Agatha

El impacto no había sido grave gracias a ese "alguien". Parpadeo dos veces y miró aquel chico guapo bajo mi cuerpo; cabellos rubios cuál sol brillante en primavera, ojos amarillo dorados como el oro, complexión delgada y piel clara, facciones finas, y dioses su abdomen que por los creadores de Genshin Impact ¡Es hermoso!. En resumen, el chico con el que había chocado y rodado sobre el pasto era el viajero ¡Aether!. Él me mira con una pequeña sonrisa amable, lo contempló emocionada como una niña al ver el mejor regalo de sus padres, entonces reacciono asustada.

—¡Lo siento! ¿Estás bien? — pregunté con nerviosismo, con rapidez me levanté y le extendí la mano para que él pudiera levantarse también.

— Gracias...— habló, sentí como una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal, Aether sacudió sus ropas cubiertas de pasto —: ¿Tú estás bien? — ahora él pregunta, no tardó en asentir energética.

— ¡De verdad lo siento! Y-yo escapaba de los Hilichurls y Slimes y no me fijé por dónde iba y...— trate de explicarle moviendo mis brazos arriba y abajo con nerviosismo. Mi explicación se vio interrumpida por una suave risa que salió de su boca, lo que para mí fue una hermosa melodía.

— No necesitas explicarme nada, creo que no notaste que los mate —. me dijo a lo que de inmediato gire mi cuerpo y rostro para mirar en dirección al bosque susurrante. En efecto, el viajero ya los había matado y solo quedaron artefactos y materiales tal y como en el juego.

De nuevo, mi mirada fue a parar en el rubio que con una mirada de agradecimiento, no dude en inclinar mi cuerpo para agradecerle.

— ¡Estoy en deuda contigo!

—...No es necesario, tranquila.

— ¡Lo es! Seguramente estás agotado de ayudar todos los días sin descanso.

Aether me miró curioso, ladeó su cabeza hacia la derecha sin dejar de mirarme. Fue entonces que me di cuenta como la había cagado y había cometido el error más grande de mi vida.

— ¿Cómo lo sabes? —. arqueó una de sus cejas. Tragué la saliva en mi garganta y rasqué con mi dedo una de mis mejillas con nerviosismo. Él no apartó su mirada de la durante unos minutos.

— Ehh, este...

— Tienes razón, ayudar todo el tiempo no me gusta y me cansa. Pero tú eres la excepción, estabas en peligro y no podía dejarte morir —.  dice con total sinceridad y para mí suerte ya no hizo preguntas sobre mi.

— Si, jaja...

Trato de esconder el suspiro de alivio.

— Soy Aether, soy un viajero — se presentó con amabilidad llevando una de sus manos a su pecho, mi corazón latio alegre al ver esa misma imágen que solía ver a través de una pantalla de plasma.

— Soy Agatha, y yo... soy una viajera, también —. me presenté dándole una sonrisa dudosa, en realidad no sabía si era correcto llamarme "viajera". Noté como los ojos del rubio brillaron, lo que de nuevo, me hizo tragar en seco.

— ¿Enserio? ¿Eres de alguna nación de Teyvat o vienes de otro mundo? —  nuevamente preguntó, solo que está vez con un toque de emoción. Sentí la necesidad de no mentirle y decirle que venía de otro mundo, así que no dude en asentir.

Pero...

— No, no vengo de otro mundo, ¿Y tú?

Un semblante triste fue visible en su mirada, hice mi mayor esfuerzo para resistir y decirle la verdad.

Claro que ya sabía, pero era diferente escucharlo de su propia boca. La emoción que sentía en estos momento eran inexplicable, quería abrazar al rubio frente a mi, pero sabía que eso sería extraño para él. Después de todo, sus creadores habían colocado en los personajes sus propias costumbres y yo viniendo de un mundo con un país que le gustaba dar besos y a abrazos, sería raro. Tal idea la deseche de mi mente de inmediato.

— Sí, hace años que estoy aquí y ahora viajo para buscar pistas de mi única familia — el tono de su voz es melancólico, asentí con un gesto de cabeza, pues yo sabía muy bien su misión y lo que se ha esforzado por encontrar a Lumine.

Muy bien, aprovechemos.

—  ¡No te preocupes! ¡Seguro la encontrarás! —  grite dejándome llevar por la emoción, tal vez exageré pero Aether me miró y me regaló una bonita sonrisa —: Puedo unirme a ti para ayudarte, solo si quieres, claro.

Sus ojos se abrieron con asombro, tomó mis manos y dió un apretón suave sobre ellas.

—  Entonces... ¡Bienvenida al equipo!

— ¡Gracias!

Ambos nos pusimos a dar vueltas festejando nuestro nuevo equipo. Estaba tan feliz de que ahora haría equipo con mi rubio favorito cuando de pronto, una ventana del sistema se abrió con un nuevo mensaje. Inmediatamente detuve mi festejo y puse total atención al dichoso sistema.

[ ¡Felicidades por tu encuentro con Aether estimada viajera!

Ahora junto Aether y Paimon podrás disfrutar de nuevas aventuras en el mundo de Genshin Impact. Así que no olvides en cumplir todas tus misiones para reunir artefactos y materiales de ayuda para tus armas, visión y nivel.

Recompensas:

• Experiencia x100
• Amistad x40
• Moras x30000
• Ingenio del Héroe x10

¡Le deseamos el mejor de los éxitos, viajera!]

