Capítulo 28
- ¿Sucede algo, Aether?
Agatha observó al rubio, desde hace ya algunos minutos que estaba más callado de lo normal. Ella lo sabía, su estado de ánimo no era el mejor desde que Diluc le dió información sobre su hermana, sus pensamientos lo cegaron. La información que se supone debía saberla más adelante, terminó llegando más pronto de lo que tardaría un incienso en apagarse.
La expresión de Agatha se volvió triste, sintió la culpa calar en su corazón. No podía evitarlo, era su culpa, debió dejar la salvación de Dvalin para último momento, eso pensaba ella. Sin embargo, una parte de ella le decía que no fue un error la decisión que tomó, porque pudieron salvar a Dvalin antes de que pasara algo más grave. Analizó las expresiones de Aether, sus labios temblaban, lucia triste, era obvio. La necesidad para disculparse crecio dentro de Agatha, tocó su pecho tratando de calmar esa necesidad.
No te arrepientas, no te culpes, recuerda que no es fácil querer salvar a alguien. Se dijo a sí misma dentro de su mente, tocó el hombro de Aether para llamar su atención. El viajero subió su mirada triste a los iris oceanicos de su compañera, los labios femeninos se curvaron en una sonrisa pequeña, los iris dorados se abrieron de uno por uno al notar la esperanza en los ojos ajenos. Su mirada bajo poco después, una sonrisa se dibujo en sus labios y logro calmarse.
- Lo siento, sólo recibí información acerca de mi hermana, pero no es muy buena - rio intentando que la chica no se preocupara por él, era en vano, porque ella ya lo estaba.
- Lo sé, escuché a Diluc decírtelo - confesó ganándose de nuevo la atención del rubio. Agatha soltó el hombro de su compañero y miró el alba que comenzaba a pintarse en el cielo, luego lo volvió a mirar - Lo siento, parte de esto es mi culpa por mis emociones. Creí que salvando a Dvalin antes, todo saldría mejor, pero no conté con los métodos de Diluc para sacar información con facilidad.
El viento acaricio sus cuerpos. Aether frunció su ceño, sin despegar la mirada de su compañera continuo poniendo atención a cada una de sus palabras.
- ¿Tu lo sabías...? - preguntó mirándola, la fémina cerró sus ojos y los cubrió con la palma de su mano, para poco después dejar a la vista uno de sus iris.
- Sé muchas cosas, Aether. Muchas más de las que me gustaría saber - respondió conectando su mirada con la suya. Yuqin hizo presencia con rapidez, las alertas de una violación al sistema lo hizo salir de su espacio, iba advertirle a la fémina pero a ella pareció no importarle. Sabía que si no hacía algo pronto, el castigo que recibiría sería peor que el anterior y él no quería darle otro castigo - No puedo decirte aún todo lo que se, sólo pido que me des tu confianza en todo momento y que escuches mis indicaciones cuando llegue el momento.
- ¿Por qué...?
- En el futuro te encontrarás con muchas personas, algunas de esas personas te querrán manipular de alguna forma para conseguir sus objetivos...- su semblante se volvió más serio a cada segundo mientras en sus recuerdos aparecían las imágenes de las posibles personas manipuladoras - Mi objetivo siendo tu compañera era trazar un camino más sencillo para ti, pero al comprobar que no siempre puedo hacerlo, he decidido trazar mi propio camino para ayudarte a salvar este mundo y a tu hermana.
- ¿Quieres decir que te irás? - preguntó con tristeza, Agatha negó con un movimiento de su cabeza.
- No me iré - afirmó con seguridad. Los recuerdos de su conversación con el sistema pronto llegaron a ella.
« - Agatha, necesitas crear una nueva figura en este mundo.
- ¿Una nueva figura?
- Sí, una figura poderosa. En Liyue no te hará falta, pero en Inazuma, Sumeru, Fontaine, Natlan y Snezhnaya te serán de ayuda.
- Primero me dices que no puedo usar las Moras del sistema y ahora esto. Al parecer soy una pieza más de ajedrez en este juego estúpido.
- Eres inteligente, sabes tu lugar.... »
- ¿Entonces...? - el rubio no dejo de mirarla, su mirada se hizo cada vez más serena. Agatha sonrió dejando que leyera lo que ella no podía decirle en voz alta, ya no fue necesario que el viajero hiciera más preguntas, lo que vio en esos ojos oceanicos fue suficiente, asintió con una sonrisa de lado y hablo con compresión en su tono de voz - Entiendo, me las sabré arreglar.
Yunqi entrecerró sus ojos sin quitar su mirada de los dos viajeros, intentó buscar alguna acción que fuese en contra del sistema, más no encontró nada que no fuesen un par de sonrisas. Termino volviendo a su pequeño mundo, aliviando así a la fémina que lo había notado en el momento que salió. Desde su conversación, supo que Yunqi no era de total confianza y no podía arriesgarse aún a estar en su contra, sobre todo por qué necesitaba usarlo.
- Por cierto, necesitamos regresar la Lira Sagrada - anunció la chica recordando que Aether tenía la Lira Sagrada aguardada en su mochila.
- Vayamos a la iglesia para buscar a Barbara, ella fue quien nos la entrego - dijo el chico.
