Capítulo 47
¿Ese es el Arconte Geo? Se preguntó así mismo el Baladista. Desde su lugar observaba la elegante etiqueta con la que el Arconte manejaba a la hora de beber su té. En estos momentos, Signora y Scaramouche se encontraban tomando una taza de té con aquel hombre de aspecto joven y belleza etérea. El motivo por el cual tenían una reunión privada con el Arconte se debía por los términos del contrato que se realizarían para la prueba al pueblo de Liyue y la entrega de Gnosis.
Quién se había encargado de todo ese trabajo, fue Signora. Ella era la voz de la Tsaritsa para firmar el contrato con el Arconte Geo. A pesar de que él también se encontraba allí, Scaramouche no tenía la intención de meter sus narices en ese contrato o eso pensó hasta que su compañera arruinó su plan.
— Por cierto, Maestro Zhongli. ¿Ha escuchado hablar del famoso héroe de Mondstadt? — Signora miró con curiosidad al hombre que solo prestaba atención a su querida taza de té. El hombre subió su mirada por un instante, Scaramouche puso su total atención al hombre.
— He escuchado algunas cosas — dijo él con tranquilidad, la mujer se sintió decepcionada al no encontrar nada sobre las expresiones del hombre —. ¿Hay algún problema con él?
— No, pero esperamos que no se convierta en un problema para el contrato — menciona. Zhongli sopló sobre el té caliente antes de llevarlo a su boca y beberlo con tranquilidad y disfrutando del sabor. Poco después, un brillo dorado oscuro se reflejo en los ojos ambar del hombre en cuanto la miró y con tranquilidad, volvió a dejar su taza sobre la mesa.
— Mientras ustedes cumplan con su parte del contrato yo cumpliré con la mía — dijo con firmeza, Scaramouche puso los ojos en blanco. Tras volver a poner atención a su taza de té, añadió —: No tengo problema si quieren enfrentarse a la furia de la roca.
— Eso no será necesario — intervino el baladista al colocarse de pié y dar unos pasos adelante con la mirada de Signora puestas en él —. Cumpliremos con nuestra parte del contrato como se ha acordado desde el inicio.
Miró con frialdad a la mujer de cabellos rubio cenizo en modo de regaño, Signora lo miro de vuelta con la misma mirada, pero no protesto al respecto. Morax observó las expresiones de la marioneta, no cabía duda que es una creación de la Arconte Electro, sus expresiones son iguales al igual que su rostro. Se preguntó cómo es que ese joven se convirtió en uno de Los Once.
Scaramouche frunció el ceño al sentir la mirada del Arconte Geo sobre él. El recuerdo de su madre adoptiva vino a su mente cuando observo la peculiar roca Cor Lapis en forma de diamante en su cuello. Era el mismo diseño, sólo que no tenía tallada la marca Geo.
Eso lo llevaba a recordar que el mismo Arconte Geo ya sabía desde antes que su madre y compañía se encontraban en sus tierras. Zhongli pareció notar la mirada del más joven sobre su accesorio pero no dijo nada y se limitó a terminar su taza de té.
— Muy bien, si me permiten debo retirarme — anunció el hombre al momento de levantarse.
Signora no protesto de nuevo y se limitó a asentir con una sonrisa falsa. De la misma forma, ella también se levantó de su lugar.
— Agradecemos que nos haya dado algo de su tiempo, Morax — dijo la mujer. El hombre sólo hizo un movimiento de cabeza, pero a medio camino se detuvo antes de salir.
— Sobre su otro compañero, espero que no ocasione problemas.
« Yo espero lo mismo » pensó el Baladista tras escuchar la advertencia indirecta del Arconte Geo. Esperaba que Childe no ocasionará problemas porqué no le gustaría tener que lidear con el y Signora más tarde, después de todo el que estuviera en Liyue sólo era una coincidencia y no quería hacerse responsable.
— Me encargaré de que no cause problemas — de nuevo habló Scaramouche, a los segundos su ceño se frunció pues aún no entendía que lo llevaba actuar de esa forma.
Sentía que no podía negarse a lo que ese hombre dijera. Le irritaba ya que él no era de aquellos que obedecía a los Arcontes, incluyendo a la Tsaritsa a quién pocas veces le mostró algo de respeto y acepto sus órdenes. Pero la mayoría de ellas provenían del Bufón y no le gustaba obecerla, más ser un peón más es algo de lo que no se puede deshacer por ahora.