Y se cerró, pronto las recompensas fueron llegando. Suspiré frustrada, ese maldito sistema ni siquiera había mencionado que encontrarse con Aether sería una misión. Las narraciones en los libros de que el sistema en la realidad eran problemáticos, comenzaban a convencerme. Pero es cierto, estoy aquí por algo que mi mente aún no lograba recordar, sobre todo mi primer encuentro con el sistema. No lo recordaba, a excepción de que sé cómo llegué a este mundo y sobre mi familia.

— ¿Estás bien, Agatha? —  su voz me hizo regresar a la realidad, su ojos mostraban preocupación la cuál me hizo sonreír y casi jalar sus mejillas.

— Sí, solo estaba pensando — sonreí para tranquilizarlo, gracias a Venti que eso funcionó.

— Está bien, ahora que somos compañeros y amigos, puedes contarme tus preocupaciones — dijo con una pequeña sonrisa, asentí como respuesta se que en algún momento llegará el día en que deba contarle mis preocupaciones.

Tras unos minutos después, ambos emprendimos camino hacia la Ciudad de la Libertad. Pensándolo bien, ahora que me encontraba aquí, podré conocer a muchos de mis personajes favoritos del juego, incluyendo a quienes para mí mala suerte, no había podido ganar (sin Mora siendo uno de ellos.)

....

Mondstadt no estaba lejos del bosque susurrante, de hecho solo teníamos que caminar durante unos 10 minutos aproximadamente. Pero, por alguna razón se me hizo largo, quizás fue mi pereza o mi falta de ejercicio que al ver la distancia ya me sentía cansada con tan solo cinco pasos, quizás si era mi pereza.

Al llegar al puente de la Ciudad de la Libertad, una ráfaga de viento fue lo primero que me dio la bienvenida. Por alguna razón mi mirada subió al cielo, sin embargo, no había nada más que el cielo despejado con un sol resplandeciente. Pero en mi mente, Venti llegó a ella y no pude evitar que una sonrisa saliera de mis labios.

Barbatos, me ha dado la bienvenida.

La entrada de Mondst se veía pequeña a la lejanía, pero conforme nos acercábamos está se veía más grande y más alta; me di cuenta poco después, que en realidad era mucho más alta. En la entrada estaban dos caballeros de Favonius; Saw y Lawrence si mal no recordaba esos son sus nombres.

— ¡Hola, viajero! ¿Hoy no salió con su pequeña amiga— pregunto Lawrence tras un saludo tipo militar. Pensándolo, yo no había visto a Paimon cuando me encontré con Aether, más dudo que haya falta romperme la cabeza para tratar de descubrir donde se encontraba, en palabras simples El buen cazador respondía todas mis dudas.

— No, Paimon se ha quedado comiendo en el restaurante de Sara — dijo el rubio negando con su cabeza. Saw el compañero de Lawrence me miró con curiosidad, con un movimiento de cabeza, saludé.

— ¿Y ella quien es? —  Lawrence y Aether me miraron cuando Saw me apunto con un gesto, el rubio mostró una pequeña sonrisa.

— Es mi nueva compañera de viajes y amiga.

—  Es un placer conocerlos, soy Agatha..— con una mano sobre mi pecho, saludé a ambos.

— Bienvenida a Mondstdat, señorita Agatha —  como soldados, ambos caballeros me saludaron. Naturalmente cómo en el juego, ambos son de personalidades agradables y nada amargas.

Tras saludarlos, pasamos a la ciudad y subimos las escaleras. Afortunadamente las escaleras no eran tan altas y no cansaban por eso fue cómodo subir cada una de ellas e incluso saltar. Aether saludaba de vez en cuando a algunas personas; entre ellos a Katheryne con quién fue nuestra siguiente parada.

— Ad astra abyssosque, bienvenidos al gremio de aventureros — saludo con una agradable sonrisa, tan amistosa cómo en el juego. Yo la observé en silencio mientras Aether hablaba con ella, tal parece que recogía sus recompensas del día. Poco después Katheryne me miró curiosa, más no dijo nada y solo me dedico una sonrisa, la cuál no dude en corresponder —: Que tengan un buen día, viajeros.

— Listo, ahora tengo moras suficientes para pagar todo lo que haya comido Paimon —  escuché al rubio decirme. Fingiendo curiosidad, le miré confundida —: Oh, olvide mencionarlo, cierto. Paimon es mi primera amiga y compañera en Teyvat, pero no sé lo digas o me querrá molestar con eso, por ello la llamo comida de emergencia.

Solté una risita, es muy tierno la amistad que ambos tienen. Sin duda, espero que el futuro no los llegue a separar y continúen siendo grandes amigos.

— ¡Entonces, vamos! ¡No hagamos esperar más a la comida de emergencia!

El rubio me sonrió como respuesta.

— Sí, después iremos a qué conozcas al resto y arreglar todo para que tengas tu licencia de vuelo y otras cosas sobre el gremio de aventureros.

Lo mire aterrorizada.

— ¿Volar dices?

—  Sí, Amber se encargará de eso, creo — explicó colocando ambas manos en su cintura —: ¿No quieres o te da miedo?

Negué energética:— ¡Nada de eso! Solo... ¡Me preocupo por mi valiosa vida! —. mi rubio favorito se rió de mí.

— Tranquila, lo vas a lograr te lo aseguro.

Solo esperaba que sus palabras fueran verdad y no terminará muriendo en el intento.

Capítulo dos, listo. Espero que les haya gustado este nuevo capítulo, muchas gracias por leer.