Capítulo 36
La Tierra entre los Monolitos
Tiene que ser una broma, eso que ven sus ojos, tiene que ser una broma. Su expresión irritada iluminó su rostro que fue acompañado de una vena hinchada en su frente, sobó el dorso de su nariz con el intento de calmarse. No dio ni un solo paso para no asustarlos, sólo observo en silencio como tres de los cuatro estaban jugando a las cartas tan felizmente.
Había que admitir que la escena era bonita ante sus ojos. Aether, Scaramouche y Paimon jugaban a las cartas, esta última de vez en cuando daba pataditas en el aire cada vez que perdía contra el baladista o cuando esté se burlaba de ella y el rubio le seguía la corriente. Mientras tanto, Xiao se encontraba recostado en el pasto durmiendo, no parecía notar a las pequeñas aves posarse en parte de su cuerpo. No pudo evitar cruzarse de brazos y sonreír ante la escena, al final su irritación se fue.
— Bosacius, Indarias, Menogias, espero que donde sea que estén, vean esto con una sonrisa — exclamó al aire sin dejar de mirar al grupo.
— Parece que ya se siente más relajado incluso si Scaramouche está presente — comenta el tritón mirando al grupo divertirse.
— Seguramente notó la soledad que siente Scaramouche y no lo ve como alguien peligroso, aunque sabe que es un Fatui, se mantiene al pendiente de él.
—Creo que la marioneta será el único Fatui que se gane la confianza de Xiao — Yunqi llevo una de sus manos a la barbilla.
— En parte, pero confía en él porque Aether y yo confiamos en Scara — dijo.
Ambos continuaron observando al grupo por unos minutos más, hasta que Agatha decidió que había sido suficiente ser espectadora. Xiao abrió uno de sus iris dorados al sentir la presencia de su hermana, quién se sentó a su lado para observar el juego de cartas que Aether, Scara y Paimon jugaban, aunque ahora que lo notaba, extrañamente aquellas cartas tenían imágenes de varios personajes que ella bien conocía.
— ¿No jugaras con ellos? — preguntó la fémina a su hermano, pero sin quitar la mirada de los jugadores.
— No se jugarlo — confesó con sinceridad. Agatha miró de reojo mientras su hermano se sentaba en posición de loto —. Aether dijo que me enseñaba, pero me negué.
Ella arqueó una ceja con complicidad. ¿En qué momento aquellos dos se comenzaron a llamar por nombres? Según recordaba, hasta hace unos días, Aether aún lo llamaba "Adeptus Xiao". Pero era natural, incluso cuando ella no existía y solo era espectadora desde otro mundo, Xiao mostró indicios de confianza hacia el viajero, unas cuantas veces una diminuta sonrisa adornaba sus labios o incluso, sus ojos brillaban emocionados.
Ella aún recuerda aquella cinemática dónde Xiao salva al viajero y por supuesto, haría lo que fuera necesario para ver esa cinemática. Bueno, haría de todo, excepto poner en riesgo al viajero.
— ¿Confías en ellos? — preguntó abrazando sus piernas y mirando a sus compañeros. El oro miró al mar con curiosidad, ambos trataron de descifrar los pensamientos del contrario.
— Si tú confías en ellos, lo haré también — exclamó. Al final termino mirando al ruidoso grupo, su hermana sonrió con calidez sin mirarlo—. Bonanus...
— ¿Que pasa?
— ¿Por qué esa marioneta te importa tanto? — Agatha abrió sus ojos sorprendida, está vez lo miro, más Xiao fue rápido al notar la pregunta en sus ojos —. Tu misma dijiste que era una marioneta en el bar del humano pelirrojo.
— Ah.. — río nerviosa. En realidad no recordaba que había mencionado lo que era el baladista, hasta ahora. Agatha observó al Sexto, Xiao la acompaño y también lo hizo, ambos miraron sus gestos de burla hacía la pequeña hada, así mismo, la sonrisa que algunas veces iluminaba su rostro, fue hasta que esté devolvió su mirada, que la Yaksha dejo de mirarlo—: Veo a Scara cómo un hijo — confesó ganando la mirada de asombro de su hermano que pronto fue sustituido por un ceño fruncido.