Agatha no pudo evitar pensar en los cambios que hubo en la historia tras su llegada. Por lo que ella había notado, la Lira Sagrada no fue robada, si no entregada personalmente por Barbara.
Aunque conociendo lo devota que es la idol hacia el Arconte Anemo, seguramente fue difícil convencerla.
- Está bien.
- Después iremos con Amber para tu exámen de vuelo - agregó. La fémina trago en seco, sintió como el sudor frío recorrió parte de su cien.
- Yo.. uh..mm.. - Balbuceó -. Esta bien.
Suspiro al final rendida, sabía que incluso si quería negarse, no podría por qué necesitaba tener un planeardor.
Tras dejarle a la pequeña hada - quién se encontraba comiendo en el restaurante de Sara - una bolsa de Moras, se dirigieron en dirección a la iglesia de Mondstadt, dónde la gran estatua del Arconte Anemo habitaba. Agatha recordaba parte de las calles de la ciudad, sin embargo, algunas veces parecía perdida. Digamos que cuando estás experimentando el verdadero Mondstadt con tus propios ojos, te pierdes porque la estructura de la ciudad no es la misma que en el juego, esta es mucho más real y transcurrida.
Mondstadt es grande, con una estructura medieval hermosa. Había casas de todos los tamaños y colores; desde amarillas hasta verdes. Claro que también estaban aquellos edificios elegantes donde vivía la gente rica, aunque fue impresionante para Agatha, la verdad es que su atención se la robaba más el bullicio alegre. Las calles de la ciudad si que eran largas y transcurridas, en todas ellas habían pequeños puestos de frutas, carnes, pescados o puestos de comidas, fue un poco difícil para ella poder identificar algunos de los NPC del juego como a Flora, quién vaya que la sorprendió al notar que no era una niña, si no una joven adulta de cabello castaño y hermosa.
Donna, también logró visualizarla de lejos. Como era de esperar de la realidad, Donna también superó sus expectativas; hermosa doncella de complexión delgada, ojos azules y un bonito cabello castaño oscuro. En cierta parte, el lado humano de Agatha envidio a la chica por la belleza que tenía, pero luego recordó quién era y se sintió superior.
Otra de las cosas que llamo mucho su atención, fue el herrero: Wagner. No era mentira que ese hombre tuviera una mirada de pocos amigos, además el hombre cuya edad pasaba de los 35 años, no parecía ser alguien grosero, sino lo contrario.
¡Oh! Cierto, Timaeus fue el más fácil de identificar.
Vaya que Agatha se quedó encantada con ese chico. Por lo poco que pudo notar, es bastante aplicado y se esfuerza mucho en sus investigaciones, a lo lejos parecía tímido y un tanto lindo. Su belleza era normal, podría decirse que es el que menos abruma con su belleza, bueno es que la Adeptus tampoco está tan acostumbrada a ver extranjeros de bellezas irreales.
Y eso que aún no conoce a los Arcontes, bueno sólo Barbatos.
Hablando del bardo, Aether y ella se detuvieron frente a la estatua del Arconte Anemo que adornaba la plaza de la ciudad. Venti tocaba su Lira con delicadeza, el aire a su alrededor se podía notar limpio a la hora de respirarlo, aliviaba los corazones de muchos. La canción tocada era desconocida, eso no le quitó lo hermosa que era, incluso algunos de los niños que se encontraban ahí, bailaban con libertad.
Una escena hermosa.
Fue hasta que Venti dejo de tocar su Lira, que el resto del público se fue dispersando y entonces el bardo decidió acercarse a sus amigos con una sonrisa adornando sus labios.
- ¡Viajeros! ¿Les ha gustado está hermosa música? - preguntó.
- Claro que sí, fue encantadora - respondió Agatha con honestidad, los ojos del Arconte brillaron alegres y miró al rubio para saber su respuesta, este asintió en respuesta con una sonrisa, festejo feliz.
- ¿A dónde iban?
- Iremos a devolver la Lira Sagrada - contestó Aether.
Venti pareció pensar un poco, su mirada fue de nostalgia por unos segundos, hasta que con una mirada decidida miró a los viajeros.
- Iré con ustedes.
Ninguno puso objeción y decidieron devolver la Lira Sagrada. Sin embargo, Agatha detuvo sus pasos de una forma silenciosa, observó a un par de recaudadores Fatui hablar fuera de la iglesia. Ya lo sabía, Signora no tardaría en llegar para arrebatarle la Gnosis al Arconte Anemo.
Aún así, ella no actuaría está vez, dejaría que la escena ocurriera cómo en el juego.
Nihao!
Cómo pasa el tiempo, ya casi llegamos a 30 capítulos. Aún falta un poquito más antes de ir a Liyue, que si soy sincera, estoy emocionada por escribir la historia de Agatha en Liyue.
Y es que, bueno, es Bonanus. Habrá muchos reencuentros y ¿drama?. Espero que mínimo no sufra más y logré ser feliz. No crean que la desgracia la persigue, es que bueno, aún tiene muchas pruebas que debe superar antes de ser feliz.
En fin, espero que la felicidad venga pronto para ella y quién sabe, tal vez logré enamorar a uno de los husband de Genshin Impact.
¿Quién les gustaría?
Bueno ahora sí, gracias por leer, nos vemos en tres días para otro capítulo.
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