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Levels

Luego de comprar las municiones, vamos rumbo a mi casa. Mi madre no atiende su teléfono por lo tanto debe estar reunida con sus amigas en el centro comercial o en algún club todo extraño de lecturas, donde las viejas adineradas no tienen nada que hacer. No es que sean insoportables, más bien son amables y dulces con uno.

En fin, noche de películas terroríficas. Sera completamente genial.

Xavier se va a la cocina donde coloca las bolsas en la mesa y va a preparar café. Más adicto que él, no hay nadie.

Donny quiere hablar conmigo sobre algo, no imagino que será, pero quiero escucharlo. Quizás este tramando algo.

— ¿Qué sucede? —le pregunto frunciendo el ceño.

—Te pones un vestido provocativo y te apareces en la fiesta con Xavier. ¿Qué demonios estás tramando, Jess? ¿Quieres conquistarme?

—No seas idiota. No te diré la razón de porque lo hice.

—Como digas, princesa.

Alguien toca el timbre y me levanto a ver quién es.

— ¿Sí? ¿A quién busca?

—A mi novia, Jess. Abre la maldita puerta.

Brandon, es el novio de mi hermana. Le abro la puerta y lo dejo pasar. Llamo a Summer y me responde de mala gana. Seguro harán algo provocativo en su habitación, me da asco de solo pensarlo. Me repugna todo esto.

—Eres increíblemente horrenda, cuñadita.

—Gracias. Me vale mierda tu opinión.

Donny quiere decirle algo, pero no se lo permito. No hay forma ni manera de sentirme mal, sé que es un idiota y no merece que le siga la corriente.

—Apártate, mocosa.

—No le hables así a Jess —me defiende Xavier—. Déjala en paz.

—Ay, no sabías que tenías un noviecito.

Tres cosas que no soporto a mi hermana: Es arrogante, entrometida y fastidiosa.

—Creo que estás jugando sucio, Jess. Partida doble.

—Déjala en paz te dije —dice Xavier elevando el tono de su voz—. Déjala en paz o te acuso con tu madre, se toda la verdad sobre ti.

Esperen, ¿Cuál verdad? ¿De qué me perdí? Eso pasa por preocuparme de tonterías. Mi hermana no miente, pero ya veo que lo hace constantemente, pues tiene los labios tensos y no se defiende. Es increíble, está avergonzada y humillada.

Summer no hace más que dirigirse a su habitación con él tonto ese. No quiero ser chismosa, pero muero por saber que esconde mi hermana de mis padres. Es emocionante todo esto.

— Lo de tu hermana, no es nada del otro mundo. Ya no es virgen y eso lo supe en estos días y jamás voy a permitir que te hagan daño, Jess —me dice y lo miro a los ojos, concentrándome en el color de ellos. Sonrió y desvió la mirada a dónde está mi otro amigo, que al parecer está jugando Plantas vs Zombie en mi Ipad—. Si pudiera besarte de nuevo, lo haría.

Pienso que es aterrador besar de nuevo a mi amigo de la infancia. Es una locura, no quiero hacerlo. No le pienso responder, es mejor el silencio.

—Romeo, deja de estar jugando con Jess y vamos a ver la maldita película. No pienso ver Mamá, es demasiado mala. Veamos otro de lucha o algo mejor que eso.

Elegimos entre los tres a X-Men. Es mi película favorita en todo el universo. No es de terror ni mucho menos de comedia, es acción pura.

—Oh, sí. Dale más duro —se oye en toda la sala y me petrifico. ¿Qué es ese ruido?

—Creo que tu hermana no perdió el tiempo —comenta Xavier.

**

La película más buena, imposible. Con ruido o sin ruido de mi hermana, la logramos ver sin hacerle mucho caso. Lo que busca es llamar la atención, creo que perdió la cabeza y está loca de remate. No digo que no tenga sexo, solo que su manera de gritar atormenta a cualquiera. Ahora que ya sé que no es virgen no me extraña su actitud, quizás mi madre aun no lo sepa y por eso se pone a la defensiva con mis amigos. Es tan evidente que ni siquiera le interesa si los demás ya lo saben.

Donny se tiene que ir porque su mamá necesita de su ayuda para arreglar un bombillo y acomodar la casa. Una de sus hermanas viene a visitarlo y debe estar todo impecable. Xavier y yo nos quedamos viendo otra película. Mi hermana sale y me hace una seña que no comente nada, que va, me sabe a mierda su vida.

—Muero por besarte, Jess. Deja de hacer esas muecas, por favor.

—Ya, Xavier. Somos amigos, deja de coquetear conmigo.

—Solo quiero besarte, además mi reputación podría mejorar un poco. Todos han tenido sexo, menos yo. Es deprimente.

Cualquiera se siente así. Yo no quiero tener relaciones sexuales hasta tener treinta años. No estoy preparada para tanto. Soy adolescente, quiero ser roquera toda mi vida. No quiero echar a perder nada, ¿y si la protección no funciona?

—No, Xavier. Estás loco. —Continúa tocándome el cabello con sus manos suaves y sedosas—. Deja de tocarme. ¿Qué quieres de mí? Dime.

—Jess, no juego contigo. Solo quiero experimentar, eso es todo. Eres mi mejor amiga, te aprecio, Jess.

— ¿Experimentar? No soy algo científico.

Duramos 20 minutos en entera discusión. Él solo quiere dejar de ser virgen para que las chicas lo quieran más y la única que lo puede ayudar soy yo. Ridículo, ¿cierto?

¿Cómo terminamos en una situación incómoda? No lo sé. Nuestros labios se juntan y hay chispa en mi interior, no entiendo que me sucede, pero me gusta. Nos vamos a mi habitación ya que el sofá no es un lugar digno y si viene mi mamá y nos descubre, me asesina sin pensarlo.

Siguen los besos y los besos. Me quita mi ropa y no puedo creer lo que estoy a punto de hacer. Jamás pienso con la cabeza ni mucho menos con los pies. Me gusta cómo me besa el cuello y me hace sentir placer. Es la locura más grande que he cometido en mi vida y más si es con mi mejor amigo de toda la vida. ¿Qué dirá Donny cuando se entere? ¿Y Peter? Dios santo. Uno nunca piensa, por eso suceden tantos los malditos errores.

La música de Aerosmith suena en el fondo, y cuando acabamos Xavier la coloca en un volumen más alto. Nos ponemos a cantar desnudos y luego nos acostamos para quedar profundamente dormidos.

A la mañana siguiente me levanto de un salto, no veo rastros de mi amigo y supongo que se fue. Mejor así. Igual dejo su ropa en mi cuarto como siempre. Odio tener que discutir por eso, es mejor mantenerlo en secreto y alejados lo máximo posible. Oficialmente ya no soy virgen.