— ¿Un hijo? ¿Tiene que ver con tu anterior vida? —. preguntó curioso y dándole su total atención de niño pequeño.
— Sí. Cuando era humana, iba a tener un hijo —. exclamó con una mirada triste.
Habían pasado 3 años desde que ella perdió a su bebé. Ella aún recordaba aquel día como si fuese ayer, su bendición era lo mejor que ella podría tener, su máxima felicidad. Xiao se vio lleno de curiosidad, pero no sabía si continuar preguntando acerca de aquella vida, aún así, una parte de él sentía dolor y el arrepentimiento de no haber podido estar para ella lo entristeció, ella sonrió con calidez al notar la mirada de su hermano.
— Cómo humana, era una persona bastante energética, me gustaba salir a divertirme a reuniones y festividades con amigos — continuo contando su historia —. Un día, en una fiesta, conocí a un chico con el que mm... ¿copule? Bueno, me entregué en cuerpo —río nerviosa. Explicarle a Xiao sobre lo que hacían los adultos era un poco difícil y no sabía si él lo entendería.
— Te refieres al apareamiento como los animales.
— ¿Eh? Ah, sí, eso..— carraspeo con una capa de sudor frío cubriendo su frente —. Bueno, esa noche yo había consumido gran cantidad de vino, así que no estaba en todos mis sentidos - explicó, luego continuo —. Sin darme cuenta, aquella noche el papá de mi bebé no se cuido y por tal descuido, tres semanas después salí embarazada.
Recordó con una sonrisa en sus labios. Ella jamás había odiado salir embarazada, aunque sí se preocupó porque no sabía que opinaría su madre, al final ella la reprendió y se negó a que ella lo abortara, porque sí en ese momento pensó en esa idea.
— El día que me enteré, estuvo lleno de emociones. Me sentí feliz y al mismo tiempo me preocupe, porque no sabía si mi madre humana me apoyaría o no lo haría. Debido a ese miedo, pensé en no decirle y abortar al feto. Sin embargo, al final terminé contando y ella a pesar de regañarme durante casi una hora, me terminó apoyando y se negó a que lo abortara — agregó soltando un suspiro triste—: Poco después de saber la noticia, mi madre humana me preguntó que haría con el papá del bebé, si le diría o no, mi respuesta fue un no. Estaba decidida a tener a mi bebé y no quería lastimarlo, quería que llegara al mundo con una salud buena...
— ¿Pero...? — la ánimo a continuar.
— Pero él no tenía una buena salud - respondió mirando con ojos lagrimosos al joven Adeptus —: El día del parto, yo tenía fuertes dolores e incluso cuando se rompió la fuente lo que salió de mi fue sangre, mi familia humana se preocupo. El día de su nacimiento mi pequeño me saludo con un lloriqueo que fue la melodía más hermosa para mí, sin embargo, cuando lo abrace y él tocó mi mano, su vida terminó.
Suspiro con fuerza y aguanto las ganas de llorar. Por intuición, Xiao la termino abrazando y le entrego todo su apoyo.
— Los médicos dijeron que el motivo de su muerte fue porque padecía de una enfermedad que daño sus pulmones e impidió que recibiera oxígeno - habló mientras acariciaba la espalda de su hermano Yaksha —. Durante un año y medio, viví con depresión post-parto. Para mí familia fue difícil, ellos trataron de ayudarme de miles de formas, pero yo me negaba tanto a recibir su ayuda que ellos ya no encontraban forma de poderme ayudar. Pero después de un año, acepte la muerte de mi bebé y logré recuperarme de aquella depresión con el tiempo. Por supuesto, poner de mi parte no fue fácil.
— ¿Y que paso con el humano?
— Oh, pues jamás lo contacté para decirle.
Xiao frunció el ceño con molestia, las ganas de matar a ese humano llegaron a él. Pero Agatha lo detuvo al tomar su mano y sonreírle para que se tranquilizara.
— Está bien, Xiao. El papá de mi bebé era buena persona, creéme que estoy agradecida porqué el papá era un buen ejemplo para los humanos.
