51. Wouldn't Change a Thing
51
Wouldn't Change a Thing
Xavier
La sorpresa se arruina completamente, no puedo dárselo, ni siquiera soy capaz. Soy culpable, no debí sobornarme por la chica del trabajo, soy un completo imbécil y me siento mal.
No es extraño en mí, tener rabia, molestia, enojo, enfado y todos los sinónimos que lo acompañan. La ira en mi interior demuestra que estoy estresado, sin cuerpo y alma, aparte de no saber que carajo estoy haciendo con mi vida, la pago con las demás sin malas intenciones. El no tener a nadie que me oriente, me hace perder el sentido de todo. Mi padre no está, no quiero hablar con la señora que me dio a luz. Entonces la única persona que me apoya, está enojada conmigo. Jess no responde mis llamadas, ni mis mensajes desde hace aproximadamente seis meses. Veo a los niños cuando ella no esta y sucesivamente.
Los días van pasando muy rápido, ella se va a graduar. Voy a tratar de infiltrarme y verla aunque sea recibir su título. La emoción corre por mis venas, cuando la llaman y ella tan hermosa se levanta y camina con soltura. Después de eso, debo irme al hospital. Mi jefe dice que ando muy distante y no quiere que este así, pues no vale la pena concentrarse si todo lo hago sin ganas. Atiendo a varios pacientes, llevándolos con los doctores y yo sirvo de auxiliar.
La rutina de mi vida se resume en ir al hospital, estudiar en la universidad, cantar de vez en cuando y acomodar el apartamento en donde voy a vivir ahora. Termino de recoger mis cosas para mudarme esta semana. Con ayuda de Donny y Peter la mudanza es un éxito. Ambos están molestos conmigo, no tanto como Jess lo esta, pero si están molestos. Me dicen que Jess va a estudiar Música. Es todo lo que se sobre ella y me tiene mal.
— ¿Puedo al menos hablar contigo? Aunque sea un segundo —le digo a través de la puerta. Sé que no quiere verme por mi estupidez y no deseo herirla más—. Solo te pido que seamos amigos, sino quieres nada conmigo. Sé que soy un imbécil y que lo he hecho todo mal. Por favor, Jess.
Alguien abre la puerta y es un chico que desconozco completamente. El individuo es alto, delgado y tiene el cabello liso y muy bien peinado. Se ve más joven que yo y aparece molestarle mi presencia.
— ¿Quién eres? —pregunto.
—Gustav, ¿por qué?
— ¿Qué haces en su habitación? ¿Qué eres de ella? —me empiezo a enojar. Y estoy listo para darle unas cuantos coñazos y mandarlo a lavarse ese culo bien lejos.
—Ese no es tu problema, amigo —dice con calma pero a la vez desafiándome.
—Sí lo es. Habla o te rompo la nariz —lo amenazo.
—Amigo, ella no esta aquí. Se fue si eso es lo que quieres saber.
—Xavier, tranquilo hermano. Ella se fue. Gustav es solo un amigo de Peter.
**
Me siento incompleto, como si el alma me faltara. Hecho trizas, sin nada que hacer. Trato de mantenerme firme, trato de aparentar normalidad y es imposible. Lloro cada noche y bueno los hombres también tienen sentimiento mutuo y es perfectamente normal llorar. En el hospital me asignaron ser jefe en el centro de la ciudad. Acepto el cargo para tener algo que hacer, mudarme de nuevo es difícil, todo esta empacado pero nada es igual. En el viaje, me pongo los audífonos y cada canción me recuerda a ella, todas se las cante y se las dedique en su momento. ¿En dónde estará? ¿Qué pasara con nosotros? El futuro es inexacto y todo se vuelve gris.
En el nuevo trabajo, parezco un robot, hago lo que tengo que hacer, mando a las personas y ya. En mi tiempo libre, escucho música y me pongo a tocar música triste. Camino, troto, hago lo que sea para tener mi mente tranquila. Todo es una mierda si ella no está conmigo. La universidad es una mierda, todo es una mierda. Intento conocer gente y no puedo estar en paz. Todo se acaba para mí y no tengo opciones. La busco en Facebook y me elimino y bloqueo, también la busco en las demás redes sociales y nada. Pienso en Jess, en los niños, en toda la cagada que cometo día tras día. Intento llamarla y cambio de teléfono.
Busco en internet todos los institutos de música que existen en el país y hay demasiados. Llamo a cada uno de ellos, intentando conseguirla y no tienen una alumna llamada Jess Stone. Me acerco a una universidad que está cerca de donde trabajo, busco en cada salón, hablo con el director y no obtengo respuestas positivas.
Regreso a mi campus, concentrado en el libro de medicina cuando oigo una voz muy parecida a la de Jess. Me escondo y las personas se aproximan.
