Ella observó desde la distancia como ellos se alejaban. Aether y Paimon sacudían sus manos con un gesto de despedida hacia la chica, siendo solo ellos dos quienes se despedían, mientras qué el otro chico sólo se alejaba sin esperarlos. En ese momento lamento haberle dejado al viajero que cuidara del Baladista y sin evitarlo, un suspiro de resignación abandono sus pulmones.

Pronto ella también tomó su propio camino para ir hacia el Desfiladero Jueyun. Agatha sabía que esa zona era sensible ante nuevas presencias, con la posibilidad de que su poder Adeptus sea detectado tan pronto como la punta de sus pies pisen esas tierras. Para ella, el riesgo valía la pena al menos por unas tres horas.

Tampoco es que pueda ir a Liyue directamente. Su plan no era ese, Yunqi ya había creado el plan para ella, así que tenía que ir al Desfiladero en contra de su propia voluntad. En realidad ya no sabía si reír o llorar por que no podía disfrutar de esta nación. No, en realidad, no había podido disfrutar ni siquiera de Mondstadt desde que llegó.

Desde que llegó a Teyvat, lo único que hacía era: misión, entrenamiento, misión, entrenamiento, misión, entrenamiento, y así sucesivamente, no había nada de descansos para ella. Era mejor no quejarse, porque al final de cuentas le pasaron cosas buenas y conoció a muchos personajes que no espero conocer pronto, un ejemplo; Xiao y Scaramouche.

En cuanto a este último, caminaba un par de pasos adelante del viajero y su pequeña acompañante. No estaba lejos de ellos como para decir que iban del todo separados, solo era una distancia corta. Scaramouche no quería caminar junto al viajero y su amiguita, había soportado suficiente caminar hombro a hombro con su tío adoptivo para tener que soportar ahora al viajero.

Siendo más claros, a quién no quería soportar era a la pequeña hada, escuchar su chillona voz le era insoportable. Por esa razón decidió no unirse a su plática, entre menos se unia a su charla, menos escucharía la voz de esa hada y entre menos la escuchará, más tranquilidad tenía.

Pero entonces Childe viene a su mente y su tonta sonrisa. Eso le recuerda que tendrá que lidiar con cada una de sus burradas junto a las de Signora, aquéllos dos que siempre causan problemas. Sólo de pensarlo, ya se comienza a irritar.

Quizás, haber ido con su madre adoptiva era mejor idea que aguantar aquellos dos.

Madre adoptiva, ¿en qué momento comenzó a aceptar que ya era hijo de esa Adeptus? Hacerse el tonto a él no le quedaba, sabía que ya la aceptaba, pero seguía sin gustarle. Su expresión se volvió burlesca, esa mujer no conocía límites o tal vez no los tenía. Era gracioso verla esforzarse para que él, el Sexto Heraldo de los Fatui la aceptara como su madre, es una tonta ingenua que piensa que él se dejará llevar por esas acciones tan insignificantes.

Aether tenía otra opinión sobre ese tema. Él había notado los grandes cambios que Agatha logró en el Fatui. Durante los pocos días del tiempo que compartieron, Aether había visto un nuevo brillo en los ojos añiles cada vez que miraba a la Adeptus, su amargura al menos con ella ya no era tan notable, solía notarse cuando bajaba la guardia y oh, la primera sonrisa que le dio Agatha sin que ella se diera cuenta.

Era claro que Scaramouche comenzaba a ablandarse con Agatha. Y es que ella tiene un gran don para ganarse a la gente. Al contrario de lo que Scaramouche piensa de ella, Agatha no es ingenua, es alguien bastante inteligente con una buena labia. Bueno, también Agatha es buena manipulando a la gente, eso no hay que negarlo.

— Paimon lo ha estado pensando un rato,¿no crees que Scaramouchi se parece a Agatha?.

Aether miró al Baladista con atención, más no encontró parecido alguno entre ellos, lo que si pudo notar fue la sonrisa malévola en los labios de la marioneta. Lo miro por unos segundos más, pero no logro encontrar algo.

— No encuentro parecido.

— ¡Paimon cree que si! ¡Sólo mira su sonrisa malévola! ¡Tan sólo con verla a Paimon le da escalofríos!

Aether cubrió la risa que salió de su boca con una de sus manos, él no lo había notado al inicio, pero luego de observarlo por unos minutos, se dio cuenta que Paimon tenía razón. Ambos madre e hijo tenían esa singular sonrisa que indicaba sus próximas travesuras, aunque no podía decir que Scaramouche fuera a hacerlas, su sonrisa era como la de ella y daba ese "mal presentimiento", esperaba que no fuera malo.

— Es cierto, ¿será porque son familiares?

Por otro lado, Scaramouche tenía una expresión amarga en su rostro que por supuesto era oculta gracias a su gran sombrero. Gracias al buen oído del Baladista había escuchado la conversación, tampoco es que aquellos dos quisieran ocultar lo que hablaban, ni siquiera disimulaban o se susurraban, parecía que lo habían a propósito.

