Capítulo 17
Miré a Xiao quién comía en silencio una taza de gancha de arroz. Una comida que yo misma preparé a base de mis propios conocimientos. Mi pequeño cazador no parecía hacer muecas por la comida humana, fue confuso al inicio porque sé muy bien que la comida humana y Xiao no se llevan bien - a menos que sea el Tofu de Almendras-. Suspiré sin quitarle la mirada al bello Yaksha frente a mis ojos.
Cuando llegue a este mundo, tuve miles de ideas para salvar Teyvat. Todas ellas se fueron arruinando con el paso de los días, fue hasta que supe que mi verdadera identidad era Bonanus que todas esas ideas murieron por completo. ¿Lo dije no? Ser Bonanus traerá problemas, el principal de ellos estaba frente a mis ojos.
Bueno, Xiao no es un problema en sí. El problema es que no quería lastimarlo con mi presencia, pero verlo llorar frente a mi me rompió el corazón y me hizo prometer algo que no se si pueda cumplir. Las promesas son fáciles de hacerse, mientras vivas, puedes cumplir cada parte de ellas y cuando mueres, la promesa rompe. Yo no sé cuál será mi destino, quizás muera o quizás no.
Y es por ello, que si mi destino me dice que debo morir, debo hacerlo sin lastimar a Xiao - incluso si eso me hace egoista-. Perder a alguien se vuelve doloroso, aún sí la herida cicatriza, está se volverá abrir con el tiempo para recordarte esa dolorosa perdida. Lo he vivido en dos ocasiones como Bonanus y como Agatha.
- ¿En qué piensas, Bonanus? - salté en mi lugar al escuchar su voz. Me encontré mirando la cascada a lo lejos, perdida en mis pensamientos. Con lentitud volteé a mirarlo con una sonrisa pequeña, Xiao me miraba curioso.
- Sólo pensaba si te gustaron las ganchas de arroz - mentí a propósito para evitar decirle mis verdaderos pensamientos -. Se que no comes cualquier comida humana que no sea el Tofu con Almendras.
Una sonrisa socarrona cubrió mis labios al notar la punta de sus orejas teñirse de un color carmesí. Xiao miró hacia la ventana como si tratara de esquivar mi mirada, solté una risilla que a causa de una mirada asesina por su parte, tuve que callarla. El cazador soltó un suspiro, y vi como las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa.
- No está mal - dijo, estuve por celebrar cuando él volvió a abrir su boca -. Pero según recuerdo, la cocina no era uno de tus dones. Menogias siempre tenía que preparar la comida cuando te daba hambre porque a ti se te quemaba - exclamó con un tono burlesco. Cruce mis brazos sobre mi pecho.
- ¡No era culpa mía que los huevos se quedaran pegados! - excuse con un puchero en mis labios.
- Si fue tu culpa, se suponía que debías poner primero el aceite y luego el huevo - explicó con su dedo índice en su barbilla, lo miré cofundida.
- ¿Cómo es que sabes eso? - pregunté curiosa. El chico Anemo me miro durante unos segundos antes de responder.
- Algunas veces veo cocinar a alguien en la Posada Wangshu.
El foco en mi cabeza se iluminó al recordar la persona que cocina en la Posada, cuya persona debía asegurarme de pedirle la receta de Tofu con Almendras.
- Bonanus - miré a Xiao con una sonrisa de curiosidad -. ¿Cómo conoces el nombre de "Xiao"?- preguntó con seriedad.
Mi sonrisa desapareció en cuanto aquella pregunta salió de sus labios. Sudor frío bajo por mi frente, miré a otro punto que no fuera él con la intensión de poder esquivar aquella pregunta. No me había dado cuenta que todo este tiempo lo había estado llamando 'Xiao' y no 'Alatus'. Quise golpear mi cabeza contra algo duro, sin embargo, un círculo rojo en el icono del sistema, llamo mi atención.
De inmediato fruncí el ceño.
¿En qué momento el sistema notifico algo? Esto me daba un mal presentimiento. Miré a Xiao con serenidad durante unos segundos antes de levantarme y darle la espalda. Cerré mis ojos, respire profundamente para calmar todas mis preocupaciones y miré de nuevo al cazador. Me sente de nuevo una vez calmada, en mi mente hice una nota mental de revisar al sistema más tarde.
Xiao me miro con preocupación, le sonreí para tranquilizarlo. Lo importante era resolver el problema de Xiao, ya me enfocaría en el sistema.