— ¿Un buen ejemplo? Bonanus, pero si ese inservible humano no te apoyo en todo ese tiempo que estuviste preñada — alzó la voz enojado, el grupo que se divertía los miró con curiosidad.
— ¡Oye, esa palabra es grosera! - regaño ella, pero Xiao cruzó sus brazos y no le hizo caso —. Es cierto, no me ayudó porque así lo quise yo, pero ¡fue mi decisión!.
— Lo mataré.
— Que ruidosos, ¿por qué gritan ahora?
Tanto el viajero, como su pequeña compañera y Scaramouche se acercaron a los Yakshas a pasos lentos. Este último miró a ambos para buscar respuestas, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y su mirada a pesar de lucir inexpresiva, sus ojos hablaban por él. El joven Adeptus llevo su mirada fría al baladista recordando las palabras de su hermana, ya no sabía de qué manera debía mirar a esa marioneta. Si para ella significaba mucho esa marioneta, entonces él no podía impedirlo y debía aceptarlo. Scaramouche le devolvió la mirada, pero no logro entender el significado que había en ella, sus cejas se fruncieron cuando el dorado y añil se conectaron. Los labios del Yaksha se movieron con ligereza y con un susurro silencioso, Xiao lo llamo.
— Zhí zi...
Tan solo el viento, fue testigo del significado de aquellas palabras y sobre el obsequio que venía con el. Cómo Yakshas, entregar un obsequio tenía grandes significados y solo eran otorgados a aquellos que eran importantes.
— Solo estamos hablando sobre algo, pequeño Scara — respondió la mujer con una sonrisa en sus labios.
El nombrado regreso su mirada a la mujer, aún manteniendo su ceño fruncido.
— ¿A quién llamas pequeño? — preguntó. A lo que ella no dudo en mirarlo y pintar una sonrisa burlesca en sus labios, lo cual lo hizo enojar a un más—: ¿Te atreves a desafiarme?
— ¿Hah? Tu...
— Alto, ambos dejen de discutir y mejor comamos, tenemos un largo viaje por hacer — regaño Aether con el ceño fruncido y con ambas manos sobre sus caderas.
Tanto la Yaksha cómo la marioneta se miraron entre ellos para luego mirar a otro punto del paisaje que no fuesen los ojos del contrario. Xiao se acomodo en su lugar ignorando la actitud de su hermana y el Fatui, dándole su total atención al plato de Ganchas frente a él no sin antes sacar aquellas par de ramas de árbol que su hermana le dio.
— ¿Usas dos ramas de árbol como palillos?.
Scaramouche alzó ambas cejas con curiosidad. Hace mucho tiempo que no veía a alguien usar un par de ramas como palillos, la última vez fue él y... alguien que el conoció en el pasado. Aunque aquella vez que uso ramas como palillos fue porque no tenía Moras, tiempo después las tuvo gracias a los pequeños trabajos que hacía y logro comprar dos pares de palillos. Ahora, viendo al Adeptus, era obvio que el dinero no le faltaba y podía comprarse cuántas quisiera.
— Agatha se los hizo para que comiera con comodidad —. respondió el rubio mientras llevaba comida a su boca.
— Mmm..
— ¿Acaso quieres unos para ti, Scaramuchi? — preguntó la pequeña hada con burla.
El chico no dijo nada, prefirió evitar la mirada de aquellos dos que lo miraban. En su lugar se sentó en el pasto con los brazos cruzados, hasta que un plato fue extendido en su dirección, observo el brazo durante unos segundos hasta que se decidió mirar al dueño de dicho brazo. Xiao lo miraba con seriedad.
— Come.
— No lo necesito.
Sin embargo, Xiao no parecía querer rendirse y continuo sosteniendo el plato hasta que el Fatui suspiró cansado y lo acepto, fue entonces que una fina y casi invisible sonrisa se dibujo en los labios del Adeptus. El viajero y sus compañeras contemplaron la escena con una sonrisa en sus labios.