— Tal parece que esa es una conversación muy interesante.

Los brazos del Baladista se cruzaron sobre su pecho al mismo tiempo en qué los miró sobre su hombro. A pesar de no verlo, por el tono de voz que uso la marioneta, el viajero pudo notar la ironía usada para expresar sus palabras. Paimon llevo sus pequeñas manos a su cintura y no dudo en responderle.

— ¿Tu como sabes si es o no interesante?

— Porque es claro que el tema es sobre mi. Además no es como si tratarán de esconder su tema de conversación — contestó con sarcasmo.

— Es cierto, hablamos sobre ti y Agatha — confesó el viajero siendo sincero.

— ¿Es así? — aunque él ya lo sabía prefirió fingir que no lo hacía, sonrió con arrogancia —. Ya veo, parece que les gusta hablar a espaldas, incluso de sus propios amigos.

Aether frunció el ceño cuando las burlescas palabras fueron escupidas. Pero no dijo nada, no tenía palabras para negarlo ya que en parte había razón ya que en ese momento estaban hablando de su compañera. Por supuesto eso no quería decir que Scaramouche había ganado.

— ¡Claro que no! ¡Somos sinceros con la viajera! Pero si Paimon lo dice en voz alta, Paimon será la cena más tarde — se defendió la pequeña hada.

« Al menos no niega que sea la comida de emergencia » Pensó el viajero con ambos brazos cruzados sobre su pecho. El Baladista aparto su mirada de ellos cuando sus pies pisaron el inició de la escaleras de piedra de la entrada a Liyue.

— Siéntete afortunada, al menos serás útil por primera vez en tu vida.

Scaramouche sonrió con burla, aunque solo pudieron ver una parte de esta cuando estuvieron a su lado. De nuevo, fue el primero en dejar atrás a los viajeros y subió las primeras escaleras. Los pequeños deditos de Paimon formaron un puño en ambas manos al tiempo en qué daba pisadas en el aire para expresar su enojo.

— ¡Paimon ya no te soporta!

Aether río detrás de ambos y subió las escaleras de piedra al igual que el Baladista, sólo que él iba a tres escaleras de distancia. Las escaleras no eran nada cortas, eran al rededor de cien escaleras divididas en veinte, lo que equivaldría de un cansancio de horas en las piernas. Eso no era nada para Aether y Scaramouche, ambos subían las escaleras sin darle la mayor importancia a la cantidad que había, ambos se veían igual de relucientes.

El primero en llegar al final de las cien escaleras fue Scaramouche. Se quedó quieto durante unos minutos en los que él creyó que duraría Aether en subir, cuando el rubio llegó a la penúltima escalera, entonces se alejo de él.

Habían pasado alrededor de 10 minutos desde que se separaron de Agatha. Parecía que el camino corto, pero en realidad era más largo de lo esperado, al menos así fue como ella lo vio cuando por fin cruzó hacia Pendiente Tsuijue. Ahora lo único que quedaba era caminar durante unos minutos más hasta llegar a la Mansión Taishan.

Mirando de un lado a otro, busco por las zonas que no hubiese enemigos cerca de ella. Y aunque si habían, ellos parecían no notarla en ningún momento, todos ellos eran Hilichurls que todo tipo y pocas veces encontraba Mitachurl con escudos o hachas.

— Mientras no me encuentre con Magos del Abismo, significa que mi buena suerte no cambiará — se dijo a sí misma en voz alta, luego soltó un suspiro —. Lo bueno de viajar sola, es que puedo hablar conmigo en voz alta.

O eso creyó ella.

— La suerte no se basa en eso — respondió con una voz tranquila el hombre a su lado.

Agatha iba tan concentrada en su camino que no puso la mínima atención a su alrededor. Agregando que no había notado cuando un hombre de estatura alta comenzó a caminar a su lado con un paso tranquilo y disfrutando del paisaje.

— Entonces, ¿es obra del destino?

Hizo su pregunta sin mirarlo y sonrió, pero en el momento en que se dio cuenta de que una figura masculina caminaba a su lado y sobre todo le había respondido a sus propios pensamientos, su sonrisa se tenso. Su cuello se movió a una velocidad sobrehumana, entonces pudo ver un hombre con ojos ambar de pupila dorada.

Abrió y cerro su boca, más no pudo decir ni una palabra. Todas ellas se quedaron atoradas en su garganta, mientras su ojos oceanicos miraban con asombro a ese hombre.

« No puede ser, esos ojos son...» Él la miro con tranquilidad y al mismo tiempo le sonrió. Agatha aparto su mirada y miró el suelo en lugar del hombre, esa belleza etérea nadie era capaz de superarla.

Su corazón se aceleró, por instinto poso su mano sobre su pecho para intentar calmarse. Calma que no pudo llegar cuando una extraña ventana dorada del sistema se abrió frente a sus ojos.

