Capítulo 48

Gruño.

¿Por qué demonios se lo tenía que encontrar nomás al salir? Miró a Childe a lo lejos que se acercaba con aquella estúpida sonrisa de zorro astuto. Giro sobre sus talones y con disimulo fingió no verlo y cambió de dirección para evitarlo. Naturalmente Childe sabía su intención, por lo que tuvo que caminar con más prisa para alcanzar a su superior.

Por supuesto, este superior no dudo en caminar más rápido para evitar ser alcanzado y que comenzará a molestarlo, además tampoco quería convertirse en su niñero mientras estuviese en Liyue. Childe sonrió aún más en cuanto lo vio alejarse con rapidez, midió la distancia entre los dos y respiró todo el aire que podía, pronto comenzó a correr detrás de la marioneta.

— ¡Está vez no te escaparas!

Scaramouche frunció el ceño al mismo tiempo que volvió a gruñir con irritación tras verlo correr detrás de él, miró de un lado a otro para evaluar el lugar y crear un plan de escape. Era estúpido que un Heraldo como él deba escapar de otro, pero no podía darse el lujo de dejar que Childe le quitará su tranquilidad. Al no tener más opciones, comenzó a correr hacia la Terraza Yujing. La risa del pelirrojo se escuchó al fondo como si se tratara de un fantasma llendo tras él, aún así ninguno se detuvo para escapar o alcanzar al otro.

Los ciudadanos miraban la escena con cierto desagrado y diversión, algunos se burlaban y otros murmuraban sobre la identidad de ambos. Scaramouche hizo lo mejor que pudo para ignorar las voces de los ciudadanos, cuando llegó por fin hasta la Terraza Yujing algunos soldados de la Geoarmada trataron de detenerlo para que no corriera por la zona, los ignoró. Observó el cuerpo de la exuvia con los ojos entrecerrados y echó un vistazo alrededor buscando a cierto viajero y su acompañante, al no encontrarlos analizó la distancia entre las escaleras del Banco del Norte.

— ¿En verdad piensas saltar a los techos? — pregunto el zorro astuto  con el volumen suficiente para que El Baladista lo escuche. Por supuesto, el de ojos añiles sólo lo ignoro y le enseño su dedo del medio antes de saltar.

Scaramouche aterrizó sobre el techo del Gremio de Comerciantes y bajo de un solo salto como si pareciera que no le temía a nada. Subió su mirada sólo para sonreírle al pelirrojo con un toque de burla, oh pero claro que el zorro astuto no estaba dispuesto a perder. Con la mirada del Baladista puesta en él, se alejó unos centímetros del barandal, pensando que quizás ya se había rendido, Scaramouche camino con tranquilidad hasta las escaleras del Puerto del Norte. Sin embargo, una sombra con la forma de su compañero Heraldo hizo que alzará la vista, Childe había saltado y la distancia era precisamente hasta donde el de ojos añiles estaba.

Childe sonrió divertido cuando notó la amargura de su compañero. ¿Qué si es su pasión molestar a la marioneta? No, pero podía tomar ese hábito de ahora en adelante. La marioneta sólo se alejó un poco para que Childe no cayera encima suyo, gracias a eso el pelirrojo cayó a solo unos pasos suyos.

— ¿Por qué diablos me persigues? — alzó la mirada sólo para poder verlo bien, pequeñas gotas de sudor se resbalaban por el rostro de aquel pelirrojo. Cruzo sus brazos sobre su pecho, su expresión era amarga con una vena hinchada en su mejilla, el zorro astuto jamás abandonó su sonrisa.

— Sólo quiero pasar tiempo con uno de mis superiores — expresa con sarcasmo.

Por supuesto, nadie se trago esa historia y menos el supuesto superior con quién quería pasar tiempo. Por esa razón cuando la expresión de Scaramouche paso de ser amarga a una incrédula demostró que no se había tragado el cuento de ese humano.

— Largo — dice el baladista antes de dar media vuelta y retomar su camino.