Zhongli no le dijo nada en cuanto recibió su respuesta, pero sí le mostró una sonrisa sincera. Por supuesto que la marioneta se vio obligado a quitar su mirada del hombre, no le gustaba ese sentimiento en su pecho.
¿Por qué lo sentía? ¿Cuál era ese sentimiento tan extraño?
La pluma azul marino en su cabello se sintió cálida, era una calidez maternal que lo envolvía por completo y pareció calmar su pecho. Aún así, ese sentimiento tan extraño le pareció aún más confuso.
— Espero que Childe y tú no causen más problemas de los necesario, no quiero hacerme responsable de ustedes dos — la voz de la marioneta sonó en el lugar luego de que Morax se fuera. Quedando sólo los dos Heraldos, el silencio de muerte reinó sobre ellos y termino siendo roto por el Sexto.
— ¿Hacerte responsable? Nadie te pidió que te quedarás, Scaramouche — río la mujer mientras caminaba con pasos elegantes hacia la marioneta —. Dime, ¿Qué te hizo quedarte en este lugar? ¿Acaso fue ese forastero?
Ella intentó tentarlo para que le dijera la verdad de su estancia en Liyue, sin embargo, la marioneta no tenía la intención de revelar una información innecesaria.
— Sólo has tu trabajo, Signora.
Ella río con ganas. Lo notó, cada cambio que había en Scaramouche fue capaz de notarlo y darse cuenta que desde su regreso de Mondstadt encontró a alguien que le hizo cambiar en algunos aspectos. No es que le importara, pero no podía permitir que una variante errónea arruinara los planes de la Tsaritsa.
— Bien, espero que no te vuelvan a traicionar, Scaramouche.
Ambos sólo compartieron una mirada fría para luego tomar caminos distintos.
— Es extraño.
Murmura Aether para él mismo. Paimon ladea su cabecita a un lado y lo mira con curiosidad.
— ¿Que es extraño, viajero?
— Tengo el presentimiento de que Agatha se encuentra aquí, pero a la vez no.
Justamente ambos compañeros se encontraban caminando por el Desfiladero Jueyun y Aether no podía dejar de mirar el paisaje a su alrededor. Aether ya había activado el punto de teletransporte y actualmente ellos caminaban por el puente colgante para cambiar de lateral.
— ¡Oh, mira! ¡Ese dominio está activado, viajero! — el aviso de Paimon cuando llegaron hasta el kiosko, este observó hacia abajo, donde efectivamente había un dominio activado. De pronto su intuición se volvió más acertada y no dudo en tirarse hacia abajo para llegar a dicho dominio —. ¿Eh? ¡Oye!
Paimon desapareció y reapareció a un lado del rubio al momento que él llegó a la puerta del dominio. Entrecerró sus ojos con confusión y curiosidad, extendió su mano para dar dos toques con sus nudillos, aunque nada ocurrió.
— Ustedes, ¿qué hacen aquí?
Tanto el rubio como la hada, subieron sus miradas hacia la persona que se encontraba parada arriba del dominio. Era Xiao quién parecía que llegaba recién, él los miró con curiosidad. En realidad, cuando él hizo la pregunta, se refería a que hacían en el Desfiladero Jueyun, él no sabía que sobre lo ocurrido en la ciudad, por lo que al ver a los viajeros en ese lugar, le llamo la atención.
— Xiao, ¿sabes que es esté dominio? — preguntó el rubio.
— La Mansión Taishan — contestó en seco y bajo para colocarse a su lado, de nuevo miró a los ojos dorados del humano viajero —. ¿Qué hacen en el Desfiladero Jueyun?
En ese momento, Aether recordó el propósito de su visita y olvidó por completo el llamado de su intuición. Durante un par de segundos dudo en si contar la situación en la ciudad o esperar a llegar con el resto de Adeptus, más la mirada de Xiao sobre su bolsillo derecho y el ceño fruncido en su expresión, le hizo saber que era mejor hablar ahora. El viajero llevo la mano a su bolsillo y saco el sello del permiso para mostrárselo a Xiao.
— Durante el Rito del Descenso, el cuerpo del Arconte Geo cayó sobre las ofrendas que la ciudad preparó para él, no sabemos exactamente que ocurrió pero las Siete Estrellas declararon que fue asesinado y comenzaron a sospechar de los que asistieron al Rito — explicó Aether intentando que ningún detalle se le olvidará —. Un chico me dio este sello del permiso para que viniera al Desfiladero Jueyun y pidiera justicia por mi inocencia.