— Bonanus puso todo su esfuerzo en hacerlo, así que no lo desperdicies
El cuerpo de la mencionada se tensó al escuchar las palabras de su hermano. Comenzaba a creer que a su bonito hermano le gustaba delatar cada significado de sus actos, claro que no le disgustaba, pero la hacía sentir un poco incomoda al respecto. Por esa razón, cuando Scaramouche la miro con seriedad, ella prefirió sonreírle y aceptarlo, de todos modos sabía que las mentiras eran acto de traición para él.
— Así es, puse todo mi corazón en este platillo.
— Yo..
— ¡Vaya! ¡No creí que el viento me traería un delicioso festín!
La voz juguetona de un bardo llegó a los oídos de todos. El grupo miró en su dirección, sólo para describir que el dueño de aquella voz pertenecía al tan conocido Bardo borracho o como Paimon le dice « Bardo de pacotilla ». Venti miró detalladamente a cada integrante del nuevo grupo, hasta que paró en uno en específico que le recordaba a cierta Arconte.
— ¡Bardo de pacotilla! ¿Que haces aquí?
— Escuché que su viaje en Mondstadt terminaría hoy y he venido a despedirlos — respondió con una pequeña sonrisa en sus labios. Extendió una canasta llena de Manzanas en dirección del viajero rubio-: He traído estás manzanas para ustedes, espero que les ayude en su viaje.
— Gracias por tu bendición, Venti — dijo Aether. El bardo le sonrió con ojos cerrados como media luna y asintió.
— Por cierto, debo decir que te pareces demasiado a Ei — mencionó el bardo con una mano en su barbilla mirando al Baladista, quién se tenso al escuchar su comentario y gruñó. Al contrario de lo que se creía, el Fatui no le respondió y continuo comiendo —. ¿Dije algo malo?
Agatha limpio la comida en su boca y sonrió.
— No dijiste nada malo, pero me parece que estás equivocado, Venti.
— ¿Eh? ¿En qué?
El grupo puso atención a la fémina. Miró unos segundos a Scaramouche antes de levantarse y acercarse a él para abrazarlo por los hombros.
— ¿Puedes verlo bien no es así? Ellos no se parecen — dijo mirando al bardo a los ojos, entonces su expresión se volvió obscura —. En absolutamente nada se parecen.
Venti sintió sudor frío recorrer por su espalda.
— T-tu expresión da miedo, Agatha.
Ella sonrió fingiendo amabilidad.
—Es por qué no puedo permitir que digan que se parece a esa Arconte, soy alguien muy celosa, ¿sabes?.
— Mejor dicho, eres muy sobreprotectora, Bonanus.
La Adeptus chasqueo la lengua. Tomó el sombrero del Fatui y se lo puso, sin importarle la mirada que esté le dio ante tal acto, en su lugar acaricio los cabellos del chico y le sonrió con cariño antes de susurrarle un "come" e ir de nuevo a su lugar. Scaramouche tuvo que bajar la mirada al plato en sus manos para ocultar su expresión.
— ¡Eso! ¡Paimon jamás había visto Agatha tan sobreprotectora!
— Eso es por qué tenemos dos meses de conocernos, Paimon. Incluso a mí me sorprende a veces sus actos — confesó el viajero.
— En todo caso, no sabía que lo habías adoptado. Si ese viejo zopenco se entera, seguro se sorprenderá — exclamó el bardo llevando una mano a su pecho fingiendo miedo.
— No necesito su aprobación, me basta con que Xiao lo acepte y es suficiente.
— Nunca creí que escucharía a un Yaksha expresarse así por su señor —. Venti se llevó una mano a la boca. Agatha lo miro con seriedad y sonrió poco después.
— A Zhongli no le molest..
[ Seras tonta ]
— ¿Zhongli?
Xiao, Aether, Venti y Paimon la miraron con curiosidad, quién había hecho la pregunta fue el Adeptus.
— Q-quiero decir, Rex Lapis — se corrigió riendo nerviosa. Aún así, la curiosidad por aquel nombre se mantuvo.
Maratón 2/5
Copular: Unión sexual
[ 姪子 ] [Zhí zi] Es sobrino, aunque también se pueda usar Waisheng
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