Capítulo 42

Cuando Agatha entró en la torre y cerró la puerta detrás de sí, recarga su espalda contra la fría madera de la puerta. Sus pies se deslizan por el frío suelo como si se tratara de una resbaladilla y entonces logra sentarse en el. Sus manos cubiertas por unos guantes de tela fina y delgada, tapan su boca y nariz, puede sentir su aliento caliente chocando contra la tela de sus guantes, pero a ella no le importa en ese momento porqué solo quiere esconder la vergüenza que se expone a través de sus mejillas sonrojadas.

La imágen de su primer amor vuelve a ella mágicamente y suspiros de amor la traicionan en el intento de querer olvidarlo. No puede olvidarlo, simplemente no puede sacar de su cabeza aquella belleza etérea que la acompaño durante su viaje a la Mansión Taishan. Creé escuchar como su corazón palpita a una velocidad exagerada y sólo puede pensar que se estaba volviendo loca.

¿Por qué? ¿Por qué de todos los personajes tenía que ser precisamente Zhongli al que conociera primero? ¡El sistema la quería muerta!

No puede detenerlo, no puede detener ese fuerte latir de su corazón. Por instinto muerde su brazo y saca el grito que ha estado conteniendo en su garganta, por obvias razones ese grito silencioso sólo fue capaz de escucharlo ella misma. En ese preciso momento, el tintineo una notificación suena en su mente y una ventana dorada aparece frente a sus ojos. Con pocas ganas, separa los dedos de ambas manos como un saludo vulcano y deja al descubierto sus ojos lloroso llenos de timidez, finalmente lee con atención.

[Interés amoroso, Zhongli: +1]

[Logro completado por su primera interacción con Zhongli "Contrato de la eternidad" ]

No puede evitar bufar decepcionada al leer el número en la ventana. En su interior, ella esperaba que ese +1 cambiará a un +5, sin embargo, sabía que pasaría mucho tiempo para lograr incrementar la cantidad.

No podía evitarlo, incluso si ahora tiene un sistema Otome, ella no se tomaba el corazón de una persona como un juego. Además, aún no sabe quiénes son los otros cuatro chicos que formarán parte de ese estúpido harem creado por el sistema. Con ese pensamiento en mente, exhaló todo el aire que podía caber en sus pulmones y lo soltó, logrando tranquilizarse.

— ¿Yuqin? ¿Estás ahí?

Habló al aire en busca de aquella pequeña criatura marina que suele molestarla cuando tiene oportunidad. Más el silencio se hizo eterno y no hubo contestación por parte de aquella criatura, Agatha decidió ya no insistir por si acaso estaba ocupado y no quería molestarlo.

Finalmente cuando lleva su mirada al interior de la sala, es que nota lo limpia y elegante que es. Cada pared así como el techo y piso, está hecho de la madera liquiámbar, con la excepción de que en este último, una parte del piso es hecho de piedra.

No hay muchas decoraciones, sólo una mesa larga repleta de pergaminos. Pero lo que más destacables son las pinturas pintadas sobre las paredes acompañadas de carácteres chinos tallados sobre la misma madera. Cada pintura representa a Celestia e historias del pasado de Liyue; desde la historia del primer Adeptus hasta el final de los Yakshas. Agatha leyó cada mural con atención.

— « En el antiguo Liyue, habitaban Dioses buenos que convivían con los humanos y Dioses malos que los tomaban como esclavos. En ese entonces Rex Lapis aún no descendía de los cielos, para que eso sucediera, tuvieron que pasar 1000 años y entonces su gobierno comenzaría.

— El terreno de Liyue era naturalmente elevado, sólo había montes de tamaños pequeños y grandes. El pasto en ese entonces era de un verde brillante, los Lirios de Cristal eran de un precioso color azul y blanco, sin importar a la zona que fueras, te encontrarías rodeado de ellas. »

— « Más tarde, cuando Rex Lapis ya era un Dios conocido por los humanos, conocería a Guizhong la Diosa del polvo, con quién años después estaría gobernando un pueblo aún más grande. Ambos Dioses se hicieron grandes amigos y compartieron sus conocimientos a su pueblo para que esté prosperará, el nacimiento de los Adeptus y los Yaksha vino 3000 años después. »

— « Cuando Rex Lapis cumplió 4000 años, la isla que habitaba en los cielos donde las 7 naciones serían capaces de verla, hizo su llamado a todos los dioses de cada nación. El mensaje que entrego fue: " Siete tronos han nacido en la isla de los cielos, pero solo Siete Arcontes podrán sentarse sobre ellos a los que se les entregará parte del poder celestial por medio de una Gnosis. Los humanos y los Dioses tendrán que elegir a su gobernador". Pero en lugar de que los dioses los eligieran, ellos se apuntaron así mismos y desearon el poder.