- No puedo decirte la verdad sobre eso, al menos no aún - dije con tristeza.
- ¿Por qué? - Alatus frunció el ceño, sacudí mi cabeza en negación.
- No hay un porque, solo no puedo hacerlo todavía, necesito que me des tiempo.
Hasta que pueda cumplir los requisitos del sistema, complete en mi mente la oración. El cazador no parecía muy convencido con mi respuesta, su mirada bajo a las sábanas blancas por unos segundos y permaneció en silencio. Pedí perdón en mi mente, no podía cometer un error aún cuando el sistema no ha quitado el modo OCC.
Xiao subió su mirada, me miró y luego asintio compresivo.
- ¿Que está sucediendo en la nación de Barbatos? - una nueva pregunta salió de sus labios, una pregunta que si podía responder con los actuales sucesos.
- Al parecer un amigo de Barbatos sufrió una corrupción por parte del Abismo y estamos buscando la forma de repararlo - conteste sonriéndole.
- ¿El Abismo? - asentí, su ceño se frunció más y sus ojos mostraron desconfianza ante la situación.
- Parece que los Fatui también traman algo, pero no sabemos realmente que es - continúe explicándole la situación, tras mencionar a los Fatui, lo vi apretar sus puños. Poco después se relajo y me miro más tranquilo.
- ¿Necesitan ayuda?
- ¿Eh? - abrí mis ojos con asombro tras su pregunta, él sonrió con un toque de burla y con su dedo golpeó mi frente.
- Lo que has escuchado.
Hinche ambas mejillas como una ardilla.
- No creo que sea realmente bueno que defiendas una nación ajena, Alatus - respondí mirando el cielo a través de la ventana -. Aún tienes un contrato con Rex Lapis.
- ¿Y tú? ¿Ya no lo tienes?
Ambos nos miramos a los ojos durante unos segundos, fui la primera en bajar la mirada para mirar mis manos. Lo pensé, ¿aún era válido ese contrato al que estaba atada? como Agatha no estoy atada a ningún contrato, pero como Bonanus ya es otra historia. En realidad no sabía si el contrato había terminado el día que morí en Teyvat hace años o si aún seguía vigente.
- La verdad es que Rex Lapis me dijo un día después de la muerte de nuestros hermanos, qué sus contratos ya habían finalizado y que ahora podrían descansar en paz.
Xiao miraba el paisaje a través de la ventana con una expresión de tristeza. El dolor en mi corazón no pude evitar sentirlo, por impulso tome su mano.
- Si tú deseo es ayudar al viajero, hazlo - dijo al mirarme con seriedad. Era notable lo difícil que es para él decir palabras como esas, le duele y yo lo entiendo.
- "Es difícil que el alma de un Yaksha logré descansar en paz" - murmuré -. Una vez les dije eso y no ha cambiado, el contrato que tenemos con Rex Lapis, incluso después de nuestra muerte, sigue intacto - sonreí mirándolo -. Cómo Bonanus tengo un contrato que cumplir, pero como Agatha hay alguien que me necesita y yo le ayudaré.
- Entonces te irás... - susurró, sonreí con tristeza.
- Bueno, aún queda mucho tiempo para irme muy lejos, ¿sabes? - reí risueña -. Además todavía tengo que disfrutar de los manjares de Liyue y tú tienes que acompañarme.
Sonreí de oreja a oreja, Alatus sacudió su cabeza con una curva entre sus labios.
- No podemos acercarnos a los humanos, Bonanus.
- No te preocupes por eso, nuestro buen angel purificara el mal que llevemos - lleve ambas manos a mi cintura.
- ¿Qué angel? - preguntó con una de sus cejas alzadas.
- Agatha, el Sr. Diluc pidió que bajes a desayunar.
Xiao y yo miramos al rubio que se asomaba por la puerta de madera. Con una sonrisa traviesa, hablé.
- Él.
¡Hola! Otro capítulo más, listo. Me disculpo por las faltas de ortografía, pocas veces tengo oportunidad de escribir durante el día y no suelen estar mal escrito el capítulo. Pero espero que logré entenderse, ya lo corregiré más tarde.
Gracias por su apoyo, cualquier duda estaré contenta de responderles. Y aviso, aún no se cumplen las 24 horas para el castigo de Agatha, así que esperemos no sea algo malo para ella.
¡Gracias de nuevo!
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