comenzó tras la muerte de la Diosa del Polvo, al notar como los Lirios de Cristal comenzaban a secarse hasta convertirse en polvo, intenté revivirlas usando mi poder. Al primer intento no lo logré, no fue tan decepcionante y no me rendí, por lo que continúe con un segundo y tercer intento, todos fracasaron. En ese momento no me quedo de otra que buscar en los libros humanos algún tipo de cuidado especial que requerían, por cuarta vez lo intente y el resultado fue el mismo: nada.

Luego busque en los libros de idioma antiguo sobre algún Dios que tuviera conocimientos de plantas, el quinto intento fracaso también. Todos los dioses que manejaban algo relacionado a las flores o plantas se encontraban en lugares lejano y yo no podía dejar Liyue en medio de una guerra. El último intento fue recrear la semilla del Lirio de Cristal con mi poder, pero no viví mucho tiempo para ver los resultados y quizás si hubiera hablado con Rex Lapis, mis compañeros Adeptus o mis hermanos Yakshas, el resultado sería distinto.

— ¿haha?

Detuve mis pasos con tranquilidad y alcé una de cejas con curiosidad. La sorpresa en mis ojos fue evidente, pues no esperaba encontrarme con mi pequeño en esta zona de Liyue. Pasé mi mirada al humano que se encontraba a su lado, él lució sorprendido cuando lo escucho llamarme e incluso comenzó a llenarlo de preguntas. En el momento que iba a saludarlos, un tintineo de un cascabel sonó en mi cabeza y una ventana de estado apareció frente a mis ojos.

[Logro completado por su primer encuentro con Tartaglia: "Señorita, ¿Es usted mi suegra?"]

Pff... No puede ser, ¿caso...?. Observé al pelirrojo que me miraba de vez en cuando como si analizará el parecido entre nosotros.

¡Hola! Nos volvemos a ver lectores.
El nuevo capítulo está listo y entregado.

¿Les gustó? Espero que sí, por qué es una pequeña introducción antes de la acción. A partir de hoy, nos despedimos de nuestra querida Agatha y le damos la bienvenida a Bonanus, aunque técnicamente son la misma persona, recordemos que sus personalidades están divididas.

Por lo que Agatha 0.2, entrara en acción. Esta nueva Agatha es diferente a la primera, ya que en ocasiones tiende a ser arrogante o sentirse superior, también es algo burlesca y graciosa (?). En pocas palabras en Tsundere, igual ya la conocerán y se harán una idea de como es.

Gracias por leer.

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