[¡Felicidades has iniciado un nuevo modo de juego dentro de esta aventura!]

« ¡¿Qué?! »

[ Seguramente te has de preguntar de que tratara este nuevo modo de juego, ¿no?.

Pues bien, ya has conocido al sistema principal que se encarga de registrar tus avances dentro de Teyvat. Sin embargo, la diferencia entre nosotros, es que yo la Gran Buxing me estaré encargando de tus avances amorosos en este mundo.

¿No suena divertido?]

« No » respondió en su mente, pero el nuevo sistema parecía ignorarla, tal y como Yunqi lo hacia al inicio.

[ Para resumir, cuentas con cinco rutas distintas con cinco chicos distintos. Ahora has abierto la primera de ellas con "Zhongli" ¡El chico caballeroso!.

Las otras cuatro rutas las irás abriendo conforme conozcas al resto de chicos, no te preocupes, se te irá avisando cuando se abra una ruta.

Si quieres saber cuánto avance amoroso llevas con cada chico, podrás revisarlo en el perfil de cada uno de ellos. Si uno de ellos tiene un 100% de interés amoroso hacia ti, eso significa que ese chico es tu destino.

Así que la Gran Buxing ¡Te desea la mejor de las suertes!]

Tan pronto como el mensaje termino, la ventana desapareció y está vez se activo el sistema por si solo. Sus dedos se cerraron y formando un puño en sus manos.

« ¡De pronto se volvió Otome! » pensó frustrada. ¿Por qué le pasaban este tipo de cosas siempre? Miro al hombre frente a ella que se mantenía en silencio observando cada gesto que ella hacia, aunque no se notaba, sus ojos ámbar brillaban divertidos.

Agatha carraspeó.

— Yo..

— Me alegra saber que estás viva, Bonanus.

Ella calló sus palabras cuando la voz masculina se dirigió a ella y mordió sus labios solo un instante. Ese hombre era Rex Lapis, quien más tarde sería conocido como: Zhongli.

— Agatha, mi nombre es Agatha, Señor Zhongli — corrigió ella con ambos brazos cruzados.

— Ya veo, es un bonito nombre, señorita Agatha.

La chica bufó poniendo los ojos en blanco.

— ¿Puedo preguntar que hace aquí? Tengo entendido que usted estaría dándole una prueba a Liyue — pregunto ella esforzándose por no esconderse de la mirada ámbar.

— Así que incluso sabes eso — dijo para si mismo con una mano sobre su barbilla, pero Agatha fue capaz de escucharlo —. Hace unos días cierto bardo borracho y vulgar visito mis tierras, así que me contó sobre el viajero y de ti.

Agatha alzó una de sus cejas con gracia en el momento de que escucho como el hombre se expresaba hacia el Arconte Anemo, incluso la mirada de desagrado que hizo, le provocó ganas de reír.

— Menciono que alguien que yo conocía sabía acerca de los planes de la Arconte Cryo y no tardaría en venir a mis tierras — contestó mirándola a los ojos —. Pero no espere que esa persona fueses tú, Bonanus.

— Bueno, también fue una sorpresa para mí. Incluso creí que venir de nuevo sería problemático.

— ¿Por el Joven Adeptus?

— Sí, y por usted — fue sincera, Rex Lapis alzó una de sus cejas y se vio curioso por las siguientes palabras —. No sabía cómo tomarían la noticia de que una de los Yaksha estaba viva. Por suerte cuando me encontré con Alatus, no hubo una reacción tan impactante y ahora que me he encontrado con usted, la reacción tampoco fue mala.

— Ya veo, es bueno saber que el joven Adeptus tiene a uno de sus hermanos junto a él — dijo con amabilidad. En su interior, Agatha había esperado por otra reacción, pero sabía que no habría más.

— Sin embargo, eso no responde a mi pregunta, Señor Zhongli. ¿Por qué está aquí cuando usted debería estar en el pueblo? — preguntó de nuevo está vez con una voz sería.

Zhongli cruzó ambos brazos sobre su pecho.

— Escuché que harías la prueba Adeptus en la Mansión Taishan, vine a darte la llave — contestó sin más.

Una O se formó en la boca femenina.

— Espiar no es bueno, pero gracias.

Las comisuras de los labios del hombre se curvaron ligeramente, con un gesto la llamó para que lo siguiera y juntos caminaron en dirección a la Mansión Taishan.

¡Por qué ustedes lo pidieron! Bueno no lo pidieron, pero aquí está un nuevo capítulo.

Oh, ahora nuestra pobre protagonista se ve metida en otro sistema y está vez Otome.

¿Dónde estará Yunqi cuando más se le necesita?

Ahora también fue descubierta, todo gracias al bardo borracho y vulgar según Zhongli.

¡Espero que les haya gustado! Muchas gracias por leer.