— La Guerra de los Arcontes comenzó con la codicia de los dioses y su deseo de obtener el poder que conectaba con Celestia. En su momento, Rex Lapis no quiso pelear contra el resto de los Dioses, porque a él ya le era suficiente tener un pueblo que creyera en él. Sin embargo, tras ver qué los Dioses no estaban dispuestos a cooperar él también fue participe de la guerra. Durante 2000 años los dioses lucharon hasta la muerte, algunos otros fueron sellados por Rex Lapis y sus Guardianes Yakshas. Para cuando la Guerra de los Arcontes termino y Rex Lapis se convirtió en el Arconte Geo, no hubo una celebración, sino un gran funeral para la Diosa del Polvo, nadie fue feliz en ese tiempo. »

— « Al pasar varios años, el siguiente funeral sería el de los Guardianes Yakshas que lucharon al lado del Arconte Geo en la Guerra de los Arcontes. Y en ese mismo año, los Siete Arcontes serían convocados para destruir Khaenri'ah. »

— ¿Es todo? ¿Por qué no hay nada sobre Khaenri'ah?

Busco en cada mural alguna pintura con relación a Khaenri'ah, leyó los carácteres Han que anteriormente había leído por si algo se le había pasado o por si acaso entre los carácteres habían palabras escondidas. Suspiro decepcionada, no había nada con respecto a la historia de Khaenri'ah y el porque de su destrucción, sólo estaba la historia de la Guerra de los Arconte y el inició de Liyue.

— ¿Estará intentando encubrir sus propios errores?

El pensamiento juzgador salió de su boca como una broma. Ella creía que no había razón para ocultar la verdad tras esa tragedia, si los habitantes de Khaenri'ah habían hecho algo, entonces debía explicarse lo que hicieron. Lo único que ella sabía gracias al juego original, es que Khaenri'ah había sido maldecido por Celestia. No sabía si con la actualización nueva de Sumeru había más historia de ellos o del mismo continente, aunque en su cuenta llegó solo a Inazuma, también miró videos para no perderse de la trama (desafortunadamente sólo llegó a conocer la historia de Scaramouche).

Masajeó sus sienes para aliviar su estrés y volvió a concentrarse en su objetivo original, la búsqueda para comenzar el desafío del primer piso de la torre.

En todo el camino, Scaramouche había tenido una expresión tranquila. Pero ahora, esa expresión cambio de golpe en cuanto sus ojos añiles se toparon con un par de ojos azules apagados, para ese momento su  expresión era amarga y una vena hinchada hizo aparición en su sien. Aether se vio sorprendido por el cambio repentino del ambiente al igual que Paimon, con el ambiente pesado y las auras furiosas que rodeaba el cuerpo de aquellos dos sujetos, el viajero y su acompañante los observaron.

— Vaya, Scaramouche. No creí que me encontraría contigo aquí, ¿quienes son tus amigos?

El tono de voz estúpido que tanto estrés le causaba a la marioneta hizo eco en sus oídos, provocando molestia en él. Las ganas de limpiar la suciedad en sus oídos a causa de la voz entrante se hicieron mayormente grandes.

¿Por qué su suerte era tan mala? Sabía que se encontraría con su problemático compañero, pero que lo hiciera tan pronto ya era exagerado. En realidad él tenía razón, viajar con el viajero, el renacuajo flotante y su madre adoptiva, fue una mala idea. Desde un inicio debió negarse a ir con ellos y tomar su propio camino.

— No te interesa, Childe. Así que métete en tus propios asuntos.

Naturalmente dicho comentario el sujeto no lo tomó en cuenta, para él había sonado más como un chiste que como una orden. ¿Quién dijo que Childe obedece órdenes? A menos que fueran directo del Bufón o de Pantalone, entonces arregañadientes el obedecía y claro. Mientras tanto, el resto le daba igual, ni siquiera se llevaban bien. Un claro ejemplo era el Sexto Heraldo frente a él, quién es conocido por decir las cosas sin una pisca de empatía y su personalidad amarga.

Lo que le sorprende es que Scaramouche venga acompañado del que es "enemigo" de los Fatui.

— ¿Es amigo tuyo, Scaramuchi?