—Me alegro que aceptaras, Jess. Paso por tu casa a las 7 —Jess está sonriente. Quiero golpear a ese idiota, tanto que sangre por todos lados. Debo ser valiente y salgo de donde estoy como si nada estuviera pasando, saludo a unos compañeros y ella me ve.
—Xavier —aunque sea me menciona—. Él es Sebastián.
—No me interesa quien sea. Puedes apartarte de ella, necesito decirle algo y no te incumbe.
—Oye, ella está conmigo. No la dejare sola.
—Ahora eres su salvador, que tierno. ¡Apártate o te parto la nariz! —el chico frunce el ceño y no se va—. Para tu información, la conozco más que tu. Así que apártate.
Se balancea sobre mí y me da puñetazos en la cara, después cojo fuerza y lo tiro contra el piso, dándole en el estomago repetidas veces, no se saldrá con la suya este bastardo. Entre la pelea, viene el director académico y nos separa.
—White, Abba, dos excelentes alumnos y discutiendo.
—Lo siento, señor —se disculpa el idiota. Se retira y me le quedo viendo a Jess.
Ella no parece estar enfadada ni molesta por mi reacción. El director no me amonesta y me deja ir en paz. Como no tengo clase, tomo la mano derecha de Jess y la llevo a un lugar donde no hay casi gente.
—Supongo que ya estás comprometida —le digo para empezar. Ella niega con la cabeza—. ¿Tu novio, amante?
—Ninguno. Me invitaba a salir y no quería —dice seria—. Xavier, se que hiciste mal en molestarme al igual que yo lo hice. Ambos somos inmaduros, no sabemos lo que queremos y andamos por el mundo fingiendo que sabemos demasiado. Solo te pido que por ahora, seamos amigos, como antes, sin peleas y bueno ya que fortuitamente te encontré y todo pasa por algo, no nos queda de otra que aceptar la realidad. Sé que me amas y yo siento lo mismo por ti, pero seamos amigos, hasta que ambos decidamos si queremos estar juntos como pareja. ¿De acuerdo?
No me queda otra que asentir. Me deprime, pero al menos vamos a ser mejores amigos de nuevo.
**
Jess
Desde que mamá falleció, tomo decisiones con calma, y vivo el día a día. Sé que ella desea que sea feliz y que perdone a todos, incluso a la mamarracha, y me cuesta mucho perdonar y por más que quiera hacerlo de mi boca no sale el perdón. Controlar la ira y la rabia, es una de mis debilidades, suelo ser agresiva y compulsiva. Visito a mi madre cada día que puedo, le cuento lo que me ha pasado y le pido consejos, termino llorando y sintiéndome mal. La extraño y me hace falta. Mi padre ha sido muy bueno conmigo, y siempre que me acompaña a ver a mamá termina llorando también. Le afecta, a todos nos afecta y no es fácil. Hay días en que me levanto y siento que es una pesadilla, pero al abrir los ojos, mi madre no está conmigo.
Mis hijos al menos me quitan la tristeza de inmediato, verlos dibujar y escribir sus nombres con apenas cuatro años de edad, me llena de felicidad. Gate, Oliver y Gabriel son el impulso y la felicidad de mi madre, ellos me hacen sentir mejor conmigo misma y me enseñan bastante. Verlos crecer y ser parte de mi vida, es un milagro. Los tres son mi estrella fugaz, son diferentes, atentos y muy amorosos. Me besan a cada segundo, me abrazan y me dan muchísimo cariño. Duermen conmigo y con Xavier, y por más que intentamos mantener distancia es difícil.
Cuando Xavier aparece de nuevo, luego de casi un año, es difícil verlo sin poder besarlo ni abrazarlo como lo solíamos hacer de novios. Sentimos algo muy fuerte y debemos quemar esas etapas e ir despacio con el tema de la amistad. A veces pienso que me quiere besar y quiere tenerme a mi lado.
—Les tengo una noticia impactante —anuncia Donny con un sobre en la mano. No sé que se trae entre manos y me gustaría averiguarlo—. Primero, Xavier tu madre quiere verte en su oficina a las 2 de la tarde mañana sin falta, yo te acompañare, compadre. Segundo, la mamarracha la atraparon de nuevo y está encarcelada, como dijiste que debías perdonarla, tendrás que visitarla, Jess. Summer ira contigo si es necesario y dos policías estarán presentes en dado caso que se forme una pelea entre ustedes y tercero, seré padre de una niña.
¡Wow! Demasiada información para mi gusto. Xavier está tenso y bueno se supone que debe ver a su madre por algún motivo que no lo sé, me impacta que Donny sea padre. Es tan increíble y un poco loco. Me alegro por ellos, tener un sobrino es lo mas cute que existe en el mundo.
—Por último, tú y Xavier serán los padrinos sin quejas. ¿Está claro? —todos asentimos.
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