Sin embargo, Childe no tenía intenciones de dejarlo que se fuera por lo que sin temerle a la muerte, se colocó frente a Scaramouche. De inmediato fue premiado con una mirada asesina por parte de la marioneta.

— No seas malo, eres el único además de Signora que se encuentra en Liyue, sinceramente me aburre no hacer nada.

Oh, una segunda vena resaltó. Esto comenzaba a cansarle, claro estaba que ese humano lo molestaba por una tontería como esa. ¿Es que acaso no tiene mejores cosas que hacer? Quiso suspirar, pero no lo hizo, más bien no pudo hacerlo y eso lo irritó más.

— ¿Acaso Pantalone no te envío a supervisar el Banco del Norte? — el humano asintió—: Lárgate entonces a encargarte de eso.

Intento irse de nuevo y de nuevo fue detenido colocándose frente a él.

— ¿Por qué tienes tanta prisa? — preguntó el pelirrojo.

— No es de tu interés — intento pasarlo de lado, más no le fue posible.

« Es la primera vez que lo notó con prisa » pensó Childe al observar fijamente a su compañero quién de vez en cuando parecía fruncir el ceño al no encontrar algo. Tal parece que buscaba alguien, ya que sus labios solían moverse y susurrar un: "¿Dónde se metieron?". No es que Childe fuese un genio de la lectura de labios, pero al tenerlo cerca, la voz de la marioneta se escuchaba incluso en susurros.

Lo escuchó chasquar la lengua. Scaramouche regreso su mirada a los ojos apagados de su compañero, este no dejaba de mirarle o observar cada cambio de expresión que hacía. Dándose cuenta de esto, el Baladista piso el pie del contrario con la fuerza suficiente sólo para lograr alejarlo y que le diera su espacio.

— Has tu trabajo y deja de meterte en los asuntos de los demás.

Con esas últimas palabras, la marioneta finalmente dejo al pelirrojo y bajo las escaleras del Puerto Norte. Childe lo miró bajar, pero el pensamiento sobre a quien buscaba El Baladista no se esfumó. Una idea cruzo por su mente provocando que una sonrisa traviesa se pintara en sus labios.

Por primera vez en su vida, se vio tentado a descubrir los planes de otro Fatui. En estos momentos, Childe se encontraba siguiendo a su compañero el Sexto Heraldo de los Fatui. No sabía a dónde se dirigía, pero el lo seguía sin que lo descubriera.

Hace algunos minutos descubrió que la persona a quien buscaba era a su nuevo amigo viajero y la acompañante. A Childe le pareció raro que los buscará, incluso pensó que planeaba atacarlos, por esa razón se vió con la obligación de seguir investigando. Comenzaba a cansarse de seguirlo tanto, ya que no sabía la dirección en la que iban, al ser extranjero, poco conocia de Liyue. Para su compañero parecía que esa no era la primera vez que iba y no lucía perdido.

Scaramouche detuvo sus pasos y miró por el rubio de su ojo de manera simulada, luego continuo caminando. Childe suspiró aliviado por no ser descubierto, sabía que su superior no era tonto como para no saber que lo seguían, aún así tuvo que utilizar muchas tácticas para evitar ser descubierto.

« Ese maldito imbécil » Pensó la Marioneta con irritación. Ya lo sabía, Scaramouche ya sabía que Childe lo seguía desde que salió de la ciudad e incluso cuando estaba en ella. Llegó a pensar que la curiosidad del zorro astuto se terminaría en un par de minutos, pero lo subestimó y se dió cuenta que no lo había hecho. Le irritó, claro que sí, a simple vista se notaba que Childe no tenía ganas de realizar los mandados que Pantalone le había dado y sólo quería hacer el tonto.

Tuvo varias ideas en mente para alejarlo y iba poner en plan una de ellas. Por alguna razón, no la hizo y prefirió dejar que el humano lo siguiese por un rato más. El camino era largo, el sol y la luna ya estaban por cambiar de lugares, los sonidos de algunos animales comenzaron a despertar y otro a apagarse.