Xiao no dijo nada por unos segundos, incluso llevo su mano a la barbilla como si estuviera pensado. Pues lo cierto es que le parecía extraño y a su vez le preocupo de cierta manera que le ocurriera algo a Rex Lapis.
— ¿Bonanus no ha salido de la Mansión Taishan? — Aether negó al volver a recordar a su compañera, para entonces confirmó que su intuición era correcta. El ceño del Yaksha se frunció aún más al mirar el dominio, el rastro de energía Geo que el bien conocía se extendía de manera casi invisible alrededor del dominio. Lo cual significaba que el sello de la Mansión Taishan fue retirado hace un tiempo, miró al viajero —. ¿Qué humano te dio el sello del permiso?
— Su nombre es Childe.
«"Childe"» ese nombre no lo conocía. Además sonaba extranjero.
— Quizás Xiao no lo conozca, pero es el Onceavo Heraldo de los Fatui — dijo el hada.
Ah, Xiao entonces recordó a la dichosa organización que se comenzaba hacer famosa desde hace un tiempo. Hace un tiempo que en la ciudad y en la Posada Wangshu se hacían menciones de dicha organización y algunos de sus integrantes, así mismo de lo problemáticos que podían ser los subordinados. Y cuánta razón había, a Xiao ya le había tocado enfrentarse a un Fatui, que hasta ahora desconocía los rangos.
— ¿Es el compañero de Haifeng [1]?
Aether asintió con una pequeña sonrisa. Xiao formuló un pequeño sonido con su boca en señal de que entendió el asunto. No le daba confianza que los Fatui estuvieran en Liyue, pero al igual que el resto de Adeptus, se mantenía al margen de todo y en dado caso ese tal Childe se le ocurriera hacer algo en contra de la nación, se encargará de él. En cuanto a su sobrino adoptivo, por ahora está seguro que no hará nada.
Volviendo al tema de Rex Lapis, tenía que investigar más acerca de esa situación y hablar con los Adeptus, sólo entonces sabrá que es lo que su señor está planeando. Por última vez miró la Mansión Taishan antes de volver su atención al viajero.
— Vamos, puedes dejar a Bonanus en este lugar, es seguro — afirmó sabiendo que el viajero no sería capaz de entrar en la Torre sin el permiso de Rex Lapis.
— ¿No es mejor entrar y buscarla? — preguntó Paimon a lo cual Aether le dio una mirada curiosa al Yaksha, él los miró a ambos y negó.
— Sólo Rex Lapis nos puede permitir la entrada.
Aether pensó entonces « Eso quiere decir que Agatha se encontró con él, ¿entonces no ha muerto? » con ese pensamiento en mente, reflexionó sobre todo lo sucedido en la ciudad y se preguntó porque aquel Fatui quería que buscará a los Adeptus. Sus sospechas sobre ese zorro astuto incrementaron y sólo pudo pensar en que debía advertirles a los Adeptus del posible peligro que venía. Pero, aún no sabía del todo el plan de ese Heraldo.
— ¿Rex Lapis no está muerto entonces? — preguntó, necesitaba confirmar sus sospechas. Xiao lo miró por el rabillo de su ojo cuando comenzó a caminar en dirección a la montaña de Escultor de la Luna, Aether lo siguió junto con Paimon.
— Lo mejor es que te mantengas alejado de aquí, la energía de los Adeptus puede afectarte. Aunque hemos convivido durante un tiempo y has permanecido al lado de Bonanus, la energía que hay sobre el Desfiladero Jueyun es más fuerte para los humanos — le dijo con el intento de bloquear sus preguntas restantes.
En parte es cierto que le energía de los Adeptus puede afectarle al ser humano ya era sorprendente que pudiera permanecer un largo tiempo sin recibir algún daño. Aether frunció el ceño y cruzó sus brazos sobre su pecho, realmente se esforzó por no hacer alguna rabieta.
¿Porqué los Yakshas son tan misteriosos?
¡Hola! Por fin lo subí.
Les juro que desde el lunes iba a publicarlo, pero cuando vi que solo tenía dos días de publicación, pensé en darle más tiempo para quienes aún no lo leían.
Ahora ya ha sido publicado, así que espero que les guste. El sábado habrá ahora sí, otro capítulo.
¡Gracias por leer!
[海风] Hǎifēng: Significado Brisa Marina en español, es el título resumido de Scaramouche solo que en español.
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