Cómo siempre, fue la pequeña renacujo quién pregunto banalidades. La marioneta no se molestó en responder a la pregunta en cambio siguió su camino hacia el Banco del Norte. Childe, también conocido más tarde como Tartaglia o Onceavo Heraldo de los Fatui es una persona molesta que solo causa problemas, según Scaramouche. Por tanto, ese significante humano no podía ser su amigo.

— ¿Scaramuchi? Pff...

Irritación, de nuevo el sentimiento nació en la marioneta. Sintió vergüenza por ser llamado de manera tan infantil, hizo lo posible por mantenerse callado y no matar ahí mismo al idiota de su compañero.

— Mi nombre es Childe — se presentó el muchacho de ojos azules —. En cuanto a tu pregunta, Scaramouche es mi superior.

Aether podía jurar que lo vio poner los ojos en blanco. Así que no paso mucho tiempo para que el viajero se diera cuenta que su relación no era cercana ni siquiera tenía un título, así mismo entendió que Childe no era un humano común con el que podía ser amigable, la visión y lo que parecía ser un engaño, le dio la respuesta.

— ¡Childe! ¡El Onceavo Heraldo de los Fatui! — la pequeña niña llevo sus manos a su boca con asombro.

— Entonces me conocen, sí soy ese. Pero solo llámenme Childe — pidió con una sonrisa de zorro astuto —. Tú eres el viajero ¿no? Y quién te acompaña es tu pequeña amiguita, aunque creo que falta una más.

El zorro astuto busco a los alrededores a la otra persona que suponía que debía venir con ellos. Sin embargo, no pudo encontrarla y en su lugar solo se ganó una mirada penetrante de su superior. Sonrió con amabilidad fingida, no sabía porqué pero esa mirada que Scaramouche le dedico era algún tipo de advertencia, la cual no logro entender.

— Espero que estés haciendo el trabajo que te ordenaron, Childe — advirtió la marioneta con frialdad, sus brazos se cruzaron contra su pecho. La expresión del contrario se volvió más sería que de costumbre, ambos terminaron por mirarse uno al otro con el deseo de matarse.

Había dos opciones para Aether: interrumpir o dejar que el conflicto continuará. Podía hacer la última con facilidad, sólo tendría que irse de ese lugar y fingir que no los conoce, pero Agatha había dejado que se encargará de Scaramouche si la marioneta causaba problemas y ahora los estaba causando.

— Paimon — la pequeña hada miró a su compañero que para su sorpresa, el rubio tenía una mirada seria y oscura —. Si su sombrero se le cae, tráelo contigo.

— ¿Eh?

Sin recibir respuesta, Paimon miró al rubio caminar en dirección a los dos Fatui que se gruñen cómo un gato y un zorro. Sus bonitos ojos galácticos se abrieron con asombro cuando miro al viajero cargar al baladista cómo costal de papas, pronto entendió a qué se refería con lo del sombrero y no tardó en ir por el.

— ¡Oye imbécil, sueltame!

Aether ignoró el grito y eso hizo enojar a un más a la marioneta.

Sin duda esa escena sería algo que Childe no olvidaría en toda su vida y si hacía falta antes de su muerte, no dudaría en burlarse de Scaramouche con esa escena. Con su mano cubriendo sus ojos, soltó una fuerte carcajada siendo el viajero y el baladista capaz de escucharlo. Este último juro que haría lo que sea necesario para hacer que ese idiota olvidará lo que había sucedido.

— Oh, olvide preguntar dónde sería el Rito del Descenso.

Scaramouche puso los ojos en blanco.

— Serás estúpido, viajero.

Buen inicio de semana.

Se que es martes, pero ayer lunes había comenzado a escribir el capítulo, así que mejor les deseo desde hoy.

Antes que todo, gracias por su apoyo y todos sus comentarios. He tenido la oportunidad de leer todo, pero no de responderlos, aún así me he encargado de dejarles corazoncito a todos.

Ya hemos llegado a los 40 capítulos, para mí es poco, pero se que para algunos puede ser mucho y es entendible, porque puede que la mayoría no continue la historia hasta su final. Y es que no tengo pensado hacer 50 capitulos, sino más, mi meta es de 100 capítulos sólo con el propósito de hacer un desarrollo más bonito y casi perfecto.

Pero, desde hoy y en los próximos capítulos les doy las gracias por su enorme apoyo. ¿Por qué lo menciono? Es por qué ya casi llegamos a 30K, así que gracias a todos.

Y a los chicos que también he notado que leen.

No hay promesas, pero haré lo posible por desarrollar la historia de una forma decente.

Entonces, nos vemos en el próximo capítulo.

Pd: La historia contada en los murales sólo es inspirada de lo poco que hay de canon en el Lore.

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