El día se había pasado rápido con la reunión y la búsqueda de pistas sobre el viajero y su compañera. Para el colmo no encontró nada de estos dos, sólo que se le buscaba por todos lados por su supuesta sospecha de "asesinar a Rex Lapis", tal detalle la pareció ridículo. Le pareció aún mas ridículo la reacción de las Siete Estrellas de Liyue, su Dios había "muerto" y a ellos sólo les importaba volverse el gobernante de su nación.

En ese momento se pregunto: ¿Cuál sería la reacción de Rex Lapis? Le hubiese gustado verla. Después de descubrir que el viajero no se encontraba en la ciudad, decidió viajar hacia la Mansión Taisha, lugar que su madre mencionó. No conocía muy bien Liyue, pero sabía que ese Dominio se encontraba en el Desfiladero Jueyun dónde habitan los Adeptus, según historias. Él sabe que esas historias son reales, al menos en la mayoría hay verdades y otras cuantas no, era el mismo caso de Inazuma y los libros sobre los Yokai, además de otras leyendas.

Actualmente tanto él como Childe (quién lo seguía a "escondidas") se encontraban llegando al final de la Llanura Guili. Tan sólo les faltaban un par de minutos para llegar al Desfiladero Jueyun, una vez que cruzarán el Pendiente Tsuijue ya estarían llegando casi al Dominio. Claro, ese sería Scaramouche, tal vez para entonces el pelirrojo se cansé de seguirlo y decida regresar a la ciudad.

Sin embargo, eso jamás sucedió. Childe continuaban siguiendo a Scaramouche después de llegar al final del Pendiente Tsuijue, estaba cansado e incluso hambriento, es un humano después de todo. El Baladista detuvo sus pasos de nuevo y de nuevo el pelirrojo busco un lugar para esconderse, más está vez el de ojos añiles no tenía la intención de fingir.

— Por lo menos si vas a seguir a alguien, asegúrate de traer alimentos para que te den energía, Childe.

Scaramouche dió media vuelta para observar al pelirrojo salir de su escondite, este sólo sonrió y rasco su nuca. Su plan de seguir su compañero sin ser descubierto, al final no funcionó. Un suspiro salió de la boca de la marioneta— que por obvias razones no hubo aire—, tomó la botella de madera que llevaba en su cintura y se la aventó al pelirrojo. Childe la abrió sólo para darse cuenta que el líquido que llevaba dentro era agua pura, la sorpresa en su mirada se vio reflejada.

— No soy humano como tú, así que no la necesito — menciona restándole importancia.

Childe sonrió feliz y bebió de ella, estaba fresca gracias al contenedor. Por el contrario, la marioneta frunció el ceño al ver la felicidad del más joven: ¿Tan feliz era al beber agua? No lo entendió, le pareció ridículo la facilidad con la que se ponían felices los humanos.

Sin embargo, no era por eso que Childe se sentía feliz. En realidad seguía sin creer que Scaramouche le había entregado su agua y no le hizo un mal gesto durante su acción, llegó a creer que la marioneta no era del todo mala y que era el único que posiblemente podría ser "amigable" de vez en cuando. La sonrisa de niño por supuesto que nadie se la quitaría en ese momento, así que Scara volvió a retomar su camino, pero antes miró de reojo al pelirrojo.

— Camina y mantente en silencio.

Childe de nuevo lo vio alejarse, pero está vez colocó la botella de madera en su cintura antes de correr detrás de Scaramouche. Al final de cuentas, la marioneta sí se convirtió en la niñera del pelirrojo, por ahora lo soportaría y esperaba que no se vuelva una molestia una vez llegando a su destino.


¡Hola! Finalmente nuevo capítulo.

Lo sé, se viene nuevo encuentro de personajes. ¿Qué creen que pase cuando Childe se encuentre con Agatha? ¿O como reaccionaran los demás? Especialmente cierto Yaksha Anemo uuu.

Con este nuevo encuentro, la historia volverá a retomarse como iba con la misión Arconte.

Les agradezco a quienes siguen leyendo la historia y espero la estén disfrutando, incluyendo aquellos nuevos lectores.

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